Análisis de la Opinión Pública ,
Sobre qué pensar versus qué pensar:
Luego de sucesivas semanas de observación de la Opinión Pública especialmente
entre Pagina 12 y el Diario Perfil se pueden sacar algunas conclusiones que no
son menores. La gran división que en Estados Unidos parece revestir gran
importancia tiene por primer lugar un verdadero eje más sutil que es un reparto
de los medios de acuerdo al bipartidismo.
En Argentina esto no se ve porque se trata de una pelea
clara de gobierno y oposición donde los medios son la “Oposición” por
excelencia, esto se ve desde el fin del gobierno de Illia y el principio del
Golpe de Onganía. Hay torpeza en este sentido en no pensar que no se trata
simplemente de un tema en particular, pensar que la Opinión Pública en Argentina es
simplemente Agenda Setting como un proceso de simplificación, supone al menos
una estabilidad institucional que no se da en nuestro país, cuando se lo piensa
rápidamente se puede partir sobre una serie de crisis todas que tuvieron a la Opinión Pública
como protagonista, primero debemos ver el Juicio a las Juntas de 1983 que no
puede ser alienado de la Teoría
de los Dos Demonios. Por eso ya podemos ver que la democracia Argentina tiene
algo más importante que una agenda setting, mientras que en Estados Unidos, la
agenda sagrada es la “Política Exterior” allí puede haber un patriotismo
indiscutible, en Argentina se puede pensar que la política de presidente es
siempre pactada en cierta lógica claramente corporativa que inclusive a
empresas y partidos políticos. En este sentido se puede ver algo bastante
escandaloso desde el punto de vista el “verdadero liberalismo” primero de todo,
con el tiempo la defensa del periodismo a título general se hace un partido
pero en el sentido de facción lo cual es importante porque Jorge Lanata tenga
más o menos raiting mantiene siempre la novedad sobre la corrupción en el
gobierno de los Kirchner. Ahora cuidado
de considerar que ciertas cuestiones no puede ser desplazadas, el Sobre qué,
hoy de la Argentina
es la sucesión presidencial y la renta de las grandes empresas. Estas son las
noticias verdaderas, las que tiene un sentido de fondo y no de forma. Pero es
claro que no se puede defender al gran capital porque sí, se tiene que defender
la seguridad jurídica, nuevamente como se hizo siempre en la Argentina nacionalizar
las pérdidas, privatizar las ganancias. Esta pauta es algo que suelen olvidar
los comunicólogos oficialistas, lo marginal en las clases medias termina por
hacerse evidente, Perfil y Pagina 12, los diarios elegidos son los diarios de
la clase media, La Nación
pretende ser un diario de clase alta, y así cuenta el país, y sus periodistas
pretender ser “Consejeros de príncipe”, en este sentido Sirvén ha sido por una
vez sintético y justo en su manera de atacar al ministro de economía Kiciloff,
no ha necesitado inventarle cosas como judío y marxista y opta por lo más
sencillo, el mote de keynesiano fracasado. Por eso podemos decir que la
sucesión y la garantía de ajuste como en el caso de la previa al menemismo es
providencial, con gusto nos podemos dar una lógica digna de qué pensar, el qué
pensar se está fraguando en Argentina con una fórmula brillante que no podría
ser más factible sino fuera por una par de disidencias originales como Horacio
Verbitsky, pareciera que el “Monopolio” y las “Corporaciones” se han disuelto,
ahora el “Cesaro-Papismo” a flor de piel, forma parte de la histeria general.
Por eso podemos entender que el sobre qué implica no solo la manera de concebir
el mundo ya que si está cimentada entre Alfonsín y el menemismo, es discurso de
buenas intenciones con juventudes políticas el del primer presidente, y la
velocidad de las camarillas, el PJ, los punteros, la realpolitik por el otro.
En esto se basa la forma en que se accede a los casos de corrupción para los
que no consideran importante seguir a la Opinión
Publica , y creen que la gente tiene un especial
interés en hacer un discurso sobre la Opinión Pública , en vez de
hacer un discurso sobre el gobierno tienen más debilidad ideológica que los que
piensan en los términos reales, el “Legado kirchnerista” se juega a
todo nivel, en este sentido recorrer todas las causas de corrupción es
importante mientras que el peronismo opositor a Alfonsín pretendió ser más
implacable que Clarín contra Alfonsín en la “promesa de Carlos Saúl Menem” hoy
en día ocurre lo mismo desde el periodismo profesional. En esto se va gran
parte de la tinta de la oposición, podemos decir que se trata de una serie de
intervenciones necesarias, dentro de lo que es la interna justicialista y
promesas a los díscolos del poder judicial, Garrido primero y hoy Campagnoli e
incluso el “Lorenzetti presidente” forman parte de una misma realidad
inéditamente investigar la corrupción o ser intendente en Argentina pueden
convertirlo a uno en “candidato” a diputado, ministro, -Procurador General de la Nación- o presidente. Es
curioso porque el concepto de gestión ha llegado al poder judicial, como parte
de la orfandad teórica de la
Argentina , la “gestión” el factotum para cualquier carrera
política esta siendo olvidado.
En este sentido poco importa los raptos de imaginación, el
qué pensar se está generando en un hecho bastante divertido. Consideremos la
pasión cruda que hay por hacer de los casos de corrupción males generales de la
nación más estructurales que la realidad misma de la economía nacional. Para
quién fuera un no argentino, llegaría y vería que la idea no se trata de darle
al presidente nuevo, pleno poderes, mientras que la emergencia, sería bastante
distinta a lo que es, el ajuste del presupuesto del Estado, el kirchnerismo se
fuga hacia delante, el combo ajuste más piedad cristiana, termina por ser un
poco dantesca, no tanto por sus consecuencias sino por sus causas. Carrió
antiguo paradigma de la denuncia contra la corrupción parece irse disolviendo
en la medida que otros figurines pueden ir tomando mejores resultados. De hecho
las denuncias de corrupción que son investigadas con mejor calidad que lo que
hace Carrió son las que verdaderamente son cajoneadas y sus ejecutores
desplazados. Esto marca un cambio político muy fuerte con la crisis de
representación del 2001, el kirchnerismo bien puede ser el chivo expiatorio de
la sociedad argentina, y esto es lo que la pequeña burguesía suele amar cuando
piensa en la “Tragedia Argentina” pero esto no se trata de una cuestión menor,
hemos de ir a las columnas de Mario Weinfeld, Aliverti, y no mucho más para ver
que es lo que el gobierno quiere inventar como la explicación. Porque sabmos
que 678, esta realmente encadenado a la agenda opositora, a desmentirla, y en
eso pierde.
Desde este punto de vista pareciera que el intento de
cristalización de posición política y la aceptación de la sucesión de Cristina Fernández
de Kirchner en la interna de lo que supone que el PJ, es lo más importante. Vale
decir que la idea de blindarse políticamente y judicialmente es un hecho
representativo. Por eso podemos entender que el caso Fariña, y otros casos
desarrollados parecen que están perdiendo importancia con la cercanía del
mundial. Esta sucesiva reducción de la agenda, y su puesta en escena en torno a
lo electoral, hace de la
Argentina , un lugar donde el Agenda Setting tiene pautas
claras, no hablar de la situación de los trabajadores, presionar sobre las
medidas del ministerio de economía, tratar de no poner en tela de juicio a los
empresarios no gubernamentales, y llamar a cierto orden general en torno al
respeto para hacer política dentro de una concordia que no es más que tratar al
menos de imaginar “listas competitivas” en este sentido, reducir UNEN a Macri,
Scioli y Massa parece ser una forma clásica de elecciones nacionales, sobre
todo cuando se considera que la
UCR es un partido sin líder, en este sentido pareciera que se
repiten dos figuras, la del Frepaso como segunda fuerza nacional en 1995, y la
de Alianza en 1999. Con suerte esto nos dice que Argentina en su opinión pública,
denuncia al régimen saliente, se cuida de juntar a este con los candidatos que
podrían “gobernar” y por lo tanto asume una cierta distancia respetuosa para
ser “una oposición leal a los partidos de oposición por parte del periodismo”
esto tiene un valor, Argentina le cuesta tener un bipartidismo, o tres fuerzas
al menos en el orden de lo procedimental, ver esta repetición no es casual. Tanto
que la imagen de Boudou saliente hace recordar a la de un Chacho Álvarez
saliente, aquí si se puede utilizar la forma puramente “cognitiva” de la teoría
donde las audiencias gracias a la televisión y medios gráficos les gusta unir
ciertos reflejos anteriores como premonición de lo que podría ocurrir. Repetir
fórmulas sin imaginación suele ser en Argentina la pauta para llegar a buen
puerto. Esto es lo que ocurre con las últimas medidas de gobierno, todas
predecibles, y ajustadas por inflación. Tanto es así que la CGT , no da el golpe de gracia
por razones obvias. Demonizarse a la
CGT con el costo para con la democracia formal sería una
derrota casi patética que incluso podría desangrar a un mera burocracia
protegida por leyes caprichosas. En este sentido todo lo que hemos tenido como oferta
por parte de los medios es un popurrí de los errores del gobierno, y queda
claro que la pérdida de espacio en la iniciativa gubernamental logra que de
nuevo la sociedad civil, la audiencia reactive su marcos de clase media del
neoliberalismo, esto no es un producto espontáneo de esta, no es lo mismo la
oposición de hoy plástica e individualista de lo que fue en 1955 el
anti-peronismo, sólo con odiar al presidente basta. A diferencia de Watergate,
en Argentina no hay secretos sobre la corrupción y saber no es algo difícil, la
impotencia se da en otro plano, la Agenda
Setting es la que asegura la gobernabilidad, inversión
extranjera directa y alguna que otra promesa de modernización administrativa,
ahora mezclada con la inseguridad. Podemos considerar que la agenda en este
sentido tiene que presionar sobre la legitimidad del gabinete presidencial, si
esto se logra y los políticos de la oposición tienen un mínimo de coherencia,
la situación no es inabordable. La defensa de la justicia como “leal al Estado”
tiene un premio extraño, se pierde el ejecutivo para “colonizar el judicial” lo
cual forma parte de la trayectoria antes de los militares y luego de los
radicales, ahora de los kirchneristas, en el largo plazo, la justicia, parece
ser el último arbitro de la historia y esto tiene que ver con la historia de ruptura
con la última dictadura militar, esto curiosamente es patrimonio de derechas,
en voluntad de igualdad, y de un progresismo, huérfano de partido, medios,
historia, y líderes. La “Judicialización” de la política
tiene un resultado evidente, despolitiza, la crisis política, amplia el margen
de maniobra, y le da personajes grotescos, como Fariña, Schoklender, o Lázaro
Baez. El amarillismo conforma parte de un sistema dentro del “Uso y gratificaciones”
donde las crisis en el modelo de acumulación se vuelven una telenovela con
famosos, o no tanto, que son los malos, los peores, y no son parte del grupo
dominante, el “mito de la clase política” que siempre permanece, la virtud de ser representante pero nunca rendir cuenta
alguna en cuanto a que la venganza no es justicia, y por que no es justicia,
ordena que no tiene que ser una lucha con reglas, aunque las tenga en acuerdo
con las élites.
Comentarios
Publicar un comentario