The Trial (2)

II-          

Hay algo que siempre me gustó y es la “injusticia”:

“Tenemos que convencernos para siempre: el mundo será de los pueblos si los pueblos decidimos enardecernos en el fuego sagrado del fanatismo.”-Eva Perón.

Fanáticos han sido todos. Fanáticos siempre, casi por fatalidad. Los soñadores de todas clases. Los que temen la mañana, los que no han apostado nunca. Los que cuando pierden inventan, los que quieren llegar cuando la pelea está terminada a esos les queda el sabor de creer que siempre saben algo. “Nuestro Mundo”, bella y sana utopía. ¡¿Qué divertida se me antoja esta creación?! Tal cual si no hubiera miseria en los perfectos morales, en los que nunca tiran ningún tiro, en los que nunca se equivocan. ¡Qué rápido escribiremos las lápidas! ¡Qué determinación tendremos! Escribir la “Historia” es escribir las lápidas. Obviamente que el ignorante soy yo. Y siempre creí  tener la razón, y qué bueno fue. Qué bueno tiene que ser, pensar así, qué feliz. Mientras tanto, existen los dos demonios, las finas comiditas de personajes empolvados y de aventados seres que han creído que han hecho la diferencia. A esto se lo ha llamado la religión del “Hombre”, “libertad”, “liberalismo” o como quieran. La historia sirve para aquellos que dicen que no tener otra cosa que los hechos para revisar, algo menos que un pobre juicio de hermano mayor para con la humanidad. Son los mismos que viven con el resto de los mortales son como usted o yo. Y todos formamos parte de ese cardumen que todo lo juzga que quiere triunfar. ¿Tan incorrecto es pensar así? Todo es violento en un orden de violencia, un beso es violento, un abrazo es violento. La respiración es violenta.

¿Quién podría decir lo contrario? Muchos, miles de personas dirán que no es así. Para poder perseguir hay que creerse perseguido o inocente. Gracias a esto llegamos a cualquier conclusión y para peor eso es el funcionamiento de la moral. Nadie puede matar a conciencia, es decir estar “sano” si no se justifica así. “Todos somos forzados”, gracias a esto el dramatismo vive. Me gusta pensar en los que se han comido el cianuro existencialista, los que cree en el mito. “Hay que verlos con el debido respeto” hay que volverlos a pensar y a citar, Jesús es un barbudo más con su “libre albedrío” repite para sí y para el mundo, la tarea de cargar a la ¡HUMANIDAD! La cual si bien no sabemos en mérito a quien existe tiene algo de esa idea de redención. Recuerden que hablábamos de viajes, de recuerdos, de imposibilidades. Hay gente que nunca va a llegar a destino que se va a morir. Si esos que se mueren no van a ninguna parte. Sí ese lloriqueo para ser considerados por el universo es inútil. ¡Pensar que la gente creyó que elegir siempre peor era un alivio! Pero no lo es. La fatalidad es más que las ideas de unos conjuntos de descripciones escalofriantes. Ahora es cuando agarramos los pañuelitos y pensamos en lo terrible del fascismo. Palabra que parece ser el Diablo. ¿Quiénes son los agentes terribles? ¿Quiénes gobiernan entre los demonios?

¡Ay! ¡Cuanta diversión ha habido en maldecir al hombre!- Utopistas de todas las clases temen y vuelven a temer despertar. En ellos no nacen las doctrinas sino los limbos bases de esas doctrinas. Bella realidad aquella que quiere no pensar el final. La sombra de Stalin es un horror, pero la sombra de Hitler no. La sombra de todo el capitalismo no lo es. Extraño es siempre que estos triunfos donde los buenos siempre ganan terminen con “gente” siempre perdiendo. Debe ser que tenemos el intestino lleno de tumores que se ramifican para todas partes y que conquistan absolutamente todo. Lo lindo es que la cultura, su defensa, la creación de esa defensa es para esta irracionalidad en la cual se gusta nadar hoy, algo escalar y sin sentido. ¿No es puro juego de teólogos? ¿No es puro invento? ¡Adivinen el origen o el final! Nosotros pondremos las excusas. Tal vez estemos pidiendo demasiado al ser humano. En ese sentido y yo no soy el mejor de los mejores para pensarlo los dos últimos siglos no saben si ser crueles intelectualmente y postrarse cual revelaciones bíblicas ante lo terrible o ceder al impulso del optimismo del que “explota por buenas razones”. Mi idea siempre es sencilla, es pasar revista a eso que llamamos hombre. No podemos maldecirlo sin ser comediantes, no podemos bendecirlo sin llevarlo hacia un altar de sacrificio. ¿Qué hacer? Aire y más aire. ¡Aire para todos! En el sentido más negro del “para todos”.

Hoy cínicamente los Maestro domadores, después de haber intentado por todos los medios destruir y superar al hombre cosa que en parte han conseguido ya que han descubierto la inhumanidad del hombre. Eso que parecía imposible pero que hoy se puede conversar con cualquiera que quiera ponerse paranoico y perseguirse. Seguramente que es uno, el que no va responder a eso. ¡Ser fanático! Era pedirle demasiado al hombre. ¡Ay! Qué buen mito, el hombre, el primer hombre. La discusión que parece valedera. ¿Primero de los primeros de los hombres antes que todos? ¿Rey de reyes? ¿Denominador de todas las cosas? ¿Inmortal? ¿Omnisciente? ¿Omnipresente? ¿Bíblico? ¡Qué divertido!- así las viejecillas, las viejecillas más puras piensan que el mundo es algo que les ha pertenecido siempre. El mundo es algo que se ha pertenecido siempre como algo excluyente como ajeno a ellos. ¿Acaso nunca? Mejor oxímoron imposible. “NO SER”, el no ser empieza a pesar en la historia. No ser, es para el hombre no haber pensado, no haber sentido. Percibir tal vez  como nos dicen que es el post-modernismo la catástrofe como algo terrible. En el fondo es divertido. Perdonar al hombre; ¿qué requiere esto? Requiere payasos a prueba de todo, requiere payasos que se rían en la cara de la gente que quiere tener pudor. Requiere que la poesía no exista, requiere pensar que hubo bestias que no la necesitaron y bestias que quizás no la necesiten. Requiere frialdad maquinal. Requiere que seamos idotas, cumplo con la capacidad de ser idiota y romántico. Cumplo con el requisito de ver la cristología del poder. Para poder existir, el poder necesita de un “anticristo” seamos jocosos, alguien que explote al buen hombre. Que goce de su sufrimiento; ¿Importa por qué goza de su sufrimiento? ¡No!; eso es tarea de filósofos. O de personas que quisieran humanizar por ejemplo la psicología o cosas por el estilo. Pero humano puede ser una palabra catastrófica. Todos los países del mundo tienen a lo largo de su historia, violaciones a los derechos humanos por las diversas causas que ustedes quieran imaginar. ¿Qué nos ha pasado? La herencia como cofre cambia a la santidad. En parte sí. ¡Pobre mundo este! El que no tiene tesoro ¿qué podría guardar? ¿Resentidos anarquistas y socialistas?

-         En la intensidad de la tormenta más breve del verano es “el Hombre” el que más desea que el rayo lo alcance-

Así el “relámpago” viaja entre varios pensamientos y sé que no los tengo todos. Divinos esos sufridores que buscan al hombre que necesita de una solución el dolor. ¿Cómo si ya no fuera síntoma que la solución es algo que debería casi ser excretado de las mentes de los que sufren? Ahora bien es todo tan venenoso. Eichmann, ese “hombre” (porque era hombre también” ese burócrata, ese qué calculo el holocausto. ¿Cuánto tiempo se detuvo a pensar su crimen? Hay gente que no puede siquiera dejar a su mujer o a su familia, otros lo hacen instintivamente. Dudamos que pueda haber un instinto genocida y dudamos bien porque nuestros “instintos”, nuestros “buenos gustos” no existen. ¿Será que algunos hoy aún creen que se tienen que morir creyendo que han hecho el bien?

Huir de la angustia ¿pesa tanto?

Nuestra larga historia nuestra prehistoria, incluso personal implica…

¡Olvido!

¿Cómo pudimos olvidar a nuestros muertos, amores, citas, vidas?

¿Cómo pudimos creer ver lo importante?

He Aquí la prueba.

Tal vez el mal gusto sea la clave.

He aquí la prueba.

Sólo hay un caso en la historia de la filosofía donde el hombre ha podido no ser “Bien pensante” y no es justamente un mito. Sino un “mito novelado”, el asesino de Dios es que no piensa bien. El que no tiene necesidad ya de pensar tanto. El que mató a su dios a su absoluto a su miedo. ¡Ay! Hombres, ¿No Perdonan a su Adán? Perdonen a su Adán, empiecen por sus propios padres. ¡Dejen de llorar!

Usted es un idiota, es un molinero, tiene las cuatro muelas del juicio como los jinetes del Apocalipsis. Los cuatro. Usted tiene un problema. Quiere intelectualizar la farsa del drama que hemos hecho de la vida. ¡Ay! Perdonen a este convidado. ¿No es que cuando el señor llama a la fiesta donde todo está por darse nadie querrá ir? Entonces, ¿Cómo no vomitar la felicidad? Aquí supongo que los imbéciles sudamos hasta la última gota tratando de cagar la respuesta. ¡Vincere!- Los amantes de Italia, debería pensar que la Italia que dio a Dante, dio a Gramsci y Mussolini. Ellos ¡Eran amigos!

Este solipsismo que es pensar que pensando se evita vivir

¡Sí!

Tiene que ser un modo de pensar.

No se puede estar cuerdo y pedir que eso no tenga que ser así.

Se puede aspirar a estar loco.

Se llega a estar loco.

¡Ahí!

Qué justas son las cosas cuando todo se puede comparar.

Si el comparador se pierde, la comparación se pierde.

¿Quieren un impulso igualador?

Bueno, ¡tomen aire!

Dejen el impulso despreciador.

Reglas fanáticas que no han valido para nada.

Demasiado pensar.

Nos han enseñado. No es absurdo es ¡Humor!

Claro, eso de seguirnos escuchando.

La salud es una convicción pequeña y concisa. ¡Es amor! Amar al desigual, perder la regla. Fanatismo de las propias ideas, son casi todos, menos los desgraciados los que no quieren pensar. Los que de las dudas viven pero vivir de las dudas por vivir no es vivir. Mejor es querer creer que se “CREE” o querer creer que se “DUDA”. Esta época es suficientemente bastarda para contener estas cosas. Ya hemos podido convivir con el nihilismo. Somos poca cosa, poca cultura. ¡Qué bello parto!

El texto que no acusa, el que no sabe ilusionar se acusa a sí mismo. Se ha despreciado, no quiere ser verdad pero se queda con la única forma en que esta puede ser siquiera planteada como palabras. Como hábito. Como reglas. ¡Sí hemos puesto el león a conversar! Pero no lo hemos entendido y esto no dependía del león sino de nosotros. Así nos pasa con los humanos tal cual existen.

¿Dónde están los fantasmas?

Esa pasión por querer transmitir ¿Dónde nace? Esa pasión por querer un texto distinto. Como expone Laiseca, un hombre que tiene los libros forrados y numerados, algo distinto producidos por el error, la falta de talento o un pequeño demonio. ¡Fijar la cita mentirosa! Denso. ¡Qué denso es! Todo tiene que ser una bella imagen, incluso si es terrible. Siempre y cuando claro esta, el que escribe no juegue con nosotros sino es terrible. Los seres humanos juegan consigo mismos de maneras aún más irresponsables.

¡Tratadistas! Ustedes son tratadistas sin cuestiones. Son bastardos sifilíticos sin creación. ¿Acaso no es fascismo querer iluminar al mundo a cualquier precio? ¿Puede que lo sea? Y así el cinismo podría decir; el Peor de los Mundos, este; el Único ha sido el que ha tenido todas las buenas intenciones y sólo estos resultados. En el que el positivismo es un catalogo justo de miserias humanas.

Los intelectuales entonces ya han apostado su ficha, su amor, su afecto; su profunda predilección. Uno es ignorante y es asqueroso. El ensayo asqueroso, el falso ensayo asqueroso es el más bastardo de todos los géneros sin ser ni historia, ni argumentación ni nada. Sin pretender siquiera infinito. Sin pretender siquiera resaltar. Porque sabe de su fracaso final, será el buen pensar, el reconciliarse el que expulsará a la mierda por la borda. ¡Al menos eso pretenderá hacer! Y lo dirá.

¿Podría haber una esperanza en el ser humano?

Se nos hace curioso no saberlo. ¡Ámense recipocramente los unos a los otros! He ahí su salvación o… ¿Qué otra especie los ha de salvar? Pensamiento y creación literaria atonal, creación genealógica, obra de hoja en blanco. Se renuncia a contar “buenas historias” y a vivir “buenas vidas”; ¡Qué horror!

Qué infernal qué católico y qué sacerdotal es seguir esperando los signos del amor para el “Amor” mismo. En eso el sacrificado, y claro que todos so farsantes. Todos, todos, todos, todos, hasta los que dicen que no son. Porque esa es la manera de llegar a ser como quiere demostrar este texto idiotas tan complicados que la gente los tome por dos méritos, el de la primera manía, la segura pasión por la estupidez, la segunda la segura pasión por la complejidad.  

¡Clímax! ¿Cómo cuesta pensar la justicia? Valor que parece olvidado pero que tiene que “existir”, ¿Cómo ficción? ¿Meta? ¿Excusa? ¿Orden? ¿Salud? Los hilos de la vida de hoy son demasiado delgados para complicarse. Hoy seguimos haciendo lo de siempre, descubrimos al mamífero una vez que hemos descripto para inventarlo al camello. Anti-filosófico y grasa. La falta de cultura y la sofística nos abruma cada día más. La clase burguesa tal vez esté infectada y arruinada pero no se irá sin luchar. Promete en todo caso llevarse al mundo con ella. Para darle un tonito divertido; ¿Lo conseguirá?