2-Complicación de Estomago:

1-Yo les cuento de un bar- Yo tengo visto un lugar. Un lugar que parece la aduana de las putas y el puerto de los que apuestan. Les digo que allí no todo es marihuana. Pero eso nadie lo lamenta. Lo injusto de lo entretenido es que al cabo del tiempo uno se da cuenta de cuan obvio se puede ser en realidad.

Tendría que robarle al filosofo uno de panza y de barba pequeña sus alegatos de otras tierras, y sus rubias fotográficas. Pero eso no es mi estilo sino que el vino que me acompaña me hace juego. Mi decadencia me jacta. Porque, no sé. Yo les cuento que la mujer de vida. Pintaba. Yo sabía también pintar aunque mi vocación era otra.

Si no fuera por las copas. El mundo sería amarillo. Lleno de hepatitis. Por eso con lo violeta la distancia es por lo menos insignificante. Hay una especie de sensibilidad pero parece que se una especie de fiebre. Cuando se ahogan los infantes así se puede sentir uno en medio de este lugar de paredes rojas y gruesas. Nunca confíen en el pintor. Ni una hora de su vida. Menos aún a un pintor en un bar. Este puede ver a un tigre en un jarrón y no lo altera. Yo no podría ser menos. Vi alondra que se prendía fuego en un vestido. Pero no podría negar que el placer estaba en otro lado. No aman esa genealogía recortada. Yo pienso que sí.

Si la mujer de mi vida pintaba pero ella no quería pintar conmigo pese a que una vez lo hizo y me dejo pagando. Porque; donde ella veía caos, yo veía armonía. Y donde ella veía amigos yo esperaba idiotas. No es eso suficiente ¿no les parece? A mí. Todo era de color amarillo porque el buen hombre de los girasoles enseño a pintar a una generación. Todo era amarillo y si no les obsesiona el color es que no han visto su poder.

Dicen que todos los que escriben sobre colores son chantas. Y más si no son del negocio de la literatura. Que te odien pero no que les cagues el lugar eso no te lo perdonan. Creo que todos cuidan un poco el billete y eso esta bien. El vino de botella es burgués; ¿alguien sabe si lo podría tener? Si me dedicará a recoger cartón.       

En fin ya le digo que se queme la foto. Que se vaya el ideal. Las fotos que se quedan hacen que las caras se deshagan. Y si estas se deshacen nos pedimos sin rencor de alguna manera jugamos con esa materia ausente con las personas que si bien están lejos nos torturan con su presentencia. Maldita sea la idea de averiguar el porque de la existencia. Porque con ello las gentes miserables solo hacen misa de sus desgracias y no hay mitología que los contenga.

Por eso hay algo que se llama vino. Toda la reflexión se hila entre un color, una mujer y una bebida. Es poco pero cansa. Porque al fin y al cabo si se te pones profundo te juzgan de experimentador y te podes superficial sos comercial. Mejor escribir cosas que ni valga la pena leerlas. Con esto quiero decir porque no narrar cosas llenas de obviedad y seguir y seguir. ¡Puede ser posible! Porque solo hay un bar que tiene estas características y es ahí donde quiero estar.

2-Cayó la gente- Bullicio. Recuerdos. El asunto de la evasión de lo cotidiano hay reductos que tienen otros reyes y otros curas. Hay personas que solo mandan en el crimen. Por ello las mafias y las cofradías son lo mismo. Llega el faso, llega la merca, cae lo que sea. No se trata de infierno sino de un mundo del revés donde todas las personas nada ocultan sino que están sujetas a un juego distinto y en espiral. Aquí hay una forma de negarse. Porque este es el negocio del arte, unas letras de más otras de menos. Sino le pega al fondo de la nariz no es pura y si es vidrio nadie la quiere. Muchos dicen; un perfume. Pero puede ser mucho más. Se entiende, la birra y el vino. Para pasar al Bernet, las mentes se encierran muchas veces se ríen y las violas suenan. No hay acoples no hay errores. Porque ya no importa que salga todo bien.

Este es el lugar donde se quiere estar hipócritas afuera. La cámara del vicio pide que ustedes quieran algo o todo. Uno se hace del ambiente al tiempo y es uno más. Por eso las murallas se hacen invisibles un punto en el gran y único circulo se habla de las cosas que menos importan pero que hacen a las gentes felices. Las anécdotas de los fisuras y los negocios de los transas. Porque ya dije que todo era amarillo y he aquí que ese ambiente irrespirable tiene algo del hígado que se pudre. Como el cerebro y todo aquello que espesa la sangre… Vivir, morir que importan ya. Estamos en el gran lugar donde las gentes no importan y donde reina la guerra perpetua que engaña a la inconciencia. No teniendo vencedores. Si por eso pensamos de en dejarnos verter como simples copas no es por menos y no por más. Estamos esperando que el tiempo nos llegue pero no esperando partir. La hora pasa y solo el sol nos echa. Ese es el lugar donde ocurren las hazañas porque se desafían las conciencias y si la historia no basta se hace la anécdota. Por eso cuando extrañes el incienso encontrarás la marihuana ya que al fin han hecho de un humo lo que el otro. Cuando las gentes no tuvieron más que imponer su voluntad.

Entonces nuestras mentiras y nuestros galopes quedan todos en la nada. Entonces las cosas se van por los vasos. Cuando el silencio reina entre el tumulto estoy donde quiero estar es decir en ninguna parte. Por eso les dije que la mujer que amaba pintaba pero nunca conmigo. Por eso les dije que la cruce en el tiempo y no en el espacio. ¿Puede verse que el mundo es cruel por interesante? La trama esta hecha antes de que empecemos. Veo que la miel es como el opio.

Solo que el segundo se llega por medio de la desgracia. No por tener menos idea de lo que se trata. Porque todo engaño es dinero, y todo dinero te engaña el poder del billete puede hacer de uno algo menos que un hombre. Esos hombres que consumen sus dineros en las mesas borrachos y decentes, porque una institución es el olvido. Muchas veces tomando se recuerda que el olvido de las cosas no es tan terrible como el olvido de uno mismo. Porque se hace filosofía en estos antros, porque el arte surge por los poros.

Puedo cantar y no quiero, puedo escribir y no escribo. Soy realista vivo lo imposible y como el fuego veo que todo se consume. Una imagen que un encendedor que se serpentea hizo de mí un adicto a su sonido. Yo vi los hilos que tejen el aire, porque los corazones tienen arritmias que la razón no comprende. Sino que la final cuando se vive en el límite se dice, ¿No importa Borges? Porque no seré vanguardia tratando de comprarme. Digo quien perfuma sino tu olor a mierda las paginas de un grande. Hacer el pedestal con la propia lengua. Hoy al cuerno con los puristas. No se aprende a vivir en libro es muy difícil que se pueda encontrar belleza en él a menos que se por accidente. Ojala que sea un día este lugar y esta voz que se hizo signo un accidente en sus propias vidas. Tomen la sangre que sale de sus propios odios y frótenlas contra sus vientres. Sean idolatras y busquen a los otros para ser ustedes mismos.

Y si no salgan de este lugar y encuentren al frío o el calor, la resaca o un lugar feliz. La policía o una mala mujer. Para el caso han bajado el decibel y se han quedado afuera mendigando por las bondades que siempre se derraman para aquellos que han decidido morir  allí sin otra idea que esa. Yo te llamo Arlt para que nos cuentes tus verdades de esos hombres comunes de esa inmortal buenos aires que como Santos Patronos tiene a sus sietes grandes locos. El santoral es un alambre y con sus púas las manos si hieren y treparás las rejas para alcanzar el verde. Para al fin dormir en medio de los árboles el recuerdo del inicio, el sentido de la tierra.

Por eso cayó la gente, y ahora ladran policías que solo buscan coimas. Quijotes a las armas, no hay estado que los banca ustedes con sus vicios. Ellos con sus vanidades. Malditos son aquellos. Estas es la tierra donde la sodomía no es el vicio y el olor a meo conduce a los borrachos hacia el baño. San Pedro no esta aquí y menos San Isidro. Las llamas aún queman herejes pero delante del televisor.

Les digo que cantamos y dijimos las oraciones. Porque éramos los nuevos gauchos, conocedores de las calles. Los que no les faltan los orgullos, ni tampoco los facones. Porque ya hemos mandado toda civilización a la mierda a fuerza de la barbarie de esos que te explotan y solo se justifican ajustándose la corbata. Por eso piensan que somos rojos, solo somos insurrectos malo hijos. Bacterias que pueblan tu ciudad la geométrica esa que tiene al hombre que esta peinado con la raya hacia el costado. El que se mueve en taxi, el que nunca lee ni tampoco piensa. Sino que finge pertenecer.

Yo les digo que las mujeres que yo veo. Ellas quieren de ese vicio, porque hartas de la vida y de la maquina que expende no sabemos si semen antes que monedas. Hay algo para desgarran esas ganas entupidas de ser alguien que el concheto no se puede dar. Por eso cuando nos vemos y nos vimos más fisuras que nunca. Podemos decir con orgullo que esta es nuestra guerra. No aceptamos esa noble disciplina, ni tampoco sus peinados. No esperamos los honores de ese buen comportamiento porque no vemos más que en el hombre un cordero degollado.

Yo por eso cuando uso el vino para escribir no pinto otras cosas que las virtudes de los vicios y a las mujeres más perversas. Por eso veo la belleza en las más putas y complicadas como quien ves que la flor hace más que el prensado. Sin tener otra cosa que un gusto ácido en la boca. Cuando se les apago el sistema los muertos, y nosotros somos las mismas cosas. Pero veo en ellos su sonrisa siempre presente que me reconforta.

Volveré a África para ser primero entre mis gentes las que han olvidado el canto de sus propias conciencias. Tendré que hacerme de la noche y su perdón y ver en el cristo no más que un negro vándalo. Por eso tendré que estar en mí, encerrado entre las cadenas del desierto de la ciudad que nos desprecia. Para huir volando lejos. Para encontrar la miseria y no ser Fausto ni alguien menos egoísta sino alguien que ama aquella tierra roja. Que con la sangre de los siglos aún bautiza nuestras colmenas. Tus muertos sociedad no vienen de las justicia sino del azar o de la pobreza, los primeros por el tedio los segundo por el cansancio se pelean hundidos en la forja de un sueño.

Por eso bailan los pobres como los tontos, los locos y los borrachos. Porque en la miserias hay alegría y en el rico llanto. El rico esta emputecido y el pobre sano. No esperemos otras cosas que las revueltas de cartones. No esperemos entonces más que cabezas tiradas sobre mesas de bar que titilan. ¿Dónde esta el futuro que ese esfuerzan en robarnos? Dicen que los escriben en este cono sur tienen por actitud la denuncia yo más bien expreso que solo hacen eco de la vocación de sacrificio. O es justo que la pasta base no sea un obvio filisteo que a todos iguala en la miseria porque les roba sus cerebros.

Yo por eso en este navío en este mar de ultramar veo que las olas vienen y van. Pienso que los vicios de los buenos hacen que los poderosos duerman y no teman por su destino. ¡Qué nobles somos cuando nos autodestruimos ya que al fin no hacemos nada!

Le digo que mi estomago se me complica y el hace de mi un no poeta mi cuerpo sigue azul y pegado al pecho. Estaré ahogado, ¿bilis? Un fallo, una nueva justicia. Creo que sí. ¿Dónde estas Jesús? Creo que este nazareno era Guevara. Porque aún se halla en Bolivia y aún veo que no estoy ni muerto ni vivo. Escucho que los otros hablan y no es de libros sino de aventuras. Menos mal. Si eran arcadas y ello me hizo salir y dejar en la calle sangre y en poema con migrañas y tirones. Salí de allí y las luces, todo hacían cubista. Me caí al suelo y reí. Nunca salí del bar. Creo que ese era el infierno y todo era amarrillo y el vino inundaba todo. Los amigos en el techo continuaban la velada y quede durmiendo viendo como las cosas se pudrían en un caldo de sangre y vino.

Los ladridos pararon, yo estaba en una bolsa y por la puerta me sacaron. Pero todo era amarillo y me fui con esa bolsa negra a dormir tranquilo. En alguna que otra heladera.

Yo conocía a una mujer que me pintaba pero ella ahora que me veía inerte, me tenía por valor. Yo ya no amaba pero era más feliz me pintaron de amarillo y en un bar tendido era uno más entre los indios y el Che. Postal de una intoxicación o como dije una complicación de estomago.