1-¿Por qué redefinir el papel del Estado? El gran desafío que
existe hoy en la redefinición del Estado no es otro que el del entender cómo
funciona cada una de las instituciones de la sociedad. No se trata de otra
cosa, el estado como tal tienen distintas formas, no es un concepto monolítico y
sofisticarlo puede dar a reflexiones más profundas que los slogans que sin
sentido han recorrido el fin del siglo XX y el principio del XXI. No es cierto
que todo estado que gasta, gasta bien y que todos los gastos del Estado son
iguales. Tampoco es cierto es que el Estado por gastar menos en ciertas
carteras es un estado más débil. Muchas veces por el contrario el Estado es más
fuerte y a la vez pertenece a una minoría mucho más reducida. Recordemos que el
Estado como tal es el garante fundamental para la reproducción del capitalismo.
Esto quiere decir, que no son sólo las cuestiones de soberanía las que
interactúan sino que además intervienen otras. De ellas podemos saber
ciertamente que en primer lugar, toda política de subsidios y de redistribución
del ingreso así también como de carga tributaria afectará la vida de millones
de personas.
¿Cómo
se desagrego este problema a lo largo de la historia reciente? Bueno las
salidas fueron tres, la
Abolición o Extinción del Estado, la Reforma del Estado, y el Estado
totalitario. A cada una de ellas le conformo un papel importante. Con ello
podemos ver que el proceso de modernización fue creando distintos y nuevos
estados. Estos a su vez produjeron toda una serie de respuestas y de baterías
de respuestas. A saber, entre ellas, la idea de una administración de los
problemas de la sociedad desde lo más variados enfoques. Lo cierto es que a
partir de un tiempo, el Estado pierde buena parte de su papel como ente
soberano, o como representante represivo de otro poder que podría ser
geopolítico a escala internacional. Lo que mantienen son ciertas pautas
productivas que afectan seriamente su papel dentro de la sociedad en la cual le
toca su administración. Hoy en día sabemos que gran parte de los problemas de
los propios estados, son planteados en su mayoría en relación con su propia
gente y los estados tienden a mantener compromisos con otros antes que con sus
propios electores. Esto tiene que ver en primera instancia por ejemplo a
preferir pagar deudas externas a tener que aumentar los beneficios sociales.
Con todo, esto no quiere decir que el Estado como tal se achique o se agrande
aritméticamente sino que lo hace geométricamente y no sólo eso sino que los
cambios de su naturaleza son importantes. Hoy en día hay bastas ideas que se
preguntan sobre qué hacer y qué no hacer en estos casos. Por eso aparecen
respuestas muy variadas, que incluyen ciertas formas de activismo muy
distintas. Entre ellas claro está la relación entre; el abandono del Estado (el
estado como tal es obsoleto no tiene sentido por lo tanto hay que tratar de
vivir sin él o como si este no existiese), la destrucción del Estado y del
estado burgués en particular; es decir, terminar con las relaciones de
dominación del capital y del trabajo. La negociación con el Estado, la búsqueda
de los máximos beneficios parciales. Cosa que es muy común en las corporaciones
que van deformando un sistema que debería ver o buscar puntos en común para en
cambio crear un sistema de privilegios que termina por expulsar a todos los
individuos que no pertenezcan. Estas son las lógicas que hacen que el Estado
corporativo pase por etapas de organización positiva y luego por competencias
anárquicas sin sentido que llevan a su decadencia. Todas estas relaciones con
el Estado después de todo vienen de la mano de la relación general con la
economía.
Los
partidos políticos muchas veces son los que van adoptando estas pautas a medida
que interpretan que estas son las que más les convienen. Tenemos que tener en
cuenta que según el momento histórico, los partidos puramente electoralistas
terminan cediendo a la presión de cualquier origen para poder mantenerse
simplemente en funcionamiento. Muchas veces los partidos gigantes no son
sinónimo del Estado pero terminan condicionando a este Estado de peor manera.
La supervivencia de un partido puede condicionar la calidad de vida de millones
de personas. Estos son los casos genuinamente donde la clase política como tal
preserva sus privilegios. Pero no siempre esto es así, muchas veces una buena
parte de la representación se cae por la borda en nombre de la influencia de
distintos factores.
Analizar
algunas de estas pautas la caracterización de ellas, cómo estas ocurren, no
sólo como se origina el poder o cómo es un momento sino de donde viene y hacia
a donde va. Es decir, interpretar ciertamente el papel de cómo se articulan
cada movimiento político, como funcionan las corporación, etcétera.
2- ¿Cuál es la necesidad imperiosa de luchar
contra los monopolios? Ciertamente que en este punto hay toda una serie de
contradicciones que recorren la historia argentina. Los monopolios son hijos de
un sistema, de una fase del capitalismo en el cual en su maduración, los
mercados se saturan de una serie delimitada de productos. Ahí es cuando el
propio sistema condiciona fuertemente a la sociedad. Para el liberalismo en sí,
esto es parte de un momento, ya que los monopolios pueden desaparecer por
simple “incompetencia”, lo cual en algunos casos es cierto. Hoy no se vende en
las ciudades el carbón para calefaccionar lo que no implica, que el monopolio
sobre la energía haya desaparecido, hoy oligopolios de gas reemplazan lo que
fue en el siglo XIX el hambre por el carbón.
Por estas
razones, el papel de los monopolios es parte de la historia del mismo capitalismo
y del país. Muchas veces ellos en manos del estado fueron la gran respuesta a
un problema. Una de esas observaciones fue el desarrollo YPF como primera gran
empresa petrolera en argentina. Su papel era suplir, el desinterés del capital
nacional e internacional sobre la disponibilidad de petróleo en nuestro país.
Como conclusión podemos decir que el papel de los monopolios es parte de una
lucha entre su poder como corporación y el papel de ciertas actividades que
desarrollan donde la inversión inicial es muy grande y que por lo tanto, la
inversión de pequeños particulares se torna de difícil a imposible. Como
resultado de esto, se llega a la conclusión de que la lucha de los monopolios,
por ellos, o en contra de ellos configura la parte fundamental para poder
reorganizar las bases de la economía nacional.
B- ¿Cuál es el
papel de las multinacionales? De los monopolios que pueden existir de por si
existen algunos especialmente poderosos que son las multinacionales. Ellos son
los que en todas partes del mundo bregan por la ampliación sin límites del
beneficio capitalista. En este sentido que una multinacional tenga socios
argentinos, o tenga una casa matriz en argentina no es una garantía de nada. En
este sentido, ciertamente se sabe que las multinacionales son uno de los
grandes poderes vigentes. El entender que hay que combatirlas para poder dar
herramientas seguras a los sindicatos, a las familias y al ambiente es sólo la
primera parte de comprender como se desarrolla la economía nacional. Esto sin
embargo no puede ser tomado como un mero romanticismo. No hay que descartar que
la lucha de la suma de las corporaciones internacionales sea mayor a la fuerza
de muchos estados hoy vigentes y por lo tanto a la fuerza de su derecho. Cuando
entendemos esto podemos entender que la gran lucha por la independencia
económica reside en ser capaces de entender que el capitalismo dependiente es
aquel donde la inversión extranjera es la clave para el desarrollo de la
economía.
3- Razones para avanzar en la urbanización de
villas miseria. La sinceridad tiene que ser propia de la realidad de cada
región y país del mundo. Ciertamente debemos decir que, el clientelismo y la
manipulación de masas se han dado en todos los países del mundo. Ciertamente
sería falso decir que la manipulación sólo se da sobre los pobres. Este es el
argumento anti-democrático por excelencia que se ha usado siempre como elemento
reaccionario ya no para defender derechos universales si estos terminan en
letra muerta sino para bloquear demandas inmediatas. Esto quiere decir que el
verdadero sentido de la progresión de la democracia es que las bases sobre la
cual se vota sean cada vez mejores. Ciertamente se prefiere obviar esto, la
verdad sale a la luz. El voto es parte de la maquinaria de la democracia procedimental
no así de la democracia como aquella que debe gobernar a favor de los pobres.
Poco sentido tiene dar parte simplemente con eternas ingenierías electorales.
Los sistemas que se corrompen electoralmente están dados más por la diferencia
social que por el diseño de una boleta o de una urna. Esto es lo que ha llamado
siempre la atención. Tristemente, el clientelismo molesta si este genera nuevas
y más demandas que pongan contra las cuerdas los privilegios si este se usa
como moneda de cambio para sembrar pobreza esto no se tiene en cuenta. Este es
el verdadero cepo y mordaza hacia los pobres. Entender esta sutileza es
fundamental, no todos los que votan son de clase media. No todos los que votan
necesitan tanta transparencia. Ciertamente que sería bueno censar y ver que las
necesidades de los pobres son menos republicanas que los de clases medias y
altas. Esto tiene un sentido, los pobres no pueden esperar cuatro o seis años
para saber muchas cosas. En este sentido es tan terrible quitar subsidios discrecionalmente
por partidismos como la otra operación macabra que incluye la sucesiva
destrucción de la seguridad social (sí existe seguridad-social) de la mano de
sistemas de ayudas que no se cumplen en realidad siquiera en una mala manera
remunerativa.
Estas son las razones de fondo
para avanzar con políticas integrales en las villas miseria. No es un tema a
olvidar sino por el contrario a profundizar. No podemos esperar la integración
al mundo del trabajo de manera espontánea. No podemos esperar que la simple
solidaridad termine de llenar todos los agujeros. Lo que hay que hacer es tomar
medidas estratégicas pero sin demagogias que en abstracto suenen maravillosas
pero que sean una estafa al cortar los beneficios inmediatos que puede percibir
una persona hoy en situaciones de una precariedad asombrosa. Por estas razones
no se trata de combatir los pobres sino la pobreza. Esto tiene que ser aceptado
de una forma sincera y no por medio de la lástima. En un estado de derecho
nadie puede aceptar que algunos nazcan peores que otros o por lo menos no deben
decir que esto sea: “RAZON de ESTADO”. Por
eso muchas veces por más que pese la guerra dada en la opinión pública es parte
de la natural lucha por recordar y aumentar la discusión sobre lo social. Esto
es lo que permite avanzar con coherencia. No podemos olvidar que el trabajo de
las organizaciones sociales en general es la que hace punta de lanza sobre este
problema pero que no es suficiente. La lucha conciente por los espacios donde
la vida está en peligro es fundamental para poder tener todos los valores que
en abstracto la sociedad dice pretender desear: Seguridad, desarrollo, y
transparencia.
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