Oler a muerte en la bella ciudad cuadriculada. Oler con placer el mito eternamente urbano, tomar en consideración. El cadáver del cisne en su auténtica muestra. El amor de vista, el olor a billete. La merca, siempre con todo el deleitante sentido existencial del espectador. Fineza y pureza, de origen y fin. El amor tiene eso de comprar birras en un chino. ¿Si no te pegan el tiro hoy? ¿Por qué no habrían hacerlo mañana? Hay un poco de anemia. Muerte a la oveja sediciosa. La sangre les baña las caras, hay fotitos perdidas del Tercer Reich. Una muestra concienzuda del ciberespacio. La muerte jesuítica, la muerte en la ciudad cuadriculada sin duda.
Llueve con furia en Buenos Aires, los ojos se ciegan con la más profunda irritación. Algún día pensarían que las palabras no tienen magia pero no se tratará de eso hoy. Se trata de otra cosa, la promesa de prostitución está en el aire. La Puta hecha diosa, allí en medio de un whisky sin terminar para toda la eternidad. En el medio de una casa que ahora fue vendida, un poco del glamour de la desesperanza. Eso ya lo han leído, por eso pasa por los diarios a través de las eras, conservadores y progresistas dicen que van a acabar con las maquinas de reproducción masiva. A medida que la tele quita el horror de todas partes, la gente ya no sabe qué pensar de la literatura. Es peligrosa, hasta para el futuro. Es peligroso, que la inocencia valga. Los cafés de cianuro vendrán del agua del pozo. Pero habrá para todo, habrá gente que ate sus afectos a palos. Habrá gente que ponga violenta y mate a palazos a otra gente. Habrá temerosos que desde los balcones de las casas con las persianas cerradas anotarán con precisión aquello. Habrá gente con la cabeza rota, pero habrá sobretodo gente que prefiera leer el diario. Habrá pibes que caminen por encima de los muertos, (si los dejan). Habrá gente que se pondrá mal porque hay gente que registra lo que pasa. Tendrá que haber gente que se ensañe con la conciencia pública. Habrá sin duda, esta es la ciudad geométrica con la lluvia más furiosa, tiene que haber por fuerza gente que entre en los almacenes equivocados.
Tendremos más y será mejor. Habrá locura, habrá locura y sin sentido. Habrá gente que se pedirá que las sabanas estén limpias para mejorar los recuerdos los clientes. Habrá bolsas de rolito para los que sólo pueden robar riñones. Siempre habrá gente astuta. Siempre habrá un adulto lleno de dulces, caramelos, chocolatines, dando la vuelta por supermercados, plazas y escuelas. Siempre habrá un nervioso con el pucho en la punta de los dedos como si le escapase. Siempre habrá el que cuente sus historias como sagas. Siempre lo habrá, siempre a fuerza de memoria colectiva habrá justicia. Tiene que aparecer el héroe millonarios que lo salve. Si tan solo la gente pudiera fusilarlos a todos. Pero bueno, será cuestión de esperar, que les prendan fuego los pies. ¿No es acaso esto un bello laberinto? Tiene que serlo. Tienen que matarlos a todos. Tiene que saberse. Tiene que venir los misiles. Pero hoy, hoy es paz. Paz en el imperio. El olor a porro por las veredas nos alcanza. Pero hay otras cosas, hay un farmacéutico que besa desesperadamente a su novia y esta solo quiere clavarle una tijera para poder salir, así tomarse hasta la última píldora. ¡Un primor!
La ciudad tiene su lluvia. Nuestro intelecto se muere, la gente no aprende. Los que aprenden son terroristas que piensan. Los policías son fascistas que hacen pensar. Policías que fajan y violan mujeres para terminarlas de hacerlas putas. Pero no se puede escuchar eso, la vereda es perfecta. La cara del Jesús manifestante es un horror. Hay gente que se quiere deprimir por sus problemas no quiere saber de alrededor. Porque todos, todos, según dicen hasta el hartazgo son caretas. Incluso los adivinos que saben el futuro y lo mienten. Así evitan que los maten. Ante tanta riqueza, como dice la escritura, aún las mujeres tienen a su hijo, y eso que matan al mesías, y a los mesías, y a los miles, millones de ellos. Hay un cierto frío cerebral, uno que vende fotos de los muertos. La gente sólo por consideración por pureza de comprensión moral tiene por ventura contar que las muertas están allí. Otros no saben si han de mentir o de inventar, porque el mundo escandaliza en esta sociedad. Es algo extrañó, para eso hay que vivir de madrugada. En el barrio de la estrangulación. Podríamos oír metralla desde helicópteros pero no jodas. Puto, falopero y puto. Hay caras con demasiado sudor y vida para ser replicadas. Por suerte hay gente que escribe y no muere. Pero claro hay críticos que salen con la pala a bajar vivos, y enterrar muertos. Hay que tener un poco de miedo al nihilismo historicista. Toda moda debe morir. El escribir es un oficio de muertos para muertos, desde los muertos. La virtud incestuosa es constante. Sí en medio de esas dos piernas, ver nacer un ojo. Al fin te ven, casi maternal.
El viento se lleva las hojas, las ramas y los barrios residenciales. Las sentencias de un fascista pueden solucionarlo todo. Ningún país del mundo puede tolerarlo. Prenden la silla eléctrica, o afilan la guillotina. La gente se tiene por persona. Degollan gente por no cumplir con criminales. ¿Después preguntan por Creta? Banderas negras, madres corajudas que salen a buscar a sus hijas en selvas criminales. La justicia se aburre y se duerme. La pija erecta constante, el poder punitivo. Es una llovía escasa. Apenas alcanza para pensar en estupideces. El que sabe, sabe, y el que no es feliz.
Más mierda es tu vida, mejor es tu sabiduría. A menos que te violen en un penal donde no tenes papel. Quizás una birome en el orto y no papel. ¿Hay condenados en la tierra? Nos vamos haciendo mierda. Ha pasado de moda hacerse mierda. Pasan de moda las cosas, vomitar en comidas pasa de moda. Pasan de moda tantas cosas. Pero bueno a medida que las danzas de la muerte recrudecen uno puede pensar. Hay una ventana abierta, allí la mosca vuela buscando la herida abierta donde reproducirse. No se puede pedir más. Un día llueve en la ciudad geométrica y al otro día sale el sol. Hay que tener la mente bendecida y vencida. Aún queda mucho por hacer. Que el fiel dice después de todo que sea amamantado por la teta de babilonia. Los golpes le pongan de nuevo de rodillas. El optimismo dirá que las cosas son parte del oficio de la puta. En la necesidad de un orden mejor, la gente espera, algunos agarran un fusil otros saltan de un balcón. Vacío y al fin piso. Una miseria. Sin dientes que puedan morder el asfalto. Tiene algo del canto de una hemorroide. Hay casi sentido para el edificio eterno que nunca se destiñe. Hay lugares en medio de esas penumbras que se dan en los días nublados donde todo es más feliz donde tal vez se puede morir seguro. No morir por cien por cien, sino morir en paz. Aunque dicen que algunos sueñan en medio de telas de arañas laboriosas los más perfectos crímenes que jamás cometerán.
Bello individualismo atroz cala hasta los huesos. La muerte sí tiene cronistas que preguntan si esta mejor matar por retórica o por diplomacia. Tiene un tinte interesante, esta ciudad geométrica tiene el placer de etiquetar los muertos en bando. Para enterradores es algo común. Terminado su trabajo pasan al siguiente, la ciudad, dentro de la ciudad no para de crecer. ¿Pensar pesimista? Jamás, resoluta y asquerosa convicción por seguir con vida. El universo desde el sol es un signo de lo terrible. Por eso cuando la planta se va resecando se puede soñar en paz el incendio. Pero hay gente que el mundo no tiene esperanza. Que sólo queda esperar arrodillados sobre maíz. La ciudad geométrica es un lugar de felicidad, en medio de la opresión, el desconcierto, el odio de clase. El apelativo: loro y la advertencia de que te van a meter dos tiros en las piernas algunas cosas no se resulten. Dicen los demonólogos que los ricos que quieren vivir, va quiere o pueden vivir, prefieren viajar en helicóptero. La ciudad geométrica ha perdido el tango, y los bajos fondos. Ha perdido la gorda de Arlt que se quiere salvar con la venta de su hija. El tomar mate siniestro. La gente híper-ventilada con cara de mierda. Las metanfetaminas serán el fuego y habrá apóstoles imperialistas. La rubia de Alrt reencarnará acariciará el goce, hará eyacular. La grasa de una hamburguesa será la perfecta catatonia. Se podría respirar en paz. Habrá quienes imploren por la republica perdida. Habrá quienes no tendrán ya remedio, habrá otros que enterrarán sus cigarrillos en la escena del crimen. Tendrán tantos el sueño de vivir como los peores. Habría que fumar más en la ciudad geométrica. No se para qué se pretende tal o cual acción. ¿No robarían sus poemas una y otra vez? Si creen con son buenos sus poemas, roben de una puta vez. Es parte de la idea de los días, es parte de la inteligencia, es parte de la miseria. Es parte de la existencia siendo en sociedad. Tiene que ser parte de todo ese ruido que parece que se pierde en desierto. Ese goce débil como un glaciar. Tiene que ser así, tiene que ser parte de aquello. Sin duda y sin temor a la locura. Tiene que ser como aguja que se clava en el medio del cerebro. Tiene que ser como una bella mujer que sostiene en la punta de sus labios esa larval explicación que será serpiente. Violencia para vírgenes de cemento que se conmueven. El verdadero amigo de un escritor de esta raza es una mosca que quiere escalar en su sudor. Una epidemia da falso glaucoma nos deja filósofos casi escritores y libertarios. Pensar que un romántico patético creía hablar del infinito con su contrapunto en la anécdota. Ojala que el infierno que el infierno Descripto fuera la tapadera justa de la pila de cadáveres que como ganado esperan. He aquí la divertida esperanza. Pero no se trata de buscar balas de plata ni desafiar a los públicos a lluvias de escupitajos mutuas. Las amenazas de muerte parecen cumplidas.
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