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¿Hasta cuando la derecha dice que corre a alguien por izquierda?

Muchas veces tenemos la triste ocasión de conocer lo peor de lo peor.
También tenemos ocasión de pensar qué es la “derecha argentina” porque como sabemos, esto no es sólo un asunto que esta atado a una simple determinación económica, esto esta atado a miles de cuestiones incluso culturales que crecen sobre las sombras del buen y santo modelo neoliberal. ¿Hasta qué punto podemos dar con esto es muy difícil de explicitar? Casi imposible. La derecha en argentina como todo sistema ideológico goza de una suerte de mecanismos defensivos. Últimamente ha vuelto a sus favoritos, el racismo, el clasismo y la discriminación de género. Pero siempre se ha visto más y mejor este punto cuando se lo analiza detenidamente. ¿Hasta que punto hay derechos que en realidad son privilegios en argentina? Hasta cuando un partido como la UCR o el Pro, no son más que herederos orgánicos de los privilegiados en la argentina. Hasta que punto es inútil ver un debate entre Ricardo Alfonsín y un Alfonso Prat Gay cuando apenas pueden diferir o echarse culpas mutuas sobre quién es menos liberal.

¿Hasta cuando hace en la Argentina plata el empresario en lugar del laburante (ya sea por convicción o por sueldo)?  ¿Hasta cuando los libros foráneos que portan teorías comprometidas con contextos donde se han engendrado tienen poco que ver, con la realidad de nuestro suelo? ¿Hasta cuando el chauvinismo y el cosmopolitismo puramente verbales, resecan las teorías sociales tal cual son? El partido funcional a la derecha, puede ser cualquiera, cualquiera que no tenga un principio popular en su raíz. Cualquiera que defienda posiciones meramente electoralistas completamente vacías. En este sentido, podemos saber lo bueno que ese instinto de supervivencia discontinua de lo que son los partidos de oposición. Sin caer en absolutas tesis deterministas, podemos ver, que en el gran planto. Los partidos propiamente antiperonistas, suelen ser elementos que han retrasado el desarrollo social. Es muy curioso pensar en que el hijo de Alfonsín por ejemplo tenga sus reticencias a mostrar gratitud por lo que terminaron de hacer los Kirchner, es decir por terminar de efectivizar los derechos humanos en argentina. Porque muchos dirán que la Junta era temible en ese momento, pero esa no puede ser una gloria eterna. Si Alfonsín, había logrado eso, la profundización de ese aspecto  no se dio bajo la impecable pluma de Don Fernando (De la Rúa). Sino que se termino dando bajo el peso de Néstor Carlos Kirchner. Cuesta pensar que el radicalismo vuelva a perder otra de sus banderas, tal vez históricas por el simple hecho de la generación de una política más seria y sistemática por ese partido que siempre acusa de totalitario al que hace política de otra manera. Pero que a la vez ha sido responsable de poner un buen “punto final” a la memoria de Videla. Cuando se dice que esto molesta a la derecha y que la hace recrudecer, creo que se tiene que tomar en cuenta aquella verdad. Concretamente, el kirchnerismo enfrenta a la derecha actualmente existente, aunque no la pretende erradicar. Tal vez no en un ataque frontal como soñarían muchos comunistas de ver, y disque comunistas que en realidad, dicen serlo para tener un buen motivo para no hacer nada. Sino que en realidad, es un péndulo de reformas que está más que en acuerdo a la paradoja de la política real donde la “necesidad” prima sobre los programas políticos. Puede que sea la debilidad de una época, puede que sea por otra cosa.  

La derecha argentina entonces es un bloque, no muy compacto y multiforme. La derecha en nuestro país tiene varios polos de emisión, y entre ellos los más importantes, es y seguirá siendo el capital internacional. Porque sabemos que mucho gorila, jamás le convence este termino y opta por la posición romántica. Tenemos que entender que un “sano apolitismo” o una “ideología libresca” sólo consisten en tener ideas claras en el plano abstracto pero no gozar de un solo punto de vista concreto (Es decir no tratar de jugarse por ninguna opción). Es decir que por ejemplo de hablar de “desarrollo” como un fantasma y no saber si este es redistribución del ingreso, ampliación del estado, o una nueva renta extraordinaria para el sector sojero. El cual dicho sea de paso y ojala que lo recuerde el hijo del Alfonsín; no se cansaron de abuchear al padre reiteradas veces. Justamente el más progre padre que el aventurero hijo también fue amigo de las retenciones para los “hombres de campo”; por lo tanto el alfonsinismo tampoco podría cambiar demasiado su base para continuar si lo hiciese desde el kirchnerismo. Pero claro esta UCR reaccionaria es un aparato vacío de la derecha más consumada y su única diferencia con el PRO es buscar algún que otro votante en los centros urbanos que no se le haya removido el estomago con la gestión de Mauricio Macri (Cosa que se demostró en la elección de Macri en la capital donde Ricardo dijo que hubiese votado al actual Jefe de Gobierno de haber podido). Muy triste es ver que los defensores de la democracia, les cueste tanto pensar en estos puntos. Por eso la derecha en argentina es algo demasiado complicado de desentrañar y no se puede caer en una serie de ideas grises. Tal vez si exista oportunidad y tiempo la teoría pueda ser más extrema que la práctica pero hay una cierta sensación de que esta vez, no existe una verdadera “Unión Democrática” que busque el fin del kirchnerismo. Casi aburre pensar, esto. La alianza kirchnerista tiene sentido histórico, parte por crisis sucesivas de las derechas de todos los partidos, y en parte por que el simple cambio hacia un mercado interno es más que suficiente para poner a temblar a los sectores más conservadores de nuestro país.

¿Qué nos quieren contar? La misma de siempre, ¿hasta cuando? ¿Hasta cuando la libertad llega cuando el país destruye el Estado? A menos que se sueñe con una libertad bastante abstracta o personal como sería la de un anarquista, pero un anarquista no votaría, un partido de la alternativa al kirchnerismo haría la de él como buen anarquista. Lo que plantea la ridícula opción es una salida al modelo populista pero porque sus interesados no tienen nada más en común que eso. No podemos saber si es más segura la “socialdemocracia” de Ricardo o la “excelencia de la administración” de Mauricio. No hay que tener pelos en la lengua. Así se empieza a pensar cuando se sabe que el famoso, pedido de la alternancia en la argentina es destructiva y esto se ve en los falsos programas partidarios abstractos. Hablan de una reforma impositiva que son incapaces de hacer, piden políticas sociales incapaces de orquestar. Hay que recordar, que “La Alianza” pretendía ser eso que sacará al aparato peronista del poder. Pero extrañamente lo instalo más profundamente. Porque la lucha de la corrupción no fue más que una cuestión abstracta. La crisis del 2001, no fue otra cosa que un mal manejo de la crisis económica y un empecinamiento en seguir el modelo menemista, lo cual es gracioso. Tan gracioso que nadie podría creer que un partido elija el desastre, por popularidad. Si tan terrible había sido el neoliberalismo, seguirlo a ultranza sólo por comodidad es peor. Es como si un médico entendiendo que un paciente se muere, se pone a esperar, y teniendo los medios se pone a especular. En ese punto, el radicalismo se le puede plantear la misma chicana, ¿hasta que punto el neoliberalismo no era una cosa muy difícil de roer? Claro que es más cómodo pensar que porque siempre la culpa es siempre del que hace todos los cambios, todos los resultados y sus consecuencias, son responsabilidad directa de aquellos. Si en caer en delirios, este cavar la propia tumba, sólo puede ser defendible por militantes de las propias filas. Pero esta clase de abstracciones son las que abundan en diarios. Las cuales suelen deshacerse.

¿A quien fue a buscar el bien y el mal? Al peronismo y fue con Duhalde, el cual aprovechó la tan buena entrega de gobierno que le dejó De la Rua el que hizo lo que había que hacer. O por lo menos lo que, la derecha más orgánica le pedía, rehacer la maquina de hacer dinero. La pregunta puede ser… ¿Por qué el ex presidente que huyó no busco hacer aquella demagogia de terminar de una vez por todas con el modelo neoliberal y preferir el mármol al exilio? La respuesta es que no hay mármol cuando no se cree en lo que se hace. Ni para bien ni para mal. Lo mismos sectores que con Cavallo orquestaron la fuga de capitales son los que lo entregaron en manos de Duhalde. Entonces, se pregunta uno, ¿Tan mala hubiese sido la voluntad de un presidente confrontativo que se hubiese ido con honor del poder? Claro que la ciencia ficción este país solo existe para dar las crisis a los modelos que se sostienen y no para mostrar cuan débiles son las ficciones políticas que se sostienen para que los empresarios no se enojen. ¿Cuándo las radios atacaron a muerte el gobierno del presidente que se dormía? No hubiese sido necesaria una transformación como la ley de medios. Ya que a la derecha, o por lo menos a la maquina del inconformismo sabe todo. ¿Por qué no sabe hacer lo que tiene que hacer? Claro que no. ¿Ustedes imaginan, tocando intereses de las grandes empresas incluso cuando amenazan la continuidad por el poder? Tal vez, hasta sea una manera para luchar por el poder, pero ese tipo de consenso, un consenso pasivo es lo que hemos visto con el gobierno de la Alianza. Es decir que el sector de la derecha de la sociedad prefiere perder posibilidades políticas con tal profundizar beneficios sociales.

Nadie, en su sano juicio, habría llamado al radicalismo totalitario por evitar la crisis del 2001, y si lo hubiese hecho. ¿Qué importa? Si después de todo lo que paso en los últimos ocho años fue la reconstrucción de la autoridad presidencial. Porque los prosistas de los diarios como Clarín y Perfil, destrozarán a todo lo que no este a la derecha de Mauricio Macri. Y si lo critican será tan estéril como las denuncias que realizaron en su clara actitud anti política con el menenmismo. Por eso hay que analizar por lo menos dos bloques comparados por más que nos tomen de idiotas. Si los medios tiran gobiernos en nombre de sus intereses, ¿piensan que el peronismo es el mayor problema? Bueno la UCR y Proyecto Sur están seguros que sí. Es complicado de verlo en la distancia, pero… ¿Quién podría saberlo? La ironía esta, en no ver un gran frente para la ampliación de la democracia. Me gustaría saber que diría Perfil, si un partido como la UCR, dijera que los primero que hay que hacer es ampliar las asignaciones, subir los impuestos al campo, subir los impuestos a la propiedad, y juzgar de fríos e impotentes los efectos del kirchnerismo en estos temas. Acá también se pone en juego el papel de la efectividad. Le tienen miedo a la cifras, porque saben que inflación es menos complicada que desempleo. Y saben que sus políticas, con su no voluntad de sacrificio es la que jamás logará que se diga que con ellos el país está crispado. Sino que se dirá que el peronismo es la amenaza. Pero bueno, ahora mismo. Nuestra democracia puede conocer una razón bastante coherente. El populismo es la manera en que se orquestan las necesidades de un proceso. No se sabe si es la mejor, porque eso sería un mero ejercicio de la especulación pero se puede deducir la mejoría.               

 Si algo debemos aprender los que decimos conocer mediante el limitado juicio de la actualidad de los motivos de los últimos sucesos acaecidos es la siguiente consigna. Siempre existen argumentos de una izquierda bastante abstracta para buscar generar la insatisfacción generalizada en el clima político. Esta es la supuesta búsqueda de la “verdad”, que muchos medios dicen decir pero que borran luego con el codo. Nuestra verdad es la idea de que como todo país, tenemos que buscar una delicada mezcla entre sustentabilidad y expansión (por lo menos mientras vivamos en el capitalismo). Una idea republicana sería, donde el poder, quede en manos de tres poderes. Y no existan tantos factores externos y si estos existen tengan su clara manifestación política. Hay mucha gente que ama embarrar la cancha desde las bellas maneras, a ellos les decimos que su vocación de poder esta truncada. Por esta razón se puede entender que primero antes de pensar la idea tan propiamente idílica e grandes cambios, tenemos que hacer mucho trabajo. Nuestro adormecimiento ha sido severo. La historia no esta perdonando, este retracción en general de nuestros criterios. La comodidad para nuestras formulas condujo a una crisis. Nuestra impaciencia en el futuro podría conducir a salidas extremas que serían reaccionarias. En tanto a que el poder no ha terminado de modificarse en la Republica Argentina. Por eso, creo que si el frente de izquierda y de progreso en la forma que fuera tuviera algunas ideas claras y programáticas, no podríamos ver lo que estamos presenciando. La idea del vaciamiento, esta presente. Recordemos que el fin de la experiencia kirchnerista podría llegar al fin de una experiencia política. Así que no hay que pensar, si esto es un experimento o un monstruo. Esto es un desplazamiento de categorías. Nuestro papel es conformar el estado nacional con sacrificio. La manera es algo que se tiene que dar después. El peligro de dinamitar el sustento de aquello que es la modernización con las masas en el modelo populista es el riesgo. Sin bases, no se puede vencer en la opinión pública y no se puede transformar la realidad. Solamente tomando el punto de inflexión afectando la masividad se puede transformar la realidad en nuestro país. Sólo una revolución geométrica podría dar paso a un sueño de revolución aritmética, esta calidad que se pide en el idealismo. Jamás llegaría, sin un pueblo con conciencia. Esto es responsabilidad de todos los partidos. Asunto que una oposición que llama a la seguridad prioridad no puede resolver. Jamás estado que sea incapaz de tener una aprobación real, jamás un proyecto político con la fuerza suficientemente grande puede transformar a fondo a la realidad y la búsqueda del fin de la inseguridad es una búsqueda de la transformación de la realidad.    

Esto es lo que hace la famosa, “izquierda y derecha” que en nuestro país cuando son abstractas dan ese hálito de insatisfacción permanente. Mientras que la derecha, es abstracta en cuanto que en realidad es un elemento puramente cipayo, y para ellos el concepto de patria es colonia, y el de inmigrante, para ellos debería ser el de emigrante. Hay una izquierda que piensa que con la crítica basta, con una simple crítica basta para cambiar las cosas. Ya que tenemos la desgracia de conocer la historia, debemos saber que en ella jamás las cosas se han dado con el brillo suficiente y sin el valor de los militantes que pese a todo han hecho lo que era necesario. Llámense como se llamen, salgan de donde salgan.

La derecha todos los días, escribe con distintas sensibilidades pero escribe aquello que quiere presentar, esa la manera en que presentan la “piedad” en vez de la igualdad. De esta manera tan insigne logran hacer parecer al pobre perjudicado por su culpa o al crimen con la ignorancia, cuando no siempre es así. ¿Acaso no sería demasiado complicado pensar las verdaderas razones de los problemas? La respuesta es no. Como siempre, en nuestro país se prefiere tener por seguro, una respuesta; o sangrienta (por lo menos en las palabras) o abstracta. Claro que esto molesta, porque de alguna manera va en contra del realismo, el tan acostumbrado modo de la administración casi despótica con el que primero se maneja la información y luego el resto de las cosas. Los problemas sociales, son complicados, pero se puede entender que no existe en ninguna derecha “realmente existe”, la voluntad de cambiarlos. Porque hemos de presenciar, como son los grandes medios los cuales presentan el picnic de la clase media (sobre todo muchas veces contra la clase media) con su tridente clásico:

A) El miedo del pequeño propietario a perder sus propiedades.

B) La idea de que el Estado no puede hacer nada por la sociedad, y que el empresario que nada hizo, nada tiene que ver, pero que lo va solucionar lucrando directamente.

C) La idea de qué el caos social es inminente, y que por lo tanto cuantas menos libertades haya para los ciudadanos a pie haya mejor. Porque después de todo esta libertad va ser mal usada.

Ante todo esto queda pensar hasta que punto el autoengaño sirve para que las cosas no cambien nunca. Mientras algunas políticas de derechos humanos son criticadas por prestar demasiada atención al pasado y no hacerlo con respecto al presente. La pasión orwelliano mediática, se roe sobre sí misma. Los que vendieron la globalización y la dictadura, ahora venden que todo esta mal por que no se puede recordar el pasado. Siempre existe en ese pasado, razones para entender el presente. Gran parte de lo que hoy se esta haciendo mal esta estructurado desde la última dictadura militar. Nuestra sociedad como tantas en América Latina, esto era un hecho se estaban preparando para intentar superar su entera relación de dependencia con respecto a los grandes poderes del mundo. Los cuales son efectivamente los que siempre terminar por garantizar la mayor cantidad de pobreza posible para nuestras zonas del mundo. Pero claro, mientras acá algunos sueñan con gerenciar revoluciones por control remoto, el poder del Estado esta siempre en riego de convertirse en una gigantesca maquina de represión. Por eso las críticas abstractas, las que dicen que esta mal cimentar el régimen de la democracia con la más excesiva criminalización del factor militar, es la misma que esta esperando sacar de los cuarteles a los asesinos embanderados que se presten para acabar con la sociedad civil que tenga la desgracia de no pertenecer a la gran burguesía.

Por estas razones hoy mismo no podemos pensar ya en un simple candidato ni el gasto de carteras, ¿Qué país en la historia se ha basado en el gasto de Carteras? Cosa que estaría interesante para eternos revisores del “Ancient Regime”; es decir para la oligarquía vernácula que cuando gobernó hizo del fasto su lugar en la historia de nuestro país.

Por eso tenemos enemigos acérrimos de la verdad, del pensamiento, de la cordura, y hasta del buen gusto como Fonteveccia. Esta letrina ideológica poco perfectible, sigue escribiendo el diario de Yrigoyen y de Botana, sueña con el diario de Isabelita, y ¿Por qué no amigo del neoliberalismo? Admiradores, poco filosófico. Digno de ideas históricas relativistas pero nunca ajenas a su bolsillo. Tenemos la fortuna de saber que desde Perfil, ejerce el buen gusto de realizar la “libertad de expresión”; ¿Pero que hace con ella? Incluso cuando la “ley mordaza” esta en vigencia. Dice que hay hipocresía en el gobierno nacional en la política de derechos humanos, seguramente esto le pesó tanto como la Ley de obediencia de Vida y Punto Final, o el informe de la CONADEP. Ah, claro, disculpen hablamos de Fonteveccia. Alguien para luchar en contra de la corrupción pone economistas neoliberales en sus diarios, sabe de todo menos de qué tiene que hacer para seguir pensando en su país (sea el que sea para él); y además con la gloria eterna de conocer para sí lo que es Brasil y Lula Da Silva (el cual es un transformador puro y santo, el cual no tenía nada que ver con Kirchner).

Cosa que si el tuviese un diario en ese país, el propio Brasil, sería férreo opositor de este exmandatario. Pero claro es más divertido, hablar de la gente, gente que el ricachón de Fonteveccia no tiene el gusto de conocer. Y no tendrá el gusto de conocer, porque da la vida o por lo menos las palabras por dejar que las cosas estén como estén. La memoria no es algo complicado incluso cuando no es imparcial, es decir cuando busca enunciados contradictorios. Alguien que cree que el país tiene que mejorar, jamás se podría poner en contra de una política a favor de los derechos humanos, ni siquiera buscaría relativizarla. Pero claro, esto excede, el papel casi diarreico con el cual la pluma hábil de nuestro amigo sigue o cree seguir molestando a quien sabe quien. Su papel poco hábil de engañador, sigue profanando las mentes de clase media y clase media alta para el con odio a su propia sociedad. En este papel ilustre, no sabe si decir que la muerte de Néstor Kirchner es un error o una bendición, si Cristina Fernández de Kirchner es tirana o humana por no poder según su punto de vista llegar a 2011, y por no saber, o hacer que no sabe, si el papel del Estado es matar gente, matar gente que delinque, o directamente matar una cantidad equis de gente que no tenga suficientes propiedades para ser “los buenos vecinos de la ciudad –macrista, fachista- de Buenos Aires”. Con suerte, debemos combatir, sin duda no siempre a las medidas estatales sino a los factores civiles que las pervierten. Sin dudas en ella PERFIL; es un papel interesante tanto como Clarín y otros.

Siempre que queramos recordar a personajes con ¡Valor! (es decir verdadera valentía y no una gris “ética periodística”),  deberíamos pensar en Rodolfo Walsh y su: “Carta Abierta a la Junta Militar”. Cosa mucho más peligrosa que los WIKILEAKS, hoy tan de moda. Hay casi un género postmoderno conspirativo por el cual nadie muere que sigue explicando de manera complicada las cosas simples. Una cosa es el conflicto de clases, y otra cosa es el crimen, una cosa es el consumo de drogas y otra cosa el tráfico. Pero una cosa mucho más importante, una cosa es pensar seriamente en la realidad social, y otra como tanto periodista gusta hacer es dibujarla.

Dibujamos la verdad cuando decimos que los problemas del déficit habitacional se termina cuando la gracia de Dios o las miserias que hoy en día le dedicamos, terminen de una vez en el corto plazo el problema de los desplazados. Pero también mentimos, si pensamos que el menemato hizo algo en ese sentido. Este gobierno por demoniaco o ladrón que pueda ser para alguien ha empezado como política de Estado, la construcción de viviendas populares, cosa que lamentablemente Fonteveccia no podría discutir. A riego de ser visto como la persona que es, el nuevo Natalio Botana, el responsable de pensar junto con los Magnetto, los correctos maquillajes para una sociedad contradictoria. Por esta razón a mucha gente le pesa y le pesará tener que pensar; ¿hasta qué punto se dan discusiones serias en Argentina? No es lo mismo escuchar los antiguos pero vigentes discursos de Salvador Allende en la Universidad de Guadalajara, los que iban en paralelo con las perspectivas guevaristas que las “nuevas teorías de la igualdad” de los Narváez, que no saben si están más iguales poniendo más rejas dentro o fuera de las cárceles. La pregunta que nos queda para pensar, ¿es cierto que el conflicto actual se va resolver con un hada madrina, la cual algunos llamarían “Reina Cristina” y otros llamarían nuestra presidenta? La respuesta es que no. Lamentablemente, en estos esquemas, la búsqueda de solución de cuestiones como estas es complicada, no son sólo deseo y entusiasmo.

A esto tomo la razones de Barrientos, la mujer que se encargó de levantar Los Piletones. Termina por indigencia teórica confundida porque no es otra cosa de la mano de Mauricio Macri, la pobre mujer es víctima de la indigencia de ideas del país virtual en el que la quieren hacer vivir (en su alienación más fuerte). En el cual, para ella lo mejor es no tener partido. Lo cual es una desgracia no por ella, como tantos que la han querido desmerecer, cuando en realidad es ella una luchadora de la praxis por levantar un comedor popular. Lo que ha pasado es que ese comedor popular queda desenganchado de su contexto y termina por lo tanto siendo presa de los vientos de cambio que se quieren imponer desde la política.

 Ahora bien, ¿hasta que punto tienen que dar estas personas las grandes respuestas teóricas? Es muy interesante ver desvariar a Tenenbaum cuando tiene que hablar con Perez Esquivel porque allí se sabe cual es el verdadero horizonte del periodismo independiente. Cosa que se creo como concepto vale la pena pensar esto, en pleno neo- liberalismo, donde el periodismo independiente, reemplaza al ya lánguido periodismo militante. Lo que podría decir el premio Nobel de la paz, era lo siguiente, hasta que punto estaban realmente desbordados si querían resolver el problema tanto el gobierno nacional como el de la ciudad, pero para nada los equipara ni en potencia, ni en efectividad, ni en su propia existencia y continuidad.                       

La crisis de populismo tiene dos aristas, la primera, la idea de que una vez que se agote la bonanza, el realismo es decir el “ajuste” tiene que sobrevenir para acentuar el ya aceitado clasismo latinoamericano. Pero si por eso no falta y puede que este populismo este caminando demasiado bien. Por eso las perspectivas propiamente oligarcas, han resucitado desde el “Vietnam” fantasmal, a la idea de desgobierno, la idea de injusticia, la resurrección del criterio “Illia”, es decir el tiempo de reacción del poder ejecutivo como tantas otras brillantes palabras. Es muy cierto que esto existe en el mismo esquema donde se matan Tobas en Formosa, ¡¿pero qué diario de la burguesía les hace justicia realmente?! Y recuerda el entusiasmo como el que había en lugares remotos de la historia, diarios que como La Nación para su rápido y “efectivo” exterminio fueron artífices históricos del genocidio. Claro, que esto es algo que siempre se hace con los gobiernos democráticos. Y más cuando estos gobiernos, terminan poniéndose en contra del negocio más fácil de los medios, el tirar pálidas. Justamente cuando los aparatos ideológicos, están repartidos de una manera distinta, nace el famoso, “¡mundo crispado!”. Sino seguiremos pensando que seremos liberados por enmascarados, héroes, creíbles o increíbles. Mejor es empezar a pensar con términos de Feuerbach, si la sociedad, crea una sociedad perfecta y falsa (la del sueño pequeño burgués hollywoodense) es porque busca un mundo imposible y con él compensar todo lo que como sociedad, aún no ha podido lograr. Esta sociedad se va transformar cuando las mayorías no necesiten más que la necesidad de poder concretar sus deseos caiga quien caiga. Y si esto aplasta sueños, aplasta sueños de la misma manera en que los sueños de los militantes y combatientes de todas las clases sometidas, han caído. Por lo que, las dos tesis, son buenas, pero siempre la libertad que se encamine para el bien de un gran conjunto es un sueño más bueno y profundo que cualquier llanto particular.

Con esto se puede decir lo que se tiene que tener en cuenta para ir procesando la manera en que nuestra derecha vernácula actúa como toda maquinaria. La cual sólo confirma con su éxito el famoso quietismo, que se siempre se ha increpado a la ausencia de un gran estallido, el cual esta más relacionado con la abstracción que con la realidad. Tenemos que pensar que los cambios sociales están en relación directa con la verdadera convicción de que estos son posibles. Nada peor que el escepticismo tan común en ese sentido apátrida de que todo esta hecho. Fracasar, sólo puede ser paso para volver a fracasar. Porque a lo que sectores populares lo que le sobran son hijos, si unos caen, serán sus seguidores, los que meterán miedo en todas partes. Es decir su eterna demanda por el derecho de tener “derechos” cosa que esta un poco mal vista por la derecha. Que dice que el trabajo, el derecho del trabajo se hereda porque se nació bajo un techo o porque se fue a una universidad. Bajo esos esquemas obtusos, la pobreza endémica jamás podría ser atacada. La reacción derechista lo sabe y por eso promete mil salidas, desde “Argentina Primer Mundo” al “Infierno del Dante”, antes que un modelo Nacional, Popular, Progresista y con suerte, ambicioso que tenga la fuerza de plantear una sola realidad que nos pueda satisfacer la de la argentina auténtica y concreta. Esa que todos los que necesitamos pensar en un futuro digno de todos los argentinos podamos tener por válida y verdadera porque no tiene aristas para las dudas relativistas más propias de la filosofía que de la política.

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