Los relatos de la gente bien no empiezan con el término cagar. Por eso la gente que es clasista y que ha vivido mal; es “resentida” y quizás es anti-gobierno, anti-iglesia, anti- burguesía, anti todo. No sería la primera vez en la historia de los libros que algún descontento le pinta escribir. La forma en que la cobardía se hace carne y sangre no es otra que esta; a diferencia de la música, la literatura presenta en estos casos con signos bastante negativos y permanentes. Esta suerte de metástasis es sólo resultado de una manera de pensar y no un resultado de nuestra moral.
No por nada las cosas van como van. Por el culo o por la nariz da lo mismo. Uno tiene una suerte de molestia entonces cuando no se topa con cierta clase de historia felices llenas de edulcorante no las valora aunque estas son necesarias. Las historias amargas en cambio son las que duran, las que tienen radioactividad. Las que alteran a las personas. Nuestros personajes serán muchos, medias putas, putos y toda suerte de malos ciudadanos. Todos ellos estarán en una ciudad con sueños pero que prefiere dormir, una suerte de promesa por cumplirse.
Mezclen huevos fritos con mierda y así tendrán la idea máxima. Esta es la suerte de novedad que les hemos traído. La idea de que lo rico y lo feo, lo bello y lo malo, están juntos es antigua y casi inexorable. No por nada uno vive como vive. La idea de que la vida sólo puede ser de una manera proviene más de la miseria de las personas que de la capacidad especifica de cada individuo para que esto sea así. Es decir, los nerds piensan mucho y porque esta es una sociedad de “cosas fáciles”, la gente se va crispando. Claro que las cosas fáciles tienen un costo alto, siempre esperando que la brutalidad y la ley de números escandalosos hagan su trabajo. No por nada hay pobres o cosas raras por ahí. No por nada se venden más las revistas que los libros.
Igual este no es un relato de corte netamente socialista. No tiene por fin meter por las orejas marxismo. No por eso jamás se arrepiente de saber cosas de aquella doctrina. Sólo sabe que las cosas no caminan bien cuando se anda como burgués y se quiere hacer uno el “Che” a menos que lo diga de la boca pa´ afuera. Pero estas no revisten interés profundo, la idea es ir pintando algunas cosas que van pasando todos los días. Quizá de manera maliciosa como quien mea una “limonada” o juego de limón, como quien corta merca para hacerse un mango extra. Lo importante es la vida del pequeño sujeto es que la red quiere que se edifique como un fantasma. Sus muestras de personalidad tipificadas en la carencia del misterio. “Misterio” que tiene que tener su cuota de romanticismo. Igual las palabras siempre quedan cortas, la resequedad de garganta de la sobriedad, casi del mal gusto en vida. Las neuronas conspiran. Lo importante es conocer un poco de aquella fatalidad que nos rodea. Por lo menos que rodea algunos, aquellos que están en medio de una trama ajena que son personajes secundarios en alguna historia ajena. Todos los seres que dependen de aquellos valuartes y las eternas cadenas que se forjan de un lado a otro poseen una gran virtud.
Esta puede ser una manera más de pensar en medio de una propuesta no muy grande. Los testigos siempre que pueden tienen que dejar en su pasión voyeurista todo lo que puedan.
Sin más rodeos. El “beginning” de una historia que no puede tirarte los pantalones a menos que los tengas muy flojos.
No por nada las cosas van como van. Por el culo o por la nariz da lo mismo. Uno tiene una suerte de molestia entonces cuando no se topa con cierta clase de historia felices llenas de edulcorante no las valora aunque estas son necesarias. Las historias amargas en cambio son las que duran, las que tienen radioactividad. Las que alteran a las personas. Nuestros personajes serán muchos, medias putas, putos y toda suerte de malos ciudadanos. Todos ellos estarán en una ciudad con sueños pero que prefiere dormir, una suerte de promesa por cumplirse.
Mezclen huevos fritos con mierda y así tendrán la idea máxima. Esta es la suerte de novedad que les hemos traído. La idea de que lo rico y lo feo, lo bello y lo malo, están juntos es antigua y casi inexorable. No por nada uno vive como vive. La idea de que la vida sólo puede ser de una manera proviene más de la miseria de las personas que de la capacidad especifica de cada individuo para que esto sea así. Es decir, los nerds piensan mucho y porque esta es una sociedad de “cosas fáciles”, la gente se va crispando. Claro que las cosas fáciles tienen un costo alto, siempre esperando que la brutalidad y la ley de números escandalosos hagan su trabajo. No por nada hay pobres o cosas raras por ahí. No por nada se venden más las revistas que los libros.
Igual este no es un relato de corte netamente socialista. No tiene por fin meter por las orejas marxismo. No por eso jamás se arrepiente de saber cosas de aquella doctrina. Sólo sabe que las cosas no caminan bien cuando se anda como burgués y se quiere hacer uno el “Che” a menos que lo diga de la boca pa´ afuera. Pero estas no revisten interés profundo, la idea es ir pintando algunas cosas que van pasando todos los días. Quizá de manera maliciosa como quien mea una “limonada” o juego de limón, como quien corta merca para hacerse un mango extra. Lo importante es la vida del pequeño sujeto es que la red quiere que se edifique como un fantasma. Sus muestras de personalidad tipificadas en la carencia del misterio. “Misterio” que tiene que tener su cuota de romanticismo. Igual las palabras siempre quedan cortas, la resequedad de garganta de la sobriedad, casi del mal gusto en vida. Las neuronas conspiran. Lo importante es conocer un poco de aquella fatalidad que nos rodea. Por lo menos que rodea algunos, aquellos que están en medio de una trama ajena que son personajes secundarios en alguna historia ajena. Todos los seres que dependen de aquellos valuartes y las eternas cadenas que se forjan de un lado a otro poseen una gran virtud.
Esta puede ser una manera más de pensar en medio de una propuesta no muy grande. Los testigos siempre que pueden tienen que dejar en su pasión voyeurista todo lo que puedan.
Sin más rodeos. El “beginning” de una historia que no puede tirarte los pantalones a menos que los tengas muy flojos.
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