Ir al contenido principal

De la incontinencia de la IRA (V)- De los valores progresistas, de la sangre, la lucha, de las contradicciones

-         De los valores progresistas, de la sangre, la lucha, de las contradicciones-

Las entregas no muy buenas de la “ETERNA Incontinencia de la IRA” descansan si sobre una idea pasada de moda. Tiene sentido decir que hay algunas cosas que se nos imponen cómo problema. ¿Cómo lidiar con el cinismo? Y para ser más explícitos, ¿cómo lidiar con el cinismo cuando nos conviene? Todos los hombres que viven en la revisión histórica bien saben y entienden que su primer instinto es el de la venganza. A medida que esto se hace disponible a un mayor número de personas la propia historia estalla en millones de pedazos. ¿Es esto algo que no se puede creer? Por supuesto que se puede creer que haya o no haya una ley histórica no quiere decir que los relatos de la historia, cada vez más jactanciosos y arbitrarios no crezcan a toda velocidad. Sería ocioso eso si no pensáramos en qué clase de historia nos queremos plantar. Acá en argentina hay tantas variantes de revisiones que no se sabe bien qué se quiere decir con progresismo. Este es un país que creyó que era parte del primer mundo y a la vez dijo que era una república bananera. Este es un país donde los nacionalismos son históricos, metafóricos o no, le pesa a Savater en España y nos pesa a nosotros en Argentina.

Mientras que salen de sus guaridas aquellos que se dan cuenta que la historia no cierra, ahora con el bien en la punta de la lengua van a la casa del “progre” como en otra época se fue tras el Yuppie, o el Hippie. Porque el mundo es un lugar donde ideología, conciencia y economía no caminan de la mano, es raro que el hombre que se cree emprendedor y que tiene una pequeña propiedad y se siente un “justo capitalista” no sea más auténtico que el “progre” el cual descubren como laxo en su compromiso social a medida que asciende en la escala social. A medida que vemos esto nos podemos justamente preguntar qué es la democracia, ¿Qué es el consenso? ¿No es el olvido lo que da aire al liberalismo? El liberalismo debería estar feliz con las mil caras del progresismo. Lo que pasa es que el cientificismo y el liberalismo no es lo que era. Cuando el capitalismo triunfó y se hizo mundial perdió ese provincialismo, liberal y por lo tanto todas las ideologías se fueron estrujando y haciéndose miles de traducciones. La muerte de los grandes relatos, crean soluciones funcionales a cada momento. Con esto es más que suficiente para poner en duda una hegemonía. Después de todo ¿cuál es la nostalgia de los “liberales republicanos” optimistas y pesimistas? Parece que esa racionalidad de consumidor de la cartera para la mujer y la billetera para el caballero ha optado por sumar a aquello otras cosas. En ese proceso, nuevamente la democracia se abre como un problema. Si la gente no sólo quiere ir al Shopping y quiere hacer algo más lo que sea, es un peligro. Así razonan, las personas que ven un miedo infernal en el progre. Del realismo de la tasa natural de la miseria (desempleo) y en contra de los impuestos progresivos (la acción de los envidiosos) surgió el caldo de cultivo para este problema teórico. Cuando las libertades abstractas tratan de tomar caminos en la vida real, a veces los noticieros no llegan a tiempo. Esto no es menor, sabemos que quieren linchamientos. Sabemos que la construcción de la cultura empresaria y del mercado debe ser cuidada. La corrupción de estos valores hace que las cosas se pongan mal y peor. Esto es fundamental, es parte de la idea de la vida de las personas, antes las personas eran vaciadas por la televisión, ahora son llenadas con slogans políticos. Según esta visión este fue un triunfo de una democracia mediática que fue un sueño neoliberal. Mientras que miles de escribientes, citan y re citan que Laclau vive en Londres, el populismo que se dio, o el principado Democrático convive. Fue la decadencia de su propia construcción cultural, fue la decadencia de las Sarlo que han trabado todo su trabajo sobre algunos supuestos. Estos supuestos no pudieron ser cumplidos por un simple hecho de economía. El colapso de la convertibilidad y de previsibilidad económica desató algo que no esperaban. ¿Cuánta moral querrían poner a los devaluacionistas?

Sí se quejan de la “alienación progresista” si se quejan del CHE, pero se encargan de decir que era un asesino y a medida que la gente los rechaza más, más cerca está de ese “asesino” hay una cierta debilidad que no estaban esperando. No obstante aquello mantendrá una cadena de valores. Pregunta que vino de siempre. La pregunta no es otra que la de la democracia.  Alberdi y Sarmiento se arrancaron los ojos, eso pasaba en el siglo XIX, eso pasa siempre Roca se opuso a Pedrito Goyena. Lástima que por lo único que Roca era “progresista”, como dice “la Nación” ¿no tiene el progresismo mil caras? ¿Arrancarle la educación a la curia en eso no sea un bien? Lamentablemente, la historia tiene mil caras y son sus lecturas las que hacen del que quiere coherencia a cualquier costo un conflicto insoluble por sus creencias. Por eso no basta con tener nuevos libros de historia, los que no se convencen de aquello se lanzan a escribir. El poder y las disputas de él, será coordenadas de cada vez que los relatos se actualicen.

Por eso los que mataron en el 55´ matan en el 76´. Lo hacen de manera tal que cuando se cumplen cien años de la “Generación del 80´”, una decadente burguesía cipaya terrateniente tiene que esperar a un ejercicio de la memoria porque no tiene un futuro mejor. Quiere actualizar sus contradicciones. Contradicciones que existen en un país por el mero de existir y por haber nacido en él de sus obsesiones genuinas o prestadas. Constantemente este ejercicio es complejo. Sábato es parte de esa incorrección de la persona que va y viene del argentino que no termina de saber qué carajo es lo que está bien pero el siempre quiere estar bien. Esta es su diferencia con Borges que era más literario y con tantos otros. Es la diferencia fundamental con Walsh que creía en un bien determinado y luego actuaba en consecuencia para obtenerlo. En este sentido, la vida de Sábato bien sirve para entender algunas de estas cuestiones. Argentina tiene siempre una terrible división entre lo que dice administrar y lo que dice representar. No por nada es el desastre económico el que se lleva el discurso por delante pero no al revés. Siempre nacen los modelos antes que los relatos.

Ahora bien no importa cuánta sangre quieran hacer correr algunas cosas se repiten. Una de ellas es tratar de poner a la historia en lugar de los partidos. Entender al peronismo como historia, al radicalismo como historia, al comunismo como historia, a la UCEDE, a la SRA. Jamás pensadas como grupos de personas que tienen el tiempo presente por dominante. Quién quiera pensar en Gramsci y el que mira en Italia, el que es más puro no el extrapolado a cosas que jamás escribió puede ver que su análisis de la historia siempre cáustico y analítico es singular. Cada país en su provincialismo se va buscando el partido para cada interés y etapa histórica. En grandes números, de los teóricos sociales Gramsci tiene un cierto gusto poder por lo menos asegurar que las opciones se van reduciendo una a una. En argentina los grandes números se expresaron en movimientos. La idea de movimiento da un ritmo y cadencia efímera. Lo terrible es que los partidos envejecen son pura cáscara y la argentina sigue tendiendo al movimiento. Siempre a la organización sobre la tarea por hacer. Esto será bueno o malo pero es así. Mientras más fuerzan a la coherencia y al no entender la idea de la “tarea por hacer”, la contradicción irrisoria llega a la comedia más negra posible. ¿No es el estalinismo del PC el que apoya críticamente a Videla? Tiene que serlo tiene cierto paralelismo con el 55´. El destino de argentina tiene nos odiemos o no, (no todos los argentinos se odian, y hasta a veces no todos los argentinos odian a la mayoría de los argentinos). Lo que sí sabemos es que Argentina tuvo varios triángulos, la historia del dominio de dos potencias quita la uniformidad. Por eso, si hay algo que la base puede decir y puede pensar es que sus propias manifestaciones muestran lo convulso de lo social. Los partidos de vanguardia o no, entraron en decadencia varias veces. Lo que no cambia de forma es la idea de la propia sociedad. Ya sea que nos entreguemos a la suma de los individuos, o a la masa, siempre aparece el nuevo sujeto que reinventado entra en escena. ¿El progresismo es un escenario, un sujeto, un guión, un dogma, una verdad? La mayoría de las veces en argentina, los intelectuales se enamoraron de las masas o las odiaron con fuerza. Aunque muchas veces ambos dijeron que estaban para salvar al pueblo. Ambos imprimieron juegos extraños, dos romanticismos se daban. Uno con lo que estaba allí y otro con lo que debería estar allí. Esta figura es una queja que muchas veces se da, ¿por qué no partir de aquello que parece ser el fenómeno? ¿Por qué siempre hacer de la experiencia argentina un drama? Porque una vez que sale el drama surge el héroe. El que según la mirada hará desastres o no, pero que tiene el poder de hacerlos, el coro sólo puede sugerirles. Siguiendo ideas o fanatismos, siguiendo antinomias estáticas metafísicas o dialécticas en medio de aquello surge la figura. Conductor, caudillo, héroe guerrillero. Siempre la idea del pueblo y del héroe. En argentina, el mártir y el héroe colectivo tienen alguna idea del sacrificio. No es la providencia lo que signa a la argentina sino el misterio. El gran misterio es sobre las necesidades siempre de buscar algo extraordinario. Ahí es donde nace la historia. Argentina tiene un parecido a la España republicana, es la manera en que las luchas se actualizan. Los anarquistas, los socialistas, los comunistas, los guevaristas, los radicales, los peronistas son arrancados de la historia frente al motivo conservador. La geografía, la pampa, la cultura, la civilización, la debilidad de la ideología, el empirismo macabro. Entonces cuando las nuevas de dominación van mejorando y con el terrible estilo, la “burocracia autoritaria” fundo la eternidad. Con esa eternidad fundada argentina deja de ser luchas para empezar con la maldición de ser argentinos, los que no tienen casi nada, los que tienen algo y los que aspiran a tener más tienen que cargar con una maldición que la burocracia que sabe todo impone. La prepotencia de la maldición es esa que quiere pensar que aquí se es mucho peor que en cualquier otra parte. Ese internacionalismo vago de moral universal y cosmopolita que no quiere ver el espectáculo universal ese es la que termina por babear. La pasión del hacer y del pensar,  “que la mente no entienda lo que la tácticas hacen”. Del arrojo heroico casi al sacrificio explícito a la observación siempre teórica y en una distancia inconmensurable. No es raro que el péndulo sea parte de la vida de lo que ha pasado con la historia, los que pensaron y no pudieron, y los que pudieron pero no pensaron qué hacer, qué devenir, hacia dónde ir.            

No todo es discurso, ni vocabulario, no todo es prejuicio. No todo es dejar pasar o dejar hacer, también hay violencia. Hay tanta violencia, la violencia es parte de la simbología del grito del torturado y de lo ensordecedor de los parlantes cargados de propaganda. La mala conciencia no es la Buena Memoria es algo más denso, el puritanismo muchas veces no es ni una cosa ni la otra. ¿Recordamos de donde venimos? Las batallas que existen muchas veces no son contadas por las personas mejores pero sí por sus participantes. Pero acá no se trata de un “Pueblo elegido” relato religioso sino de un Pueblo Condenado un pueblo que como dice Benjamin del dolor hace memoria la cosa es distinta hay una esperanza particular; de lo que ya ha soportado se sabe entonces se pierde esa consideración de desheredado que tiene el común frente al “aristócrata” y que nadie le puede negar entonces que su historia de ese colectivo es más que la de un par de apellidos. ¿Quién es el núcleo de la sociedad? es una pregunta muy importante en política después de todo. Esto es algo lejano a la demagogia pese a que se quiera avivar ese fantasma para ir teniendo una senilidad peligrosa sobre temas importantes. Entender esta diferencia es lo que puede mostrar algunas contradicciones que la sociedad de consumo todavía no se pudo devorar por eso el terror de la moda, la moda que no se puede controlar. El miedo y la creyente fuerza de decir qué todo tiene que ser una moda y que estos fenómenos tienen que pasar, que estas personas no son capaces de hacer lago más con ello, en síntesis que el tiempo los devorará completamente y con ello. Pasará otra generación que deberá esperar una sentencia del más allá del discurso de los que saben, de los que saben a la fuerza porque hacen fuerza y violencia para “saber”·.

Es cierto que las letras pueden destruir reputaciones y discursos lo que a veces les cuesta son los “hechos malditos” del país burgués que vuelven una y otra vez sobre el tapete. ¿Quiénes somos? ¿Por qué estamos como estamos? Ante eso lo edificante aparece. Tomás Abraham mismo considera que los periodistas en su mayoría son pastores de un grey, que son parte de la manera en que se cuida la seguridad de un colectivo. ¿Para qué engañarse?... hay periodismo alternativo y de base, hay pequeños medios que creen en el periodismo de la transparencia “por sobre todas las cosas” sea lo que sea eso. Los medios más grandes y más millonarios tienen los mismos problemas que tienen los partidos para con la verdad. Tienen demasiado poder para poder decir que no tienen intereses, no puede conversar con nadie que no les sea funcional. La trampa esta en pensar que muchos temas que se analizan de manera esquizofrénica son debates reales. Ante esa falsedad, la dictadura se va desnudando haciendo público parte de su propia historia. Si esto es reparador o no, si es una “mentira” o no es, depende claro está de quien lo oye. Siempre una exposición de hechos busca interpelar, si la interpelación crece puede ser por una necesidad social, o puede ser por una secuencia propagandística. La cuestión será saberlo con el tiempo. No siempre las organizaciones con la mejor prensa fueron las que triunfaron. Esto es un dato de la realidad, aunque la prensa sea tal cual un partido. La política puede devorarse a sus interlocutores favoritos, o a los que decían que eran sus interlocutores favoritos. 

Es cierto que la veracidad en el lupanar de la opinión pública mediatizada dura poco, es cierto que Proteo (el de los muchos rostros, tal cual se enuncia en la nación es un mito interesante) y el de Giges con su anillo también lo es. Lo que es cierto es que mito antiguo convive con el moderno. También es cierto que la profecía milenarista sigue, no podemos negar que el convencimiento moral sin acciones termina siendo muchas veces la mejor posibilidad de ahogarse en un vaso con agua mientras una sociedad es arrastrada por un huracán. ¿Será por eso que ingeniosamente se mezcla como una cosa cínica como parte de lo que debemos aceptar el arte POP y el CHE? Puede serlo, es parte de la manera en que se recuerda que muchas cosas tienen que ser pretendidas como religión- así es más fácil. Si las cosas quedan en el sentimiento, muchos pueden dormir más tranquilos. Es curioso que un Estado de derecho que dice que quiere preservarse no quisiera tener la habilidad para proteger su propio orden constitucional enjuiciando a genocidas. Pero claro estas miopías no sirven a aquellos que andan tras la operación especulativa del capital, sean del partido que sean. “Justicia” termina por ser un valor relativo pero no por eso deja de ser un valor. Es un valor porque se lo piensa como tal y porque puede juntar personas que creen en él. Si una sociedad reclama justicia en cualquier forma de alguna manera nos dice que cree en ella, aunque los que la representen no sean los más capaces. Nadie podría plantear el mundo desde un edén a menos que sea un utopista. Nadie que desee medianamente el éxito. Por eso hoy en día la batalla es tratar de abrir trincheras y ver si la sociedad no puede vencer “la cuestión militar”, con eso pareciera que cierto sector de la sociedad se conforma. Es parte de una vertiente estrictamente termidoriana tiene ese sentido. Como siempre la “acumulación originaria” ¡que buena manera de volver a los clásicos! Es parte del miedo de los que creen que la división se está haciendo tajante. En medio de estos procesos, sociedades que siguen en conflicto avanzan a tientas. La cuestión como siempre es ¿hacia dónde? 

Pero para peor y como justificación, para molestar aún más hay cosas que nadie quiere explicar mejor. Pero hay algunas otras cosas que no se escapan tan fácilmente por más que se avale la representación de la memoria esta sólo será saciada con condenas. Los peldaños más difíciles para meter en el gris son los de aquellos que imperturbablemente hablaron sobre ese pueblo oprimido y no el idilio de la religión (no es el espectáculo) es curioso que hoy Haroldo Conti, Paco Urondo y Rodolfo Walsh tengan por fin la autenticidad que le da la historia a aquellos que ciertamente han hecho algo por ella.

Claro está que muchos piensan  que mejor sería otra cosa. Son de caer en el lugar fácil de los buenos y los malos “de los demonios”, de los “redimidos” de las manipulaciones. Sí se puede decir que una sociedad que pasa por un genocidio y una persecución debe sospechar porque sino su cultura termina de estar completamente podrida. Sospecha entonces de su derecho, del régimen de vida y de si vale la pena mirar al vecino con buenos ojos. Por eso cuando al pasar se cree que la actualidad se devora al 24 de Marzo es un error puede que lo deforme pero no lo devora. Cuando la actualidad se fue devorando la lógica misma de la dictadura esta fue ablandando, cuando el apoyo posible a ella había quedado consumido. Los propios enriquecidos de la dictadura pensaron que una transición haría posible hacer que el olvido pareciera demostrar que estaban en lo correcto. Con el tiempo el mundo que había dicho que había derrotado a la historia, fundó la democracia sobre la idea de una serie de genocidios orquestados conocidos como el Plan Cóndor. Así llega la democracia en un relato de “Fin de la historia”, una democracia que no ve lucha que simplemente ve un fin es funcional a un mundo de PAZ PERPETUA a cualquier costo.

Tristemente hoy se cree que sopesando hechos de muertos con dictaduras de distintas partes del mundo eso hace que todo pueda relativizarse, esto es un error. Una sociedad jamás verá a sus conflictos desaparecer y menos una sociedad como esta. Por esta razón la selectividad de la memoria es algo de lo que todos formamos y hacemos parte. La complicidad con el presente y con el pasado suele ser desastrosa y los sacrificados de la historia nos aparecen como una figura de todo el destrozo que es la historia universal de lo paradójico que es el progreso, el avance, el “éxito”. Pero no por eso quitará aquello que es parte del mundo tal cual lo conocemos, hoy en día cuesta pensarlo pero fue el medio de la violencia el que cruzo el campo político, la violencia que es la única que puede hacer efectiva las relaciones de dominación. Sólo que la dictadura tenía ese componente degradado que constantemente iba hundiendo más y más su propia marca sobre la sociedad. Su fracaso como facción pero su éxito en lo económico fue innegable. La herencia de los sucesos aquellos es mucho más compleja. Las distintas patas son aquello que nos dejo en las puertas del siglo XXI. Donde también hay demasiadas deudas que no se quieren siquiera pensar.  

La reacción organizada frente a la efervescencia social sin relatos mesiánicos, esto fue la manera en que se orquestaron muchas cosas, la Guerra Sucia es la técnica que ellos quisieron darle. Una “conquista” sobre el propio suelo, una reconquista propiamente oligárquica con todo lo que eso significa, una oligarquía que evolucionó y que optó por tener muchas imágenes distintas. Para no esperar demasiado y pensar lo que es el país hoy, siendo Argentina lo que es se puede entender que la dictadura creo gran parte de los monstruos del sistema político. Mientras ellos vivan serán parte de lo que no podemos ocultar en nuestra propia vida. No por nada algunas cosas parecen que se tienen que revolver, no por nada la indignación en todas sus formas termina tensando las cadenas de ese leviatán que no sabemos cómo hace para mantenerse. Ese Estado que en Argentina termina por ser eminentemente contradictorio. Cuando esto pasa toda la sociedad se mueve a los tumbos. La mayoría de las veces la sociedad vive en piloto automático y se mueve de coyuntura en coyuntura sin saber por qué. El tiempo debería ir llenando de responsabilidad la propia conciencia de las sociedades. Esto es lo más difícil, que esa conciencia no sea paralizante es mucho más difícil. Los humanos no somos perfectos pero somos perfectibles. Pero sólo lo somos a través de mucho esfuerzo y muchas veces nos traicionamos a nosotros mismos. Este sin embargo no es un relato emotivo-edificante. Es otra cosa, es parte de la propia vida de la civilización sino ¿para qué mierda impostar que hemos progresado? Ya nos han prometido que la historia había llegado a su fin, ya nos han prometido que los conflictos acabarían. El siglo XXI ya tiene para no estar atrás del XX, millones de muertos. El fin del Siglo XX con sus guerras de baja intensidad, con sus peleas geopolíticas por el poder es lo que ha heredado el siglo XXI. Este es por lo menos de los hechos más objetivos que existen. La verdadera anatomía de lo que somos. No somos arrojados al espacio sino que somos cuestionados en él.  

Argentina no está sola en su trágica historia. Por eso no hay que falsear la realidad (todos los pueblos que son saqueados se encuentran en iguales condiciones), con el tiempo el hombre debe aprender que desde que el capitalismo existe, contrariamente a lo que se piensa jamás se ha matado con más precisión. Con el tiempo mismo, hasta la apariencia, hasta la propia conflictividad pareciera que tuviera que ser naturalizada. En 1976, se quiso crear un chivo expiatorio fácil para un conflicto, con la supremacía del Estado se hizo de manera decisiva un exterminio. La voluntad de cambiar la matriz productiva de un país, y la voluntad de desaparecer al enemigo, la voluntad de crear y envenenar al Río de la Plata con miles de muertos no es una cosa menor. Tiene una lógica. La ciudad que siempre estaba de cara al puerto, tiraba sus muertos al río. La cultura de una ciudad que se daba como la puerta de lo civilizado estaba dejando en el Río sus propios hijos. No por nada los vuelos de la muerte fueron parte de la propia lógica de la dictadura, donde traiciones y entregas, torturas e historias de todo tipo se dieron. La sed de sangre termina siendo en este caso el último de los relatos, una forma de afirmar que la violencia todo lo puede y todo lo maximiza. Lo cual tiene por defecto que puede y crece sin control aparente en sociedad que pueden decir que ya no son “seguras”. Crear una historia inmaculada de los sucesos no los hace más inteligibles. Decir que la dictadura no tuvo beneficiados no da nada a cambio. Decir que la gente no puede recordarlo tampoco lo da. Lo terrible de la historia es que va esterilizando todos los sucesos los hace especulación. Solamente cuando se avanza sobre las condiciones de vida y de muerte de un territorio (su soberanía) es cuando al fin se sabe si se logró o no torcer el brazo de quienes se ensañaron en escribir una historia.

Por eso en medio de la propia historia hay algo que se resiste a la historia monumental. Esto es la propia historia del conflicto, si se creyese en países monolíticos en mundos perfectos en relatos color de rosa, un par de placas, algunos indultos, todo aquello podría hacer fácilmente olvidar. Pero los desastres continúan. Cuando la memoria es conflicto y dolor, sin moralizar en una forma exagerada pero cuando es un punto de contradicción vive como parte de las condiciones de la historia. Cuando el desparpajo que a toda velocidad, todo se lo dirigiere no se puede se puede saber si es “no genuino” un hecho. Lamentablemente sólo es trascendente vence a la historia aquello que es inmanente, es mucho más viva pregunta ¿Dónde están? ¿Quiénes fueron? Y… trascendentalmente ¿Quiénes son? La pregunta por la humanidad es la pregunta que nos podemos hacer por la generalidad genuina. A veces en su contra-parte perdiendo el foco. Pero sin ella el demiurgo de la historia cree que todo lo fáctico es capaz de hacer de la actividad humana un mero museo. Siempre termina siendo una cuestión de ir buscando lo peor de la historia de lo que terminaron deviniendo las cosas y teniendo la altura para no deformarse por ello para no alterarse. Sin histrionismos y concesiones, el consenso sobre algunos temas es parte de la vida de una sociedad de un equilibrio de poder. No es relativizarle a las modas porque muchos no pueden esperar y sabemos o intuimos quienes son.  

Comentarios

Entradas populares de este blog

Crítica a “Las 21 leyes irrefutables de liderazgo” de John C. Maxwell.

II- 1-Ley de tope: La capacidad de la organización está determinada por la capacidad de líder. El líder reclama la gente con más habilidad, y estos reclutan a la gente con la misma capacidad. Suponer este punto como una mera formalidad plantea muchos problemas. La capacidad de un líder puede variar de un momento a otro con formidable rapidez. No es lo mismo un líder de grupos pequeños que uno de grupos grandes. No es lo mismo una mesa chica a una plaza pública. Muchas veces un líder sólo cuenta con el apoyo indeterminado de adeptos que no termina por conocer. Esto es la clave en el espacio público. La potencia de un líder por fuera de una organización se mide por parámetros diferentes. Muchas veces no es la admiración, o la camaradería lo que lleva al poder. Muchas veces es el temor y el respeto, otras una devoción que no tiene mucha relación con quien la genera. Un líder es líder de los suyos y de su contrario. Un líder tiene que forzar a tener un enemigo necesario. El liderazgo sino

Praxis política, organizaciones y democracia:

No hay que ser superficiales. La cuestión de la actividad política tiene que ver con el sistema político en el que se vive, es decir en la democracia de carne y hueso. Hoy en día, Argentina tiene una interesante mezcla de armados políticos. ¿Cómo se hace política? La respuesta es un justo equilibrio entre movilizaciones e instituciones. En este proceso debemos interpretar que la acción es la política es la que puede dinamizar a la sociedad. Transformar a la sociedad depende de la política, los límites de la sociedad a lo largo de la historia tienen que ver con las propias organizaciones políticas. No con una sino con todas. Es decir que a partir de la organización se implementan políticas, con ellas se pueden materializar gran parte de los objetivos que se proponen. Por esto el esfuerzo, el trabajo en la política existe. No existe de por sí una relación que no sea política en todos los procesos de producción de un país, o territorio cualquiera.                                      

General Motors y Waymo disputan el automovil inteligente.

Una parte de las apuestas del futuro inmediato del transporte de pasajeros a nivel mundial tiene que ver con el hecho de que las personas no tengan cada una su automóvil, a la vez una solución más particular que simplemente el uso de transporte público, trenes y colectivos. Estas dos razones sumadas a que el segmento autos es uno de los que más paga impulsan el desarrollo de autos que no necesiten chofer para desplazarse. Justamente porque baja los costos y la manera en que las personas se relacionan con sus coches queda claro que el cambio social será muy importante. Muchos hablan de una cuarta revolución industrial dentro de la share economy. Esto puede que tenga un sentido siendo vista en el largo plazo. Muchas innovaciones ocurrieron y ya muestran que una parte del mercado de autos y de aviones, como otros bienes se manejan por medio de leasing y de los préstamos. Ya no es el ahorro y el ingreso lo que mueve a los que pueden a tener su propio coche, sino que con gastos de capita