-En los principios saladamente marítimos-
Como saben muchos tiene algún sentido expresar toda clase de frases café con leche. Ciertamente que con el tiempo uno va ganando cierto hábito, cierta idea. Y es claro que el odio, la iniquidad, la inequidad y la injusticia no desaparecen. En todas partes vemos con placer u horror, eso está por verse como los ídolos son rezados a la vez que meados, escupidos, grafiteados. Así se funda la realidad, será cuestión del mono. ¿Tantos defensores de animales se acordarán que el mono más peligroso no es otra cosa que el hombre? El capitalismo debe dar misantropía, en el fondo es lógico. Tiene sentido que deje sin más que otra esperanza. Tiene sentido y tiene valor que se lo piense. Es parte de todas aquellas cosas que tienen que ocurrir. Es más puede ser parte de la vida de los “buenos” y los “malos” escritores. Ante todo ese sentido de la pulsión pornográfica, las compatibilidades caprichosas del universo, el poder ser desenterrado para que se juegue con el cadáver. La idea de ver los gusanitos. La idea de un poder de un dios, de un no dios, del negador nihilista indignado, de tentador de la violencia suicida del “contemplador”. De los que todo creen saber, de los que acusan con más fuerza a los otros que no saben nada de nada. Es parte de la existencia, es parte de pasar por este mundo. Tiene que ver tal vez con cierta cuota de escepticismo. Tiene que ver demasiado con ello. Es un discurso de mierda pero a la vez existe. ¿Será conformismo este sentir sin ton ni son ante las cosas? ¿Será anti-artístico? Debe serlo, tiene que serlo. Es ante todo una especie de demonología, es una especie de disciplina de la maldad. Es ante todo una verdadera sucesión de cuestiones maquiavélicas. Será doloroso o no, podrá ser mitigado por toneladas de entretenimiento. ¿Importa? De entre la gente apenas podemos saber, porque este es un asunto de convencidos; cruzados, marines, fundamentalistas de todas las clases. ¿Quién no es fundamentalista después de todo? Claro, bella manera de ser niños, pensar que otros nos dirán quienes son los fundamentalistas. Estamos como sentados en medio de una silla llena de astillas a la cual nos restregamos con placer. De todo lo que uno entiende por vida va y viene por aquí. Es más la gente los críticos viven para hacer mierdas cosas que parecen amenazar la propia existencia de la cultura. Los egos como única defensa ante la tarea patética de creerse los propios discursos. Enojados de todas las clases. Relativismos morales o defectos incorregibles sobre todas las cosas un bello cuidado del odio. También se puede escribir en ese estilo meloso sobre la belleza de lo empalagoso. Si somos una mierda, claro hay gente que piensa que no, que uno es una mierda o que los otros son una mierda. Siempre se puede llegar a esos puntos. Pero bueno en eso consiste la vida, sus luchas, sus sujetos, sus pueblos. Claro dirán pura postmodernidad, más que eso, pura visualización, pura cosa virtual. Pura realización de cerrar el orto y escuchar. Lo divertido que es poder hacer eso, antes claro de tener que cagar, de “producir” de hablar. Hay cierto sentido bello que dice que por leer más libros uno está más en lo cierto. “Puta locura sin duda”, hay cada vez más libros y nada parece cambiar. ¿Qué estará haciendo la cultura con nosotros? Debe ser la vida es una especie de pasaje de una “bella cuna” (si es que eso te, nos pasa o pasa simplemente por pasar) a una muerte digna de una sabana, o bolsa, o cajón de madera, o cámara frigorífica o lo que sea. Tiene un sentido esto que se dice, cree tener sentido. Es parte de la manera en que todas estas cosas se manejan y hay que decirlo se hacen por medio de construcciones simples. Por suerte a mayor anhelo de sabiduría, mayor confirmación de la pelotudez. Ahí esta la decadencia, en como la racionalidad se va por el cambio. En este sentido avanzamos igual tenemos mejor que nunca las parodias de la religión, tenemos la certeza la belleza de mayas con las imágenes de santos, vírgenes y ángeles para cubrir el cuerpo de unas señoritas desnudas. ¿Podemos pedir algo más? Ante la idea de la dureza poco queda por decir, gracias a dios, las “letras” como Arte, como idea como tragedia, son amor y odio. Pero en el odio aprendemos, en el odio nos marcamos, nos besuqueamos con la mierda. En la miseria aprendemos a entender lo que es el calor de la luz del sol. Pero no mucho más, ¿Quién mierda convenció a la gente que escribe que hace algo de valor? Parece una guerra de profetas, apenas mejorada. Con eso va bien, dicen que el político que el dictador que el supremo hijo de puta tiene de por sí esa marca de lo imperdonable. Entonces sí con suerte tenemos que ver, que los que lo siguen son todos succionadores de culos y de intestinos, ¿no es lo más natural? Es casi tan natural como pensar la idea de la misilística entrando en las casas de las personas. Claro que en todas estas luchas genuinas contra el mundo algunos las hacen realmente y otros putean en un foro reducido. Es que después de todo, el living de la casa de uno es un mundo. Claro que para la indignación para cortar cuellos o para considerar que el otro es un hijo de puta, un sorete o algo por el estilo no hace falta demasiado.
¿Quién dice que tenemos derecho a vivir por lo que pensamos? Todos los días seres humanos mueren como moscas por buenas o “malas” creencias. Todos los días andamos enterrando gente, muchas veces con dolor pero sin duda luego hablamos de la santidad de la vida, otros desde la cultura de la muerte, o la muerte por el juego, o la muerte por la muerte, la muerte por la erección o la muerte por lo que sea hace de las suyas. Recuerden que el lector debe evitar el “bodrio” (sea esto lo que sea), los monos alucinados por la más fina música escriben pensando que piensan. Creyéndose que están diciendo la verdad. Insultar con toda la pompa hace creer que uno tiene convicciones fuertes. Es complejo de pensar, o tal vez demasiado simple pero uno es demasiado idiota. El odio de la multitud es fenomenal, todos somos parte de un anónimo. ¿Qué importa que un día jueguen a que somos el suplente de Barrabás? Podríamos hablar de “San Barrabás”. Aunque claro algunos les costarían. Una cosa es decir que el mundo es su manera bien pensante cría un cáncer hipócrita que todo irradia, pero otra cosa es pensar que eso es superable así como así. ¿Quién dijo que estos vociferadores violentos hacen algo que no se esperan que ellos hagan? ¿No podría ser todo en absoluto una completa carnicería sin sentido? Claro eso es lo que pasa, perdemos la idea del terror. Tenemos la idea de lo inerte, la injusticia del mundo como algo inerte. El pensar como algo inerte, el acabar como algo inerte, el escuchar o el gruñido o el orgasmo como algo inerte. El considerar que alguien puede escapar de las minorías. Eso el ver el espejo con el interrogante. ¿No digan que no? Para mejor, ¿qué pasa cuando todo eso fracasa? Escribir diez principios rectores o una biblia da igual. Se convence o no se convence se seduce o no se seduce. ¿Qué más se puede esperar? ¿No son nihilistas acaso? Es curiosa la venganza nihilista es parte del mundo en que vivimos. Observamos el desastre, podemos ver como se carnea una ballena, podemos hacer observaciones sobre las cantidades de semen que se libera al mar cuando una ballena azul eyacula. Pero ante todo parece que vamos perdiendo la razón. ¿No será que siempre fuimos una condenada raza de hombres locos? ¿No tendría razón de ser aquello?
Consumidor, ciudadano, “genocida activo-genocida pasivo agresivo”. El grado de culpabilidad viene de la idea de lo tácito de si somos o no somos cómplices. Tener estas ideas en mente es lo que nos han hecho individuos. Eichmann como mediocre, Eichmann como algo fácil de pegar. Luego ir ordenando el mundo de una idea matriz. De repente dejamos de llevarnos la mierda a la boca, ¡hemos crecido! Parece genial pero es por el contrario algo problemático en sí. La moral aparece como costumbre como la manera en que nos limpiamos el culo, como expiación. San Esteban, ¿lo recuerdan el asesinado por su fe? ¿No son todos los mártires un eco? Parece que sí, la idea del mártir, político, religioso, artístico. Porque cada grupo sabe que tendrá muertos y ejemplos a seguir, porque cada grupo dispone de convencidos procede con resolución hacia alguna meta (meritoria o no) tema a discutir. El pesimismo es la respuesta emocional ante eso, desde la hipersensibilidad que algunos les genera el deseo de matar a golpes hasta una negatividad que se pretende superior. La fascinación casi fetichista de vencer al amo, a sus palabras, de tener el crimen en el esfínter, en la punta de la boca o de donde provenga. Tengo el aburrido sentido de la cosa sacerdotal parece un exhorto, parece un “hagan las paces”. Pero constantemente vivimos así, sólo que vamos desechando a gran velocidad lo que pensamos para poder vivir en paz. Aunque eso sea remar con todas las fuerzas hacia la muerte. ¿Por qué habría de ser enemigo del mundo asqueroso, terrible, criminal si el único goce que no es paraíso que podemos conocer se da aquí? ¿Cómo enemistarnos con nuestra propia idea de nuestro propio espacio? ¿No será que el mono quiere sobrevivir? En vez de pensar en las excusas brillantes del súper mono podrían pensar en sus contradicciones. El linchamiento o el desprecio vendrán después, no sería extraño que con el tiempo todos seamos juzgados por esos valores que decimos tener para constatar que esta época fue una de las más terribles. Gracias a dios muchos muertos no se defienden.
¿Qué haría San Agustín con el mundo de hoy? ¿Podría odiarnos como muchos lo hemos llegado a detestar a él? Seríamos justos con este idealismo. Quizás nos cagaríamos en las patas o lo mataríamos a palazos ¿qué importa? Lo importante es que el presente es tirano, porque para el poder, para la violencia, lo que se pueda cambiar es lo que importa. Todo es un sobre-escribir. ¿Quién podría darse el lujo de haber escrito sin haber llegado a leer? Si leía carteles de publicidad, devocionarios, literatura, la lista del supermercado o lo que sea da igual. Es estúpido darle entidad al humano donde no la tiene. Quizá hasta sea revolucionario o conservador, no lo sé. ¿Quién dijo lo contrario? Es gracioso pensarlo, es curioso. También es curioso que la vida sea un genuino derrotero, que los adultos se hayan defecado con la idea de lo serían de niños y que si tuvieran que lidiar con el verdadero niño interno con sus sueños (no mejores que los de el adulto) tal vez si pudieran si un Dios les guiñase un ojo lo colgarían. Quizás sea el tiempo de esperar entre los zombies, los consoladores, los I-Pad, sumar los sedantes.
¿Estamos convencidos que reflexionar lleva a un acto de iluminación? ¿Podemos gritarlo con fuerza? Podemos decir que estamos haciendo cosas que valen la pena, entonces en todo caso en el sentido de la cultura vamos saltando de palabras. Dónde queda la idea de placer, sedante, basura, dónde queda el verbo reciclar. ¿Dónde queda la noción de pirata? Siendo cabalmente enemigos del mérito, ¿Quién dijo que algunas existencias no son meramente gratuitas? Podríamos decir que nuestros discursos fallan. Podemos decirlo, podemos decir que idealizamos al hombre. Podemos decir que él lucha contra el mal, no lucha contra nada. Podemos decirlo cabalmente. Podría querer decir que nada tiene sentido entonces, si casi por antonomasia ir hacia la droga, o ir hacia la salud con el mismo derrotismo. No tiene sentido, no tiene sentido siquiera pensarlo un rato. Así son los intentos ilustrados. ¿Quién esta a salvo del discurso? ¿Quién no será devorado en su humanidad? ¿Quién no será tergiversado? ¿Habremos conocido a alguien? ¿Vale la pena hacerlo? Acercarse a la suma imbecilidad y a la demencia, a la suma: “ni siquiera te podes hacer la paja” es todo un punto. Tiene que ser punto. Tiene que ser un punto más de una línea. Hay que darse cuenta del paso necesario, existir como no ser. Comprometerse como ir muriendo y con ganas. Cuando la historia se nos presenta como desesperante, cuando la mujer que vende bebés se muestra con una sonrisa amplia y forzada. ¿Qué podemos decir de esa cara?
Así de gracioso tenemos el mundo. Cuando los delincuentes darán razones que no sean la de la misma gente. Cuando la racionalidad será la verdadera confesión de oscurantismo. ¿Cuándo pensaremos que un oscurantismo con disciplina es previsible y no por eso es menor? Claro que estas cosas quedan por la mitad. Hay estados policiales, en algunos buscan a pobres, en otros disidentes políticos, en otros gente cualquiera (los policías se aburren) en otros…. (La lista es eterna) pero se sabe que los sabuesos podrían arrancarte las bolas o la vagina y freírla. Piensan algunos que están mejor porque bendicen ciertos asesinatos y otros castigan, esto es cierto una vez que la violencia tiene un sentido hasta el azar tiene cauce. Como los dados, la ruleta, la versión rusa, los naipes, las torturas y todo el aparato lúdico que se nos pueda ocurrir. Aparte que mejor que decir que uno es un falso intelectual. La efectiva razón de que no se está pensando. Una especie de gran divague. La intrascendencia de esperar. La virtud del corazón que pueda latir un tiempito después de que se nos corta la cabeza.
Esta belleza es parte de la idea de un vacío. Pero porque hacer un culto del vacío. ¿Por qué pensar que hay hogares infelices? ¿Por qué creer en la conciencia universal? ¿Por qué pensar que el ser humano es capaz de esas cosas? A esto siempre viene la reflexión que uno puede tener cuando toma cerveza. Esto suele pasar, y porque estamos diciendo que no hay que tener esperanza de que sea relevante. Bueno podemos ir a las anchas, la idea por ejemplo de los hombres que disfrutan del golpe por el golpe mismo. ¿Acaso puede haber tentación menos grave para el que se la pasa golpeando que seguir en su curso que eternizar sus macizos golpes? ¿Qué clase de bello adiestramiento nos ha hecho pensar lo contrario? Tenemos esa gracia, es más me gustaría pensar que el mundo sería más imposible de ser pensando cuando una persona no perdiese su forma humana sino su forma de hacerse entender. ¿Qué pasaría con este mimo inútil? ¿Quién sentiría compasión por el? Estas son las cosas con las que juega el idealismo con las variantes de la justificación de lo injustificable. El paso entre experimentar la violencia es parte de la vida, sangre en el parto. Sangre en la vida, enfermedad, salud impresionante, ¿quién no avanzado negando su salud tres veces? ¿Quién no ha podido humanizarse si una depresión? ¿Quién no ha podido amar sin una ayuda de la obsesión? ¿Será que estamos teniendo verdaderas palabras que sirven para jugar?.... ¿Hay vengador histórico? ¿Europa genero a Eurabia? “parodia de las parodias”. Muchas palabras muchas palabras, ya lo oigo, la gente quiere soluciones literarias. Quiere incluso la pastillita para la sobredosis. ¿Acaso la gente no se puede suicidar tan solo porque se acaba la mayonesa? ¿Será demasiado banal? ¿Tiene que haber una razón concluyente? Tenemos la sensación de que algunos matan por nada, ¿por qué no habríamos de tener esa sensación con lo que se matan? Pretender profundidad con estos divagues sería criminal. Sería pretender encontrar un sentido de por sí. Lo cual es difícil, porque hacer las cosas triunfar, borrar la diferencia tiene todo el poder y el sentido de una piña pero tiene la escasa idea de una contemplación. Esta es la seguridad de lo más jovial, lo que hace mierda todo lo demás para que se novedoso para que todo tenga que pasar, para que lo malo pueda pasar. Para que su molestia no nos distraiga.
Comentarios
Publicar un comentario