El estado Neoliberal como el estado burgués
que aumentó el poder de explotación sobre la humanidad y la
naturaleza-superador de las contradicciones del Estado Nacional- el “Imperio”:
Debemos considerar algunas cuestiones, cuando damos por
muerto al “socialismo”, y al “dirigismo”, o al menos hacemos esto de acuerdo a
las ideas relacionadas a las mismas condiciones de posibilidad de que hicieron
posible el fin de las sociedades organizadas a través del Estado en la
economía. Justamente allí estamos rompiendo con una serie de postulados de las
sociedades totalitarias, estamos rompiendo con la idea del Estado-nación y con
la idea de Guerra Civil. Empezamos a abandonar la idea de una comunidad cerrada
de alguna especie de necesaria lealtad, sobre esto mismo cabe entonces pensar
qué clase de derecho se funda, sobre qué contradicciones y cuáles son los
intereses de los grupos dominantes de cada estado. Quizás esta fuga del
nacionalismo rabioso forma ya parte de una forma irreversible de la evolución
del sistema económico mundial, ¿será por eso que hay un giro de 180 grados en
la manera misma de comprender la relación sociedad-estado-mercado? El Mercado
reemplaza al Estado y a la “Sociedad”, re crea los vínculos, es un nuevo
mercado, uno mucho más racionalizado. Podemos hacer una correcta observación,
esta se basa fundamentalmente en que cuando se comienza a pensar en las formas
políticas por sobre el papel de la función del Estado se comienza a razonar en
formas contradictoria, esto en Argentina por ejemplo tuvo en el alfonsinismo un
“optimismo democrático” que luego pasó un pesimismo cuando durante el gobierno
de Carlos Menem, se sufrió un
“desencanto”. Esta idea tiene una fuerte impronta en algunas consideraciones
que se dieron justamente en ciertas formas de pensamiento donde vuelven las
críticas a la democracia:
Dios no es Neutral:
Hoy,
en 1994, se habla de la crisis de la democracia representativa. Se ha pasado de
la frase “la democracia es lo menos malo de los regímenes posibles”, a los
lemas sucesivos sobre la mafiosa corporación de los políticos, la necesidad de
un campo de análisis acerca de las limitaciones del sistema representativo de
gobierno… los índices de escepticismo acerca de las limitaciones del sistema
democrático para satisfacer las necesidades populares como lo señalan cada vez periodistas políticos. Se dice que
la democracia representa cada vez menos para sus electores, que los partidos
políticos no sirven para nada, que los políticos son todos unos ladrones… cada
vez más se suman las voces desencantadas, condenatorias, denunciativas de la
democracia liberal. Esta crítica no es nueva, más aún es una constante del
siglo que acaba. Tuvo momentos de alto nivel, fue en las primeras décadas del
siglo, con el advenimiento de los países de Europa de la ola fascista y de las
rebeliones comunistas, años en que la prédica antiliberal sedujo a las masas.
La palabra democracia no se identificaba a la democracia liberal
representativa, como las siglas lo indican, era una forma entre tantas y, en
realidad, una forma falsa, hipócrita. (Abraham, La vida fascista, p. 13)
Damos por sentado que la idea, como casi una forma
desteñida, no es una simple ocurrencia sino que forma parte de una reflexión
que cruza a las sociedades constantemente, ¿son las viejas críticas las que
vuelven?, ¿es la invariabilidad del sistema económico de base en el que se
sustentan?, ¿se trata de crisis cíclicas?
Grasset
como Guevara nos traen los resultados de las elaboraciones de Jean Ousset,
espiritualista católico cuyas obras son muy apreciadas por los círculos
eclesiásticos y miliares hasta tal punto que el coronel Guevara apodado el “Tú”
para diferenciarlo de su primo el Che, tradujera sus libros y el primado de la República , Monseñor
Caggiano le hiciera prólogos a este pensador que no dudaba en apuntar: el
liberalismo es el verdadero enemigo. Es decir Poncio Pilatos, todos los Poncio
Pilatos del mundo, aquellos que se lavan las manos frente a la verdad del mismo
modo en que se las lavó el desgraciado romano que exclamó “quid est ventas?”
cuando Jesús le decía: “ego in huc natus sum et ad hoc veni in mundum, ut
testimonium veritati” (he venido al mundo para dar testimonio de la verdad).
Es
propio de los liberales tomar distancia de la verdad, ellos son los macabros
inventores de las tolerancias, del que cada uno crea lo que más quiera, los
pobres cerebros pragmáticos, dice Ousset, que se cobijan en las faldas del
principio de la respectabilidad de las personas. Porque si en algo puede
resumirse la falacia del mundo moderno, es lo que ha hecho con la Verdad , no con Dios, con Él
nada puede hacerse porque no es inalcanzable, pero lo que se ha hecho con su
principio, el de la Verdad. Los
modernizadores se han divertido en los últimos siglos en quitarle la mayúscula
al en nombre del pluralismo y de la libertad, doncella inventada por Satanás.
Lo que los liberales pluralistas llaman fundamentalismo en realidad es
apostolado, el principio de que el orden de la Verdad , no hay límites ni
vacíos. En el orden de la
Verdad no puede haber tolerancias. Rivanera Carlés sostiene
que el pluralismo ideológico se funda en el relativismo que ignora que la
naturaleza de la comunidad es unitaria. Las teorías anticomunitarias- agrega-
no tienen derecho de circulación, como los alcaloides. Se exige una labor de
eugenesia social. El error no tiene derecho a la existencia, ni propaganda, ni
acción. (Abraham, La vida fascista, p. 18-19)
Es interesante hacer perder la idea de una única causa de
creación ideológica nueva que irrumpe en la historia gracias a los
totalitarismos, nazi y estalinista, esto es falso. La idea de una verdad por
encima de todas, no tiene porque estar unida a un líder en particular o a un
partido en particular. Podemos decir como podría pensar Schmitt, y otros que
justamente el problema de la verdad es importante en esta clase de sociedades
en crisis. El pensamiento totalitario tiene un problema con la verdad
y el orden
social, estos puntos son fundamentales para entender el gran paraguas
que fue el fascismo italiano, el fascismo croata, el franquismo español o el
Rexismo belga. Sobre eso queda decir que las contradicciones dentro de este
tema particular sorprenden. Esto es un hecho desde el punto de vista jurídico,
ya que las críticas anti-liberales no tienen que ser un simple constructor de
una época contemporánea sino que eran ya reacción desde la Revolución Francesa.
Lo que se podría pensar es que justamente sobre esta base, se construye una
serie de experiencias que conciben el Estado como la contracara de la sociedad
liberal. El Estado idealizado en el siglo XVIII, igualdad gracias a La Declaración Universal de
los derechos del Hombre, a la que siguió la puja del siglo XIX por el sufragio
universal. De estas surgieron particiones que poco tienen que ver con
el terror, de la primera, estaba la idea de un individuo que tenía derechos y
que era capaz de combatir y velar por ellos, en la segunda, la idea de que las
masas de alguna manera necesaria no había “delegado” de forma primigenia su
poder sino que debían apoyar activamente la sociedad en la que vivían, esta
alianza solía estar dada por los liberales unidos a los sindicatos obreros en
países como Gran Bretaña.
Cabe pensar esto en la forma en que la política
contemporánea se mete en la vida de los políticos. Una parte del líder
totalitario, lo que engolosinaba, era la especie de mito viviente que era
gracias a la propaganda, en eso consistió la vida de Hitler, Stalin, Mao, y
otros que vinieron después, escribir biografías sobre ellos, contrastar sus
dichos y sus hechos, tratar de interpretarlos parece ser más una cuestión de
oráculos que una cuestión de análisis como lo es hoy sólo quedarse en el
discurso del presidente X, sea del país que sea, pese a que hoy en día esto
está en auge, la belleza del análisis del discurso, el metabolismo del proceso
“democrático” desde una ilusión que dura poco como una fascinación de un amor
de corta vida, donde el líder es todo y al poco tiempo es nada, y otro surge
para ser el “nuevo líder”. Esta líder-dependencia Light genera que las
dictaduras sean Light, o al menos no menos violentas pero no se trata del deseo
del dictador matarlos a todos, no se trata de una carrera por hacer una
maga-polis imaginaria, hoy el dictador, se conforma con su mansión, sus
cohortes, el abuso sexual indiscriminado como Gadafi, de hombres, mujeres y
niños, más cerca del emperador Tiberio que de un dictador como Hitler y Stalin.
Pero claro esto tira abajo una serie de ponencias que hoy la democracia se
enfrenta siempre al mismo fantasma. Pero eso es de un grado de falsedad
importante, como el más malo de los malos, Osama Bin Laden, sin territorio, sin
reino, ¿O lo fue Afganistán? Tuvo una especie de extraño régimen como el
Talibán que pese a ganarle a la
URSS , nunca fue una potencia amenazante del mundo libre. Justamente
por eso, tomemos algunas ideas necesarias para entender el porque de esta
transformación:
En
nuestra sociedad post-política y liberalmente permisiva, los derechos humanos
se pueden ver como derechos a violar mandamientos. El derecho a la privacidad
es, en efecto el derecho a cometer adulterio, en secreto, sin que nadie observe
o investigue. El derecho a perseguir la felicidad y poseer propiedad privada,
es en efecto, el derecho a robar (explotar a otros). La libertad de prensa y
expresión: el derecho a mentir. El derecho que permite a los ciudadanos libres
poseer armas: el derecho a matar. La libertad de creencias religiosas- el
derecho de tener dioses falsos. Los derechos humanos por supuesto, no condonan
directamente la violación de los mandamientos, sino que conservan una “zona
gris” marginal que este fuera del alcance del poder religioso y secular. En
esta zona sombría, puedo violar los mandamientos, y si el Poder me sorprende:
“in fraganti” y trata de impedir mi acto violatorio, puedo exclamar: ¡Es una
violación flagrante contra mis fundamentales derechos humanos! Es posible que
un poder impida un abuso de los derechos humanos, y que al mismo tiempo este
infligiendo su correcta aplicación. A Lacan le llama la atención la resistencia
que se hace al uso del detector de mentiras en la investigación de crímenes-
como si tal violación “objetiva” de alguna manera inflingiera el derecho del
sujeto a la privacidad de sus pensamientos. (Zizek, Tú puedes, p. 5-6)
Como
veníamos diciendo las dos formas anteriores de Estado tenían comportamientos
totalmente distintos ante lo que se consideraba el papel fundamental de la
manera en que el Estado gobernaba a la sociedad, desde el defender a ultranza
la propiedad privada, hasta administrar gran parte de la actividad económica.
Estas dos fases alteraron por completo la sociedad, pero en este mismo momento
la consolidación y permanencia del neo-liberalismo muestra que se han roto las
bases de la comprensión anterior ante el Estado que esencialmente podría
desarrollar la imagen de una resistencia total a los impulsos humanos y que era
por lo tanto el papel de las mayorías emanciparse completamente. Por lo menos
esta es la visión del post marxismo, es decir la visión de una dimensión
perdida en la emancipación por los medios clásicos de liberación, curiosamente
el éxito de la sociedad, su heterogeneidad y su comportamiento en sociedad
civil nada tendrían que ver con el ideal de Arendt por el contrario cada grupo
pide una más sofisticada respuesta a su demanda, el Estado debe ser laxo,
plástico y a la vez represor, promoviendo contradicciones banales, propiciando
discursos impotentes, pequeñas liberaciones, pequeñas realizaciones, replegando
más y más la acción en sentido arendtiano, la fundación, Israel, el Reich de
los mil años, la URSS ,
Estados Unidos son piezas de museo de pequeñas vidas, de construcciones que no
terminan aún de cerrar como la Unión
Europea. Este vacío de conmociones, ejemplo de ello es la no
unión del Islamismo como el mal absoluto en una cosmovisión de un solo gran y
digno enemigo de un imperio lleva a esta administración un poco provincial y
patética. Surgen nuevos Estados pero incluso ellos ya se crean no bajo su
propia dinámica sino como resultado bello y armónico que colonialistas que
orden y dan pie a la existencia de pueblos- ¿Qué más lejos esto que el
nacionalismo rabioso de árabes, alemanes, japoneses, y muchos otros?
La
constelación post-moderna en la que el sujeto está proclive a experimentar con
su vida, esto lo alienta a la formación de nuevos tipos de “vinculaciones
pasionales” (usando el termino de Judith Butler), pero ¿qué ocurre si la
desintegración de la autoridad simbólica paterna es contrapesada por una sujeción
más fuerte? Esto parecería explicar la creciente prevalencia de una estricta y
severamente observada relación amo-esclavo en las parejas de lesbianas. La que
da las órdenes es la de arriba, la que obedece es la de abajo y que para que la
posición de arriba sea obtenida, se requiere de un arduo aprendizaje. Esa
dualidad arriba/abajo no es una señal directa con el agresor varón ni una
imitación paródica de las relaciones patriarcales de dominación. Mejor aún,
esto expresa una genuina paradoja de una relación de coexistencia libremente
elegida de amo-esclavo, que provee una profunda satisfacción individual.
(Zizek, Tu puedes, p. 7)
Justamente cuando vamos comprendiendo la manera en que
las relaciones se van re-inscribiendo, desgarrando una parte de la sociedad fue
la que Freud concibió su teoría la crítica al totalitarismo cambia, es más
productivo el concepto de Ley en Lacan/Freud que el de “masa” o “multitud”,
estos elementos terminan por ser superfluos a la psicología que se centra en
los individuos, en su soledad, en el dialogo consigo mismos y en la
representación de otro. El otro que le interesa providencialmente a la ciencia
política es el “Padre/Estado” antes que el de la clase, que es el síntoma, su
forma burguesa y a la vez despersonalizada, la salida no “voluntarista”, no hay
un dictador Schmittiano, ¿acaso eso importa? Nunca antes el lugar de la
decisión vacante dio tanta fuerza a la orden es decir a la Ley , pero la Ley no del derecho burgués,
sino la ley no escrita, la profunda manera de comprender la base de la economía
capitalista. La esencia de la dinámica de os choques de las fuerzas
productivas, las maravillas de hoy, su manifestación, la entrada en la
historia. Vale la pena entender esto para entender a la vez la vuelta del
individuo a su propia vida que es la trampa fundamental de la dominación, la
perspectiva pequeño burguesa de la vida, es la anti-nomia justa de la vida
humana desligada de todo lo demás. La libertad absoluta y violenta es borrada y
sin horizonte, cierta creencia gregaria puede ser creada como una nueva Fe, la Fe en la auto-preservación y
disfrute en medio de la sociedad con sus dispositivos.
La
vida marcial, por ejemplo, podría ser gobernada tanto por una colección de
obscenas no escritas y ritos (golpizas homo eróticas y humillaciones a
compañeros más jóvenes) como por reglas oficiales. Esta violenta sexualidad no
socava el orden de los cuarteles, su función es un directo soporte libidinal.
Los mecanismos regulatorios del poder y sus procedimientos se convierten en “reflexivamente”
erotizados, aunque la represión primero emerge para regular cualquier deseo
considerado “ilícito” para el predominante orden socio-simbólico, éste solo
puede sobrevivir en la economía psíquica si la regulación del deseo existe, si
la verdadera actividad de regulación se convierte en inversión libidinal y
deviene en una fuente de satisfacción libidinal. (Zizek, Tú Puedes, p. 8)
Sobre esta base podemos decir que si el goce y el
cumplimiento, pueden sublimarse, es decir si los medios de la ley, si sus
formas más violentas pueden ser un medio del goce, el problema del Estado del
siglo XIX, es decir qué hace que la sujeción a las formas de la pobreza puedan
ser compensadas por la insuficiencia bastada por el objeto de consumo
reverenciado. ¿Puede el consumismo ahogar las aspiraciones humanas más
ambiciosas? El semblante de la felicidad a través de los objetos es la forma
superior del significante amo capitalista, el trabajo es voluntario, la
vagancia es opción y cada gran sacrificio por un premio evanescente es más
fuerte que la historia de la humanidad, esta forma de introyectar el goce, “el
Goal, el Score, la marca” el poder al fin sin tener nada, tener todo,
ese simple goce final de poder ser parte de ese mundo. Es poder llenar la vida
con cosas, forma parte de la negación del hombre como actor de su destino, Marx
y Arendt se da la mano, la historia en la filosofía burguesa, imprime, eterno
reformismo, y formas metafísicas de la economía que no imprimen
transformaciones sociales.
Todo está trastornado.
El
orden público ya no está mantenido por la jerarquía, la represión y reglas
estrictas y por eso ya no es subvertido por actos liberadores de transgresión
(como cuando nos reímos a espaldas del profesor). En vez de eso, tenemos relaciones sociales entre individuos libres e iguales, suplementaria por “vinculaciones personales” una forma extrema de sumisión, que funciona como “secreto perverso” el origen transgresivo de la satisfacción individual. En una sociedad permisiva, la rígidamente codificada y autoritaria relación amo-esclavo se convierte en transgresora.
(como cuando nos reímos a espaldas del profesor). En vez de eso, tenemos relaciones sociales entre individuos libres e iguales, suplementaria por “vinculaciones personales” una forma extrema de sumisión, que funciona como “secreto perverso” el origen transgresivo de la satisfacción individual. En una sociedad permisiva, la rígidamente codificada y autoritaria relación amo-esclavo se convierte en transgresora.
Esta
paradoja o reverso es justo el tema del psicoanálisis: el psicoanálisis no
trata del padre autoritario que prohíbe el goce, sino trata del padre obsceno
que lo manda, y por eso produce impotencia y frigidez. El inconsciente no es
secreta resistencia a la ley, sino la ley misma.
La
respuesta psicoanalítica a la “sociedad de riesgo”, teoría de la
flexibilización de nuestras vidas no es insistir en una sustancia
pre-reflexiva: el inconciente, sino sugerir que la teoría impide otro modo de
reflexividad.
Para
el psicoanálisis, la perversión de la economía libidinal humana es lo que sigue
a la prohibición de alguna actividad placentera, no a una vida con estricta
obediencia a la ley y privada de todo disfrute sino una vida con estricta
obediencia a la ley y privada de todo disfrute, una vida en la que el
cumplimiento del ritual destinado a tener a raya la tentación ilícita se
convierte en el origen de la satisfacción libidinal. (Zizek, Tú puedes, p.
7)
Este fragmento en la relación entre el neoliberalismo- no
como un ideología como las torpes críticas superficiales al consenso de
Washington, no simplemente a la reforma del Estado sino a las consecuencias que
esas subjetividades sufren en un nuevo tipo de sociedad que considera la noción
de productividad y de goce de una manera completamente distinta a las
anteriores, reforzando las ideas entorno a Freud, Reich y el propio Lacan que
es en el goce donde el psicoanálisis realiza un gran aporte para entender la
“mecánica del poder” y la relación con el otro.
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