“¿Por qué sos tan burgués y tan de mierda?”- pregunta que uno se puede hacer al espejo.
Resumo una pasión de siglos de resentimiento de comentarista de diario. De esos que dicen que los demás sobre todo los que comentan las notas son todos culos rotos. Hasta podría ser casi tan eficaz como el que el que le contestan un correo por parte de la editorial Barcelona que siempre te manda sin repetir y sin chistar a la mierda.
¿Quiénes son los snobs? Acaso son los “K”, los menemistas, los neo-menemistas macristas, ¿Quiénes son? ¿Por que es un deber ir en contra de la poesía de los 90´? Porque habríamos de tomar el noventa como la puta fijación. Si después de todo fue un saqueo y la entrada de juguetes chinos, la compra de hojotas en brasil baratas. ¿Por qué habría que superar los 90? ¿Hay que superarlos? ¿No se superaron a sí mismos? ¿Cuando el gobierno que le siguió con tal de quedar bien siguió con la convertibilidad?, ¿No se superó?
Sin duda que yo no sé nada de lo que era la poesía de los noventa. Pero yo nací en los noventa y entonces tengo esa jovialidad como el que piensa que en los noventa por ejemplo dejó sus deposiciones. Para que el futuro debe mirar las migajas de los 90´ con sus relaciones carnales y sus miradas cómplices. Combatir a los 90´ es combatir al liberalismo pero el liberalismo tiene raíces más ocultas y mágicas que los 90´. Por eso todos los hombres de obras, de rizomas, de muros caídos con sus realismos políticos de la más variada cepa imagino que manejan a la perfección el speech. ¿No importa de donde vengan sino que piensan ahora? Tal vez si, tal vez no.
Todos tienen miedo hoy con el arte oficial. Todos menos, los que serían como Rivera, un caso bello de arte oficial. Pero claro menos mal que la “Revolución Mexicana” es pasada, porque ahora las cosas son obras. El fin del crítico de nuestra era es tener la suficiente cultura y no saber que hacer con ella.
Toda esta clase de gente que venía con sus ínfulas críticas, son los que juegan a ser los cosmopolitas de siempre, solo que cada vez queda más lejos París y más cerca Punta del Este. Lo cual lo hace poco cosmopolita. Me gusta la idea de que alguien crea que se tiene que pelear con la poesía de los 90´. En vez por ejemplo de hacer poesía del 2001. Creo que el drama esta allí en la banca rota. Igual no lo sé, solo tuve la grata o no grata idea de leer una nota a Fabián Casas. El hombre parece bastante culto pero tiene alguno que otro prurito por el cual no podríamos incluso si fuéramos poetas superar la poesía de los 90´, hay que destacar que le gusta ser un hombre discreto que no le gusta la visibilidad que respeta el hecho de que viaja en subte. Ahora bien sin ser juez ni parte demasiado, creo que ha decapitado uno de sus libros en una presentación que llegaba al pasar. Entonces, el descargo, que es de lo que me pienso colgar; razonaba por el camino siguiente. Derribar a los 90´ cosa fácil 20 años después muy por cierto, porque una cosa era el frepaso en el 95´ y otra es descabezar un libro. Casas tiene razón aunque sea delicado en su expresión nos hace razonar: “No te hagas el pulenta que seguro vos eras de los boludos que vacacionabas en Miami”, máxima chicana del triunfador del 90´ al que todo hace cómplice y que mira con resquemor la mezcla de herederos e invitados que en los propios 90´ devienen en 2010.
Por eso a mí no me importa la poesía ni los poetas de los noventa pero si las venganzas naif sobre los 90´ y sus contestaciones. Si es cierto que existió una hegemonía jabonosa y pulida en esa época; ¿Qué más pedir? Pizza y Champagne, Carlos García, también fue parte de ello. Argentina ama sus mitos, su memoria es corta pero no me interesa. Porque el país no se zanja a menos que se tenga pelotas de tirar el edificio a la mierda. Es decir más que poesía de los 90´ poesía del 55´ y del 76´. No por eso decir que son cómplices, en la mayoría de los casos los 90´ fueron el limbo que nace del infierno. Menem mintió prometió populismo y trajo mierda. No hay una verdadera batalla cultural en perseguir poetas de los 90´ sino podemos meter a Menem en cana. Estas son las realidades que no se cambian. El arte de los 90´, la expresión de las diferencias sociales, los atisbos de la cumbia villera. La escuela Shopping, eso es poesía de los 90´. Pero sin culpas.
Como toda buena liberal de la argentina, cuando la gente ser “parte del mundo” tal cual si se pudiese dejar de ser parte de él a medida que uno deja de entrega hasta las semillas y los capitales baratos. Lo cual no se que tiene que ver con la poesía. Pero las poesías tienen que ver con lo que pasa. La cultura liberal, la que teme los manuales de escuela de Perón y Evita, la que teme al ídolo Maradona porque considera que tiene que ver con las masas que nada pueden alcanzar y con la clase media que se achata con el culo sobre el sofá. Ciertamente creo que Casas es como Sarlo, estos liberales que dicen que la izquierda escribe muchas veces peor que la derecha y otras cositas por el estilo. Pautas que marcan su dificultad para con el país, eso es peor que escribir poesía en los 90´.
Por eso lo que esta mal no es que los 90´ tengan poesía sino que ellos hayan tenido razón de ser. Ahora yo no soy poeta, no me interesa la poesía. No me calienta la pelea de los poetas por el “verbo”, me llama la atención nomás que se preocupen tanto. Debe ser porque la poesía, siempre esta ligada a la delicadeza. Pero bueno estas cosas de los popes y los bandos con sus gradas no es algo que me agraden mucho.
Ahora si hay algo que me fascina de este poeta de los noventa que es demasiado de los 90 y de sus secuaces. Porque otra palabra no les cabe, y no les tiene que caber. La bendita idea de que el arte no tiene que tener ideología, el arte de las poliarquías, el arte de las democracias virtuales extendidas hoy esta haciendo estragos en las metrópolis, las cuales fueron ya esta vez siendo doblemente entusiastas con la ortodoxia. Y por hay que se quiere meter de palomita en esta “ciudadanía universa de las banca rotas”, en la que Argentina siempre tiene podios de honor. Les cuesta entender, y tiene que costarles la idea de que el arte siempre tiene ideología. Cosa que supera siempre, su siempre alto sentido del gusto. Aunque se que hay gente que dice que si la derecha escribe bien se tiene que leer (caso típico Céline), es “deber” que sea leído, deber no significa que no haya ideología sino que por el contrario que sobra y que hay una disputa abierta. Aunque Casas, se ataja desde el principio y dice que las antinomias no sirven. No vaya a ser que le hagan sombra seriamente y que no sea que la poesía de los 90´ se pase de moda sino que se combatida. No me importa la obra de Casas, si me importa la idea de que se peleen por la poesía. Si me interesa el poder que los hombres de la cultura ejercen sobre la dimensión del arte, porque si el arte se aleja demasiado de lo que pasa son funcionales a la pérdida del tiempo. ¿Acaso alguien puede decir? ¿De qué mierda estas hablando? Bueno el “art pour l´ art” (o como se escriba) no es algo que me desviva casi es condición común. Creo que lo mejor para no caer en los furores vengativos, es no tratar de ser reactivos. Pero no se, quizás es algo que me gusta pensar. Una cosa que venza esta bonanza de época que sale a la persecución de los poemas de Casas, en vez de pensar en el futuro. Tal vez sea más difícil pensar el futuro que ajustar cuentas con el pasado. La verdad, que lo que haga Casas y sus inquisidores me importa poco. Pero tenía ganas de compartir la idea compleja de los 90´ y de lo peligroso que era hacer el negativo y el copy-paste. “¿Superar a los 90´ veinte años después? ¿Es tan traumático?” o no será la pelea por el presente.
La crispación me parece más interesante que el mea-culpa maniqueo sobre el neo-liberalismo. ¿Quién será el que pinte los colores de las guerras mediáticas, los globos amarillos, y las democracias vía Facebook?
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