Ir al contenido principal

41-El Prominente Ferdinand:

Esto no es un cuento, en todo caso será una anécdota y por lo tanto no tendría nada de poético. La historia la cuenta una vecina, todo lo que se sabe viene de ella. La mujer no tendría más de veinte años. Eso igual no es relevante, siempre las historias tienen esos datos. Lo destacable es que vivía en el piso debajo de donde habitaba Ferdinand.

Pasemos a hablar de Ferdinand, un hombre medianamente acomodado tendría aproximadamente unos cincuenta años. No era en sí una persona que llamase mucho la atención, no tenía pinta ni de aventurero ni cosa similar. Hacía deportes, jugaba bastante al tenis. No se si eso afectaba mucho en su actividad, tenía un modelo bastante nuevo de automóvil. Poseía su propio negocio, el cual era bastante inestable pero se mantenía en una especie de equilibrio durante todas las crisis que ya habían pasado. Todo esto no dice nada de la anécdota, hay que volver a la vecina. La vecina contaba que al principio oía ligeros ruidos y no sabía de qué se trataba bien. Luego suponía que pasaban cosas arriba. El “arriba” se fue convirtiendo en algo bastante pintoresco porque se podía hablar de él, sobre todo que pasaba con el vecino. La actividad era bastante normal en la mayoría de los casos, el edificio era pacifico la mayor parte del día. La paz solo era interrumpida por la proximidad del ferrocarril, el cual cada tanto distrae. Igual el edificio se la pasaba bastante vacío. Los ruidos escaseaban, así fue durante la primer época, una gran tranquilidad.

Una paz que fue interrumpida un día, una suerte de terremoto abatió el edifico a la medianoche. La suerte o la desgracia, la vecina estaba consternada, no entendía nada. ¿Qué pasaba? Todo se movía desde la vajilla en la cocina hasta lo cuadros por algo así de media hora sin parar, luego a veces pasaban cinco o seis minutos según nos detalla ella y la cosa volvía. No quedaban dudas, algo pasaba allá arriba. Pero la primera vez no entendió mucho pensó que era un obra del ferrocarril o algo similar una especie de martillo neumático enorme (conclusión que yo obtengo por la idea que la obra era tremendo quilombo). Sin embargo las cosas no tenían mucho sentido, una obra a esa hora, solo cuatro días a la semana. Eso era bastante raro y además la obra nunca terminaba. La vecina tenía la extraña sensación de que se estaba volviendo loca por eso por un tiempo no quiso andar contando de todo ello. Con dos medidas de vino u otra sustancia ayudaba a pasar el “suceso” mucho más tranquila. No obstante, los meses pasaron y la cosa seguía igual. Una vez un vecino le dijo que si todo en el edificio se movía por las noches pero que la vibración no venía de abajo, el que vivía en el primer piso la tenía mucho más débil.  Este hombre oía algún ruido pero nada parecido a la descripción que hacía nuestra narradora.

Las cosas se ponían raras para la mujer tendría que un día quedarse prestando más atención e imaginar menos lo que pasaba allá arriba. Una posibilidad, unos parlantes muy fuertes, el vecino estaba casi sordo y usaba los parlantes al mango. Otra, este hombre era un obsesivo y movía los muebles por las noches y estos eran muy pesados. La tercera posibilidad podría ser misteriosa pero habría que considerarla. Llego una noche, la vecina tenia que estar alerta. Con las luces prendidas, justo en su propia habitación esperaba a ver que pasaba esta vez con tranquilidad, no era que el edificio se caía al menos no sería ese día. Espero y espero, a eso de la una y media de madrugada, al igual que en la película de Jurassic Park, el vaso con agua empezó a vibrar. Todos los pequeños objetos de las repisas bailaban, era casi un poltergeist. Parecía algo bastante raro, la luz incluso se desplazaba mínimamente sobre su eje. Así por la media hora, la primer media hora, la cual de por sí era la más leve. De repente se oía un ruido en la cocina se había roto un vaso, tamaño escándalo. El edificio estaba vivo, no quedaba otra. Por lo menos las cosas eran “raras”. Una vibración es normal pero que ella supiese nada de estas características. No era un ruido convencional. Pero claro había una posibilidad quedaban cinco minutos para subir y ver lo que estaba pasando, la vecina sube con ímpetu, a ver que pasaba se acerca a la puerta verde (no puedo precisar, el color en verdad). Gracias a dios, no estamos haciendo literatura, y por ello, la licencia. Sí subió se acerco a la puerta, oyó algo que la sorprendió, gemidos fuertes gemidos, pero que no se oían desde el piso de abajo por toda la conmoción que existía en la casa de la vecina. La verdad era bastante reveladora, la potencia de Ferdinand estaba fuera de discusión, una cosa era oír el ruido de una cama que golpea una pared y otra muy distinta era la de oír en esa forma una suerte de terremoto. La vecina en realidad se quedo tranquila en parte no era algo tan extraño y si lo era, no era paranormal o quien sabe qué. Simplemente era el prominente Ferdinand.       

Comentarios

Entradas populares de este blog

Crítica a “Las 21 leyes irrefutables de liderazgo” de John C. Maxwell.

II- 1-Ley de tope: La capacidad de la organización está determinada por la capacidad de líder. El líder reclama la gente con más habilidad, y estos reclutan a la gente con la misma capacidad. Suponer este punto como una mera formalidad plantea muchos problemas. La capacidad de un líder puede variar de un momento a otro con formidable rapidez. No es lo mismo un líder de grupos pequeños que uno de grupos grandes. No es lo mismo una mesa chica a una plaza pública. Muchas veces un líder sólo cuenta con el apoyo indeterminado de adeptos que no termina por conocer. Esto es la clave en el espacio público. La potencia de un líder por fuera de una organización se mide por parámetros diferentes. Muchas veces no es la admiración, o la camaradería lo que lleva al poder. Muchas veces es el temor y el respeto, otras una devoción que no tiene mucha relación con quien la genera. Un líder es líder de los suyos y de su contrario. Un líder tiene que forzar a tener un enemigo necesario. El liderazgo sino

Praxis política, organizaciones y democracia:

No hay que ser superficiales. La cuestión de la actividad política tiene que ver con el sistema político en el que se vive, es decir en la democracia de carne y hueso. Hoy en día, Argentina tiene una interesante mezcla de armados políticos. ¿Cómo se hace política? La respuesta es un justo equilibrio entre movilizaciones e instituciones. En este proceso debemos interpretar que la acción es la política es la que puede dinamizar a la sociedad. Transformar a la sociedad depende de la política, los límites de la sociedad a lo largo de la historia tienen que ver con las propias organizaciones políticas. No con una sino con todas. Es decir que a partir de la organización se implementan políticas, con ellas se pueden materializar gran parte de los objetivos que se proponen. Por esto el esfuerzo, el trabajo en la política existe. No existe de por sí una relación que no sea política en todos los procesos de producción de un país, o territorio cualquiera.                                      

General Motors y Waymo disputan el automovil inteligente.

Una parte de las apuestas del futuro inmediato del transporte de pasajeros a nivel mundial tiene que ver con el hecho de que las personas no tengan cada una su automóvil, a la vez una solución más particular que simplemente el uso de transporte público, trenes y colectivos. Estas dos razones sumadas a que el segmento autos es uno de los que más paga impulsan el desarrollo de autos que no necesiten chofer para desplazarse. Justamente porque baja los costos y la manera en que las personas se relacionan con sus coches queda claro que el cambio social será muy importante. Muchos hablan de una cuarta revolución industrial dentro de la share economy. Esto puede que tenga un sentido siendo vista en el largo plazo. Muchas innovaciones ocurrieron y ya muestran que una parte del mercado de autos y de aviones, como otros bienes se manejan por medio de leasing y de los préstamos. Ya no es el ahorro y el ingreso lo que mueve a los que pueden a tener su propio coche, sino que con gastos de capita