Cosmopolitismo Material/1
de Mayo.
-Ódiense los unos a los otros, tal cual yo lo es he odiado-
Un patrón.
-Bella y justa
realidad.
El amor de la
situación, las mismas multitudes.
Las mismas manos, los
mismos pies.
Las únicas potencias
que doblegan la vereda de cemento.
En la metrópolis y su
periferia.
Los que forjan las
historias, los que hacen los caminos jamás especulan.
Hacen, y en eso temen
los que creen que la historia se detiene.
Incluso antes que las
balas,
Los caminos ya estaban
elegidos.
Piensan que la carga,
no es por delante,
Pero tan pesada va,
Que la espalda se
conoce la vereda, y se frena se cae.-
Abriendo el maxilar.
II-
Odien su destino,
odien su similar.
No sepan que comen y
cagan en la misma parte.
No sepan que hiede a
barbarie compartir la herramienta y no su producto.
Prueben lo “bello del
yugo dulce”
En la persecución del
que pone y lo quita.
Y que no los
confundan.
La paz de los
cementerios tiene tumbas escogidas
Para lo que escupen
para arriba.
Odien y crean que es
destino padecer,
¡Artaud! Vive.
Ciencia imbécil para
justificar la Barbarie.
Conformismo imbécil
para la sofística del día.
Como el “Menú del Día”
Retórica vacía para
juzgar a la historia como espectador.
¿Qué error se ha de
evitar?
¿Cuál será la
peligrosa independencia?
Darwin para saber el
origen.
Spinoza, pesar, medir
y cálcular.
El bien y el mal son
cosas, menores.
Todo es geométrico en
moral, y en cuanto a la explotación.
Nada mejor, que cortar
de raíz, el exceso.
Marx para saber el
destino.
Sade para saber, el
qué hacer.
Y tantos nombres y
apellidos.
N.N, en la cadena
basta de la historia de la clase, y de la especie.
Dos maldiciones
foucaultianas.
Dos palabras bastardas
de lo moderno,
El ADN, el precio, y
el código de barras.
Eso…
Que derrota géneros y
clases, que rompe con sistemas,
Que convierte lo
sagrado y que lo hace al uso nuestro.
Los hijos de caín, son
los únicos hijos que existen.
¿Por qué habría que
quedarse con un solo mesías?
Tiene que haber
cientos, y cientos de ellos.
El fuego de Giordano
Bruno,
Ilumina hoy futuras hogueras,
neumático, nafta,
Y llegará el día en
que apenas sea pedagógico tal vez.
Contar como se fueron
cayendo las cosas.
Será historia aburrida
y sangrienta,
Que brotará de los
libros.
III-
¿No es acaso un
monstruo?
No es acaso la
genuflexión a la hipocresía.
¡Venceremos!
Grito de todas las
gargantas intenten lo que intenten.
Si algunos buscan un
“dios” que no existe,
Ante el único
semejante que no tiene pies de barro.
¿Qué hacer?
¿Qué han hecho de las
cosas?
No debería existir una
estadística que los pare.
La nueva forma de
hacer el mundo no se puede ser contenida en una cifra.
¿Qué es perder o
ganar?
¿Por qué la mente
débil debería preferir un mesías?
¿Por qué un ángel que
no sea un “exterminador” debería guiar para otra parte?
Cuando se afila el cuchillo
con la intuición es posible dar en el blanco.
Y poco importa la vida
“irresponsable”
Del intelectual
febril, que les cuenta cómo se cargan las armas.
Y que dependerá de la
caída de muchos.
El arma más elemental
es la palabra.
Busca el poder,
¿Cerrar los ojos y el
culo?
¿sería la respuesta?
No oir lo que pasa en
las calles, no poder cagar.
No oir, los tiros de
los perros de los dueños de las cosas.
No saber cuando te la
van a meter.
Qué importa, qué te
van a meter.
Todo lo que se discute
es la propiedad, del cuerpo, del uso de la vida…
Del refugio de las
cosas.
El tesoro del corazón,
debe ser el que clama,
Al final el terror, de
los que venían en el rojo de la sangre animal
Su destino.
Cuando la sociedad,
Puso a la Razón en la cima.
Pudo ver que sus
razones,
La llevarían a la
muerte.
Cada 1 de Mayo, es un
punto y coma.
En medio de esa
persecución.
De gatos y perros,
Mercenarios, contra
esclavos.
Termine como termine,
cuente como la cuente.
Habrá, con sangre y
tinta,
Una nueva parte que
agregar.
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