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Villa Soldati, la hipocresía mediática y el vómito clerical. (No hay lugar para los débiles)

“El capitalismo foráneo ha podido comprobar y sus sirvientes oligárquicos y entreguistas han podido comprobar que no hay fuerza capaz de doblegar a un pueblo que tiene conciencia de sus derechos. Una vez más queridos descamisados {…} afirmamos que en la Nueva Argentina, ya no hay lugar para el colonialismo económico, para la injusticia social, ni para los traficantes de nuestra soberanía y nuestro porvenir.” Eva Perón.   

Tengo ganas de escribir una columna como se hace hoy tan irresponsablemente desde los grandes medios que buscan obviar siempre que pueden los problemas y buscarle siempre que les seduce la salida más abstracta posible. Por esa razón no hay que tener dudas de qué es el fascismo en el siglo del fin de las ideologías. El neoliberalismo con su fase más agresiva, el capitalismo salvaje para todas partes del mundo en su época de contracción esta llevando a: intentos de golpes de estados, ataques a comunidades extranjeras, medidas xenofóbicas de todo tipo, restricción del progreso social como también a las salidas semi morales; donde son las potencias jóvenes las que son criticadas pero a la vez imitadas por la burguesía internacional.

¿Dónde esta parada la Argentina? Lejos estamos de decir que Argentina es un país bananero, esta es parte de la farsa gorila que usa el INTA y a la vez por ejemplo dice que no hay conocimiento en el país. O usa miles de empleados en oficinas para las transnacionales pero dice que el sistema educativo falla. Lejos estamos si de la republica de los filósofos. Pero no estamos tan lejos de la versión siempre vigente de la patria chica que ahora, no sólo tiene un representante nefasto sino que además que es patético y su nombre es Mauricio Macri.

Si hay un problema en argentina, este no es el desarrollo como un fantasma, basta de liberalismo que se disfraza de izquierda, hay que crecer, porque hay que defenderse de las herramientas con las que hoy nos doblegan las cuales son en primer lugar económicas. Hay que atacar a los monopolios de información porque ellos son los responsables de la desinformación generalizada en nuestro país. Aunque tampoco se puede caer en teorías conspirativas. Cosa que hoy esta muy en boga, porque el marxismo lo acusan de inútil, al peronismo de criminal pero a las investigaciones periodísticas fantasmagóricas, las tienen por valor. ¡Pobre clase media!

Pero eso no va al núcleo de lo que se quiere decir muchos prefieren alabar a los presidentes lo cual es más fácil que ver las dificultades y el mérito de poder resolver con poco lo que se esta complicando cada vez más. En esta pelea real por el ingreso existe una lucha real y concreta sobre quien es el que tiene que ser el beneficiado por el desarrollo del país. Es del destino de ¿Starbucks o Arcos Dorados, Repsol y muchos otros nombres? O esta volcada hacia otras acciones. Porque en los países, sobre todo en los países del tercer mundo la riqueza la hace la gente y no las marcas. Ya que por cada vez que estamos poniendo el lomo por la multinacional, esta no sabe si además de explotarnos pedir invadirnos o espiarnos. Por eso lo de Villa Soldati no se resuelve con tiros, o con casas simplemente o con negación. La clase media, la clase media que votaría a los “socialdemócratas”….; dice que esto de regalar casas es clientelismo que ocupar tierras es marxismo, que cagarse de hambre es delito, que no poder responder las preguntas de los sectores populares por parte de los sectores populares, es muestra de ignorancia.

Pero estas cosas sólo existen en la televisión. En la realidad, si no fuera por los pobres en argentina, esta democracia sería más grande. Es decir que si la gente fuese aún más incorporada al sistema productivo, la oligarquía pierde. ¿Puede que a TN le importe un Parque Iberoamericano cuando tienen que defender millones de hectáreas de soja? Recuerden como siempre sabemos que el oro de América antes era el maíz, hoy es la soja. Solamente un sistema que es colonial, un sistema que no quiere verterse a una gran industrialización es incapaz de asumir un gran plan habitacional. Y para esto hace más falta que un gobierno por más bueno o malo que sea, sino que se necesita un compromiso general de la sociedad. Por esta razón y para desgracia nuestra, el país sólo conoce, las pálidas y la mirada xenofóbica que sabe presentarse en lo más diversos matices.

La abstracción es simple, el conflicto estalla, pero el conflicto no se busca resolver sólo es una desestabilización temporal. Por eso lo macabro del circo mediático. Pero en parte es el gorila el burgués castrado e impotente que propone convivir con la miseria. Este burgués cipayo por excelencia, sólo puede robar de la renta del explotador que ahora mismo es internacional. En vez de pedir que el Estado efectivice las realidades. ¿Es posible achicar el Estado cuando el país necesita de una revolución productiva? Parece que leen no solo un diario torcido sino que salen a la calle, y ven las cosas muy mal. Tan mal que se creen víctimas descuidadas en un país con millones de pobres. Es un hecho de por sí raro que Argentina reniegue de ser parte de América Latina cuando ella misma era un caso exitoso de una economía que resistía el modelo colonial, podría crecer. La tesis de Moscú, estaba demasiado lejos. La izquierda nacional, más bien la izquierda sudaca, es decir la realmente existente tiene que pensar en esas cosas. No es que se pasa la vida en un desierto. No, lo que abundan son problemas. Y estos problemas no emergen por sí solos sino que están contenidos en la propia sociedad.

Alienar a la gente en la democracia es la mejor manera de entregar el poder político, anularlo, y quedarse con los beneficios sociales. ¿Hasta que punto el fariseísmos dentro de la gran burguesía va a seguir? ¿Hasta cuando el periodista del monopolio, va a poner al Estado escontra de la sociedad y a la sociedad (se entiende sociedad como todo aquello que se revindica a sí mismo como la “buena sociedad”) en contra de los pobres?

Casi da risa pensar que el poder mediático es un poder meramente virtual y que el conflicto social se lo podría comer en segundos. Solamente llevando los asesinatos a las villas para ponerlos en televisión el poder mediático es poder de muerte. Ellos son los ojos de la sociedad, en cuanto a lo que deberían o no ser los sicarios. Ahora, bien como se dijo con lo de Mariano Ferreyra, ahora la causa se sigue como anécdota. La cuestión sindical pasa, y ahora es la cuestión habitacional. Los medios quieren ser como una marea que con sangre va tiñendo cada aspecto de la sociedad. La desgracia esta en que asistimos como espectadores. Después de ver la impotencia actual de Macri para cualquier tipo de crisis, ya sea inundación, estallido social, educación, salud, y cultura. ¿Qué más falta para que se vaya de la ciudad? Una sola cosa, voluntad política. Los proyectos desesperados como proyecto Sur, porque en vez de seguir hablando de cosas que no tienen posibilidades de ganar no prefieren arrancarle de las manos el gobierno de la ciudad a Macri. A lo que sumo como divertido, si es verdad que Ricardo hablo de desarrollo frente al crecimiento, imagino que el gobierno radical que vendría tendría que ser cualquier cosa menos austero. Tengo mis dudas. Sigo con las dudas que tienen cualquier argentino que sabe que se prefiere leer balances a reclamos sociales. Y mucho más cuando se tilda de corrupción y clientelismo a las cosas que son necesarias y que tienen que llegar de cualquier manera.

Por esa razón, casi diría que es necesario detenerse a pensar. ¿De qué estamos hablando? ¿De recuperar espacios verdes de la ciudad? ¿De defender vecinos propietarios de invasores? O; hablamos de otras cosas. Las otras cosas de las que hablamos son demasiado complicadas para pensar que se van a resolver sin conflicto y por lo tanto es risueña la eterna salida de la paz que no hace nada. No se puede pensar entonces que se puede dialogar en buenos términos con la clase baja y con la clase alta. Cuando se conversa con la clase baja, cuando se la trata de “contener” como les gusta decir a los demócratas televisivos. La clase alta ataca, porque se da cuenta que tiene un costo. Educar a un pibe, no es lo mismo que gatillarlo. Y esto se cuenta, se cuenta con economistas que hacen formulas y que miden el desarrollo del capital. Pero cuando no se piensa que todo este sistema es plusvalía. Miles pueden salir a la calle cagados de hambre, cagarse a tiros entre ellos, ser extranjeros, y la bolsa el mismo día puede subir.

Recordemos a la vez que mientras estallan nuestros conflictos urbanos, hay nuevas reservas de gas. Porque soy un desgraciado a lo 6,7 y 8, (lo cuales según la clase media y clase media alta son los sicarios del país); he quisiera recordar que ahora va ser más barato trabajar en argentina. Y recuerdo que también, las buenas nuevas llegan cuando el gobierno negocia una tasa, “amigable” con Repsol. Pero no se dan cuenta que es un asco. Esos son los términos de la derecha, más gas menos extranjeros. Sólo cuando un país se cuenta por propiedades y no por cabezas, la opinión pública puede pensar que un recurso natural vale más que la posibilidad de millones de brazos. Ni que hablar de otros temas, que siempre se suman sobre la pobreza y que a la vez están en agenda de la economía. Uno de ellos la educación.

Casi asco debería dar, pero bueno, sepamos que las escuelas son un gasto que no tiene retorno. Más cuando se educa para la libertad, es decir que se educa para el fin del privilegio. Cuando irónicamente si se educa al soberano. Cuando se le dice, el destino es de la mayorías. Pero la toma de conciencia no es parte del plan educativo colonial, para la Argentina, sólo quedan dos destinos; el primero dado por el cipayo, una educación propiamente para empleados, europeizada pero que es cartón pintado. Y la otra es la estrictamente oligarca e imperialista que es peor, la que dice, educar es en vano, mejor es que se muevan como bestias, con policías igual de bestias. Por supuesto con la anuencia de la Santa Iglesia Católica. Por eso, cuando se piensa en estos conflictos, las características del pobre, o mejor dicho más que pobre efectivamente marginado queda dado por la respuesta de los de “arriba”. Ellos son gran acierto, han maldecido las políticas de las bases. Todos los delincuentes pobres, tienen que morir, incluso cuando no matan pobres sino que salen a matar gente bien. Casi, es peor cuando disparan o dejan disparar; dejando que los pobres sigan muriendo. Las columnas de periodismo se indignan. Pero no se preocupan, ellos están pensando ¿Cuánta represión es necesaria?

A lo que se podría responder, depende de su ambición para el futuro próximo. El hambre, la marginalidad, a diferencia de discursos y recetas económicas, no cambian con firmas de decretos. Suelen resistir, el papel de diputadas indignadas con la corrupción y los presupuestos. Suelen resistir a vicepresidentes con facultades extraás que forman formulas aún más raras para llevar a cabo lo imposible.

Por eso quiero recordar, que el conflicto social sea orquestado o no, existe. La guerra efectiva contra las clases populares sale desde el PRO que tiene intenciones inmobiliarias en la ciudad. Y esto tiene explicación, la clase más parasita de nuestro país tiene voluntad inmobiliaria primeramente. Pero saben que no pagan siquiera los impuestos que deben pagar para mantenerla, porque saben que ya no se puede tolerar la presión. Pero a la vez, votan a conciencia con sus bolsillos los desalojos. Ahora, bien. Creo que no se puede vivir y no se puede pedir que todos existan gracias a las rentas. Ya gran parte los terratenientes viven de las rentas, y a la vez generan reaccionarios como los D´Angelli, que están en parte reaccionado de la reacción propia de los rentistas. Hasta cuando la argentina puede decir que es rica sólo por las rentas. Porque las casas, los terrenos fiscales, sus manejos. Las irregularidades en precios y urbanismo todos gozan de la suerte de tener intereses inmobiliarios. Es decir que primero, ese negocio y luego el interés social. No me extraña entonces pensar, que al fin y al cabo poco importa si son extranjeros o no. Los extranjeros de primer mundo que pagan hostels (o como quieran llamarles no tienen que sufrir ningún rechazo) esto es obra de la genial manera en que el rentista tiene prejuicios. Nuevamente el problema social sea aparateado o no; tiene raíces en la estructura social y de allí sale la inseguridad, con todas sus aristas.

Las familias de indigentes también son inseguridad. Que los gobiernos, tengan que inventar razones electorales para ayuda electoral es un hecho casi vergonzoso. Pero claro siempre que haya liberales, y ojos en Punta del Este, ni Soldati, ni la puerta de la propia casa, son problemas. Para eso la represión. Bueno es justo recordar, que porque el marginado, termina siendo, presa de relaciones de poder, o presa de una irracionalidad por lo menos desde el punto de vista de las clases acomodadas. Es justo no tenerlo como factor secundario sino como prioridad. Ahora bien hay que ser realistas, en este delicado equilibrio de fuerzas, la ausencia de una guerra abierta. Pide luchas, muy concretas, la lucha de Villa Soldati, es parte de un conflicto serio.

Uno que no sale de la buena voluntad de los individuos. No puede un villa entera, hacer una multinacional, darse empleo, y además, dar riqueza con impuestos. El que piense eso, tiene una fe en el marginado casi siniestra, porque no sólo le pide que trabaje, soporte vivir mal sino que además le pide lo que tiene que hacer supuestamente el empresario, el cual siempre toma grandes riesgos. (Entre ellos, saber si la inflación, le hace más cara la sombrilla.) Esta clase de cosas llama la atención. La pregunta sigue siendo la misma, ¿Cómo no puede haber mercado interno si hay casi diez millones de personas que necesitan cosas? Porque no sale la oferta a cubrirlas, la ley de Say, tiene clase y rotulo. Es mejor, vender videojuegos que hacer casas prefabricadas, ¿Quién lo habrá dicho? Bueno es un misterio que los economistas neoliberales, parecen no poder resolver.

¿Cuántos elementos comparten el disimulo de la pobreza? Porque dar dinero a un pobre es hacerlo menos pobre, el que no crea eso. Creo que no ha entendido demasiado, no es sacarlo de su pobreza pero es objetivamente menos pobre. Tan así que los empresarios se apuran a subir los precios de consumo de la canasta básica, a ver si pueden seguir siendo igual de pobres. Tan difícil es invertir, cuando es deliciosamente mejor subir la leche que una madre de ocho hijos va a hacer tomar a sus hijos, (claro que a través de un “pecaminoso” plan estatal, nótese la poco feliz ironía). La derecha se sabe quiere un Estado policía, pero estrictamente represor. Reprime todo, pero entre sus predilecciones los pobres, porque les teme más que a los comunistas. Porque los comunistas de carnet son pocos. En cambio los pobres son millones. Hay sospechas, en la final de los Mundiales de Polo. Dicen que hay sospechas. Casi hay tantas sospechas como en las redacciones; “Desde el Llano”. Creo que la sospecha es que no se acaba la pobreza, hasta que sigamos, haciendo cosas por los pobres. Casi, se podría decir que esta pobreza es de las más brutales, porque se ha basado en el saqueo sistemático de cosas que se habían conquistado por parte de los sectores populares.

Claro que estas cosas, no las vio Borges, no las vió Dominguito; no las vió Nelson Castro. Videla y sus amigos, los cuales dicen que son el pasado a olvidar sembraron deuda externa, y ella llevó a desfinanciar el estado y destruir las barreras arancelarias. Millones que eran obreros poco calificados, en esos días, entre la matanza de zurdos, empezaron a formar filas con los pobres. Los pobres hoy son hijos de la dictadura y ya que se recuerda la vuelta de la democracia, debemos de decir que si hay herederos en la democracia, debe ser de una sociedad más justa en el plano material. Pero eso no se soluciona subiendo el ABL. Ni mejorando Palermo, ni haciendo peatonal reconquista. Tampoco se soluciona quedándose en grandes libros sobre la vida de los héroes. Implica algo más molesto que es asumir que el problema de la pobreza es de la sociedad civil. Y en ella están los empresarios. Los cuales son como los gobiernos responsables de todo, porque entre estos dos sectores ordenan la producción. Así que a menos que un presidente tenga muy pocas propiedades, y sea más pobre que un profesional diplomado. Dudo que exista, una culpa, propiamente del estado en cuanto a estado que no tenga que ver con la sociedad civil. Así le sigo el juego el liberalismo. Si el estado era administración, y el estado quiebra y las empresas crecen. Casi, deberíamos pensar que el Estado pierde en un mercado contra todas las empresas. Los empleados, los votantes, los pobres. Todo los que están en relación de dependencia, deben resistir esta brutal competencia. Empleado y el ciudadano son dos cosas distintas, el derecho humano y el derecho social se escinden. Así mil veces más. Cuesta, pensarlo. Pero es así.

La burguesía, en nuestro país, o sigue llorando para engañar a sus seguidores o se pone la mochila de arreglar los desastres que sembró en el 76´ de una buena vez. Esto representa en realidad un papel en la historia. Porque la historia no es otra cosa que ese recopilar de las acciones más cuando es crónica. Hoy mismo en crisis del revisionismo mientras intelectuales puros, piden revisión de los hechos. Yo pido compromisos históricos. Pienso que no puede haber gobierno que concientemente no se declare enemigo de la mayoría y de la democracia, si propone destruir el Estado. El que lo dude, esta pidiendo que la historia, sea esta. La historia que el golpismo supo conseguir. Muchos piden que esto sea París. Otros piden que sea la Habana pero probablemente sigua siendo Buenos Aires. Yo creo que hay que evadir en estos tiempos de ausencia metafísica metas ideales complicadas, la filosofía como arma revolucionaria, es más que nunca la filosofía de la praxis. Combatamos, las direcciones que deformen las premisas de la paz social, combatamos, el encapsulamiento de las cuestiones sociales hasta que revienten y sepamos. Que esto tiene deudas profundas, que no se puede parar que el Estado no es un partido, que la sociedad no es una clase. Por lo menos, si queremos fingir el bienestar general, el cual tiene que ser social y no económico.

La pregunta que se nos repite no es la de atiborrarnos de datos todos los días. Sino la de empezar a ver como meta el progreso no de cualquiera sino de las masas. Esta es la base. Hipocresía, es pensar que todo conflicto es revolución, o que toda solución final, nos es más que una formula de la represión.

Se sigue sosteniendo discursos poco efectivos, ya sea de manos de la Iglesia. La cual siempre sabe apostar a un cambio que no existe que es el del alma sin el cambio de la conciencia, ya que el alma no existe. El cristiano no vota en argentina, no paga impuestos y no hace nada. Ni siquiera en su mayoría reza. Cuando se habla de piedad cristiana parece que se hablase de literatura muerta. Porque en parte lo es. Así tenemos que son los curas, una especie de extraña mezcla entre trabajadores sociales y muchos grados de superstición fantasmal; los que nos hablan de la recompensa de portarnos bien. Basta ya de pensar que el clasismo y la xenofobia pueden ser vistos como defectos del corazón del ser humano. Así que la falsedad de la piedad de la clase media, la cual escucha a los curas los cuales no son más que resignados agentes sociales de contención no debería ser otra cosa que motivo de escándalo. Si en 1984, el Estado en su Gran Hermano quería disolver los individuos y hacerlos una causa única con el régimen; en la democracia, La Iglesia y los Medios, quieren resignar y aterrorizar a los individuos para hacerlos acordes al régimen. Hoy en día, los medios orquestados son el verdadero gran hermano, y no es ya el estado sino que son los privados lo que quieren hacer uso privado de la realidad. Por eso, nadie sabe que pasa realmente en Soldati, nadie transmite lo que se vivía día a día en Soldati. Mejor aún, no hay planes para que la villa que encuentra allí desaparezca, o mejor dicho se transforme en un lugar mejor para la gente de allí y no para la gente que no tiene nada que ver. Se siente que los que opinan son los menos perjudicados y que ellos son los que deciden. Creo que habría que abrir más los micrófonos a los marginados. Quizás así un día se vea más y mejor que es la argentina y que historia se esta escribiendo en esos lugares donde siempre parece no haberla. Porque pensar que la televisión consagra al ocio, miles de horas, miles de millones de horas que podrían ser dadas a la concientización y compromiso social. Lo único que se logra es perder a los alienados y a los explotados, explotar mejor a los que está situación de riesgo y además generar una casta que se puede aprovechar de una sociedad que necesita ser cada vez más contradictoria para tolerar la continuidad de la desigualdad.  Ya se saben que estas son formulas de izquierda pero hay que escribirlas por más mal que las plantemos para que cuando se busque, razones para no que hayan hecho lo que debían.

Si hay algo que no debemos olvidar que por más errores que haya. Una nueva Argentina es posible, una que no tenga que recordar estas cosas. No porque estas cosas no sean importantes, sino porque se tendrán que pensar cosas mejores. Algunas de ellas, unas que superaran las peleas por las casas. Y serán peleas contra la explotación histórica que no se llama descuido sino que es robo, robo sistemático que seguirá vigente mientras siga en la Argentina una mujer (Noble); libre por su excesiva riqueza que manda a imprimir para la bolsa, las desgracias de los sectores populares. ¿Hasta cuando esperamos? Necesitaremos, esperar que los Massera mueran. En su tranquila paz por la vejez, bueno, acá han muerto otra vez personas que no tenían ningún beneficio por matar y por robar. No como aquellos que se repartieron el botín, esta es una guerra de pobres entre pobres por la enorme necesidad. Si el que ve extranjeros, y nacionales, cuando debería ver pobres, y necesitados entonces. No sólo que ve una patria chica sino que además sigue viendo, este sentido de clase. Ese que ha sabido siempre decir:

Ojos que no ven, corazón que no siente”.

(Se reconoce que no hay una reseña sobre el incidente pero eso se puede conseguir en cualquier parte, más bien se opto por contar, ¿Qué hace el poder con esos asuntos? Y ¿Hasta donde llega con sus objetivos? Los pobres son pobres, y existen en cuanto que hay explotados. En ese sentido cualquier desheredado en cualquier parte del mundo comparte el triste destino de ir a luchar no por su beneficio sino por su supervivencia. Por esta razón, no existe extranjero que pueda ser condenado por tratar de vivir mejor, es decir por caer muerto en la marginalidad.

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