Una experiencia que no defrauda a quienes creen en el ajuste
en Europa, los que apuestan al Euro, y a la especulación sobre las deudas
soberanas. Hollande, Rajoy, se adaptaron muy fácilmente al diktat de Merkel, la
cual de progresista y de populista tiene poco.
Merkel
pragmática pero fundamentalista del mercado tiene en Monti, y en Letta dos
positivas reacciones en Italia, el movimiento 5 estrellas de Beppe Grillo puede
que quede como lo que fue, una forma más de lo decepcionante que pasa en
Europa. Syriza la única izquierda más o menos seria de Europa, y otras
izquierdas menores siguen quedando afuera de las puertas del Parlamento o mejor
dicho del gobierno. Mientras que Inglaterra, sigue y crece a la derecha en un
sistema mayoritario, los italianos crean inéditamente otro gran acuerdo para
mantener el capitalismo, o al menos el italiano, y poder sobrellevar esta
crisis, con promesas de reformas procedimentales y electorales como líderes del
momento pero que no rompen las reglas del juego.
El consorcio
italiano se ha manejado bien maneja todos los votos para formar gabinetes, y
compiten como lo que son partidos profesionales electorales, si están
consustanciados o no con la realidad italiana desde acá es muy difícil de
comprender lo mismo podríamos decir aquí de las internas del justicialismo y cómo
solemos ver de 2001 a
2003 se reinventó a sí mismo. Por esto pensar Italia y su deuda, pensar en un
hastío del sistema de Berluscconi pero no poder sacar al partido de este, el
Partido de la “Libertad”, y la
Liga del Norte.
Italia con Nappolitano a la
cabeza, quedó claro que Monti no llegó a sus planes para ser presidente, y no
hay una gran hegemonía política de un partido, luego de un gobierno “técnico”
llegó un gobierno ideológicamente reaccionario que logró fácilmente expulsar al
movimiento 5 estrellas de manera más sencilla de lo que llevó controlar al PCI,
la “antipolítica” no anticapitalista sufrió una dura cachetada, el Euro sigue,
los agoreros del mesianismo catastrofista y de eventuales crisis terminales,
tendrán que esperar otro turno.
El presidencialismo en América
Latina y los movimientismos volvieron a la vida en parte por las condiciones
reales de la vida en esta región del mundo, en Europa el poder de la movilización
está sepultado por muchos factores entre ellos el concepto de la post guerra,
entre ellos la crítica al autoritarismo y el consenso de los años de oro.
Tal vez tengan que recrudecer aún
más las condiciones de vida para que esos grupos se radicalicen, caso
contrario, la unión fiscal y monetaria, llevará a una Alemania dueña de Europa,
y a una “Europa” dueña de Alemania, una síntesis compleja, donde los partidos,
no sabemos a quién representarán si a burocracias, a grupos económicos de los
países de origen o si a los pueblos de cada país.
Se puede ser pesimista desde el
punto de vista de las alternativas para Europa viendo la crisis del Euro desde 2008 a 2013 con movimientos
que no logran tomar el poder como alguna vez dijo Lenin (parafraseado): “Salvo
el poder, todo lo demás es ilusión”.
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