1- Un mal punto de partida. Actualmente Brasil y América Latina son analizadas de una manera errada. Los reduccionismos que sirvieron para apañar lo malo y defender lo bueno (según apreciaciones particulares), ahora se usan para justificar la crisis y para peor para oponer muchas falsas alternativas. Nada de lo que ocurrió en el golpe de 1964 a 1981 es asimilable a lo que pasó con la caída de Dilma Rousseff, es falta de honestidad intelectual equiparar esto. La dictadura brasileña y sus grupos económicos, persistieron en Brasil y crearon una salida democrática que les convino en gran parte a sus intereses. Este es el poder O Globo, y el poder de la burguesía paulista en general. Pero también del Agronegocio y de las finanzas. Nada de lo que pasó con Dilma es equivalente a lo que pasó con el golpe de Chávez en 2002, ni lo que pasó con Zelaya en Honduras. Militares o civiles que desplacen a un presidente y lo apresen no es un detalle menor. Todos los golpes militares del sig