Se puede escribir al pedo ¿saben? Una vez me dijeron que de mi traducción el caos se ordena. Me pareció muy propio, no sería escritor frustrado el que pone cualquier cosa. Sí cualquier cosa. Se vence al final esa necesidad de impresionar, no se trata de ser un superintelectual ese es el camino de otros que hacen de las citas su pavimento. Acá se plagia deliberadamente pero por fatalidad. Una gran y frondosa teoría de la reminiscencia. Por eso hay que ser amateur uno sólo puede vivir una vez y por lo tanto la sobre intelectulización puede arruinarnos. Supongo que lo mío es demagogia, siempre tuve esa capacidad. Mis personajes son demagogos, se excusas en las supuestas pasiones de las gentes, en sus crímenes insospechados. En sus odios, en las supuestas cargas que las personas tienen como su aversión al trabajo y el amor al placer. Como esa también sencilla y sutil capacidad en cagarse en el otro. No por nada Pablo y Ramiro son compañeros, como también el hecho de que se pasaron mujeres como en herencia o en especies de arrendamientos. No hay que olvidar tampoco a Carlos que anduvo picoteando. La vida es fatal. Mi Berlín necesita helado. Mucho helado, nieve. Yo quiero, ver a esa joven oficial rusa feliz que dirige el transito de la ciudad bastardeada por los nazis. La vida es amateur, te podría haber tocado ser Lennin. ¿Qué tal si pudiésemos un día elegir esa piel que tener. Muchos seguramente serían otros, se cambiarían la piel. Podrían otras caras a sus gestos, se desprenderían de todo lo necesario. Esto es lo que funciona siempre en número uno. Su construcción no es un misterio, es la figura despreciativa. La figura que se ya se ha tornado inaccesible. Con su hijo a cuestas, con su sentido de la estética, ese tacto fotográfico. Una explosión. ¡Divina! No es esa perra lacónica. No lo es, no puede serlo. Aúlla a la luna. No quiere teoría. No la quiere, mierda, otra vez se dice lo mismo. Un hombre podría tener una maquina para un gran genocidio mundial. Eso podría hacer babear a unos cuantos. Los cuales por su otra parte de muestran reacios hasta para matar moscas. Pero bueno, así debe ser su relativismo. No pueden ser molestados. Pablo no puede tener esa clase de relatividad no tiene tiempo que perder para poder desperdiciarlo mejor. No se puede dudar. Pablo está en medio de sus propios alfileres. Nadie construye como él, misterios llenos. La literatura en un bollito de pan, luego de masticarse y escupirse. Sólo quien masca la realidad, hace relato. Hay tantas cosas por no leer que Pablo no sabe por donde empezar. No se trata de ver al cerrajero ni al fabricante de puertas, sino de buscar otras puertas que las mimadas. Una vida feliz es una esclavitud Pablo lo sabe. Un continuo placer es una esclavitud. Se lleva al límite hasta que al final te ponen el cerebro en una pecera para que sigas vivo. Siempre el solipsismo presente por sobre la cabeza en la presencia siempre de un dios personal o en la paradoja de no poder confiar en nadie.
Pablo extraña la manera de ser de número dos. Pero también puede decir que carece de número uno. Esto no es unos cómics y no hay un héroe lleno de color y músculos. Tres cabezas en mi mesada, eso piensa Pablo. El Pablo pasado con una cara llena de acne, aspecto de idiota, vencido. Estremecidamente salvaje puede ser la vida, la segunda, la cara actual, sosa, llena de indiferencia pero con una sonrisa de tiburón. La tercera cabeza no carga con nada, es una cabeza, no pretende. Una suerte. Yo pienso que esa es la cara de su futro con un ojo ausente, remojada en sangre. Muchas gente llama a la muerte amiga, muchos esperan matar por lo menos antes de morir. Entonces, la vox populi te dice : “¡Hijo de puta!” Yo sólo muestro algún que otro asunto a medio cocinar. La gripe nos va poner sino pálidos. Dicen que el que pone estas letras está loco, tal cual el personaje que describe. Vos sabes a esta altura que yo no estoy jugando. Sé que estamos hablando por lo menos, todos oímos esta tercera voz en nuestras cabezas.
No jodan, no soy merluza. Así puede empezar, a mí no me pagan los guiones. Mi televisor me dice reflexiones interesantes. Pero claro la estoy viendo apagada, negra como un cuadro, como un diseño, un fetiche al fin. Hay unas medias de red, unas medias de red que vuelven a unir a estas dos amigas. No hay sonrisa mejor que la del crimen uno tiene que estar feliz por hacer lo que se le cante. La buena manera de ver esto, es que uno por ejemplo se puede entregar a la erotomanía. Traguen navajas, y al final como decía un amigo de Pablo, tal vez en un machismo. No por otra cosa: “Cuando al final lloraba, yo le seguía dando porque en el fondo me gustaba”. Luego viene la mentira, la relación, la desgracia, la reacción. Hay gente buena, ellos van con zancos, nosotros. Buceamos en la mierda. Considero que la gente buena, es más simple. No le pone tantos peros a las cosas, sus sonrisas no son forzadas, sus carcajadas no son estridentes. Los gusanos se mueven a gusto en medio de sus cadáveres, pero ellos seguro que prefieren cremarse.
Pablo esta en medio de su casa vieja, no tiene otra. Piensa que su aventura como artista esta a medio terminar. Todo le parece familiar y odioso. ¿Acaso nadie se molesta en compaginar? Yo creo que sí. Uno pierde a las mejores personas siempre en el trayecto, uno puede amar la mierda que a uno lo hace infeliz pero que al fin y al cabo lo hace vivir. Todo es contradictorio. Pablo y Ramiro son parte de esa generación de gente tal vez pequé de testaruda. Perros rabiosos, sin dientes, metástasis de malas compañías.
Esta es la manera en que termino pensando al tren. Ya les conté de los helados, los helados. Odín. Todavía me molesta cuando la gente le pone atención al detalle. Mire por ejemplo: Perro. “Perro” se queda ahí aislado y no suma. Este meandro de ideas, es útil. Esto es lo que llamo ausencia del gobierno de las palabras, las palabras tiene su valor: Puta, miseria y forro, cotizan más que bacteria, sinécdoque y politeía. No por nada la palabra es la que tiene la voz, es el eco y su sentido en la foné. Por favor disculpen pero si hay algo que no se hacer es hablar en griego. Por suerte la clase media es el destino que nos queda. El diario, el futbol, tratar de ganar plata, que los hijos no rompan los huevos. Envejecer haciéndose bien mierda. Al fin esperar que la senilidad llegue antes que la culpa. Un poco de film, Tarantino es bueno. ¿Tarantino es bueno? La bondad y Tarantino es algo que no pienso poder resolver. Te dicen limado del orto por escribir, así. Piden el final del juego, no quieren jugar. A mí público le pido. Recuerden, Pablo es un personaje. Un tipo, un tipito, tiene lindas minas porque quise, me di cuenta que al final tenía que ser medio desgraciado para ser creíble, Casanova hay uno sólo.
¿Envidiar a Sade? Podría decirles que Sade es el primer paso hacia Wilde. Pero ya en Wilde, si es que se puede decir que una localidad en el sur y una cima literaria se pueden superponer. Bueno ahí, justamente “Guilde” es una cosa y “Wilde” otra. Ojala que no. ¿Cuándo la gente se pone a jugar? Porque un grandioso teórico nunca juega. Nunca haría un tratado de novecientas páginas para decir que todo era broma. Es un tipo que se compromete. La gente hace los papers, la cajonera se los come. Sentir es vivir, siempre hay una objeción para vivir. Lo mismo para escribir, pero el papel aguanta cualquier cosa. Burroughs comunista, ¡no! Sólo puto. Pero este puede ser el Burroughs comunista. Yo les digo este caos, nos pone socialistas. Pablo como venía contando (perdón por la desviación) sólo puede vivir una vez. Su tela es esa. No se puede escapar.
Aunque Pablo no es sólo él. Este no es un libro que puedas ponerle varios órdenes, esto es dictadura. O seguís esto o te perdes. Nada de varias historias en una. Tiene un seño nuestro protagonista, en ese sueño ve una mujer francesa, una francesa si otra más, otra que no se encontró en la calle. Una que una vez previó. Pero ahora la ve, la francesa es acompañada por un músico, un tipo feliz, es decir, un músico. Las neuronas de Pablo alucinan mal. Pero él sabe que la cara de la francesa no está mal hasta indaga sobre la posibilidad de indagar sobre la posibilidad de una “cara francesa”. ¡Cuanta imbecilidad de su parte! Pero bueno, calorcito y gripe. Pablo esta atado de pies y manos. El tiempo es una tiranía y él en su casa se muere de frío. ¿Dónde está la basura de su anterior guarida, ¿Dónde se halla esa abundancia de papas fritas? Lo terrible no le termina de pegar a Pablo ¿Será porque es ficción? Francamente no lo voy a saber. Mis imágenes siempre son las mismas. Agua vivas en el agua, filosofía playera. Siempre el mar me saco las ganas de hacerme preguntas, eso le pasa Pablo, yo le di esa capacidad. Gracias a dios es un hijo obediente. Pablito, es insufrible. Marihuana. Siempre es bueno que en alguna parte sin saber porque se hable de la “marihuana”. Porque la marihuana es una manera de ser literatura, es una manera de trabajar el papel. Siempre tuve una voz sabía, me decía que esto era apología. No lo es. Apología sería: ¡Fumen Marihuana! Malditos censores, inmundos, perros de la calle. El ego de un artista no vale nada, pero… es el combustible de la obra. Gracias a dios, un hombre puede soñar con Kafka. O un insecto gigante como prefieran. Yo quise que Pablo pierda a la mejor de las princesas, tallada hueso y a hueso. Unas veces, Pablo se torna así. Pero la verdad es que hay que repensar. El mundo sin rutina es absurdo.
Si Pablo no trabaja, es. Es un vago, y un vago es un filósofo. No un profesor de filosofía para eso se necesita esfuerzo. Un profesor que llega ser vago, un verdadero despachante de pensamientos, ese sí, Dios, puede ser filosofo. Cuanto abrazo al pobre idiota. La mujer, la mujer, la mujer que debe ser mirada. La mujer que tiene los ojos celestes, que tiene dientes de piraña y que es muy sexy. Una mujer que es un poco más vieja, por no decir bastante más vieja que Pablo. Pablo siempre quiso mujeres mayores como menores, gracias a dios el paladar es amplio. Todo trauma es arte, toda belleza es un planteo versus la maldad. Una de mis mujeres más críticas me dijo que estos textos eran intensos. Que mejor para nunca verme más la cara. Pablo es una manera de no ser Borges, como es una manera de no ser Juan, ni de no ser yo. Como te gusta mentir, ¡che! Hoy me hablaron de Nápoles y pensé en fideos. En esta parte la obra pierde coherencia, el personaje esta en medio de esta tragedia que llamamos el fin de la disciplina. Todo es tan laxo que no sufre, no puede disfrutar. ¿Si tan sólo pudiese ser esclavo? O tal vez…. Amo. Con los mismos cinturones con los que redujo a la nada a sus anteriores victimas. La madre de Pablo decía que fajar a las mujeres está mal (lo bien que hacía). Me tomo un café con la Moiras. Yo juego a no ser Tolkien. Mi mundo es Buenos Aires, pero no sé de otro lugar más loco. Un lugar donde palomas opinan sobre las publicidades, cagando sobre unas y otras dejándolas en paz.
Pablo sabe que con la gripe no hay mosquitos y que ellos huyen del mismo frío. Aunque sabe que falsamente volverán. A los veinte no tenes nada de que hablar a los ochenta ya dijiste todo. En el medio llegarás a ser hábil con algún engaño. Prosa agresiva, una manera de prenderla fuego a María solo por llamarse María. Los antecesores de Pablo fueron asesinos de mujeres, pero ese talento lo tienen los del norte. Al sur le quedan traficantes y problemas del cielo. Por eso Pablo prendería fuego a una María cualquiera. Buscaría en la guía, una María algo. Una vez encontrada a llamar. A buscar alguna que se quiere morir. No la va encontrar o si. Tal vez en su búsqueda hasta se arrepiente.
Los pollitos. La imagen de la bondad, esa perversión que tenemos por ver a las especies esclavizadas a nosotros. Al final nos comemos al pollo. Y con ganas. Mucha gente no puede ser vegetariana, disfruta sabiendo todo el hecho cruento. Barbarie, lo es. Pero existe.
Una suerte de holocausto caníbal. Eso me hace pensar que hasta un personaje de ficción se cagaría en las patas con terrible relato. Pablo, converso, difusor. Una monja le dijo a Pablo que una persona realmente incorregible es aquella que comete un error y por mediocre se niega a cambiarlo. El infierno es para los mediocres. Hay veces que entonces, nos dan ganas de desnudar a la justicia. ¿Veremos algo sexy?
Pablo esta en su vida suspendida. Piensa que volver a lo número dos sería la solución. Pablo quiere jugar a ser dentista. Diente, diente. ¿No me estás leyendo en una reposera? No me leas, en una playa. Pensá que hay mujeres con pocas ropas, es como leer un cabaret. Yo no lo leería en uno. Si una persona pudiese crear esa ilusión orgásmica con sus libros todo ya estaría dicho. Pero eso no pasa. O tal vez. Sí.
La mala onda, Pablo esta molesto. Sus cuestiones están sin resolver. Nunca se puede decidir ya qué que hacer con la vida. La mujeres lo tildan de payaso, el mete mano. Un día, entre birra y birra, comprendió que los bares todos pueden ser amigos. Pero como siempre con alcohol, las cosas son milagrosas. ¡Anda a cagar! Te dicen.
Duro es el cable de Pablo. Pablo ya no se sube al subte a la mañana, Pablo ya no es un engranaje. Pablo es una persona que podría estar en un banco mientras otros cuelgan. Pablo fue una clase de infeliz especial, su virtud esperar. El que espera, el esperador, no es el esperanzado. Ya que la esperanza es una ficción para no esperar. Un cacho de carne sexy y juvenil, siempre le pondrá los pelos de punta. Es más meritorio por sus rechazos que por sus éxitos. La verdad hasta las coronas puede ser ofensiva. “Yo no soy visceral, apenas si puedo me tiró pedos”- la contratapa. Asunto tuyo.
La carrera un hombre sin Silvina Ocampo. Tan loco puede ser nombrar famosos, yo podría haber puesto a Pablo como chofer de Silvina Ocampo. Podría hablar de gente real, de artistas de verdad. A algunos les cuesta pensar, otros escriben. Me dicen que el horóscopo me dejó al mono. Nada más lúdico. Un mono lujurioso, rodeado de rubias, fumando dólares. La violencia, arremete. ¿Se imaginan no ser famoso? Pablo, es un evento. Hojas, eventuales. No creo que esta sea una novela experimental. Esto es una novela fáctica. Cuando se dice que uno llega a odiar a sus textos, es muy cierto, el odio es una parte eventual de nuestra superación.
Pablo se encuentra ahora abierto al dilema. ¿Es o no un hombre? ¿Es o no es un best seller? Esta es una de mis partes caprichosas. Pablo es un personaje, y no quiere ser un libro. No puede querer ser un libro. Pablo quiere que lo amen, lo amen y lo amen, Pablo quiere amar, amar la desgracia. Pablo no quiere que un coloquio piense que está bien que lo escriban. Hay que adelantarse a la crítica. Si te cuenta lo podes dejar. Mi melancolía me hace decir que Pablo siempre mira algunas casas, donde personas ya no viven. La vida de él es la de un aficionado, él tiene que ser emocionado, es como el reverso del televidente. Cine, cámara y canapé. Comentario: “Pablito, y el hijo de puta este que narran nos tienen hartos”. La novelita burguesa, es la que siempre se merece el premio Nóbel. El poeta nace, en medio del frío, su madre la mira la cara, al ver el llanto, corre. Dice: ¡Yo no lo parí! Esas no son mis piernas. Pablo es un mal parido. Ningún personaje ficticio nació de una buena marca. Él no tiene ADN, cuando vienen las locas, al final, dicen que nos ven. Pero se engañan nos ven como si fuéramos radiación.
Pablo se va a ir a buscar a la mujer del delirio de Carlos, eso es ponerle punto final y no solución. ¿Jueguen con las palabras? ¡Se vive en democracia! La mujer que Carlos quiso antes que su mujer potable lo hiciera un venado, fue esa que no quiso ser vista en el entierro. Esa mujer que odia número uno, esa mujer que hizo que Carlos se matará, esa persona que no quiso cargar con el matemático. ¡Despertad! Baba, baba, baba.
Carlos, desde la muerte ríe. Nada mejor que no temer, eso se dice. Tan porteño, un jugador, un ajedrecista. Un jugador duro, un tipo que le da vuelta al asunto. Un tipo que ha escrito para desaparecer. Venden la hoja el kilo. ¿Sírvase doña?
Carlos esta en la búsqueda de MG o de FD, FF o de QD, o de H2O. Ramiro, les aseguró que les junta pero para eso se necesita esfuerzo y bastante destreza.
Pablo extraña la manera de ser de número dos. Pero también puede decir que carece de número uno. Esto no es unos cómics y no hay un héroe lleno de color y músculos. Tres cabezas en mi mesada, eso piensa Pablo. El Pablo pasado con una cara llena de acne, aspecto de idiota, vencido. Estremecidamente salvaje puede ser la vida, la segunda, la cara actual, sosa, llena de indiferencia pero con una sonrisa de tiburón. La tercera cabeza no carga con nada, es una cabeza, no pretende. Una suerte. Yo pienso que esa es la cara de su futro con un ojo ausente, remojada en sangre. Muchas gente llama a la muerte amiga, muchos esperan matar por lo menos antes de morir. Entonces, la vox populi te dice : “¡Hijo de puta!” Yo sólo muestro algún que otro asunto a medio cocinar. La gripe nos va poner sino pálidos. Dicen que el que pone estas letras está loco, tal cual el personaje que describe. Vos sabes a esta altura que yo no estoy jugando. Sé que estamos hablando por lo menos, todos oímos esta tercera voz en nuestras cabezas.
No jodan, no soy merluza. Así puede empezar, a mí no me pagan los guiones. Mi televisor me dice reflexiones interesantes. Pero claro la estoy viendo apagada, negra como un cuadro, como un diseño, un fetiche al fin. Hay unas medias de red, unas medias de red que vuelven a unir a estas dos amigas. No hay sonrisa mejor que la del crimen uno tiene que estar feliz por hacer lo que se le cante. La buena manera de ver esto, es que uno por ejemplo se puede entregar a la erotomanía. Traguen navajas, y al final como decía un amigo de Pablo, tal vez en un machismo. No por otra cosa: “Cuando al final lloraba, yo le seguía dando porque en el fondo me gustaba”. Luego viene la mentira, la relación, la desgracia, la reacción. Hay gente buena, ellos van con zancos, nosotros. Buceamos en la mierda. Considero que la gente buena, es más simple. No le pone tantos peros a las cosas, sus sonrisas no son forzadas, sus carcajadas no son estridentes. Los gusanos se mueven a gusto en medio de sus cadáveres, pero ellos seguro que prefieren cremarse.
Pablo esta en medio de su casa vieja, no tiene otra. Piensa que su aventura como artista esta a medio terminar. Todo le parece familiar y odioso. ¿Acaso nadie se molesta en compaginar? Yo creo que sí. Uno pierde a las mejores personas siempre en el trayecto, uno puede amar la mierda que a uno lo hace infeliz pero que al fin y al cabo lo hace vivir. Todo es contradictorio. Pablo y Ramiro son parte de esa generación de gente tal vez pequé de testaruda. Perros rabiosos, sin dientes, metástasis de malas compañías.
Esta es la manera en que termino pensando al tren. Ya les conté de los helados, los helados. Odín. Todavía me molesta cuando la gente le pone atención al detalle. Mire por ejemplo: Perro. “Perro” se queda ahí aislado y no suma. Este meandro de ideas, es útil. Esto es lo que llamo ausencia del gobierno de las palabras, las palabras tiene su valor: Puta, miseria y forro, cotizan más que bacteria, sinécdoque y politeía. No por nada la palabra es la que tiene la voz, es el eco y su sentido en la foné. Por favor disculpen pero si hay algo que no se hacer es hablar en griego. Por suerte la clase media es el destino que nos queda. El diario, el futbol, tratar de ganar plata, que los hijos no rompan los huevos. Envejecer haciéndose bien mierda. Al fin esperar que la senilidad llegue antes que la culpa. Un poco de film, Tarantino es bueno. ¿Tarantino es bueno? La bondad y Tarantino es algo que no pienso poder resolver. Te dicen limado del orto por escribir, así. Piden el final del juego, no quieren jugar. A mí público le pido. Recuerden, Pablo es un personaje. Un tipo, un tipito, tiene lindas minas porque quise, me di cuenta que al final tenía que ser medio desgraciado para ser creíble, Casanova hay uno sólo.
¿Envidiar a Sade? Podría decirles que Sade es el primer paso hacia Wilde. Pero ya en Wilde, si es que se puede decir que una localidad en el sur y una cima literaria se pueden superponer. Bueno ahí, justamente “Guilde” es una cosa y “Wilde” otra. Ojala que no. ¿Cuándo la gente se pone a jugar? Porque un grandioso teórico nunca juega. Nunca haría un tratado de novecientas páginas para decir que todo era broma. Es un tipo que se compromete. La gente hace los papers, la cajonera se los come. Sentir es vivir, siempre hay una objeción para vivir. Lo mismo para escribir, pero el papel aguanta cualquier cosa. Burroughs comunista, ¡no! Sólo puto. Pero este puede ser el Burroughs comunista. Yo les digo este caos, nos pone socialistas. Pablo como venía contando (perdón por la desviación) sólo puede vivir una vez. Su tela es esa. No se puede escapar.
Aunque Pablo no es sólo él. Este no es un libro que puedas ponerle varios órdenes, esto es dictadura. O seguís esto o te perdes. Nada de varias historias en una. Tiene un seño nuestro protagonista, en ese sueño ve una mujer francesa, una francesa si otra más, otra que no se encontró en la calle. Una que una vez previó. Pero ahora la ve, la francesa es acompañada por un músico, un tipo feliz, es decir, un músico. Las neuronas de Pablo alucinan mal. Pero él sabe que la cara de la francesa no está mal hasta indaga sobre la posibilidad de indagar sobre la posibilidad de una “cara francesa”. ¡Cuanta imbecilidad de su parte! Pero bueno, calorcito y gripe. Pablo esta atado de pies y manos. El tiempo es una tiranía y él en su casa se muere de frío. ¿Dónde está la basura de su anterior guarida, ¿Dónde se halla esa abundancia de papas fritas? Lo terrible no le termina de pegar a Pablo ¿Será porque es ficción? Francamente no lo voy a saber. Mis imágenes siempre son las mismas. Agua vivas en el agua, filosofía playera. Siempre el mar me saco las ganas de hacerme preguntas, eso le pasa Pablo, yo le di esa capacidad. Gracias a dios es un hijo obediente. Pablito, es insufrible. Marihuana. Siempre es bueno que en alguna parte sin saber porque se hable de la “marihuana”. Porque la marihuana es una manera de ser literatura, es una manera de trabajar el papel. Siempre tuve una voz sabía, me decía que esto era apología. No lo es. Apología sería: ¡Fumen Marihuana! Malditos censores, inmundos, perros de la calle. El ego de un artista no vale nada, pero… es el combustible de la obra. Gracias a dios, un hombre puede soñar con Kafka. O un insecto gigante como prefieran. Yo quise que Pablo pierda a la mejor de las princesas, tallada hueso y a hueso. Unas veces, Pablo se torna así. Pero la verdad es que hay que repensar. El mundo sin rutina es absurdo.
Si Pablo no trabaja, es. Es un vago, y un vago es un filósofo. No un profesor de filosofía para eso se necesita esfuerzo. Un profesor que llega ser vago, un verdadero despachante de pensamientos, ese sí, Dios, puede ser filosofo. Cuanto abrazo al pobre idiota. La mujer, la mujer, la mujer que debe ser mirada. La mujer que tiene los ojos celestes, que tiene dientes de piraña y que es muy sexy. Una mujer que es un poco más vieja, por no decir bastante más vieja que Pablo. Pablo siempre quiso mujeres mayores como menores, gracias a dios el paladar es amplio. Todo trauma es arte, toda belleza es un planteo versus la maldad. Una de mis mujeres más críticas me dijo que estos textos eran intensos. Que mejor para nunca verme más la cara. Pablo es una manera de no ser Borges, como es una manera de no ser Juan, ni de no ser yo. Como te gusta mentir, ¡che! Hoy me hablaron de Nápoles y pensé en fideos. En esta parte la obra pierde coherencia, el personaje esta en medio de esta tragedia que llamamos el fin de la disciplina. Todo es tan laxo que no sufre, no puede disfrutar. ¿Si tan sólo pudiese ser esclavo? O tal vez…. Amo. Con los mismos cinturones con los que redujo a la nada a sus anteriores victimas. La madre de Pablo decía que fajar a las mujeres está mal (lo bien que hacía). Me tomo un café con la Moiras. Yo juego a no ser Tolkien. Mi mundo es Buenos Aires, pero no sé de otro lugar más loco. Un lugar donde palomas opinan sobre las publicidades, cagando sobre unas y otras dejándolas en paz.
Pablo sabe que con la gripe no hay mosquitos y que ellos huyen del mismo frío. Aunque sabe que falsamente volverán. A los veinte no tenes nada de que hablar a los ochenta ya dijiste todo. En el medio llegarás a ser hábil con algún engaño. Prosa agresiva, una manera de prenderla fuego a María solo por llamarse María. Los antecesores de Pablo fueron asesinos de mujeres, pero ese talento lo tienen los del norte. Al sur le quedan traficantes y problemas del cielo. Por eso Pablo prendería fuego a una María cualquiera. Buscaría en la guía, una María algo. Una vez encontrada a llamar. A buscar alguna que se quiere morir. No la va encontrar o si. Tal vez en su búsqueda hasta se arrepiente.
Los pollitos. La imagen de la bondad, esa perversión que tenemos por ver a las especies esclavizadas a nosotros. Al final nos comemos al pollo. Y con ganas. Mucha gente no puede ser vegetariana, disfruta sabiendo todo el hecho cruento. Barbarie, lo es. Pero existe.
Una suerte de holocausto caníbal. Eso me hace pensar que hasta un personaje de ficción se cagaría en las patas con terrible relato. Pablo, converso, difusor. Una monja le dijo a Pablo que una persona realmente incorregible es aquella que comete un error y por mediocre se niega a cambiarlo. El infierno es para los mediocres. Hay veces que entonces, nos dan ganas de desnudar a la justicia. ¿Veremos algo sexy?
Pablo esta en su vida suspendida. Piensa que volver a lo número dos sería la solución. Pablo quiere jugar a ser dentista. Diente, diente. ¿No me estás leyendo en una reposera? No me leas, en una playa. Pensá que hay mujeres con pocas ropas, es como leer un cabaret. Yo no lo leería en uno. Si una persona pudiese crear esa ilusión orgásmica con sus libros todo ya estaría dicho. Pero eso no pasa. O tal vez. Sí.
La mala onda, Pablo esta molesto. Sus cuestiones están sin resolver. Nunca se puede decidir ya qué que hacer con la vida. La mujeres lo tildan de payaso, el mete mano. Un día, entre birra y birra, comprendió que los bares todos pueden ser amigos. Pero como siempre con alcohol, las cosas son milagrosas. ¡Anda a cagar! Te dicen.
Duro es el cable de Pablo. Pablo ya no se sube al subte a la mañana, Pablo ya no es un engranaje. Pablo es una persona que podría estar en un banco mientras otros cuelgan. Pablo fue una clase de infeliz especial, su virtud esperar. El que espera, el esperador, no es el esperanzado. Ya que la esperanza es una ficción para no esperar. Un cacho de carne sexy y juvenil, siempre le pondrá los pelos de punta. Es más meritorio por sus rechazos que por sus éxitos. La verdad hasta las coronas puede ser ofensiva. “Yo no soy visceral, apenas si puedo me tiró pedos”- la contratapa. Asunto tuyo.
La carrera un hombre sin Silvina Ocampo. Tan loco puede ser nombrar famosos, yo podría haber puesto a Pablo como chofer de Silvina Ocampo. Podría hablar de gente real, de artistas de verdad. A algunos les cuesta pensar, otros escriben. Me dicen que el horóscopo me dejó al mono. Nada más lúdico. Un mono lujurioso, rodeado de rubias, fumando dólares. La violencia, arremete. ¿Se imaginan no ser famoso? Pablo, es un evento. Hojas, eventuales. No creo que esta sea una novela experimental. Esto es una novela fáctica. Cuando se dice que uno llega a odiar a sus textos, es muy cierto, el odio es una parte eventual de nuestra superación.
Pablo se encuentra ahora abierto al dilema. ¿Es o no un hombre? ¿Es o no es un best seller? Esta es una de mis partes caprichosas. Pablo es un personaje, y no quiere ser un libro. No puede querer ser un libro. Pablo quiere que lo amen, lo amen y lo amen, Pablo quiere amar, amar la desgracia. Pablo no quiere que un coloquio piense que está bien que lo escriban. Hay que adelantarse a la crítica. Si te cuenta lo podes dejar. Mi melancolía me hace decir que Pablo siempre mira algunas casas, donde personas ya no viven. La vida de él es la de un aficionado, él tiene que ser emocionado, es como el reverso del televidente. Cine, cámara y canapé. Comentario: “Pablito, y el hijo de puta este que narran nos tienen hartos”. La novelita burguesa, es la que siempre se merece el premio Nóbel. El poeta nace, en medio del frío, su madre la mira la cara, al ver el llanto, corre. Dice: ¡Yo no lo parí! Esas no son mis piernas. Pablo es un mal parido. Ningún personaje ficticio nació de una buena marca. Él no tiene ADN, cuando vienen las locas, al final, dicen que nos ven. Pero se engañan nos ven como si fuéramos radiación.
Pablo se va a ir a buscar a la mujer del delirio de Carlos, eso es ponerle punto final y no solución. ¿Jueguen con las palabras? ¡Se vive en democracia! La mujer que Carlos quiso antes que su mujer potable lo hiciera un venado, fue esa que no quiso ser vista en el entierro. Esa mujer que odia número uno, esa mujer que hizo que Carlos se matará, esa persona que no quiso cargar con el matemático. ¡Despertad! Baba, baba, baba.
Carlos, desde la muerte ríe. Nada mejor que no temer, eso se dice. Tan porteño, un jugador, un ajedrecista. Un jugador duro, un tipo que le da vuelta al asunto. Un tipo que ha escrito para desaparecer. Venden la hoja el kilo. ¿Sírvase doña?
Carlos esta en la búsqueda de MG o de FD, FF o de QD, o de H2O. Ramiro, les aseguró que les junta pero para eso se necesita esfuerzo y bastante destreza.
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