No hay que mentir, miles de grandes pensadores amateurs existen; personas que por alguna causa en realidad no se les ocurrió que la forma cabal de vivir de la filosofía pero que han desarrollado sus especulaciones aberrantes. Estas suelen estar sólo relacionadas con cuestiones delirantes y con poca fundamentación. Pese a todo eso puede que ellos sean los grandes consumidores extraoficiales de filosofía. No serán las grandes luminarias pero son los que hacen más generosa las tiradas de las editoriales.
La pregunta que debemos hacernos, ¿por qué nace? Nace como toda cosa que nace por la mitad por una necesidad que no se a cumplir del todo o por una actividad que se toma poco seriamente. En esto se ve la diferencia entre el escritor de pocas pulgas y el filósofo de bar. El segundo se supedita a su lugar, el primero escribe cosas que poco tienen que ver con la realidad tal cual y sabe que los que lo lean lo juzgaran por eso. Es decir le dirán que es un reaccionario.
Nada parece salvarnos de este destino cruel. Tenemos el deber y el privilegio de saber que miles de estos pensadores que nada publican se enfrascan como en los antiguos tiempos en discusiones filosóficas ya resueltas. Yo lo he hecho varias veces, lo bueno de una serie de conocimientos que no solo no progresa sino que además carecen de utilidad. Si por eso nos diésemos por vencidos la existencia del filósofo de bar se reduciría a la nada. Lo importante es que esta clase de personas tienen el ocio incomodo que asola a nuestro mundo moderno, no es otra cosa. Parecen que se han inmunizado a las formas más comunes de diversión o son muy feos por lo que la diversión lo esquiva o son borrachos con muchas horas de lectura.
Si examinamos lo orígenes de la disciplina esta era la verdad, el primero grande de occidente era feo y borracho aunque siempre con mesura y resulto que este hombre feísmo condenado a muerte inauguró ese método por le cual occidente dice que aún busca la verdad. Para mi solo es parte de la gran farsa que hemos vivido desde que sospechamos de todo y menos mal que es así. Estamos hartos de los maestros pese a que por lo se ve no sabemos hacer otra cosa que ser alumnos. Por eso y por tantas otras cosas, los nuevos pensadores o son repetidores y compiladores compulsivos, es decir para nada inocentes. Si por todo eso la casta de los intelectuales amateurs está condenada desde que fuimos realistas y pedimos lo imposible, porque esta es la tierra soberana de la libertad y el terrorismo. Los intelectuales de supermercado esos que escriben para lo que pasa hoy o dicen cosas harto sabidas parecen que pueden hacer grandes libros por buenas editoriales. Eso es igual que acostarse con el diablo (cuando se es creyente). Esto no era común en el Río de la Plata nuestra intelectualidad era un club de barrio sino miren la brutalidad de Sarmiento y comprenderán a lo que me refiero. Lo importante es que la gente esta los que son de los bares y todas esas hierbas no está en vano. Tienen su función ser lo únicos que digieren esas piedras que tiran desde arriba. ¡Pensar que el iluminismo nos dijo que sería la tierra de la razón! Ninguno de ellos pensó en el televisor y en las miles de grandes cosas que se han hecho.
Ellos no eran tan demócratas como nosotros, y tampoco eran tan totalitarios. Tenían esa suerte de vieja burguesía pretenciosa que despacha impunemente. ¿Nosotros hoy hacemos eso? Sí lo hacemos, como dije esta es la crónica del terrible nacimiento del filosofo de bar. Esa cosa que parece ser el paria del mundo del pensamiento, ya que depende mínimamente de la acreditación para ser considerado un docto.
Sí por algo las ciencias humanas amigos se suelen tirar a la basura, ¿saben? No produciremos valiosos productivos, el potencial de la imaginación aquí es contra producente va en contra de la “bestia rubia” de Nietzsche. Esa manera en que Nietzsche gran filosofo de bar si hubiese sido más sociable (cosa que no pasaba por sus enfermedades y otras cosas) podría haber entendido. La mayoría de la gente que lo valora a él tal cual él dice las cosas esta en la calle. Los demás ya lo han interpretado y destrozado para hacerlo uno de los muertos más de la historia de la filosofía. ¿Quién gano? La bestia rubia, la cual no tuvo para nada de suerte en el continente europeo, otro error garrafal alemán y no lo decimos nosotros los mediocres sino la gran historia de los vencedores. Los civilizadores se cayeron muy rápido, la cultura estaba en crisis producto hacer mierda todas las demás cultura. ¿No es genial? Por eso el filosofo de bar puede decir estas cosas pero no cambiará el mundo, si las dice es porque no tiene seriedad, no se quemó las pestañas leyendo los mea culpas de Occidente. No le intereso, es la plebe que todo lo devora, la plebe literaria, la plebe que escribe, la chusma con ideas.
Por nuestra parte nosotros tenemos los blogs y todas esas series de sortilegios desde allí pensamos lo que queremos lo cual es gratis. No somos profundos. No tenemos esas ideas que pueden merecer un premio de una casta intelectual. No tenemos ese gusto por la sutileza seguimos los pasos de Sarmiento, escribimos con la tinta fluyendo pero cosas que no cambiarán el mundo. Como mucho acompañamos con nuestras estridencias desde lejos lo que parece ser una tormenta que nos envuelve.
Una cosa por ejemplo que la filosofía oficial se olvida es el papel del hombre como tal, si ese que no vale un corno, ese que tiene inquietudes quizá más parecidas a las suyas. Esto es lo cierto, el filósofo de bar no esta pensando en nada mucho más lejano (siempre y cuando no sea pretencioso). La crónica de su existencia es parte de todo lo que a los otros les pasa. No habla de los grandes sistemas y no hace el eco crítico al poder. Por algo la intelectualidad esta separada de la gente común, no es funcional al sistema. Todo ese pensar es enemigo y no debe ser por poco, la “responsabilidad” que se les ha quitado a las personas es un regalo que el poder con mucha amabilidad ha hecho sobre la masa.
La idiotez mediática tiene su contra punto en esos átomos de pensamientos que no refractan y su justificación es la misma que la “mala onda”. Así hemos conquistado la cima, somos unos grandes, nos sentamos sobre la pila de mierda. La reflexión final si esto tiene capacidad de reflexión es que las cosas que pasan a este grupo de personas que piensan al pedo es esa sensación. ¿Para qué pensar? Si la gente se jacta en no hacerlo.
Somos como la secta de los cristianos, ¿llegaremos un día al poder? Consumo sinónimo de idiotas, a que no suponen… ¿cómo termina? No importa son idiotas.
Comentarios
Publicar un comentario