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Los infamas, los dragones y los chandalas:

Hay gente que le gusta ser oligarquía. Hay gente que prefiere no ser pobre. Con estas dos oraciones se puede contar muchas cosas de la Argentina. QD es la madre de muchas cosas entre ellas de Ana. Ana es una persona mentirosa ¿saben? Ana no fue nunca tan normal. Pese a que lo dijo y le creímos, ¡mentira! Ana era discreta, era la mujer ideal y un templo a la sexualidad sin medida. Pero… no era sincera. Su vida pasaba por otros lugares, su vida era una consecuencia no grata de su estadía en otros ambientes. Crecer rodeado de guita es un privilegio sin duda. 
Pero no para todos, hay gente que se siente relegada en el mundo del dinero. Las cosas pueden ser muy falsas y perfectas en la superficie, cuando en realidad pueden tener y tienen un caldero de mierda bajo la superficie. Ese caldero de mierda, no es otra cosa que esa vida en las facilidades que no se termina de resolver. Por algo la controversia siempre sigue, la gente se comporta como olas que nos llevan y nos traen. Un discurso lindo y apretado para un libro. Pero fue así, QD, se paso la vida pensando en otras cosas, primero fue una idealista que quiso cambiar el mundo, llena de ideas, después se fue volviendo más práctica y burguesa conforme el tiempo pasaba. El horizonte de cambio se empezaba a diluir y se metía en eso que creía su vocación. Pero también esto se arruinaría. Tiempo después, llena de gracia por llamarlo de algún modo se comportó de igual manera, uno de sus amantes fue Carlos. QD conocía Carlos desde la infancia por lo que en el fondo siempre era volver al mismo punto. Un día, sin saberlo se llevó de Carlos una semilla. Seamos discretos una sola vez, no tardo en poder enchufársela a un adinerado y la vida siguió. Así desapareció de la vida de Carlos definitivamente y fingía no conocerlo. Raro fue Carlos no pudiese apreciar el parecido entre la madre y la hija. Pero la verdad no pasó. La gente puede hacernos acordar a otra y no por eso tienen que estar emparentadas. Carlos estaba demasiado metido en problemas para hacer hipótesis relativas a su pasado. No obstante esta mujer se pegó una vuelta por el entierro e incluso días después quiso encontrar los restos. Pero bueno esos son detalles parecía que al amor volvía después de la muerte o simplemente quería saber que hacer con una hija que ya no quería saber nada de ella. Siempre el conservador de apoya en el sentido común para tildar de pecaminoso todo lo que ve, pero la vida es eso, pecado, tras pecado hasta el final. QD ya no era la belleza de los veinte, pese a que era la misma forma, apenas deslucida. Ahora era más normal que antes y no hacía delirar a pelotudo que se pasase por su camino. 
La vida se va cargando de peso en el final. De eso se trata no es un invento. La vida fantástica es la que se vende afuera. No hay ensayos de segundas nupcias. ¿Puede que intentemos otra cosa? No lo haremos. Me dicen que mi manera de manejarme es violenta. No lo creo, la vida es violenta es todas partes, la poesía es violenta. Todo lo sutil es como una espina en el intestino. Muchas veces para demostrar lo que digo basta con mirar algunas caras, bellas, caras las cuales portan esa manera de ser tan extraña para nosotros. La manera despojada de respuestas. Por algo, se escribe este estilo. Un poco coloquial y un poco elevado. Hay dudas, muchas dudas. Esto es el tercer milenio, el Reich del cristianismo que no termina de una vez. ¿Podríamos ser mejores?
Todo depende de nosotros, la pregunta es tan recurrente porque no podemos serlo. La historia de QD fue esa, con el tipo del cual vivió y vive tuvo dos hijos más. Ana era evidentemente la diferente de la familia, en toda foto, la que tenía los otros rasgos. El padre le empezó a agarrar idea con el tiempo parecía que no pegaba con los demás tenía una gran resistencia a adaptarse, contestaba demasiado. Al primer lugar al que la mandaron fue a la psicopedagoga. La profesional no pudo decir nada sobre Ana, era normal pero se llevaba mal con su medio. QD siempre estaba incomoda por estas cosas, su hija era una cosa bastante intratable maso menos hasta el sexto grado. De ahí en adelante se comporto de la mejor manera, y ganó ese silencio que la hizo tan famosa. Ana termina de secretaria por que se hartó de vivir en su casa, mientras ella quería estudiar sociología. Carrera que estaba por lo menos más cerca que cualquiera de las otras actividades que le habían propuesto. No obstante siempre estaban comentando. QD con el tiempo se volvió más y más clasista, traicionando todas sus ideas de juventud. No obstante las fotos la delataban. Un día Ana dio con esas fotos de días de militancia y se indignó, rajando de esa casa por más de un mes. El supuesto padre nunca la quiso ir a buscar porque según él: “Siempre estuvo loca”. La madre no supo que pensar, y así fue como Ana empezó su peregrinaje. No obstante ellos le seguían girando guita estuviera donde estuviera. Ana no los llamó en dos años. La madre no estaba muy alarmada, se había hecho casi un cubo de hielo. Estaba acostumbrada a un hedonismo mecánico, ese que tanto le había costado conseguir. No era un momento apto para ponerse a rever su  vida. Por eso se puso en medio de lo que le pasaba, pero no quiso hacer mucho. Le gusta consumir tranquilizantes, dormir mucho. La vida es una especie de panacea ridícula. Mucha carga en su irresponsabilidad. Los otros dos hijos corrieron suertes parecidas, pero andan en la suya (no nos vamos a meter). 
Pablo va ir a la caza de QD sólo por ganas. No tiene otro objeto. Una vez me dijo un pre-clérigo si habrá cosa triste que los artistas “no hacen nada”. Por eso me pregunté que harían los curas, pero esas cosas no tienen solución. QD no fue a la iglesia y fue atea cuando vio que el mundo era fatal. Una vez se lo dio a entender a Carlos dos décadas antes. QD dijo: “Si no hay justicia entonces Dios no existe”. Era claro que eso ahora lo tenía mucho más claro que antes. Pero bueno la vida de QD fue trastornada al saber de la muerte de Carlos Negrín. De repente se sintió mortal de nuevo. ¿Tanto tiempo había pasado ya? Todo parecía indicar que sí. QD estaba molesta, en parte hubiese querido ver que había sido de la vida de este hombre. Tenemos una pasión morbosa por pensar que las desgracias de otros nos enaltecen. Es indudable que muchos llevan esa manía. Carlos fue melancólico hasta el final se comportaba como un perro amaestrado siempre con sus dudas miraba hacia el pasado. De alguna manera se debería criticar este punto porque tiene un sentido. 
Carlos, el muerto, el pasado que puede hablar en el presente puso un nudo a muchos puntos sueltos. Es bizarro sin duda, casi tele novelesco pero es lo que hay. Por algo QD es un síntoma. Todos los somos. Los individuos, sus desprendimientos. La manera en que entendemos esos procesos. De alguna manera Carlos quiere una respuesta. No por nada, las cosas se plantean como se plantean. Pablo es un ser extraño porque puede reemplazar a cualquiera incluso a Carlos. Pero no puede reemplazarlo completamente hará como en la antigüedad, una especie de engaño. Fingirá ser el hijo de Carlos, e irá con una carta inventada, hecha por el mismo para ver la cara de QD. En la carta no se dirá más que un conjunto de mentiras, entre ellas que pudo separar aquella separación pero que tenía dudas sobre cual había sido el destino de ella. Es más, la escribió como si hubiese sido pensada en un acto frío y calculado, como si fuese un armisticio entre dos antiguos enemigos que se encuentran para verse y cara a cara tratar de saldar sus diferencias. Aunque claro todo esto es falsedad. Pero los defensores de la mentira necesitan de la verdad, siempre fue así hay que seguir creyendo incluso en un mundo de falsedades, el desengaño es necesario. Ya que tarde o temprano se ponen en juego las normas más relevantes. Nuestro de vida siempre tiene precios, y eso es una cosa que nos cuesta demasiado reconocer.
Pablo entonces llega a una casa repleta de billetes, muebles caros, piso del mejor, cortinas elaboradas. Amplios espacios, sirvientas, colores pastel. Todo lo que pone siempre a la lata burguesía en contexto. Perdón por apelar al discurso del poder pero es así. QD esta sentada en un sillón blanco. Sin pena ni gloria, escucha el desgravado a medio improvisar de la vida de Carlos Negrín, post su existencia. Era una muestra completa de desinterés por el finado, era una terrible muestra por desinterés pero Pablo sin saberlo inventó una historia similar a la que pasó con número uno. Entonces la mujer se empezó a poner incómoda, parecía que el tipo al final de su vida si la había reemplazado completamente. La mujer no sabía que pensar, ese arribista caía con una carta y una historia. Todo era verdaderamente increíble. Pero sin pensamos la vida, tiene un rasgo bien característico. Pablo no es Carlos y por lo tanto no puede evitar contar las cosas con ese desapego que lo caracteriza. Puede ser que las historias sean un poco negras como si te mearan el café. Tomar café meado todos los días es un trago amargo. La gente con dinero a veces tiene ese problema, no puede soportar que le meen el café piensa que es inconcebible. Carlos era un cretino y los cretinos no se redimen por lo menos en este mundo no se redimen. Es como sacar los clavos de la cruz esas cosas no se hacen.
Pero estaba ocurriendo, y bueno. Ella además había tenido una hija con él, pensar que esa hija no tenía idea de los orígenes “humildes” de los que provenía. Ella pensaba que había sido engendrada en pleno éxtasis de amor en una luna de miel (las cosas que hay que inventar por más ridículas que sean). Que dolor de huevos, la verdad. Yo digo QD es la pacata envejecida, se merece lo que le pasa. Número uno le va dar la tercer hija a este hombre que fue más prolífico de lo que pensó y en parte hizo cornudo a alguien. Su vida no fue tan mala después de todo. Si lo vemos de esa manera, no tiene repliegues. Carlos, soñó con ver el pasado de QD nunca se animó a ver la actual. Sería vano pensar así, no lo creo. Hay que mantener la arcadia es una misión melancólica y salvadora. La gente parece hoy carente de vida personal. Por eso el relato es tan íntimo, casi estamos en la línea blanca. Igual lo que se propone está claro siempre está en juego el vuelo de la mente. La mente que hace, Pablo mira a QD y piensa que la vieja está lo suficientemente buena. Uno vive en caos, uno siempre quiere disfrutar un poco más así es la moral débil. La carne no es débil, la mente es débil. El desprecio del cuerpo no es otra cosa que la contradicción de la mente consigo misma. Puro tira bomba, en fin, los pelos locos. Pablo con la cara medio desconcertada, mientras seguía con su explicación cual si fuera un profesor universitario a las ocho de la mañana. Puro sacrifico, mientras tanto veía el hecho fundamental de lo que era la mujer. Perfecta, claro los años, destruyen todo pero hay ruinas lindas. Pablo nunca fue a Roma pero el Coliseo lo considera interesante. Así era el relato, es más Pablo tomó té y se bajo dos docenas de masitas. Total si paga otro hay que aprovechar. De alguna manera las letras fueron volando, uno se condena a repetirse. Pablo hace unos días estaba en un basural y ahora comía en medio de un fuerte olor a Glade. Pero eso no era todo. De repente se puso a mirar las fotos de la casa, QD empezó a contar anécdotas vacías sobre reuniones donde Pablo no conocía a nadie. De repente un desembarco de fotografías. Ahí Pablo vio la cara de Ana, vio esa pinta turrita. Cuando era adolescente también era un bombón. Aunque estaba en medio de esos conchetos, “pensar que la mina esta se fue de viaje de egresados a Europa estamos todos locos”- eso fue ver una foto. Así varias, se vio la gran vida y pensar que ella estaba sentada ahí como secretaria obediente y no tenía el complejo del desheredado. Por algo no soportaría esa vida pero no sabía porque. Pablo estaba en parte sosteniendo la vela equivocada en un entierro inútil. Su manera de hacer arte era esa, tendría que venderle un cuadro. Total la vieja guita tenía.
No obstante QD, vio a número uno en el entierro. Pudo ver su odio. Claro que número uno pensaba que era la anterior mujer de él, la real. No esta de esta no tenía ni idea. Número uno estaba demasiado cambiada, de todas las cosas que le habían pasado Carlos Negrín era una de las más significativas. Quizás porque era justamente lo contrario a ella. Y eso era todo un decir, esa manera de mortificarse, nunca vivió en ella. Cada cual con su mambo. Carlos antes de morir se mando hasta esta dirección nunca lo confeso pero paso varias veces cerca de la casa. Pero nunca se atrevió a meterse demasiado. Esa no era su vida y el lo sabía, la reja negra se lo recordaba constantemente. La manera de los ricos en la argentina de hoy es la infamia, y no digo en los nuevos ricos, esos ricos medio bizarros. Digo de los otros, esos supuestos santos porteños, los que portan doble apellido. Esa cosa que no tiene una resolución a corto plazo. Hay que convivir con ellos. No se crea que eso sea para meter miedo, la historia los serrucha un poco. Por lo menos ese es el sueño de muchos. Nuestro pobre matemático lo cagó la burguesía.
Claro que el en parte era burgués hay que ser burgués para ser tan caprichosamente melancólico. Pablo por su parte en esa silla, ya comido, miraba. QD, lo miraba y pensaba que el pibe no estaba mal. QD es una nihilista el primer tren ya había pasado. Todo el dinero se comporta de esa manera, esa es la forma en que todo se organiza. La locura por la locura misma. No importa si sos delincuente, lo que interesa es que no te vean. Siempre hay estas cosas, algunas personas somos secundarias en las vidas de las otras incluso si les salvamos la vida o les arrancamos un brazo. Todo tiene que ver con el criterio ajeno. Por eso por uno u otro medio todo se va aclarando, todos toman posiciones. Locuras deterministas, nortes y sures. La gente que no tiene cerca quiere pescar, al otro lado del ecuador. El atún te canta y el gorrión te nada.
Claro que la imbecilidad cuando se escribe es gratis. Cotidiano es parte de una senil decadencia de la civilización, se trata de exhibir el pene en medio de esa sala. Aunque eso no ocurre. Todos quedarían impactados, pensar que si la madre supiera lo que hizo su hija con ese hombre se excitaría o se horrorizaría. Pensar que ese trío fue una cosa que a su hija encantó. QD estuvo en varios tríos y cosas. Su marido debe ser el tipo que menos la conoce en la práctica. Su cara es un testamento tiene pinta de que no huye para la siguiente guerra, te enfrenta lo que le pongas adelante. Aunque ahora, hablaban de Carlos y de su extraña muerte. QD pensaba que casi era un acto de magia que se hubiese muerto así. Pablo no sabía que decir, lo que sabía era que estaba en una casa especial porque todo estaba atado. No sabía si hablar o callarse y una vez en su vida decidió callar. Nunca se supo presentar en su vida y quedar bien. Estaba acostumbrado a lugares donde abunda un tedio distinto, donde las luces de bajo consumo funcionan como un aura. Por eso al final no se puede decir nada, todo estuvo precocido. Si las notas que tomásemos fuesen ciertas, casi podríamos condenar todo esto al desastre. Por otra parte, la vida tiene que ser así. Porque uno se va dando cuenta de las cosas. Todo trabaja en parte sobre la misma gente, jugamos a ser desconocidos pero los rumores corren. 
Si por una parte Ana es rica, y por otra parte Ramiro esta loco. La familia tampoco se va querer enterar. Esta son las historias medio truncas de nuestro siglo. No es una pesquisa sobre la inexistencia del alma, sino mudanzas, y cambios de nombres. Carlos murió pensando en la QD que era un espíritu libre. Tal vez si hubiese visto la nueva, la actual habría perdido gran parte de su ilusión. ¿Morir con ilusión? ¿Vale la pena?
No lo vale, pero es parte de los síntomas. Por eso en parte esta es la nueva cara del mundo, los que tienen buenas intenciones y no entienden el mundo han desaparecido, los infame cínicamente no fingen ser más aristócratas. Ahora son esa burguesía desnuda y consumista que se puede tirar fifar en la alfombra que se compra sex toys humanos, rentándolos por un sueldo. Son esta clase de personajes desencarnados. Novela no es ni negra ni rosa, es una suerte de engendro con encaje y cicatrices. Por algo estos relatos demuestran conflictos, están mal hechos. Sacrifican muchas cosas en el camino, su manera de ser es completamente nueva. Sin embargo Pablo fue impactado por el pelo rojo que vio y que vuelve a ver cada mañana cuando se levanta con gañas de no extrañar esa presencia. Esa manera de vivir es única contravencionalmente única, es un ancla ante la diversidad. Las palabras se mueren cada tanto y otras nacen y las reemplazan lo que se pierden son maneras de vivir, con las cargas de las palabras. Esta suerte de tragedia en el logos es profunda, nuestra cultura del envase carga con eso. Estamos en tiempos post-capitalistas, estamos en la idea de reciclaje o empezar a comer basura. Pero claro, eso es parte de un zurdaje que busca la tierra prometida, ¿quién sabe al final?
Todo es literatura, desde la receta de la torta enquista hasta los obituarios. Esto es la caminata de la yegua, es parte del delirio. QD es una hembra, después de todo, podría olerla con todo lo que tiene. Las propuestas son muy malas, esto siempre se construye a costa de infamia y de seguir escondiendo día tras día lo que pasa. Esta es la suerte del amarillismo moderno como verdad casi científica. Nuestra revolución es la que destruye a los individuos y se torna un poco facciosa, y no fascista. No queremos un reino nuevo para esta burguesía, queremos el fin de estos reinos. Esperamos que al final que al final el fin de este mundo pueda tener algunas glorias para los que se cayeron en el camino. Pero para esto, tal vez, se necesite bautismos de todo tipo. Total, diez generaciones más de lo mismo y ya nos habremos estancado. Aunque esto puede ser una mentira, puede que detrás de nosotros, un nuevo monstruo nazca. Es la mierda de toda esta generación absurda que se jacta de no tener nada que ver. Pablo es parte de ella, y no puede hacer otra cosa. No obstante siempre cada época tiene su contrapunto. Habrá bellos postmodernos, y habrá monstruos. Así es la regla, como si pasásemos a doscientos kilómetros por hora. No hay tiempo para el progreso, todo se pavimenta con huesos.
Cuando nos llega la hora, nos llega. Tenemos que hacer de estas cosas oportunidades de otras, no podemos esperar a que el imperio se caiga porque puede que nos aplaste. Todos tienen que empezar a moverse, ya más que nada para quitarle sentido a la opresión del subte, de la oficina, a la cuerda de la corbata y la cadena del reloj. Dios podría dar al siguiente profeta la revelación en mensajes de texto, a diferencia de otros libros de hechicería este sería muy atento y no gozaría del amor de los adolescentes. No creo que un pibe se identificase mucho con esta clase de historias. Son pocos edificantes, dicen poco y por eso pueden ser un poco más molestas. Esta industria cultural es molesta, nuestros filisteos de la cultura nos pondrán los justos comentarios. Con eso se hará la presencia negada de un nombre. Hoy el autor combate al pseudónimo. Muchas veces hasta la autocrítica es falsa. Todo presentimiento primariamente pornográfico vive entre nosotros. Las posibilidades agotadas, quitan el sueño. 
No obstante QD, ahora pretende vivir un poco a su manera, Carlos y Pablo llegaron juntos a su vida. La casa ahora tiene más humanidad, es más le hablan casi como a una igual, y eso es irreverencia, lo cual en el fondo se constituye con alivio. Nadie lleva patente de noble, difícil de creer pero efectivamente así es. 
Igual siempre se busca lo extraordinario en la vida, esta es una manía de la mente humana que se enreda con el capricho. La concepción publicitaria de la existencia por medio de la cual se obtiene ese precio inflado. Concebir las cosas de esta manera no es gratuito. El oficio esta ya dado, Pablo llevó su historia y su carta, sin darse cuenta obtuvo más de lo que deseaba. La concepción general esta atada de alguna manera u otra en ese sentido. Pablo como siempre era una persona extraña en su propia vida, QD por el contrario era una persona plenamente desencantada de la vida. Eso era lo que había quedado y por lo tanto, eso era todo lo que estaba en juego. No se podría esperar otra cosa. El hombre que lleva el bozal siempre tiene que esperar el fin de semana o alguna ocasión especial para ser eso que no puede ser. Así el hombre es una persona en constante contradicción, propia de una represión implícita y no explicita, el castigo ausente pero la desprotección que mata por medio de una negligencia total. Los genocidios liberales, son simples asignaciones de recursos, es para ellos, el hecho de secar una planta, una vida, una persona o una selva, dan lo mismo pagan lo mismo.
Es obvio que la profundidad de muchos que significa reproducir las lógicas enajenadas dirá  que la frases estas no tienen sentido. Puede que estén en lo cierto, puede que en el fondo la pose, pueda más. Al ser un libro cualquier pose es posible. De hecho la pequeña descripción que se ha hecho de la casa, contraria a la literatura comestibles y cinematográfica (la cual es muy placentera por cierto), encubre esa realidad del lujo por el lujo mismo. Ese consumo innecesario. Suerte de realidad contrapuesta y diametralmente enemiga. La concepción final de aquella postal es la que se puede ver como un sistema sin retorno, una vez llegado al lujo no se puede vivir nada más. Ahí esta el derrame, el esfuerzo pierde sentido y sólo la abulia puede llenar las caras. Placeres hedónicos pero tibios, descontinuándose cada vez más. Esta es la suerte de la infamia que no constituye una aristocracia degenerada sino la puesta en escena de una serie de asesinos cobardes en el poder. Pablo como todos los que tienen deseos, no puede rechazar la riqueza ¿Quién sería tan idiota? La pregunta sería si esa cuestión del principio ya no estaba planteada. Hay gente que le gusta ser oligarquía, es decir existe gente que consagra su vida a tener todo lo que pueda acaparar. Y otra, que por el contrario no quiere que le arranquen el pan de los dientes. Por fin llegamos a estos empates que llamamos democracia, y ahí hay que dejar de lado a las tesis más racionalistas. Ellas dicen, pensar es una virtud, pero el lujo no se piensa. El lujo se tiene y se porta, el lujo no es un lujo cultural sino que es un lujo de bienes de consumo. Es decir que un cualquiera, si un día produce algo que dé margen puede cambiar el mundo. 
El anarquismo tiene sus violentas transformaciones y sus estadios anarquistas. Pero ellos no son nada, los asesinos pagos triunfan sobre los asesinos pobres. Pablo en cierto sentido lo sabe, uno tiene que sentir vergüenza ante el lujo ajeno y así legitimarlo. No es el lujo en si, sino la ausencia de este lo que genera la realidad de las cosas. Esta es la clase de cosas que escribe en escritor tira bombas, o como dicen algunos perros de dentaduras postizas de terroristas intelectuales. 
El verdadero terror intelectual debería ser el prestarse al juego más absurdo de ceder la mente en pos de una enajenación barata que tiene por fin idiotizar hasta los propios hijos. Por eso a la gente se la trata como animales, las poblaciones, son más fáciles, los animales necesitan cosas, y si no las tienen arrasan con todo. Pero el hombre y será un animal peligroso en cuanto a que sea especulativo. Bueno ahí llega la sociedad de consumo, reduce al hombre. La razón que debería ser la primera de las barricadas, y con eso se tira por la borda al saber enciclopédico se convierte en la biblioteca de un ajeno. Es decir el saber que otro va usar para lo que se le antoje. QD con su farmacología estabilizante hace un poco ese juego. La importancia de esta invasión por parte de los grandes genios de occidente viene de la comedia. El humor que refuerza, los prejuicios, no es más que una arma conservadora, más el humor que pone los pelos de punta no es otro que aquel que realmente llega ser más absurdo. Esta clase de humor, cuasi impopular, muy inglés por cierto, es el más escaso. Uno de los cortocircuitos liberales es que sus cómicos son solipsista nihilistas demasiado ácidos para dedicarse a otra cosa que no sean payasadas. Pablo es parte de esta suerte de engranajes que no paran. Su manera de decir, es la manera en que estas cadenas se construyen. Claramente la soberanía de este mundo no descansa sobre lo que siempre se discute sino sobre lo que se oculta. Las opiniones formadas y cómodas que se pueden hacer desde una silla para no hacer nada, esto por ejemplo puede pasar en un libro como este. Esta acción tiene que tener alguna reacción, el escritor tiene fe en el lector, sea el que sea.
Pero sigamos un poco más tomando las enseñanzas de un buen hombre, podemos decir que el resentimiento encuentra estos retorcidos mecanismos del poder. ¿Es que acaso no te escupen? No lo suficiente. Muchas veces, hay que mentir. Hablar de la izquierda, no es lo mismo que hablar bien de la derecha. Esta desintegración general de los órdenes termina dando por sentado esa realidad. Pablo porta en sí mismo el virus de estos desheredados contemporáneos de los multimedios que todo toman por ficción, para ellos se vive en simulacro permanente. Por eso los ricos tienen un consumo particular de las cosas, es hora de poner más bombas a la cultura pop. Esta suerte de alianza entre publicidad y filosofía. Esta la generación de Pablo, esta cargada de una violencia nueva. No puede contar con otra cosa que con la eterna repetición de opiniones cíclicas que no tienen solución. Mil veces se exhibe lo mismo, el público en general ha sido echado en general del acceso a todo conocimiento. Pero siguiendo la idea, esta aclimatación de la realidad a la televisión y no la inversa general, esta especie de regodeo en la miseria. Perspectiva siempre positiva para el que hace dinero con ella, es decir, la ignorancia siempre da dinero. No hay que confundir la ignorancia con la estupidez, sepan por ejemplo que “Felices los que creen sin ver” no es una oda a la estupidez sino a la voluntaria ignorancia, y a ese poco serio espíritu.
QD y Pablo por ejemplo, son el caso de una normalidad, porque la normalidad es y ocurre cuando se la cuenta como tal. El hombre normal, el clase media es un invento del sistema. No tiene razón de ser más que como una forma de contención es decir. Sus valores, los valores medios no dicen mucho. Más hoy, Pablo por ejemplo es un clase media, y por lo tanto no tiene idea de nada de lo que puede pasar, no por carencia sino por indolencia. Claro que esto no es una moralización, no se dice que mal que Pablo no tenga puta idea de lo que es su vida. Se dice, la verdad, no tiene idea de lo que pasa. Lo mejor es que tiene que ser así, su vida en tanto a empleado se reduce a no saber, el que sabe quiere saber más, y el que quiere saber más puede un día llegar a saber demasiado.
Pablo podría desvestir a QD, podría ver lo que las ropas, lo que las prendas de su clase oculta y no vería más que un cuerpo. Pero ese cuerpo tendría otra historia, paralela a la de su ropa pero no igual. Porque los cuerpos no pueden zafar de ser cuerpos, y todos somos cuerpos. Gracias a que hasta ahora no somos objetos de diseño, pero si un día esto llega a pasar, sólo quedará la conciencia y un lenguaje, dos cosas bastante endebles para unirnos. Nuevamente la infamia del sistema que divide a la gente según como se viste. La gente encerrada en sus mundos particulares, sienten que el mundo los desborda y esto es obvio. La maquina de producir no puede confiar en que el hombre siga queriendo cosas. Para no colapsar tiene que salir a la caza del hombre, ya sea por una causa buena o mala, ya sea por su liberación o para venderle otro par de zapatillas.
No hay que extrañarse de nada de lo que se esta diciendo. Es más se puede seguir, si vemos la cara de QD tendremos otra historia, el gesto de decepción es parte de su psicología y su deseo caprichoso de su fatal desencanto por la vida. Esa cara de culo es un testamento de un fracaso. Pero claro, esa cara de curo en medio de un contexto de pomposidad, tiene una distracción bastante grande. Pablo con su cara de aburrimiento nos dice otra cosa, nos cuenta la historia no menos mala de observar que la inutilidad deja a la gente en un reposo bastante incomodo. La infamia sigue presente, y no es en otro lugar más que en la cima donde se puede ver lo atragantada que esta la cultura. Los que ya no son forzados a nada, no tienen disciplina y su placer es muy esporádico. Es decir, su placer se deprecia constantemente. Hemos creado, círculos dantescos de hedonismo. Cada uno para un nivel de ingresos, Pablo tenía que ponerla todo lo que podría, y además vivir en esa casa que era un desastre, el amor de su vida era una mujer que no pensaba tanto en él como en el mafioso que perdió. Por su parte, QD, consumió todo lo que quiso y anduvo con quien pudo pero al final un día, sin saber como se cayó de ese tren y carente de todo reflejo en su espejo ya habían pasado cuarenta años, Carlos murió y ahora le venían con las historias de un desgraciado.
Hay que poner las cosas en perspectivas, nosotros, los pobres consumidores de lo que nos dejan encontrar estamos construyendo el mundo. Y si no salgan a la calle y vean a los sujetitos que andan de un lado para otro con toda prisa, ellos corren por el pan o por las vacaciones pagas pero corren y corren. ¡Cuan difícil será decirlo!
Claramente este es el mundo de los muchos, miles y miles, pero miles que se dejan dominar. Por alguna razón misteriosa, la riqueza de sigue apilando y cuando las deudas no alcanzan se las digitaliza. Por eso, llega el día en que lo más caro es comer y no gastar en música, y llega el día en que el celular, esta más accesible que el pan. Esto no es un reino de lo mental sino que es un reino de la técnica. Los sujetos biológicos, los sujetos atados a realidades que simplemente están alteradas. Pero no vamos ser luteranos. Todo idealismo es inútil, esto es lo que se ha dicho, el pesimismo pro sistema, la doctrina del aguante es la que impera. El buen occidental es el pequeño burgués, porque el tipo que tiene menos tiene que ser reprimido y el sujeto que tiene más va camino a ser un dios. Los milagros del dinero son maravillosos. QD en su casa es una diosa para sí misma, a ella la vienen a ver en su opulencia. Su riqueza no es otra que su extensión. Pablo en ese sentido es un ateo, porque el consumidor con el tiempo pierde el respeto a la jerarquía y esta es una dialéctica peligrosa. 
¿Por qué no debería Pablo pensar muchas cosas de acuerdo a estos bienes? Pero si piensa sólo en la manera de consumirlos entonces es parte de aquella cosa que se llama competencia. Entre los pobres, el consumo lleva a la competencia más brutal, un auto lujoso en una villa brilla mucho más que en Nueva York. Pero estas cosas no se miden en los grandes consumos pero si en los pequeños, peligro hay que un día la humanidad se levante con el deseo de que todos deben ser millonarios. Por suerte hay gente que no sabemos porque no apuesta a esta cadena. Si un día estas cosas ocurriesen, Pablo no estaría tan sólo. Por algo hay tanta presión en otros lugares, nuestros placeres están desacompasados. Ya el tiempo de la codicia debe terminar, ya no puede toda la burguesía lanzarse a toda velocidad por el más alto margen. ¿Qué pasaría si una buena nueva, la nueva burguesía la técnico-científica le da un puntapié a la rentista-financiera?
¿Será este un reino nuevo? Lo será porque Europa y su hija, engendran no el puño que acabará con su reinado sino a un socio peligroso. Nosotros los criollos somos como europeos mal cortados y con el tiempo, nos iremos creyendo ese destino. El problema, no seríamos nosotros sino ellos, ¿qué pasa si ellos ceden? ¿No sería el momento de una nueva inundación? Este libro empezó sobre la negación de la fe del trabajador en cuanto a trabajador en este sistema. Este sistema se caga en el trabajo, y si puede reemplazar al proletario lo reemplaza. Aunque aún no cree del todo en el genocidio. ¿Qué pasara entonces?
La masa disponible se agita. Se agita porque necesita un mundo que le sea propio, ya me cansé de pensar en un mundo nos salve solo la evasión. Tenemos que tratar de ir hacia otros lugares. Pablo es consecuencia de esta suerte de pensamientos, liberado al fin de toda virtud, avanza de una u otra manera hacia delante. Su gritó de la batalla, es: ¡Viva el Amo! Puede que este exista por siempre y para siempre pero no creo que este pueda existir más allá de cada hombre. Una suerte de egoísmo salvara al hombre de hoy, y no uno consumidor sino uno que lo llame a producir que segregue la resistencia, la resina que sirve para pegotear las alas de los mejores insectos. Es parte de esa vida, QD es ya un caso perdido. Es parte de eso que vemos como la infamia, es la tierra del ideal muerto, es la contra cara de la visión de Carlos donde veía una serena mujer joven con un aura especial. La realidad se va desvistiendo con el tiempo. Los restos, las pegatinas, los empastes, los términos reciclados, los slogans, todo eso tiene una estela. La gente vacía de términos algunas cosas para poder leer otras. Con esto se abre la puerta de los vientos. Número dos, mujer apoteósica de cotidiano, mitad artista y mitad prostituta, mitad hija del sistema mitad hija de sí misma será nuestra brújula.
Pablo no es Ulises ni el Martín Fierro, es un hombre nuevo por ser demasiado viejo, demasiado gastado, demasiado repetido. El pasado se le ha diluido y se le ha ido por la canaleta. Sin color, pálido su alma no chilla, su alma es un vampiro propio de los sentimientos más mezquinos. Su deseo es apropiarse de todo, una y otra vez. Hemos vencido al fin a Sarmiento, su civilización llegó a todos, los bárbaros, tiene ahora sus galeras y sus vísceras. Los brutales asesinos, cabezas de pastillas, ya no montan a caballo sino que van limusina. La política va en los diarios, la vida pasa de moda, una y otra vez.
Más Pablo es un vago y un ser contrario al buen pensar, ¿tenemos buen pensar nosotros? No lo podemos tener, es casi una estupidez, el planteo. Nuestro deseo es carecer del buen pensar. Nuestra manera de construir es talando, quitándonos el color de la piel. De repente barro, el envoltorio a caído. Somos barro, tan plásticos como sea posible. Esta es la crisis de los campanarios, los vamos a bajar de la cruz. ¿A quien? Al hombre que se sacrifica para que la infamia prosperara, el cinismo de una forma de riqueza que se basa en la infame aristocracia de colectar dinero. La burguesía del siglo XX tiene moscas, las nueva burguesía, la burguesía de los herederos de aquella se hincha de gas. Lo que queda, es la gente sin tierra, el populacho, el populacho mezcla de pobre y de rico, la masa gris, masa que no quiere otra cosa que un mundo que no tenga nada de lo que este le ofrece. El consumidor se vuelve caníbal y por ello no deja títere con cabeza. 
Los chandalas y sus dragones, la gesta de Pablo y de todos los suyos es eso. Momento previo para el reino de una decepción, los nuevos amos, no tienen miedo. No tienen miedo alguno de poner y tirar por los balcones los restos de un mundo que ya no es de nadie. Nuestros parricidas fundadores han muerto, nuestros genocidas son juzgados. Es hora de una verdad, una verdad que ponga en las manos callos y no otra cosa. Una manera de imponerse frente a una realidad robada. La conquista de la realidad del espacio, salir a ver el estar, y quedarse allí. Sentir la potencia del paisaje, paisaje en toda su dimensión. El hombre que hace sin miedo, la historia se puede ir al diablo. Las gentes deberán dejar de temer por sus empleos, las gentes deberán pensar que tienen el poder. Ellos son el gran ejército de reserva de la historia, es hora. Hora de ponerse en medio de esto que no tiene nombre. Pablo no tiene un nombre, no puede decir que su vida sea un destino. Sólo puede seguir, cada paso lo acerca más a despuntar.
Normas en los tachos, trajes en los árboles, esta es una visión arrulladora. No terminemos en el fatalismo que pide la muerte del oficinista. El problema no es del hombre, al cual se lo sigue escupiendo cuantas veces sea necesario, el problema no es el de la vida, el problema lo tiene el sistema. Tres mil años de frustración para la masa han sido más que suficientes, este no será el reino de las catedrales. QD debajo de todo eso que ha dejado tiene en sí la experiencia de un caos, un caos que es propio de los caníbales, propios de los indios, pero no de los indios reales, sino de los indios inventados. Indios que se levantan y que no son una raza sino que son un espíritu, el bárbaro que tiene ciudad a sus pies. El paisaje hoy lo acompaña, le puso montañas al río, le puso caminos al campo. Lo lleno, se rebalsó. Sus calles son las calles del futuro. Un futuro difícil, nadie puede decir que sea sencillo de aceptar. La locura, será ver caer las grandes perfectas figuras. Las estatuas se manchan, las manos se unen. Los martillos construyen. Este es el tiempo de la suma de las ruinas, de ellas un nuevo edificio, suma de lo que ha quedado. Una suma dolorosa, no somos otra cosa. No hay otra cosa, Pablo no fue traído al reino de la felicidad. Su relato no es la victoria, su relato no es el cuento que puede ser simplemente un chiste. Su nación esta en su propia carne, su ser distinto, es el que funda tradición. Nuestro caos, nuestra pasión, nuestra base. Nuestra manera de no poder ser progreso es un canto, un canto muy profundo, demasiado grave. Lo sofisticación de cristal estalla, los especialistas lo registran.
Todo esto pasa cuando se ve la idea, un basural, un mono en una casa, dos mujeres, y por otro una mujer, colores como el beige. Olores standard, marcas en patrones. Sugerencias tímidas. Bueno esta tierra tiene un fin, estas embajadas industriales tienen fin. Pablo se va de esa casa, ha visto lo que nunca tuvo y no lo quiere tener. No lo quiere desear, el quiere su propio palacio producto de un reciclaje, producto de un inventario. Su lujo, la cantidad, cantidad de huesos, cantidad de cabeza de animales y humanos. Cantidad de evidencia de los procesos de la industria. Tintes negros, pesados, dibujos de altos contrastes. Ahora está lejos del mundo del trabajo, ahora está lejos de la seguridad, lejos de la forma tímida del bienestar, tiene frío y el frío le recuerda lo que es vivir.
Cotidiana es la manera de padecer, cotidiana es la manera de acontecer ese padecer. Padecer para ser, ser para construir. Crear, dar espacio, dar pie. Viento del sur, potente, recuerdo. Pablo, sigue siendo un sujeto vacío. Sus vicios no son otros que los primigenios signos de una nueva virtud. ¿Dónde esta el ahorro? ¿Importa sobrevivir?
Guerra contra el terror y el estado policiaco permanente, guerra contra la novedad de no tener nada que hacer. Pablo esta en medio de una guerra y no sabe, su éxodo es del mundo de la previsión disciplinaria al de la barbarie. Su caminata lleva a encarar la locura, a llevar huesitos en sus bolsillos. Harina de huesos, harina de huesos de vivos. Hoy el día en que los vivos entierran a los vivos, no se podría decir que se pisa en lo seguro. Lo que si se puede contar es esta suerte de revelación. ¿La santa sede no se estremece? Debería. Todos deberían, hay que poner, puntos finales. Hay que poner cercas. El cielo es nuestro, pisemos el cielo, lleguemos a nuestra realidad. Nuestra tierra que se haya debajo del pavimento. Pensemos que ya hemos terminado, pensemos que tenemos que una fuerza en no creer que se ha visto todo. Juzguemos con la memoria que nos convenga. Los infames, somos nosotros, nuevos infames, nuevas infamias. Porque hoy nos tildan de delincuentes, y parecen que nos dan la llave del reino. Entonces como no ocupar el espacio que nos ceden. La columna es muy delgada. 
Del río llegarán las respuestas, propias respuestas. Los soberanos, se van a levantar. No hay foto que los contenga. Con esto no se cuenta el regreso a Octubre, no se pide otra cosa. Se pide una consecuencia se pide que se vea desde sí. Se reclama, identidad, propia identidad, identidad que se haga mierda con la publicidad. Identidad que se abuse de ella, publicidad que se tenga por natural como las nubes y los árboles. El neón, los focos, los semáforos, son nuestra selva. Nuestra selva tiene gritos de dolor y de placer, nuestra selva tiene cien millones de historia. Nuestra selva tiene una pasión por el alcohol y la cocaína. Nuestra selva quiere dormir de vez en cuando. Nuestra selva tiene en la mañana una condena. Pablo ofició, fue escuchado y se fue. QD quedó. Carlos se pudre. Carlos es el último de nuestra lista, el último sufridor incondicional de nuestras cepas antiguas, la última gota de la transfusión de sangre. Aquí no hay progreso hay autenticidad. Pablo sólo puede reconocerse en su casa, en su única manera de organizar su madriguera. Se tira dormir de nuevo en el frío pensando en las cosas que ya ha dejado en el camino. Se destino es errar, la naturaleza inexistente lo obliga a ello.  

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