El tajo.

Cultura y espectáculos- Pagina 50- “La voz zurda entre las zurdas”. Carlos Pizza, 28 de Febrero de 2045.

Tenemos que decir que algunas personas se destacan sobre otras porque no le caen bien a nadie y además porque gracias al estado de derecho nadie las mata. ¿Tendrán suerte o no? Esa es una pregunta que suele inundar demasiado nuestras cabezas. Pero ante todo hay que prevenirse, los directores de cines muchas veces pueden ser raras avis y no tanto por lo excepcional sino por el grado de chifladura. El “Bralio”, que no es otro que Braulio Líbero Ortiz de origen uruguayo californiano, nos trae el tajo una de sus obras maestras a todo color y fuerza.

¿Qué era lo que quería conseguir en su último film? Tal vez, una cosa no mejor que el escándalo sin mediar casi palabra. ¿Cuáles eran los motivos? Ni más ni menos que hacer sus típicas críticas sin remedio alrededor del mundo que lo rodea. Tal vez sin más que vomitar inconformismo a los cuatro vientos. La entrevista con él fue bastante molesta porque movía entre el descanso y la supuesta ironía que no era muy brillante. Los críticos califican su obra como deslucida e irritante en el peor sentido de la palabra. Las personas que saben suelen evitar todo contacto con estas cosas que tienen mucha carga de residuo. Aunque Página 50 fue por más y volvió a entrevista a un autor entre controvertido y básico.

P50- ¿Nunca ha pensado que la gente ya tiene suficiente de su medicina?

BLO- La verdad es que no, la parte más importante de la medicina como en el arte es saber que el remedio al final sucumbe ante la previsible y mejor opción de la muerte. No hay que ser cobardes y aceptarlo, una cosa es el arte que es artificio sin ser excesivo drama. No hay nada más vulgar que creer que uno viene de una cura de oro cuando es un pobre muerto de hambre como todos los demás.

P50- ¿Lo suyo se puede considerar panfletario?

BLO- Si la gente piensa que cagar, respirar o chivar es panfletario entonces lo mío tiene que ser por fuerza panfletario. Es más hasta podría ser un plagio de un plagio si todos cagamos a la fuerza cuando uno nuevo cague otra vez por fatalidad, dirán: ¡Ha cagado! ¡Es plagio! ¡Es plagio! Por eso no tengo verdadera preocupación sobre que es lo que esta bien o que es lo que está mal. La autonomía del arte ha apestado muchas veces pero cuando se convirtió si se quiere en deber nos libero de tener que chuparle el culo a todos, todo el tiempo de aquí y siempre, por la gloria de no sabemos quien.

P50- Pero usted ha hecho del chupar de culo una cosa recurrente.

BLO- Mire eso es muy cierto y quizás sepa cierre con mi posición anterior. No se si esta bien o esta mal chupar un par de culos, quizás cientos de culos pero siempre y cuando que se sepa que no es por mera obediencia o temor. La cosa debe tener algún peso, alguno por mínimo que sea. La cultura puede ser buena o mala, puede que la quieran salvar o matar, da igual es una actividad tan ociosa como producir dinero.

P50- Muchos temas forman parte de su obra el Tajo, o me equivoco.

BLO- Alguna vez tendremos que crecer. Pero supongo que sí. El tajo es un tema tan sencillo y recurrente sobre la “hipocresía”. Una cosa muy pero muy necesaria pero que como toda enfermedad congénita y degenerativa termina ni siquiera siendo eso sino una excusa más y más fabricada para hacer muchas otras cosas. Las peleas como sabe son infinitas sin mediar palabras.

P50- Entonces la primera escena tiene mucho peso, ¿no?

BLO-  Claro que sí la idea tan básica y simple de mostrar una vagina es mucho más consecuente que cualquier otra cosa. La idea es clara, no se trata de un recuerdo de un feminismo de ninguna clase, ni tampoco de un machismo de alguna que otra cosa clase. Es curioso si se lo piensa pero cada uno de los símbolos para el poder, el poder ritual tiene que ver con el mostrar u ocultar ciertos objetos que suelen poner en duda nuestras ideas preconcebidas. La idea de acumular vírgenes como si fueran un ahorro para la posteridad es sin duda algo que nos queda a medio camino. Es el poder reverencial que le damos a nuestras contradicciones, la que por ejemplo hace que castiguemos a la mujer adúltera sin pensarlo dos veces. Lo cual es parte de una imbecilidad galopante, en realidad si nos ajustásemos a los hechos la sociedad desea maximizar todo lo que dispone. Entonces la contradicción, la propiedad de las personas es todo un discurso y se termina defendiendo como tal. La idea es casi como la de la esclavitud y no hay que andarle con vueltas.

P50- ¿Usted se encuentra revindicando a la humanidad?

BLO- No mucho menos, el tajo es la idea de cómo se van desesperando las personas a medida que ven que eso que les impone su atención se les vuelve completamente fugaz. Se trata ante todo de una oda a la injusticia de lo que podríamos llamar “nuestro actual orden” pero con la seguridad de que ese orden o el que venga después no terminará por ser un orden completamente justo. Es un deber casi moral si se quiere en la mera contemplación aceptar esto, la sociedad mejor es la que creemos mejor no mucho más. Lejos esta del relativismo pero más lejos está de la idea de progreso, una cosa es creer y otra cosa es imponer las creencias que se puede sin duda pero no lograr nunca el mismo efecto.

P50- ¿Hasta cuando considera que lo suyo tiene una justificación?

BLO- Tenga o no tenga justificación da igual. No se trata de ir tan lejos. Se trata de ver como las ideas que hemos hecho de nosotros mismos no son más que eso ideas. Si se fija la película que no es tal vez lo mejor de lo mejor. Muestra que no importa si se envuelve a una mujer como un matahambre para protegerla del mundo o si se la muestra como una pieza de mercado en una carnicería se le esta diciendo a la mujer: “Sé esto o no seas nada”. El no seas nada es parte de cómo la mismas sociedades matan a sus mujeres por no ser lo que deben ser. No es tan complejo, y todo ¿por qué? Porque solo unos deben desear y otros no. Los que no pueden desear si desean se mueren y si no se dejan desear se mueren. El castigo público más grande es que la sociedad no las defienda por completo. Como siempre sin embargo si se dispone de dinero se pasa una vida mejor. Pero en los otros casos muchas veces solo queda esclavitud o muerte.

P50- ¿Entonces por que no buscar ese directo rechazo del espectador?

BLO- Las metáforas que asquean, los platos rebosantes de mierda, los besos cargados de mierda, la mierda como crema humectante lo que hace es que el mundo quede medio comprometido con la fantasía. Por más que pudiese haber gente que hiciese tal o cual cosa que se diga que es terrible genera muchas veces el efecto contrario, la mierda ritualizada, la sangre ritualizada, mucha liturgia, mucha parsimonia, mucho ceremonial y protocolo la cuestión es otra. Las sociedades son más interesantes por lo que no se pueden resistir, y justamente por eso la idea del tajo. De las personas que miran por esa ventana en los primeros momentos esa mujer abierta de piernas en una ventana tal cual si nadie la viera, y ese tal cual si nadie la viera, aunque era obvio fácil de ver es una metáfora sobre la corrupción, la guita fácil, el olvidarse de la droga cuando llegan los problemas y cualquier cosa que venga.

P50- ¿No se trata de reformar a la sociedad?

BLO- No para nada en absoluto. No se trata de ir a ver a las putas ni a las vírgenes ni a las mujeres ni a nada de estas cosas. Se trata de ver como la sociedad no se mueve por dioses ni por fuerzas misteriosas sino por deseos reales y concretos, dejando de lado de una vez esa mística idea del amor, la paz y quién sabe qué más. Por lo menos esta es la sociedad que hemos vivido en la mayor parte de la historia nos guste pensarlo o no. Tan sencillo, el hambre se sacia con alimento por muchas otras “necesidades” a medidas que se hacen más complejas no se sacian con nada y así el mundo se hace más violento y complejo. No podemos esperar que ello nos de razones superiores. Tal vez suene conservador, como “podríamos” creerlo después de todo es toda una duda. Nadie sabe ni la más puta idea remota del futuro. Sólo tenemos ofendidos e indignados de todas las tendencias y los colores ideológicos.

P50- ¿Dónde se hallan las contradicciones?

BLO- La principal sin ser un “apóstol” no es ni más ni menos en que si lo pensamos un poco, la vida la que llevamos se nos hace compleja de cambiar. La gente se queda esperando al que el sistema se resuelva por sí mismo. Nuestro hedonismo suele poder más que las grandes y bellas consignas que nos pregonan. Aunque en cada rincón a media luz se halla alguien con pretexto para un cambio y para una revolución. La cuestión se vuelve casi religiosa después de todo cuando los poderes de la tierra parecen casi intactos. Y es cierto puede que los humanistas sean muy miserables porque denuncien lo que creen las peores condiciones de vida, eso hay que tenerlo en cuenta pero los que mandan a que se matan no sabemos cuanto desde un lugar que nadie los escucha en nombre de una revolución mundial que van a conocer por Internet no están o no estamos mejor. Si no podemos cambiar las cosas aquí, ¿para qué tanta insistencia con los lugares lejanos?

P50- Mientras tanto ¿qué se hace?

BLO- Ni más ni menos que pedirle a la historia, la cual es una interpretación se nos rebele con hechos mágicos, con hechos espectrales que nos lleven a una revelación. Para que al final, lo que se considera reaccionario triunfe, pero en todo caso, no es meramente reaccionario es la propia fuerza de reproducción del sistema la cual no cae, la cual ha cumplido su objetivo educativo. La idea de un progreso, la idea que después de todo lacanianamente hablando se espera un “Amo” porque se espera algún día serlo. Sin saber cuán dramático puede ser esto. Si entiendo que las críticas desde la izquierda cerradas, cada vez en la interpretación en la liturgia ha llevado a muchos anquilosamientos poco útiles. La revolución o se dio ni Alemania ni en Inglaterra, luego en su mudanza hacia Estados Unidos, triunfo sobre el capitalismo de estado soviético (cosa que se denuncia mucho hoy) como si tal derrota fuese moral, y al fin hoy los gigantes asiáticos surgen por la belleza de la superexplotación. Si alguien quiere entender esto no necesita demasiado. Necesita pensar que “ojala” sean rescatados, porque sino la cuestión a un debate entre la evolución espontánea de la clase obrera y no se que otra cuestión hasta conocer un bello ramillete de cuestiones insolubles.

P50- ¿Se puede escapar a esta dimensión?

BLO- La respuesta es no. Estamos constituidos de esta manera, hay una buena tendencia a intelectualizarlo todo. Parte de una sociedad que cree que la técnica lo es todo. Por esto y solamente por eso, mientras más perfectas son las imágenes de la evolución social  menos componente movilizador proponen. La idea de la “Utopía del paraíso proletario” tenía un fin muy concreto poder morir en paz, en ese sentido no tiene otro fin más que darle ese componente trascendente que el mundo no tiene, como la bella chiquilinada capitalista donde se dice que el mundo porque sí tiene que estar mejor. Estas burdas creaciones fueron parte del mundo moderno, y si la post-modernidad es reaccionaria, habrá que ver el cómo del cambio. Las ocupaciones de casas en Irlanda por ejemplo hoy en día, tratan de ver la justicia de la ley y la “maldad” de los desahucios. Puede que tengan una finalidad de negociación pero lejos están de alterar la propiedad privada. Lo curioso es que de países vertidos a servicios y contratos pocas fábricas hay por expropiar. De empresas que hacen servicios financieros pocas cosas quedan en manos de los trabajadores por medio de la expropiación. Igual es claro que mi escasa profundidad del tema es casi nula. Después de todo, “nuestras costumbres” y esa necesidad metafísica de la sociedad horizontal va tener más herramientas para arreglarse contra el futuro incierto es un “acto de fe”  ni más ni menos.

P50- ¿Alguna reflexión final?

BLO- La verdad es que casi nada, uno se queda un poco asqueado nomás. Pero sin duda que hay una referencia bastante buena a un par de ideas. Primero la idea de que la mujer sea integrada al campo laboral ha sido una conquista a medias como lo es el voto. Muchas veces lo que vemos es lo que podemos apreciar en otras sociedades que un poco menos patriarcales, las mujeres de clases altas, las mujeres ricas son mucho más independientes que sus compañeras. A medida que vamos hacia abajo donde las costumbres son más antiguas, y a la vez más pauperizadas, la violencia aparece y esta justificada. El barniz religioso de este chantaje moral además tiene un cierto peso innegable en la imagen de “buena mujer, esposa y madre”. Lo cual es solo una muestra más de cómo se puede seguir explotando, y a la que no le guste morirá pasionalmente, será tratada por proxenetas amigos del poder o simplemente será asesinada porque sí. En el final de la cuestión queda saber si realmente tiene sentido creer que es simplemente parte de ver o no ver la barbarie y la violencia con la que nos manejamos. Muchas veces, es todo una cuestión de poder y de perversión sexual. ¿Para qué negarlo? ¿Para vernos mejor como especie? ¿Para decir que hemos progresado? ¿Cómo vamos a poder mejorar si nos desvivimos por estas cosas? Las pasiones de los griegos siguen hoy tan iguales que hace dos mil años, que la gente crea que se esta inventando algo nuevo es parte de un sistema que se tiene que repetir imitando falsamente a la naturaleza como las estaciones.

Finalmente se tiene la idea terminada de lo que se quiere transmitir, Braulio Libero Ortiz no necesita de grandes metáforas para decir lo que quiere decir, no es como el relato Borgeano donde los dos gauchos se amigan después de haber matado a la mujer esa que los volvía violentos uno contra el otro. Esa cuestión de que matar a la mujer resuelve el problema es parte de una idea enfermiza de una sociedad que sigue en plena intención falo céntrica y que sin culpa avanza en ese sentido. Como la democracia del siglo XIX esta agotada de igual manera la idea de la liberta de las mujeres como incluidas en la sociedad burguesa de principios de siglo pasado se ha agotado y ahora queda el bello cadáver. Ya sea que se critique desde las clases o desde la idea del propio goce lo que queda claro es que sin lugar a dudas ya no hay más espacio para muchas esperanzas. Vencen las costumbres la gente cree que la libertad ha llegado al fin y todos los que se opones muchas veces terminan en romanticismos reales en delirios de toda clase y en otros en cuerdas verdades que son etiquetadas dentro del mismo conjunto y que terminan siendo congregadas en las misma bella sociedad.

La película muestra como el mundo del porno y del sexo no tiene nada que se aleje al resto de la sociedad. La sociedad se lee con los ojos con los que fuimos educados no importa cuanta carne haya al asador. Lo que ocurre después de todo es que el juicio de valor termina siendo ambiguo y no resuelve demasiado. Esta cuestión también es parte de la cultura argentina y termina en creaciones bellas como el “Chori-pete”. Sin necesidad de ser justicieros, la sorna y el cuento casi predigerido de la prostitución es parte del mundo desde su origen y en vez hoy de llamarse prostitución sagrada, es parte de la prostitución mediática que siempre nos tiene en vilo para bien o para mal.