Ir al contenido principal

12-Vera:

Un deleite como el aroma del veneno. Yo sé que Vera dice que soy un quejumbroso. Tiene razón, un judío-catalán o es un toro o es un quejoso. Pero eso no viene al caso. Todos los que deben haber conocido a Vera si no me falta el juicio la habrán tenido por gran mujer. No digo por mujer extraordinaria o de otro planeta pero si por gran mujer. Yo no soy ese que pueda dar motes, no tengo ese poder. Solo pienso en lo bueno y en lo malo de haberla conocido. Tiene algo interesante como quien mira obras de pintores menos conocidos pero que son maestros, no delira pero aprecia el oficio de lo bueno.

Pese a que ella misma es presa siempre de contradicciones. Es lo mejor que tiene, un hombre que sepa conocerla verá lo divertido; por lo menos seis mujeres diferentes vivan en ella sola. El tema es que es una ruleta que siempre cambia. ¿Puede ser malo aquello? Para los judíos-catalanes sin duda que no. Como dije somos la contradicción con patas.

Siempre tuve esa dificultad de concentrarme en lo valioso. Por eso puedo decirles que Vera vale, es divertido lo que ella te dice y te dirá. No sé, consideremos que él que narra es un freak, los freaks solemos ser onanistas pero no es el caso. Solo cuento algo. Como quien viaja a un lugar y ve a una nativa o algo por el estilo. Si se lo piensa así, solo si lo piensa así se podría llegar a disfrutar algo de lo que digo. La mujer esta es interesante, la sonrisa no es una sonrisa común. Es una mezcla entre pecados perdidos, y cambios mal dados pero también hay felicidad. Como dije es una sonrisa compleja. Digna de ser mirada por un buen rato. Sus respuestas fáciles son las más difíciles, simple presa de enigmas. Podría ser que yo cuando la soñé era un iluso, no era afecto era un vértice atmosférico. La mujer eterna presa de una verdad oculta es decir, la madre presente de un tipo ausente. Es decir la misma contradicción de las olas cuando rompen que vienen y se van. Parece que cuando ama se consume y cuando odia se libera, más no puede ser todo el tiempo igual. El mundo es el que la desdibuja, la vuelve hacer y la vuelve a romper. ¿Tendrá algo de Pandora? Es posible.

Una de las personas con la que se puede dudar tranquilo, por eso digo su densidad atmosférica es muy baja. Algo así como la amplitud de Mongolia, algo interminable y unido. Una línea horizontal donde el inexperto de pierde. Si embargó como turista, ya que nunca habite sépase que el fracaso es mirar de lejos ser ojos y nada más. Pero por lo demás no tiene desperdicio. No se si sería el viaje que tomaría pero valdría la pena que quien lo intente vaya con el plan de disfrutar de todo aquello. Yo ya la conocí con algo del cuerpo de la experiencia. Eso era bueno seguro que en caso contario la habría descartado. Yo reconozco ser una persona que no insiste mucho y además vivo encerrado cual caracol esperando ver que pasa allá afuera. Mi cretinismo no me lleva a poder ser un buen pensador ni gran poeta. Por eso estas descripciones. Delirantes en partes. Vera es como el vino tinto. Y si soy curda y lo peor cuando me deprimo me da por escribir pero es así. El vino es un ser misterioso, un depresor y un amigo, un amante exigente. Yo lo vomito eso no es lo mejor pero bueno nada lo quita de mi mesa. Vera sería un vino excéntrico. Un vino excepcional de buen cuerpo y dulce. Un vino para comediantes y desgraciados como yo. Amorosa y amable, ¿puede ser? Pero en fin yo era ese pendejo quejoso. Lo reconozco pero ella me ponía buenos puntos, buen olfato para mandarme a guardar. Eso me parecía divertido. Todo me parece divertido en Vera como dije. Todo es presa de una fascinación de coleccionista propia de un freak. No podría ser de otra manera. Pero claro ¿tiene eso sentido? Por supuesto que no. No lo tendrá nunca, no nací en cadaques y no se de queso Chamber.

Digamos Vera siempre tuvo algo que ofrecer. Ya fuera una fantasía sexual efímera, ya fuera una idea, ya no fuera nada. No lo sé, un imán nunca me lo expliqué. Esas cosas son las que me gustan las cosas que no puedo explicar. Menos mal que no me hice filosofo y viví del misterio. Solo narro ideas ajenas. Como explique tiene el aroma del veneno. Un veneno potente porque en este caso no reverencio su existencia sino que me siento tentado a consumirla. Necesito cada tanto de un poco de Vera, así como otros necesitan quien sabe de qué. Siempre que hay letras en mi vida hubo o indiferencia o barullo. Espero que quien piense en Vera piense en alguien interesante y dinámico lleno de valor. Es probable que ella misma sea su mayor enemiga. Lo peor es que no lo sabe. Su dispersión viene de esa gran capacidad para ser polifacética, es decir su naturaleza de diamante, como diría el cuentito de diamante en bruto. Es un diamante que creo que muchos infelices dieron por debajo de su valor. Creo que es una mujer que quiere demasiado, ojala que me equivoque y queriendo se va volviendo otras cosas. Se va deshilachando hasta que ella misma pierde el norte.

Vera, verdad, la cruz y los monjes. Me siento como los cruzados que los mandan a Jerusalén. En ese sentido, puedo decir que la miseria y la ignorancia son mis guías porque quien dice que leer y que escribir. Yo la rescato del olvido de la historia. Ese es mi aporte hacia a ella por más vanal que sea. Mundo sabed en las cuatro esquinas que quien pose el iris en estas sabe de la existencia de una persona que no es poco. Es importante en mi vida cual objeto raro y lateral como lo “otro” que puedo ver y ser feliz al ver que es diferente. ¿Tiene valor eso? Quien sabe. Yo no soy de esos que dicen tener valor, valientes soy del bando de los malignos y retorcidos. Esos que escriben cosas como estas. Los que al fin no proponen más que historias marginales.

Como historia marginal, como relato trunco solo quedan las descripciones por hacerse es decir, ir por el paisaje. Buscando más destalles, pestañas, cejas, lugares comunes. Lugares menos obvios. Ante todo colgar de las nubes, lamparitas. Que se enciende y se apagan que regalan cortocircuitos. Porque en el medio de las neuronas hacen espirales. Porque la distancia entre puntos siempre queda duplicada en las imaginaciones obtusas carentes de perspectivas. La enfermedad del gongorismo cirrótico, la ausencia de buenos motivos para poder decir cosas. Sino más usar el recurso de lo obvio, absurdo y fantástico para quitar la tierra a los cristales. La construcciones de sucesivas Veras que escapen al misterio, es decir, ¿dónde hay un punto? Donde hay un lugar… porque como dije el dominio de lo diáfano solo parece invitar a errar. Todo errante desvaría y sus razones son menos válidas, es decir débiles no obstante en sus ojos extraviaos pueden decir. No conozco nada y sin embargo soy feliz, el cielo celeste y enorme se engulle al visitante en medio de esa nada. El mar de acero en el que la gente queda atrapada cuando supone que conoce lo que ve de lejos, la trampa del concepto cuando vence a la sensación. La peripecia, el mal oficio del escritor cuando es comediante. El recurso de la falta de tema. El pelo rojo que no es, el cariño que no se tiene. El desencuentro y el desengaño que al igual que un cardumen de nubosidades se fuga a la velocidad de los violines. Todo esto lleva a la nada.

Viera, estepa rusa y continental. Lugares que uno no conoce y puede imaginar mejor. No tiene ese saber maldito de las cifras que todo lo reducen y a nada dejan inventar. Las mentiras de los instrumentos que destierran a los humanos de los refugios comunes. Las personas perdidas en la propia luz que todo hace igual que destripa. Allí todos somos iguales unos más normales que otros pero todos iguales. Destierro de allí a Vera para ponerla en el reino alejado de los “otros”. Personajes medio reales y medio imaginarios que me han gustado y que quise hacer poblar de moradas poco creíbles en situaciones indeseables. Producto como siempre de los zapatos apretados de la conciencia del buen y del mal narrar. Aquí en lo húmedo de ese río parece que la gente se hace barro y todos los que habitan llevan la indigestión en la sangre. Una tierra inhóspita para personas como ella. Por lo que busca un poco de aire frío para poder solventarse desaparece en medio de las multitudes que se apilan en el griterío cotidiano y las selvas de los modernos. Las fechas que se pasan y la mujer que espera que el tejido nunca acabe y no por ello la desdicha. No es desgracia sino angustia lo que podría vivir en su pecho. Es el águila que busca el alto cielo, esa que reclama para vera otra tierra. Quiten del cielo las estrellas que ella brilla con luz propia y que el cielo mismo haga espacio. Que vierta hacia fuera sus entrañas para poder albergar un nuevo ser.

Reclamo para el mundo su presencia aunque todos carezcamos de memoria. La facilidad de la entrega para toda disolución en el “Uno”. Puede ser que al final deponga sus armas y sus tejido y deje al final que ¿la araña le gane? Será la envidia la que genera el veneno. Será el torpe marinero el que encallará en su isla. Porque con su mirada de perdido creerá que esta solo, pero desde arriba desde ese mismo cielo. Ese que lo llevó al desastre estará ella. Misticismo e irrealidad que se entrelazan entre Ulises y Atenea. Pero las desgracias, y las altas montañas se emparentan y parece que su soledad no tiene remedio. ¿Tal vez no fue tan lejos como creía? Tal vez tenía que echar raíces no es parte de la misma cepa la que castiga y la que premia. Es la justicia siempre divina que la hizo llorar las rocas y puso a Vera en el firmamento para que espere en algún lugar. Si es que el espacio lo permite la vuelta a su geografía, a su patria y a su destino. Cuando ese día llegue todo será distinto, por que la voz de la mujer tendrá eco. No será una duda en medio de un tormento no será un guiño mezclado. Por eso lo poemas no están preparados para ella como los poetas no han visto aún las estrellas más lejanas. ¿Cómo soñar con ellas? Con el vino que tiñen los manteles he aquí su gesta. Sus victorias que desconocemos porque en el fondo hablamos de figuras y de escenarios, sin trama y sin objetivo. Este fatalismo lleno de signos que se contradicen, llenos de ramas que se doblan por el peso de los frutos que están podridos. Me recuerdan al cadáver que las escribe y de las ilusiones de los gusanos de la mala conciencia que lo invitan a moverse.

No guarden ilusiones ustedes ajenos, no esperen tener por ella un momento de descanso. No hay ladera que nos contenga. Como dije la prosa es nueva y trabajosa. Un tiempo nuevo para un ritmo nuevo, Vera tiene en sí la mejor cepa. Sino porque este hecho y estas hojas que se ríen de sí mismas ¿Son felices? Pueden serlo porque no quieren ser leídas quieren disputar con los cielos siempre vacíos, el espacio y la eternidad.

Vera es como el veneno, la misma eternidad de lo que se dice y no se dice. El mismo texto que se escapa. Seguramente hablo de alguien que no existe. Por eso al fin lo valioso del intento y lo estruendoso del fracaso. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Crítica a “Las 21 leyes irrefutables de liderazgo” de John C. Maxwell.

II- 1-Ley de tope: La capacidad de la organización está determinada por la capacidad de líder. El líder reclama la gente con más habilidad, y estos reclutan a la gente con la misma capacidad. Suponer este punto como una mera formalidad plantea muchos problemas. La capacidad de un líder puede variar de un momento a otro con formidable rapidez. No es lo mismo un líder de grupos pequeños que uno de grupos grandes. No es lo mismo una mesa chica a una plaza pública. Muchas veces un líder sólo cuenta con el apoyo indeterminado de adeptos que no termina por conocer. Esto es la clave en el espacio público. La potencia de un líder por fuera de una organización se mide por parámetros diferentes. Muchas veces no es la admiración, o la camaradería lo que lleva al poder. Muchas veces es el temor y el respeto, otras una devoción que no tiene mucha relación con quien la genera. Un líder es líder de los suyos y de su contrario. Un líder tiene que forzar a tener un enemigo necesario. El liderazgo sino

Praxis política, organizaciones y democracia:

No hay que ser superficiales. La cuestión de la actividad política tiene que ver con el sistema político en el que se vive, es decir en la democracia de carne y hueso. Hoy en día, Argentina tiene una interesante mezcla de armados políticos. ¿Cómo se hace política? La respuesta es un justo equilibrio entre movilizaciones e instituciones. En este proceso debemos interpretar que la acción es la política es la que puede dinamizar a la sociedad. Transformar a la sociedad depende de la política, los límites de la sociedad a lo largo de la historia tienen que ver con las propias organizaciones políticas. No con una sino con todas. Es decir que a partir de la organización se implementan políticas, con ellas se pueden materializar gran parte de los objetivos que se proponen. Por esto el esfuerzo, el trabajo en la política existe. No existe de por sí una relación que no sea política en todos los procesos de producción de un país, o territorio cualquiera.                                      

General Motors y Waymo disputan el automovil inteligente.

Una parte de las apuestas del futuro inmediato del transporte de pasajeros a nivel mundial tiene que ver con el hecho de que las personas no tengan cada una su automóvil, a la vez una solución más particular que simplemente el uso de transporte público, trenes y colectivos. Estas dos razones sumadas a que el segmento autos es uno de los que más paga impulsan el desarrollo de autos que no necesiten chofer para desplazarse. Justamente porque baja los costos y la manera en que las personas se relacionan con sus coches queda claro que el cambio social será muy importante. Muchos hablan de una cuarta revolución industrial dentro de la share economy. Esto puede que tenga un sentido siendo vista en el largo plazo. Muchas innovaciones ocurrieron y ya muestran que una parte del mercado de autos y de aviones, como otros bienes se manejan por medio de leasing y de los préstamos. Ya no es el ahorro y el ingreso lo que mueve a los que pueden a tener su propio coche, sino que con gastos de capita