¿Por qué tener un “Blog”?

Podría decirse que no existe una verdadera razón para emitir un pensamiento sea este bueno o malo. Ahora bien por qué hay gente que tiene tiempo y tiene que decir que con ese tiempo hace algo. ¿Por qué no decir que el tiempo invertido ha valido la pena?

Ciertamente no importa si es por buenas causas o por las malas, la historia de la emisión de las ideas es bastante paradójica. En muchos casos se defiende la idea de una inspiración entre los desafortunados que salen a escribir lo que sea, los cuales serán increpados por miles de chanzas eternamente hacia el futuro. Ya que nada más fácil que la crítica de la mente que no lleva a la crítica de las armas y de la sangre, la más problemática la que genera odios que luego se hacen “literatura” y gesta.

Pero la verdad nada más triste que escribir, nada más triste, la mayoría de la crítica podría caer bajo la idea de los resentidos, y además toda gira a la tan buena idea de la “tragedia”. Esta es la era divina era de las comillas porque las cosas poco importan. La certeza del emisor, si este emisor es poderoso económicamente mejor hasta asegura lo terrible de su poder. Por eso los Blogs que se pululan por millones que molestaron a José Pablo Feinmann porque cualquiera podría tener uno van y vienen por ahí.

¿Para qué demonios tenerlo? ¿Para que escribir? Es un verdadero dolor de huevos ponérselo a pensar. Tenemos la predilección de pensar, y esto es un error bastante común y difundido que nuestras ideas son lo que más valen. Tal cual si fuer aun destino pero tal vez, solo digo que puede ser que para el terrible destino de los intelectuales, los curas, los curanderos, los blogueros, los opinólogos de panel, los “Jurados”-del-“Bailando”. Tal vez todos hacen la idea, de representar que se piensa, algunos muy desafortunados, la muchedumbre y los cultos, ambos señalan los pulen y los demuestran como la justa muestra de la pelotudez humana. Pero lo que escriben los que tienen historia escrita no tienen mejor suerte. Parece que el hombre que escribe tiene un destino medio choto. Gracias a dios, sabemos por buena fuente que el hombre jamás pasa toda la vida leyendo y cree que tiene la facultad de seleccionar lo que cree más conveniente.

Pero saber leer, ¿implicaría saber escribir?; yo no lo puedo asegurar. No puedo creer que no sea por deporte que algunos sepan con pasión y precisión ese punto que todos quieren. ¿Será el podio el lugar más codicioso? Por eso habrá reglas. En ese sentido, el bloguero, será siempre amateur. Juzgado parte de una masa informe que nada tiene que perder, que todo ha dado en vano y que pone su opinión la cual tiene que ser a fuerza de su origen irrelevante. Pero no por eso sino porque miles de ellos no quiere triunfar no se quieren dar a conocer. Entonces, ¿Quién podría saber? ¿Qué ambiciones valen la pena?

¿Hay ambiciones que lo valgan? Cualquiera que tenga un teclado aparentemente puede jugar con estas letras e ir haciendo cualquier cosa que se le de la gana. Pero parece que las mirillas de los fusiles son demasiado precisas. Apenas un idiota se aire de superioridad, y este se da conocer, o es tomado por Genio y sube como pedo en el agua, o es execrado a fuerza de la mejor voluntad. Esta es una era muy divertidamente mortal y con eso no temo a decir que el mundo sin disfrute es una manera terrible en que se nos muestra la pantalla iluminada de lo existente. Así que ahora, que todos emiten imagen y texto hay que ser celosos con lo que se escribe.

Ahora hay divisiones porque ya no son todo lo mismo, la democracia de la idea, de tener a las masas escribiendo cualquier cosa, leyendo cualquier cosa podría ser inquietante si desafía al poder. Divertida en todo caso si deriva en riñas menores que pueden terminar en muertes pero sin daños al sistema.

Blogs, cosas que no fueron pensadas para la “Revolución” pedo deben tener algo que traer a algunos. Pensados como bitácoras, como diarios íntimos cuasi exhibicionistas. Tiene por destino ser la garantía barata de la emisión fácil de datos, es parte de la manera en que nos hacen creer que somos más libres. Me cuesta pensar que soy más libre que mis amigos que solo dependía de Gutemberg. Hasta tal vez sea más genuinamente idiota que ellos, y vaya camino a ser uno de los idiotas máximos de la era. Tal vez demasiada inmodestia, porque es difícil escalar en la cimas de la idiotez.

Deben aceptar los realmente cultos, los inspirados de todas clases, que hay gente que puede hacer esto porque sí. Esa chusma que se aproxima ahora con sus historias de vida y ocurrencia cualquiera. Si estos nuevos molestos, me pongo en ese ascetismo medio tarado para que me diga alguno que pudiese leer que estoy defiendo la causa inútil. Haciendo justicia podría ser que sin temor a equivocarse la idea del intercambio de información y la recopilación caprichosa. Aunque tal vez sea la negación de todo intento de pensar y debatir seriamente pero en este sentido ya hace tiempo que en todas partes parece ser una cuestión a premiar no habría de pensar que es un destino triste que solo recorre como espectro el mundo de los blogs.

Así que sin pensarlo demasiado pienso que este es el momento la era dorada en la cual uno puede perder un tiempo sustancia de su vida en una forma barata de emisión sin dudar que seguramente pasará por ser irrelevante para la gran mayoría y que siempre caerá en muchos casos en la idea romántica que esta frente a un púlpito. Tal cual suelen creer la mayoría de los inspirados, pero esta idea de que el pensamiento frente al interés más básico idealista puede hacer algo es igual a una brisa que quisiera quitar la crema de la punta de una ola. Su fuerza, una incapacidad, su gracioso choque. O tal vez sea, el discurso la ola. Sabiendo que el hombre cree tener una especie de bolsillo para su alma inmortal y siendo muy conciente de esta fuerte conciencia de lo vaciado. Tengo que decir que en plantarse en tan triste condiciones tal vez con una molesta diversión es la manera justa para creer que tener un blog. Ciertamente pueda ser relevante una manera, bastante poco útil tal vez de registrar pensamientos y de publicarlos que con su escaso impacto parece ser un mar que termina por estar encerrado en un regio y absoluto vaso de agua.