82- Don´t Try.

La sinceridad es un pecado. La vida es una circunstancia que la gente no suele elegir. Por algo estamos como estamos. Uno va abriendo los envoltorio, llega consume y se va, cosas y personas dan lo mismo. Todo es una suerte de baile eterno y agitado, el cual nunca se detiene. Una vez me preguntaron; ¿Qué es esto de la literatura?

Yo que no soy ni estudiante de Literatura, dije que no tenía idea, si pasaba; pasaba si no pasaba no pasaba. Siempre se cae en las cosas inútiles de todas clases. El encierro nunca he hecho bien a la gente quizá por eso el hecho de pasarse en la propia casa escribiendo historia puede enfermar a la gente más de lo que se supone. Uno se va quedando sin vida pero no sin cosas que narrar por algo se sigue escribiendo, quizá nunca más veloz que en estos años de fabulosos best-sellers. Claro, la gente que no tiene ni trabajo (porque no quiere tenerlo) no es acreedora de tal distinción.  Pero bueno, supongamos que escribir mal es un trabajo, no intentarías enmendarte. No esperarías que te fuera mejor, cada uno hace de estas letras lo que quiere. Por eso el puterío sideral de toda la actividad literaria. Como un gran fracasado vital, puedo decir que si la literatura es la vida, seguro que esto va a ser un fracaso. Siempre cuando a uno le dicen las cosas le salen mal, lo peor es tener un amorío con una cantante muda o una bailarina lisiada pero son los gajes del oficio. Las maneras en que la gente dice que haces las cosas mal. Coges mal, vivís mal, cagás mal. No intentes pensarlo de otra manera. De eso se trata pero acá viene el intento.

Cuenta la no leyenda que un día que era de noche un paranoico iba por las calles aunque efectivamente caminaba por la vereda. Entre tanta aclaración se pierde la magia de los textos como si las palabras sobrasen. A lo que podríamos decir que sí, la literatura es un conjunto de cosas que sobran porque su realidad es la anécdota. Mientras se camina se puede ver que todo lo que pasa por ahí no es lo que uno quiere. Si lo quisiese sería una suerte de mimo; esos que Capusotto hace parecer homosexuales por su irrelevancia. Claro que como siempre no nos podemos jugar demasiado por los argumentos de esa clase. Lo importante es que narrar el caminar puede ser de lo más aburrido por eso la suerte de comentarios que nada tiene que ver. Es parte del estilo del autor. Digamos, siempre se puede ver algo, una mujer interesante la cual no te va prestar atención. Una mujer que te mira porque esta con su novio y no sabemos si es virtud nuestra la de estar solos o es que el tipo se ha vuelto inanguantable. La moral siempre es complicada hasta la vejez claro, donde la senilidad si lo hace posible afloja un poco los goznes.

La irrelevancia es parte de la vida. La verdadera irrelevancia. Uno siempre puede que encuentre gente por ejemplo que lo quiera asaltar. Esto es parte de la vida, no porque uno valga la pena sino por el hecho que pasó por ahí. Uno es bendecido por el ladrón que quizás si lo mata lo lleva al cielo sin escalas. Esto sin embargo es parte de la paranoia cotidiana. Paranoia que ha evolucionado desde una fantasía macabra a una desesperación patética. Parte de la soledad de la gente con malas tendencias masturbatorias o que lleva el delirio religioso-sexual-consumista al paroxismo. Tengo la teoría de que son más de los que parecen. Las masas de la ciudad no son por ello menores. Si lo fueran sería un alivio para los atormentados.

Uno va aprendiendo que lo que lleva es lo que es. Uno es lo que puede portar, bien burguesmente. Así a uno lo ven como una colección de cosas desde la genética hasta el alma mortal. Cosas de la vida como tirarse un pedo en medio de una ventisca o gritar en medio de una cancha. Una suma de cosas que se basan en un modo de producir que se ha estancado, el mundo sin ideales es parte de una cultura que no se puede pedir una revolución. Anquilosada ríe de lo que no puede superar.

El sueño de la orgía en la propia casa diariamente hay que empezarlo a dejar de lado. También la idea de una gran mujer (es decir una muy bella) te va seguir como perro. Todas esas compensaciones malversadas sólo demuestran las carencias que tiene el mundo de hoy. No esperemos que las tetas viejas decadentes nos den ese aire que nos falta. Hablo de tetas viejas más famosas que un francés usaba hace ya un buen tiempo para reflejar que el desagotar no siempre tiene rasgos de liberación personal. Algo así como si la gente se sintiera orgullosa por cagar. Aunque eso no pasa. O por cagar sin olor, utopías raras. Cosas que sin embargo se han pensado de la forma más inútil, lo que se conoce comúnmente como vanidad.

Pero no me arrepiento de ser un izquierdista fracasado, una especie de socialdemócrata castrado a todos los niveles. Defiendo los que son como yo, es parte de la manera en que me veo. Desde los pelos hasta las bolas sin excusas. Sí es parte de nuestra vida que nos tilde de inoperantes por no llevar la violencia en la sangre. Hay que reconocerlo si es necesario hay que prender fuego casi todo para que se pueda volver a construir. Sin embargo esta es una época de dudas, una época de demasiado suspicacia. Hay mucho cientificismo, mucho valor agregado, mucha especulación, mucho beso con dudas.

Los que no son besado o al menos, escupidos. No necesitan lavar sus caras, no se trata de amor sino de sexo tranquilo y sin publicidad. Gente que se aparee sin buscar excusas. No intentemos hacer cosas de tristes materiales, no juzguemos las cosas en formas extrañas. Nosotros estamos del lado pobre del mundo, nuestra manera de ser se supone es la seguir. Poco importa que ellos los que estén afuera compren nuestras ideas, las vendan las usen y las tiren. Somos lo exótico, un día veremos como el mismo Brasil esa cosa que parecía inconmensurable fue domado mediante Nike y quien sabe que más. Los burgueses hacen la historia cuando ganan y cuando pierden esperan, borran la historia y escriben lo que se les canta. Lo sé todos los sabemos callamos porque nos dicen que hay que callar cobardía.

Parece que el hombre no aprende a vivir con el sudor de su frente. Es la mala idea de tener que portar un pecado original antes de haber hecho algo realmente grave. Muchos genocidas han tenido más suerte que Caín yo no tengo idea de porque. Sí puedo saber una realidad, la realidad de los que piensan de una manera incorrecta. Borroneando una y otra vez, la cara sonriente de la juventud, una juventud de nuevos decadentes.

Los dueños te matan o te compran. El televisor manda. No es tan grave, la vida se ve linda en televisión. La existencia ajena debería compensar la nuestra, después se hablaba de lo absurdo de la religión. El culto al rico hace que me quiera preguntar, ¿esta bien o esta mal? Desde el norte, la arcada dice que se puede criticar a los maricas, a los de izquierda, a los taxidermistas, a los musulmanes a cualquiera. Ellos mismos necesitan sangre para sus autos, y cuando no la necesitan harán lo que hacen siempre. Se lavarán las manos.

Sí es la manera en que las nuevas doctrinas infectan a las viejas. Supongamos que con mala intención. El pueblo la gente que teme no vive, no hablo de criminales de ningún bando. Hablo de unas vidas entrecortadas. La humanidad idea generosa pero llena de fantasmas parece siempre ser la excusa para no hacer nada. La verdadera excusa para no hacer nada. Jamás las letras cambian esas cosas aunque debe vez en cuando arruinan la vida de algunos que otros vampiros adolescentes de clase media alta.

Claro que esta es la suerte de todos los guerrilleros o la mala gente. Mala gente que fue sacada a patadas durante todo el siglo XX. Así cualquiera pierde. Pierden porque luchan contra Dios, los dueños de las tierras, gente profesional que dedica a matar y quien sabe que más. Porque si algo he visto en mis paseos paranoicos por las ciudades es que el ganado que muere en las ciudades es muy extraño pero es civil. Las bombas caen sobre gente, gente que no suele estar armada. Claro es gente y por tanto es historia. Historia en silencio. La guerra del privilegio la termino ganando fue una suerte de cosecha selectiva. Así viven los mejores. Recordemos siempre esas lecciones que vienen entre barrotes.

Es verdad cuando un burgués se pudrió la sangre puede ser que se haga molesto. Son perros terribles, los intelectuales con pulgas revolucionarias que mueren en editoriales. El pensar es un arma. Entonces se desarma del pensar, se entregan pistolas, luego se dice que se maten entre ellos, la obra ya esta hecha.

Muchas veces es el ruido el que atonta. El ruido del emisor que dice mil veces las mismas cosas y sabe que no va a perder. No tiene nada que perder. Claro que es asunto de paranoicos. Nadie sabe que pensar, entonces que piensen los otros. Los “otros”, personas que saben que alguien tiene que hacerlo. Hay que llenar los espacios, las cosas parecen repletas. Parecen cubiertas, terminadas. Suenan como tales, parecen a su manera una verdad. Claro eso aburre al arte, lo hace panfleto, lo haca “político”, lo llena de mierda. La metáfora tiene que ser el refugio del intelectual impotente ante la vida. La fuerza esta en la empresa no en la idea.

Los dominadores de traje, los otros de lo que puedan. Iguales, iguales entre todos por no tener, llenos de ego, pretendientes del poder. Llenan plazas, llenan discusiones. El poder no concede, ajusta, negocia incluso regala. Pero no dialoga. El uno no puede contra el Estado, atados de pies y manos, se muere o se vive. Se piensa en parte que ese el destino del hombre vivir en ese contexto. Parte de una manera de existir. Claro suele escribir el cobarde, suele pensar en mal pensado. Porque esta clase de cosas son parte de un “exceso de pensamiento” cosa que como alguna vez se nos ha dicho no esta presente en la clase trabajadora. La gente útil de todas clases es predecible sin duda que lo es. Si no lo fuera no la usarían. Argumentos rencorosos.

Pero bueno; es una noche paranoica como siempre. Llena de vacíos. Los pensamientos se hacen irrelevantes frente a la publicidad, suelen estar cargados de esa suerte de desgracia. No obstante el arte es provocar. No puede existir un arte hedonístico si no tiene por lo menos la cafeína suficiente para verse como conflictivo, la bandera no flamea sin viento, ideas sin pasión tampoco valen. No vendamos cosas sin sentido. Hay causas por hacer mientras se puedan tener ideas.

Claro esto hace parecer que los que piensan estas cosas están incorrectos. No sabremos por qué. Lo que si podremos saber es que estamos destinados a vivir entre las sombras o a surgir. Es parte de esa agitación que suele existir siempre que se escriba por algo. Además de llenar el tiempo en todas sus formas en un intento de captar cosas que realmente no existen.