La asimilación de Democracia a Libertad económica
y a Derechos Humanos [Imperfectibilidad]:
Los
derechos humanos como confirmación misma del derecho como una vuelta sobre sí
mismo, son a la vez una contradicción del Estado Burgués. Como muestra de ello
sería el derecho que no puede perderse por el hecho de formar parte de una
comunidad humana. En este sentido, la contradicción tiene que ver con la
garantía misma de estos derechos. Esta reflexión no se trata de la enunciación
de estos derechos ni una discusión sobre su aplicación. Se trata de otra cosa.
Sobre esta contradicción surge una necesidad interesante sobre la necesidad
misma del Estado. ¿Puede a sí mismo ser el Estado humano? La respuesta es no,
el Estado no es la naturaleza humana, es un artificio que termina por tener una
naturaleza totalmente ajena a lo humano. Como hecho social, el Estado termina
por imponerse sobre los hombres. ¿Puede el Estado llegar a la perfección sobre
los derechos humanos? ¿Debería intentarlo? ¿Podría haber una utopía
totalitaria- “Liberal/Humanitaria”? esta es una de las grandes preguntas sobre
el hecho del humanitarismo, y sobre el hecho del liberalismo. Queda pensar
cuánto más se profundiza en la naturaleza de la represión en los términos de la
democracia y como esta a su vez quedaría anulada en las formas burocráticas y
autoritarias de los Estados del siglo XX. La pregunta está entonces en tratar
de entender este abismo. Sobre la existencia misma del Estado Totalitario queda
claro que este funcionó como la “superación de lo humano” y el borrar el
individuo. La no supresión del Estado generó la imposibilidad del fin de un
Estado que tenga necesariamente que matar para perpetuarse. Queda claro en este
sentido que la contradicción aumenta. ¿Quiénes son los que deben velar por los
derechos, ¿qué son los derechos? ¿Por qué estos derechos existen? ¿Por qué la
venganza y la justicia las tiene que administrar el Estado? Claro está que esta
forma más clara de modificación de la conducta humana y de la productividad es
más que importante. Podemos decir que en realidad, muchas veces se ha tomado
como premisas históricas que ciertos tipos de filosofías llevan a ciertas
formas de organización de la sociedad. Esta forma de pensar da por el valor
mismo de las ideas un valor fundamental. Curiosamente esto no soluciona las
sospechas sobre la dictadura y el poder político.
Sobre
el límite de la legalidad, sobre el límite de la supervivencia quedan
suspendidas algunas realidades particulares. ¿Acaso el anarquismo debería ser
introducido como una forma negada de presencia frente al Estado burgués? ¿De
qué se trata la propaganda en este sentido? ¿El Estado liberal puede ser
perfeccionado? Claramente la vida como un valor ético absoluto suele estar en
contra de la idea de la propiedad y de la responsabilidad del individuo. A lo
largo de la historia, estas tensiones van y vienen sobre distintos ejes. En
todo caso el sentido del poder, del poder estatal luego de la revolución. La
revolución en este sentido creó condiciones superiores para la organización de
la represión. ¿Por qué la represión mejoró exponencialmente? La violencia puede
ser en parte la herramienta necesaria y el abuso de esta, la construcción más
acaba de las formas más elementales de lo estatal. Como curiosa contradicción,
el Estado keynesiano, el conformismo antes que el consumismo fueron las piedras
angulares de las sociedades de post-guerra en Occidente. La producción y la
transmisión de la cultura fueron claves en este proceso. Podemos decir que el
Estado escuela, el Estado hospital, el Estado como una creación de una utopía
formó parte de la contradicción principal. Podríamos decir que las sociedades
totalitarias paradigmáticas tuvieron al Partido como la gran madre de todas las
creaciones centrales de esa sociedad mientras que las democracias tuvieron a la
sociedad civil. A la vez esto se generó en medio de las pujas dentro de esas
mismas sociedades. En todos los casos, la “seguridad” fue reemplazando a la
política. La policía avanzando sobre la idea de guerra civil. El derecho
avanzando sobre la libertad. El Estado generando el espacio reducido para la
acción humana. En este sentido vale la pena decir, ¿cómo se logró la docilidad?
¿Qué fue del terror? Tal vez es un poco ingenuo pensar que la Revolución Francesa
en su corta duración frente a la dictadura de Napoleón y las repúblicas
burguesas subsiguientes tuvo que ver con el proceso de burocratización de la
URSS. En este sentido cuando se lo
considera, la presión de un desarrollo más completo del Estado fue fundamental.
“Democracia” funcionó al marxismo como la condición necesaria de la lucha
política. La supresión del Estado era el objetivo final. La no-supresión del
Estado hace la forma de la continuidad del Terror. Una revolución que nunca
puede vencer sus propios límites. Pero tal vez estos conceptos no sean productivos
leídos así.
Lo
que debemos considerar es la necesaria actualización de la represión en las
formas mismas de la política. ¿Acaso la servidumbre no sería voluntaria? En
este sentido, qué lugar cabe a la ética. La política que hoy en día gestiona en
forma distinta esta realidad forma parte de una realidad alternativa, muchas
veces se ahoga en las denuncias de un capital que supuestamente se habría
perdido. Muchas veces se la muestra como la presencia del totalitarismo a la
vuelta de la esquina, ese fantasma no es otro que la Razón de Estado. Esta razón
de Estado va desde la persecución del enemigo político a la defensa de los
privilegios. Privilegios que no siempre funcionan como la explicita persecución
de un enemigo en particular. Es decir podemos decir que las policías de los
países democráticos y las policías de los países totalitarios funcionan
distintas. Para los primeros su subsistencia es como una parte secundaria del
sistema y en los otros suelen forma parte fundamental. Por eso en parte, la
descripción y el trato del criminal son muy importantes. Porque en esta
construcción se basan los límites de los individuos en la sociedad. La extraña
relación entre Estado y su responsabilidad ante la vida es contradictoria. ¿Se
han agudizado los medios de exclusión de la vida en la sociedad? ¿Hay un sector
que simplemente permanece excluido de forma permanente?- ¿Cuál es su relación
con el resto de la sociedad? Justamente en esto reside una parte de los
problemas generales en torno al Estado mismo. El Estado tiene que ser
transparente, piadoso y administrarse perfectamente para que todos los
individuos puedan ser protegidos y no violentados por la letra escrita de la
ley. ¿Acaso existe esta ley en alguna parte? No puede existir y por esta misma
razón, la esencia misma del Estado genera relaciones violentas por acción u
omisión. El crimen mismo se vuelve una maldición para el Estado contemporáneo.
Los
derechos de las víctimas de los particulares y los derechos de las víctimas del
Estado suelen ser vulnerados de manera doble. Sobre esa realidad se construye
una necesaria negación. Esta negación es demasiado conocida y plantea problemas
eternos sobre la administración de la justicia. Además planeta más problemas
que soluciones en cuanto que ni los “juicios populares”, ni los “juicios por
jurados”, tuvieron jamás la capacidad para demostrar el proceso de cómo un
grupo es capaz de juzgar al otro sin intencionalidad y con objetividad.
Sobre
este problema descansa la misma naturaleza del derecho de los presos, ya que los
presos en esencia son todos “presos políticos”, y sobre esto no puede haber
duda posible. ¿Qué clase formalismo hace que las cárceles, los centros de
detención, las clínicas y otras instituciones no sean otra cosa que símbolos
para degradar al enemigo? En este sentido podemos decir que la idea de
“victima/enemigo” es una de las relaciones necesarias de los procesos por los
cuales se construye el significado final del Estado como destructor de aquello
que considera superfluo para una sociedad determinada. La pregunta siguiendo a
Arendt es: ¿Por qué algunos estados fueron tan violentos? – ¿esto fue lo que
los llevó a la ruina? El problema político se hace más complejo sobre la
naturaleza misma de la dictadura estatal. ¿Qué apoyo real tenían los
totalitarismos? ¿Cuáles podrían ser las motivaciones de sus individuos? Pensar
como cree Arendt que la solidaridad por medio de la violencia es una
solidaridad que dura poco tiempo es de alguna manera ignorar la diferencia
entre un hecho revolucionario y el nacimiento de un grupo represivo. Un grupo
represivo al separarse de la sociedad puede perseverar en su naturaleza de
solidaridad de sí mismo como un grupo independiente y permanente sobre el resto
de la sociedad.
Por
eso mismo se trazaba en este sentido la realidad misma del bordo casi utópico
de esta realidad:
En
realidad la vida nos demuestra a cada paso los vestigios de lo viejo sobre lo
nuevo, tanto en la naturaleza como en la sociedad. Y Marx no transplantó
caprichosamente al comunismo un trocito de “derecho burgués”, sino que tomo lo
que es económica y políticamente inevitable en una sociedad que brota de la
entraña del capitalismo. (Lenin, Estado y Revolución, p. 140)
Cuanto
más completa sea la democracia, más cercano estará el momento en que deje de
ser necesaria. Cuánto más democrático sea el “Estado” formado por obreros
armados y que “no será un Estado en el sentido estricto de la palabra”, más
rápidamente empezará a extinguirse todo Estado. (Lenin, Estado y Revolución, p.
144)
Justamente
sobre estas premisas, la conjunción del poder individual y el poder del Estado,
y su negación se basaba un sentido dialéctico. Perdido este sentido qué queda
para los individuos más que el derecho. ¿Qué clase de derecho es ese? Sobre
todo cuando se considera la persistencia de las prisiones, cuando se toma en
cuenta que los presos mueren en ellas. Como parte del sin sentido de todos los
sistemas represivos que seguirán existiendo como carga económica, como
explotación latente. Cuesta darle razón de ser a una justicia e particular. Por
eso mismo termina siendo parte de una contradicción profunda. Esta lleva a la
fatalidad de la existencia individual en la sociedad. Tanto el crimen como el
castigo pueden ser aplicados de forma arbitraria, el castigo muchas veces
cuando se aplica se lo hace en modo puramente punitivo, por lo que en el fondo
lo que consigue es no reparar lo hecho por cualquier individuo en lo social. Sobre
esto queda una realidad, la que de alguna manera pareciera volver absurdo el
resto de las afirmaciones. El no poder avanzar sobre estas contradicciones
dentro del Estado - ¿no es ya una garantía de lo insoluble de sus problemas?
Problemas que forman parte de una realidad que termina por configurar un
delgado límite de los derechos humanos y no el destino de un gobernante
particular sino de los gobiernos en sí. Sobre esta imperfectibilidad vale la
pena tener en cuenta su papel. El Estado mismo y la amenaza latente de la
destrucción de la población por la existencia misma de las actividades
económicas, sociales y políticas, la sujeción de todo poder en sociedades
establecidas. Sobre eso subsisten “relativismos” varios que muestran que las
contradicciones del Estado liberal no terminan por ser superadas, sino que por
el contrario las herramientas de la crítica han aumentado. ¿Cuál es la raíz
anti-autoritaria que deberían tener en última instancia los derechos humanos en
la sociedad democrática? Este punto y la relación con la libertad suelen ser
claves. No se puede ignorar que las crisis en torno a los derechos humanos
continúan existiendo y que son estados que coaccionan Estado muchas veces en
relaciones de gran asimetría los que ponen las cosas en orden en una supuesta
defensa “desinteresada”.
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