Estas anotaciones son informales pero pueden servir para
esclarecer algunas de las potencialidades ocultas detrás de ciertas relaciones
sociales que no se excluyen sino que se superponen de cara a lo que ha sido ni
más ni menos que la “judicialización de
la ley de medios”. Primero de todo, entender que hay un cierta pelea legal
y técnica que por más que se quiera disfrazar de otra cosa se va en medio de
instituciones por lo que en realidad, decir que hay o que no hay superposición
de poderes el argumento que Clarín usa para duplicar su idea “republicana” que
hay dos órdenes y que en caso de ser perjudicada una persona, esta debería ser
tratada de acuerdo a normativas que la respetasen como una minoría. Es decir
dicen ser una parte muy pequeña, se equiparan falsamente a lo que fueron
siempre medios alternativos que si pueden ser criminalizados e incluso “desaparecidos” si se oponen a los
poderes de turno de cualquier lugar.
A lo que vamos es que, ciertamente Clarín combina la idea de
la liberta de prensa, la libertad expresión y una contradictoria manera de
entender la estatalidad, la cual sólo es indulgente con el grupo y con nadie
más. Es decir, si valen las extensiones de las licencias de antes de la Ley de Medios, no tiene
sentido hablar de discrecionalidad a cualquier otro nivel. Es decir, estarían
negando, a) el valor de los cambios y la discusión parlamentaria, b) el reclamo
de otros particulares en caso de que ese mercado en medio del monopolio no
pudiera tener más competidores; c) volverían a dar por sentado que ellos deseaban
un ejecutivo todo poderoso mientras que mantuviera sus posiciones de privilegio
es decir que la cuestión sobre superpoderes, y la “independencia judicial” sólo
sirven para defenderse. Ni siquiera sirven para otras empresas.
Tomando en cuenta estos principios, se puede decir dos
cosas, a) el Grupo Clarín no quiere que desaparezca la corrupción, sólo quiere
el monopolio de su denuncia, ya que le cuesta demasiado justificar
históricamente su propia historia cómo llego a ser monopolio, ya se Papel Prensa,
la venta de canales de aire, servicios de cable, prestaciones de Internet, etc.
b) Sólo se ampara en su reclamo versus otros oligopolios y no le interesa salir
en defensa de otra cosa que no sea su porción de mercado, lo cual desde el
punto de vista comercial, si creemos en la competencia debería ser imposible.
Es decir, Clarín podría ser simplemente ejecutado más que nada como lo fue ITT
por la ganancia extraordinaria a lo largo de los años y los prejuicioso que eso
ocasionó en el bolsillo de los argentinos al no haber más competencia. Gracioso
además para tener en cuenta cuando se defiende que la propiedad de los canales
sea de grupos nacionales, no así sus contenidos, no así la validez que tuvo
durante la época del 90 la extranjerización de la economía. “YPF” parecía ser
menos afrenta a la soberanía y al funcionamiento del país que el Grupo Clarín,
el cual sigue operando y manejándose en los términos abusivos que se federaron
de la mayoría de los monopolios estatales post-dictadura. Esto es nacionalizar
las deudas y privatizar las ganancias. Clarín simplemente disfruto de la
ausencia de competidores importantes en la dictadura y en la democracia.
Otros argumentos interesantes:
A) Solamente
el estado puede dar garantías legales a los canales, diarios, y radios sin
fines de lucro. Ya que como vemos los medios comerciales constantemente, coptan
o quitan espacios a los medios alternativos por medio de todo tipo de
prestaciones, desde descuentos para sus clientes en otros bienes, hasta formas
de distribución, convenios, y ventajas para los que venden los diarios que
jamás las podrían recibir de los independientes.
B) Los
mercados en general están siendo regulados en la gestión kirchnerista, el de
medios como mercado no es distinto de los demás, no hay especial que diga eso,
y fundamentalmente eso fue lo que hizo de Clarín, un multimedios y una empresa
que libremente cotizo en bolsa local y la de Nueva York sin ningún prejuicio.
Podríamos decir en síntesis, que ellos como grupo piden lo mismo que aquellos
que pedían el fin de las retenciones una renta extraordinaria sólo que en vez
de la riqueza de la tierra, en la posibilidad de acumular licencias, las cuales
nada tienen que ver con la producción de contenidos. No es que hay más
contenidos que radios, o más novelas que canales de televisión o más películas
que cines. Por el contrario, lo estrecho del mercado actual tiende a la renta y
no a la producción. Las productoras al estilo Cuatro Cabezas o Ideas del Sur,
sólo tuvieron que medirse entre ellas y obtener dinero a partir de la cuota de
un mercado bastante reducido. El cable que es una cuota y se vende con un
servicio de lógica distinta no tiene nada que ver con la TV abierta. La única manera en
que creaos que todos los canales están en igualdad sería suponer un mercado
perfecto donde todos tienen cable y la misma grilla. Donde todos los diarios
llegan a todo el país, y donde todas las radios tienen la misma potencia, lo
cual es falso y más falso es todavía con la Internet donde los grandes medios vuelven a
repetir sus programas sumando así más hora de contenidos de sus contenidos
muchas veces de manera gratuita. Nadie impide ver cien veces Periodismo para
Todos para memorizarlo.
C) ¿Por
qué ahora Clarín? Se puede responder de la misma manera en que paso con Aguas
Argentinas o pasa con la mayoría de las licencias, permisos, y empresas que son
bienes públicos y están en manos de privados. El Estado re-define
constantemente la definición de bien público, para eso hay debate político. Si
la noción de bien público cambia, eso fue la “Ley de Medios Audiovisuales” es
obvio que defender ese bien público es hacer que esos servicios se adapten.
Como fue ley en su momento privatizarlos y revendió tan bien. Ya que en ese
momento se decía que el bien público como tal para que fuese mejor tenía que
estar en manos de privados y el estado y los medios alternativos no tenían
básicamente mucha razón de ser. Es decir, que lo que vale para los 90´ vale
para hoy, la propia historia de la concentración de medios en la óptica de
capitalismo de amigos puede ser tomado en contra. Clarín podría poner más
radios sin fines de lucro habría que ver si le interesa, o si esta interesada
en reconvertirse para ser una empresa de otra clase que con nuevos mercados y
negocios prestase servicios donde aún no hay competidores. Lo cual en su
momento hizo con ganancia extraordinaria. Es más podría ser su futuro. Quizás
en parte lo sea en Internet, pero no en el canal de televisión, diario y
revisto. ¿Por qué Clarín no se quiere modernizar? Básicamente porque pierde su
público cautivo y no sabemos si están competitivo como dice ser, y si realmente
es capaz de reinventarse para ser visto por “todos los argentinos” cuando tenga que competir en otras
condiciones. Muchos grandes medios
justamente han nacido con la crisis de otros medios tradicionales y eso fue lo
que pasó con el diario “Crítica” hoy desaparecido, durante el gobierno de Justo
creció a la par de una serie de dificultades que tuvieron los diarios
tradicionales de distribución, tamaño y tipo de noticia. En este sentido Clarín
suele atacar a Perfil en parte porque sabe que su diario toma una parte de sus
tradicionales clientes. Es decir, no es sólo la pauta oficial lo que perjudica
a Perfil sino que dentro del mismo mercado, Clarín hace lo imposible para mantener
a su “socio” La Nación
adentro y a Perfil afuera. Clarín hasta muy poco en defender a Perfil, el cual
sin ley de medios la pasa peor tanto con el gobierno kirchnerista como sin él,
es decir, Clarín actúa de Lobby para atrapar a todos los privados y la mayor
parte de la publicidad pública con la idea de que sino será el opositor
declarado del gobierno que sea. No puede haber diarios “privados” de ninguna
clase de oficialismo (PRO, K, FAP, el que sea) ya que Clarín hace Dumping,
saturando el mercado para que ningún diario pueda ser competitivo en franjas
chicas. El público de Clarín es capturado por la cintura del tamaño del mismo
multimedios. Los otros medios no saben si temer más Clarín o al Estado, temen
más al “Estado” porque saben que Clarín en teoría no debería ir contra ellos
pero de eso no podemos estar seguros. Lo que sí sabemos es que este amparo
irónicamente sólo fue para Clarín y que este no funciona como un Paladín ya que
sólo espera salvarse él. A decir verdad, entendiendo un poco, Pierri y
Magnetto, Mitre y compañía, primero son empresarios, nadie dice que no se
pueden cartelizar, de hecho lo hacen. Lo que ocurre es que Clarín es el socio
más grande del cartel y por lo tanto el que más tiene que perder. Nadie impide
que con esta concentración Clarín no sea funcional a cualquier gobierno, “La Independencia sin
precio” es algo que Clarín justamente viola en la dictadura y de lo cual
justamente no puede volver. La ley de medios en suma no nos puede dejar mucho
peor de lo que estamos si hasta antes de la Ley empresarios como Telefónica y Hadad no eran
el enemigo sino que eran sanos rivales en el mercado libre.
Comentarios
Publicar un comentario