Los días de calor pueden ser una mierda, son una mierda para la gente que no va a piletas porque entonces no mira culos. No ve gente que se tira al agua, no toma agua meada y todas esas cosas del verano. Claro, hay gente que no necesita de aquella mendicidad ya que va a la costa donde hace lo mismo pero tiene menos meo que tragar. Lo importante es que la crónica no tiene excusas. No hay elefantes verdes en la narración, no se consumió THC para decir esto.
Una de las maneras de saber que la ausencia pesa es cuando uno no desea trabajar, no quiere aprovechar el tiempo y entonces empieza a pensar en lo más descabellado. ¿Me convertiré en un pollo? ¿Terminaré pelado? ¿Descubriré que soy más talentoso que Jimmy Hendrix un martes a la mañana? Claramente en ese momento es que descubrís que sos un hijo de puta que no quiere laburar. Entonces decís ser una especie de incomprendido social o lo sos, nadie acepta a la gente que no quiere trabajar. La idea es; ¿vas a ponerte a hacer algo? Después la paja número sesenta estás en el horno. Nuevamente ideas descabelladas, ¿Puede que la vecina tenga relaciones con su propio perro? Es justamente eso, la ausencia de algo que hacer lo que te induce a la locura. Estas demente pero cuando haces cosas la demencia suele estar entretenida.
Claro después te dicen que sos un pelotudo que si por lo menos la pusiera tendría algo que hacer. Después te dicen otra serie de cosas. Lo importante es que sos un vago y estás demente. Si es que estas en este estado y lo peor no te interesa cambiarlo. Claramente vivís en el plano de la autocompasión. Sos casi un clérigo y no tenes salida.
Claro no vivís en la Edad Media. El misterio es una excusa para alguien que es disco de platino, vos no sos misterioso, sos un boludo. En la calle es sencillo que te describan como tal. Igual sepamos que la pretendida confrontación de posturas siempre es un juego de espejos. ¿Quién no quiso ganar un premio Nóbel? Por lo menos para tenerlo en la repisa del cuarto y cuando los viejos te digan que por lo menos te dediques a mozo, poder decir, vos habrás hecho mucho pero “yo” (haciendo gala de un ego gigantesco) tengo un premio Nóbel. Así delira mucha gente, mucha gente que se la pasa pensando en el arte como ser inagotable que espera brindarnos unas grandes tetas de las cuales poder amamantarnos.
No somos europeos, no podemos ser nihilistas con auto y unos padres que nos lleven a facultades de lujo donde haremos orgías hasta que nos hartemos. El modelo del sur es maso menos así, estudias o trabajas si trabajas, trabajas y por lo tanto te vas ajustando a esa vida cada vez con más rigurosidad. Es cierto que todas estas cosas pueden sonar obvias pero son parte de aquellas cosas que afligen al gran conjunto. No digan que la vida convencional no invita al aburrimiento crónico. Más cuando fuiste educado en un mundo donde la realidad no es muy coherente. El entretenimiento te saca esa capacidad de concentrarte en lo concreto con los años. Necesitas medios para la evasión cada vez más fuertes y nadie te los va dar gratis.
La ausencia de algo interesante para hacer puede generar la tentativa de querer escribir. A la vez desencadena un ciclo karmico de reacciones y contra reacciones. Lo cual es la base del arte moderno. No obstante la censura no es tan obvia.
El pensar el mundo entonces es todo un ejercicio de gente que esta al pedo activamente, gente que sale al mundo con orgullo de saber que no hace nada. Medio raro pero es así.
La carencia de deberes es lo que suponemos como libertad. Entonces uno se aburre, se aburre mucho, piensa en sexo, piensa en muchas cosas. Piensa porque esta como esta. Supone cosas, le hecha la culpa a circunstancias pasadas. Tiene delirios de grandeza, tiene complejos de inferioridad. Crítica a los medios desde su casa, soluciona los problemas en su propia mesa, duerme si es que el calor lo deja con la moral tranquila. (Obviamente esto muestra lo laxo de nuestra moral).
A veces caemos en la simplicidad. La idea de que el mundo es una mierda. La vida entonces esta arruinada, no estamos lejos de la realidad. La gente suele cagar con esa patada en la zona genital como si fuera una tragedia pero el sol sigue pasando por sobre las cabezas. Dios y los santos están en la de ellos. Aparte no rezas porque sos ateo. No tenes causas, no sos vegetariano, no sos vegano, ni ecologista, ni activista de nada. Las horas se te pasan con esa suerte de relajo mecánico. ¿Sos parte de ese futuro gorila? ¿Sos un futuro cornudo? Claramente estás delirando. Caminas pero es al pedo, si no gastas solo te llenas de hollín. Sos parte de este existencialismo de living. Pero no vas a ser un innovador porque el existencialismo ya existe. Estás en medio de la quietud. Te das cuenta que nueve meses al año vivís una ficción donde pensas o te negas a pensar que la vida tiene poco sentido.
Sí tenes las arterias tapadas de grasa. Tenes las neuronas medio lentas. No podes estar en paz con el mundo en general. No obstante, escribís idioteces. O no. Eso depende de los otros. Parece que estás en la parte importante donde el artista dice que es el arte. Cuando no tenes ganas ni artista sos. Quizás miras la televisión ocasionalmente te caliente ver a Cameron Díaz, sabes que es una manera de compensar el hecho de una autoestima de mierda. Las minas están en las calles en los boliches en la playa en otros lugares. Vos miras televisión. Tu corazón se compromete conforme al sedentarismo terrible. Te babeas, tu mente cede, ni podes articular una frase mejor que un periodista pago de un multimedio. Te sentís vacío, tus ideas revolucionarias se van a la basura.
No importa, recorres ideas de gente grosa, gente que escribió antes que vos y que la conoces porque tuvo éxito sino ¿Cómo la conocerías?
Las ideas vienen, un momento. Sí, la gente se auto confiesa sufre del mecanismo post-cristiano. Llega el momento en que las promesas punk tampoco te convencen cuando ves a los anarquistas laburando hasta los domingos porque no se pueden pagar los vicios. El sistema gana otra vez, Mac Donnalds, Ronald Reagan versión payaso sonríe. Claro, vos sos un casi peronista, un casi peronista gracias a la historia peronista. Así pasa con la mayoría de los peronistas que se dicen peronistas pero no son partidarios enérgicos. Pero suman mucho, la mayoría de los votos en las democracias son parte de los simpatizantes y no de los fanáticos. No por eso quitemos el valor a la militancia pero pongámosla en perspectiva.
Si llegaste hasta acá puede que seas de clase media. O no. Lo importante es que estás a medio conocer el mundo ese que en el fondo carece de verdades absolutas. Nunca irás a las vegas porque sí. Mirarás películas por televisión, todo será aburrido. Apostarás a que no te aburrirás en el futuro, pensarás que tu mujer te va a “querer”. Supones que hay una llave al éxito. Estás en pleno delirio, tomas coca-cola con hielo, tenés un ventilador en tu espalda. Vas por la hora mil de no hacer nada. Cuando salís te das cuenta que nadie de los que conoces tiene novedades. Nada pasa. La gente que se la pasa bien esta de vacaciones reales. Eso es todo, podes acá inventarte argumentos de tres mangos. Podes soñar, prenderte unos cuantos en la terraza. Con lo linda que es la terraza de noche, todos sabemos que a la tarde te cagás de calor y el sol te hace delirar mucho más.
Recordas que la mina que dejaste se busco un novio. Sabes que al final que por la mina que la ibas cambiar te dejó a pie. Maldecís es en vano. Podrías leer el diario o pegarte un tiro. Preferís comer papas de paquete, eso es mejor. El culo te pesa, el coxis se funde a la silla. Las bolas se ponen como una suerte de tapiz. Todo es quietud, pensás que es el momento para cultivarte. Lees un rato después te hartás, sabes que si te aburrís de leer cagaste. Buscas entonces imágenes porno en Internet no importa si son las tres de la tarde; hace semanas que no conoces el ciclo solar. Todo pierde sentido progresivamente.
Perdiste el juicio. Estas medio pirado. Imaginas, paranoiqueas. Pretendes saber que tu vida va cambiar por esta “crisis”, sabes que la mina esa mina soñada, se va Córdoba. Pensas que las series de televisión dicen la verdad, siempre a alguien le toca perder. Compartís ideas de la realidad negativa con conocidos. Temes al fin del mundo, claramente no. Jamás nadie ha temido seriamente al fin del mundo.
Es más cuando vas profundizando en el verano, empezas a pensar en que tu época es aburrida. La vida ahora esta vacía de momentos, los sentidos se agotan. Los héroes todos están cubiertos de flores. Pensas que la comida picante puede ponerle emoción a tu vida. Te engañas. Conoces las sórdidas verdades del mundo actual aunque llega un punto que tampoco te importan mucho. Los momentos se van sucediendo. Miras fotos de gente feliz, envidias. Es parte de la vida de la gente que no sabe que demonios hace, la gente que esta al pedo, la resentida. La gente que no se dedicaría a leer relatos como este. A menos que este al pedo. Existe la posibilidad que un profundo placer sádico invite a leer más y más de las desgracias humanas. De hecho se hace presente en el arte con el tiempo. El arte como medida de la apreciación de la miseria humana por genios de antenas gigantes.
Una de las cosas que llega a tu conciencia es la vitalidad de las ideas de Oscar Wilde. Ya estás en la etapa de aceptación. Entendes que existís pero no vivís. Darías mucho por una vida no televisiva. Pensás al pedo pero pensás. Llegas a recordar anécdotas de gente que estuvo en orgías. Cuando contas estas cosas te tildan de loco y degenerado. Si lo estuvieras tanto no habría una industria que las filmase. El escarnio público sigue. La farándula vive cosas para que la gente vea. Si sos muy “culto” te pudrís y lo dejas. Te jodiste. Miras las puta cuatros paredes de tu casa y decís: “Podría ser un insecto la mañana siguiente”, rezas a Kafka con desesperación. Intuís, como intuyó yo, y lo sabe Pablo. El hombre común es la rutina y no la vence. ¿No hay tanto? ¿No?
En un momento te ves como paria. O sea sos casi escritor pero la vergüenza te jode. ¿Vas a ir en contra de la historia? No sos un borracho como Poe, es decir un borracho de talento. Te pones en pedo y tratas de levantarte minas, de repente se pierde la escena, te despertas lejos de tu casa en un lavadero. Lleno de vómito, si sos un fisura más. Es decir sos un escritor con poco talento. Pero la pasas mejor, el sol no sale y si sale peor. Sabes que te vas a cagar de calor es verano.
Por lo menos ahora, mientras caminas oliendo la mierda y ese no se qué de las veredas supones que si no sos un traficante (cosa que tu ego cartesiano te confirma) y que no vas a tener un ataque cardiaco. Podes escribir otra novela sin brillo, fea y hasta porque no, pedorra. Una vez nació una persona que hizo un best-seller horrorizando a la academia. Vos no vas a ser ese, por eso, vas escribir otra boludez. Estás condenado, te gusta inventar. Te falla, es así.
Una de las maneras de saber que la ausencia pesa es cuando uno no desea trabajar, no quiere aprovechar el tiempo y entonces empieza a pensar en lo más descabellado. ¿Me convertiré en un pollo? ¿Terminaré pelado? ¿Descubriré que soy más talentoso que Jimmy Hendrix un martes a la mañana? Claramente en ese momento es que descubrís que sos un hijo de puta que no quiere laburar. Entonces decís ser una especie de incomprendido social o lo sos, nadie acepta a la gente que no quiere trabajar. La idea es; ¿vas a ponerte a hacer algo? Después la paja número sesenta estás en el horno. Nuevamente ideas descabelladas, ¿Puede que la vecina tenga relaciones con su propio perro? Es justamente eso, la ausencia de algo que hacer lo que te induce a la locura. Estas demente pero cuando haces cosas la demencia suele estar entretenida.
Claro después te dicen que sos un pelotudo que si por lo menos la pusiera tendría algo que hacer. Después te dicen otra serie de cosas. Lo importante es que sos un vago y estás demente. Si es que estas en este estado y lo peor no te interesa cambiarlo. Claramente vivís en el plano de la autocompasión. Sos casi un clérigo y no tenes salida.
Claro no vivís en la Edad Media. El misterio es una excusa para alguien que es disco de platino, vos no sos misterioso, sos un boludo. En la calle es sencillo que te describan como tal. Igual sepamos que la pretendida confrontación de posturas siempre es un juego de espejos. ¿Quién no quiso ganar un premio Nóbel? Por lo menos para tenerlo en la repisa del cuarto y cuando los viejos te digan que por lo menos te dediques a mozo, poder decir, vos habrás hecho mucho pero “yo” (haciendo gala de un ego gigantesco) tengo un premio Nóbel. Así delira mucha gente, mucha gente que se la pasa pensando en el arte como ser inagotable que espera brindarnos unas grandes tetas de las cuales poder amamantarnos.
No somos europeos, no podemos ser nihilistas con auto y unos padres que nos lleven a facultades de lujo donde haremos orgías hasta que nos hartemos. El modelo del sur es maso menos así, estudias o trabajas si trabajas, trabajas y por lo tanto te vas ajustando a esa vida cada vez con más rigurosidad. Es cierto que todas estas cosas pueden sonar obvias pero son parte de aquellas cosas que afligen al gran conjunto. No digan que la vida convencional no invita al aburrimiento crónico. Más cuando fuiste educado en un mundo donde la realidad no es muy coherente. El entretenimiento te saca esa capacidad de concentrarte en lo concreto con los años. Necesitas medios para la evasión cada vez más fuertes y nadie te los va dar gratis.
La ausencia de algo interesante para hacer puede generar la tentativa de querer escribir. A la vez desencadena un ciclo karmico de reacciones y contra reacciones. Lo cual es la base del arte moderno. No obstante la censura no es tan obvia.
El pensar el mundo entonces es todo un ejercicio de gente que esta al pedo activamente, gente que sale al mundo con orgullo de saber que no hace nada. Medio raro pero es así.
La carencia de deberes es lo que suponemos como libertad. Entonces uno se aburre, se aburre mucho, piensa en sexo, piensa en muchas cosas. Piensa porque esta como esta. Supone cosas, le hecha la culpa a circunstancias pasadas. Tiene delirios de grandeza, tiene complejos de inferioridad. Crítica a los medios desde su casa, soluciona los problemas en su propia mesa, duerme si es que el calor lo deja con la moral tranquila. (Obviamente esto muestra lo laxo de nuestra moral).
A veces caemos en la simplicidad. La idea de que el mundo es una mierda. La vida entonces esta arruinada, no estamos lejos de la realidad. La gente suele cagar con esa patada en la zona genital como si fuera una tragedia pero el sol sigue pasando por sobre las cabezas. Dios y los santos están en la de ellos. Aparte no rezas porque sos ateo. No tenes causas, no sos vegetariano, no sos vegano, ni ecologista, ni activista de nada. Las horas se te pasan con esa suerte de relajo mecánico. ¿Sos parte de ese futuro gorila? ¿Sos un futuro cornudo? Claramente estás delirando. Caminas pero es al pedo, si no gastas solo te llenas de hollín. Sos parte de este existencialismo de living. Pero no vas a ser un innovador porque el existencialismo ya existe. Estás en medio de la quietud. Te das cuenta que nueve meses al año vivís una ficción donde pensas o te negas a pensar que la vida tiene poco sentido.
Sí tenes las arterias tapadas de grasa. Tenes las neuronas medio lentas. No podes estar en paz con el mundo en general. No obstante, escribís idioteces. O no. Eso depende de los otros. Parece que estás en la parte importante donde el artista dice que es el arte. Cuando no tenes ganas ni artista sos. Quizás miras la televisión ocasionalmente te caliente ver a Cameron Díaz, sabes que es una manera de compensar el hecho de una autoestima de mierda. Las minas están en las calles en los boliches en la playa en otros lugares. Vos miras televisión. Tu corazón se compromete conforme al sedentarismo terrible. Te babeas, tu mente cede, ni podes articular una frase mejor que un periodista pago de un multimedio. Te sentís vacío, tus ideas revolucionarias se van a la basura.
No importa, recorres ideas de gente grosa, gente que escribió antes que vos y que la conoces porque tuvo éxito sino ¿Cómo la conocerías?
Las ideas vienen, un momento. Sí, la gente se auto confiesa sufre del mecanismo post-cristiano. Llega el momento en que las promesas punk tampoco te convencen cuando ves a los anarquistas laburando hasta los domingos porque no se pueden pagar los vicios. El sistema gana otra vez, Mac Donnalds, Ronald Reagan versión payaso sonríe. Claro, vos sos un casi peronista, un casi peronista gracias a la historia peronista. Así pasa con la mayoría de los peronistas que se dicen peronistas pero no son partidarios enérgicos. Pero suman mucho, la mayoría de los votos en las democracias son parte de los simpatizantes y no de los fanáticos. No por eso quitemos el valor a la militancia pero pongámosla en perspectiva.
Si llegaste hasta acá puede que seas de clase media. O no. Lo importante es que estás a medio conocer el mundo ese que en el fondo carece de verdades absolutas. Nunca irás a las vegas porque sí. Mirarás películas por televisión, todo será aburrido. Apostarás a que no te aburrirás en el futuro, pensarás que tu mujer te va a “querer”. Supones que hay una llave al éxito. Estás en pleno delirio, tomas coca-cola con hielo, tenés un ventilador en tu espalda. Vas por la hora mil de no hacer nada. Cuando salís te das cuenta que nadie de los que conoces tiene novedades. Nada pasa. La gente que se la pasa bien esta de vacaciones reales. Eso es todo, podes acá inventarte argumentos de tres mangos. Podes soñar, prenderte unos cuantos en la terraza. Con lo linda que es la terraza de noche, todos sabemos que a la tarde te cagás de calor y el sol te hace delirar mucho más.
Recordas que la mina que dejaste se busco un novio. Sabes que al final que por la mina que la ibas cambiar te dejó a pie. Maldecís es en vano. Podrías leer el diario o pegarte un tiro. Preferís comer papas de paquete, eso es mejor. El culo te pesa, el coxis se funde a la silla. Las bolas se ponen como una suerte de tapiz. Todo es quietud, pensás que es el momento para cultivarte. Lees un rato después te hartás, sabes que si te aburrís de leer cagaste. Buscas entonces imágenes porno en Internet no importa si son las tres de la tarde; hace semanas que no conoces el ciclo solar. Todo pierde sentido progresivamente.
Perdiste el juicio. Estas medio pirado. Imaginas, paranoiqueas. Pretendes saber que tu vida va cambiar por esta “crisis”, sabes que la mina esa mina soñada, se va Córdoba. Pensas que las series de televisión dicen la verdad, siempre a alguien le toca perder. Compartís ideas de la realidad negativa con conocidos. Temes al fin del mundo, claramente no. Jamás nadie ha temido seriamente al fin del mundo.
Es más cuando vas profundizando en el verano, empezas a pensar en que tu época es aburrida. La vida ahora esta vacía de momentos, los sentidos se agotan. Los héroes todos están cubiertos de flores. Pensas que la comida picante puede ponerle emoción a tu vida. Te engañas. Conoces las sórdidas verdades del mundo actual aunque llega un punto que tampoco te importan mucho. Los momentos se van sucediendo. Miras fotos de gente feliz, envidias. Es parte de la vida de la gente que no sabe que demonios hace, la gente que esta al pedo, la resentida. La gente que no se dedicaría a leer relatos como este. A menos que este al pedo. Existe la posibilidad que un profundo placer sádico invite a leer más y más de las desgracias humanas. De hecho se hace presente en el arte con el tiempo. El arte como medida de la apreciación de la miseria humana por genios de antenas gigantes.
Una de las cosas que llega a tu conciencia es la vitalidad de las ideas de Oscar Wilde. Ya estás en la etapa de aceptación. Entendes que existís pero no vivís. Darías mucho por una vida no televisiva. Pensás al pedo pero pensás. Llegas a recordar anécdotas de gente que estuvo en orgías. Cuando contas estas cosas te tildan de loco y degenerado. Si lo estuvieras tanto no habría una industria que las filmase. El escarnio público sigue. La farándula vive cosas para que la gente vea. Si sos muy “culto” te pudrís y lo dejas. Te jodiste. Miras las puta cuatros paredes de tu casa y decís: “Podría ser un insecto la mañana siguiente”, rezas a Kafka con desesperación. Intuís, como intuyó yo, y lo sabe Pablo. El hombre común es la rutina y no la vence. ¿No hay tanto? ¿No?
En un momento te ves como paria. O sea sos casi escritor pero la vergüenza te jode. ¿Vas a ir en contra de la historia? No sos un borracho como Poe, es decir un borracho de talento. Te pones en pedo y tratas de levantarte minas, de repente se pierde la escena, te despertas lejos de tu casa en un lavadero. Lleno de vómito, si sos un fisura más. Es decir sos un escritor con poco talento. Pero la pasas mejor, el sol no sale y si sale peor. Sabes que te vas a cagar de calor es verano.
Por lo menos ahora, mientras caminas oliendo la mierda y ese no se qué de las veredas supones que si no sos un traficante (cosa que tu ego cartesiano te confirma) y que no vas a tener un ataque cardiaco. Podes escribir otra novela sin brillo, fea y hasta porque no, pedorra. Una vez nació una persona que hizo un best-seller horrorizando a la academia. Vos no vas a ser ese, por eso, vas escribir otra boludez. Estás condenado, te gusta inventar. Te falla, es así.
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