La democracia de los gobiernos perfectos tiene algo de
conservador, desde siempre, la democracia no sería el gobierno de los
personajes perfectos. Incluso la democracia como trampa jamás tendría a los
personajes perfectos, ya que esto sería una “aristocracia” aunque fuera de
millones, con todo podemos saber que volver el ánimo en contra de un gobierno
era parte de la democracia, y el demagogo puede tener o no un “cargo público”.
Lo irrealizable, es decir la primera utopía no moderna, tal vez fue de plano la
democracia.
La “democracia perfecta” no existe, la democracia perfecta
es parte de la negación de la democracia y es más que los salvadores de ciertos
valores es eso. Con todo, la democracia termina remitiendo a la sociedad, con
todo se han idealizado mejores democracia y ha tenido como contra cara como
realidad concreta que el votante flotante, el que mira televisión, el que
cuenta con información, podemos decir que la democracia que nació como el
control de la economía de un lado y de la política del otro generó con suerte
una democracia, compra de votos por venta de servicios. En el medio los medios
de comunicación de cualquier signo, fue entonces cuando ya no importaba la
democracia como tal, la teoría de la democracia se estancó, el poder del Cuarto
Poder creció. Hoy en día, se juega cierto papel en esto, la democracia es
tutelada, el buen ciudadano es neutral, tanto que termina siendo neutral en lo
político, los monopolios de hecho en el mercado en todos los mercados (información
incluida), versus la idea ya perfeccionada de un promesa de una democracia ya
dada, un proyecto. Una nebulosa, con toda la democracia crece la propaganda, el
personalismo pero a la vez crece la distancia entre los partidos, el Estado y
la sociedad.
Los conservadores han triunfado han podido vender que
siempre es imposible que el pueblo pueda hacer del poder lo que quiera, han
creado el concepto de la demagogia modernizada, el pobre es culpable porque no
se “esfuerza” y de la oclocracia el pobre si lo quiere todo es asesino, es una
masa sin límites, supieron dar marco a un sistema de producción, de vida. La
democracia de los conservadores no necesita a nadie que le tenga que responder
más que a los grupos económicos.
En este sentido las metáforas en contra del voto, como lo
más inútil, como una tiranía variada, como una comedia, como un verdadero
desprecio por la población siguen vigentes. Estas democracias creadas a medida
sólo son jaqueadas por los elementos que no pueden ser interpelados por
cuestiones relacionadas con la perfección, sino por los elementos irracionales
que operan en la vida real. Son los políticos los que pueden querer ser
autoritarios, pueden ser los dictadores los que presten mal los servicios, o
que sean en suma los mismos votantes lo que siempre se equivoquen. Minorías que
no quieren tomar el poder de un Estado que ya les sirve de alguna manera poco
les importa el ritual de las elecciones y de los cargos, sólo tienen que
impugnarlo para estar en más.
En este sentido democracia no es más que la excusa para
poder tener todas las prerrogativas, toda la legitimidad, incluso más tanto que
cuando ya no quedan conquistas formales
de la democracia, esta se vuelve reaccionaria, no desafía y sale a buscar los
votos que mejoran lo existente que no es más que poder perpetuarse y perpetuarse
en cierto sentido es la decadencia final. No por nada llegado cierto punto la
política se muere, todo el sistema se torna en una estafa, y sólo queda el
derecho a la propiedad como el más importante. Sólo los propietarios gobiernan
y se representan, tanto así que vuelven al punto cero a su mínima expresión. Un
consorcio que dice tener buenas intenciones y que deja a las mayorías afuera
con más o menos corrupción.
Esta democracia se termina reinventando y generando grandes
poderes que son complementarios con autoritarismos y que venden la
imposibilidad de una sociedad global, cosmopolita que termina intolerante. ¿Qué
queda?, una sociedad que apenas puede conmoverse con los derrotados del
proceso. Los fracasos son políticos y sociales con consecuencias que pocas
tienen respuesta de esos sectores. La democracia se volvió sinónimo de
libertad, representación sinónimo de autenticidad y la libertad se mostró como
tal, mera libertad económica.
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