143-Viernes negro.
I-
Empezamos a desaparecer más rápido.
Incluso creemos durar.
No importa ya es un juego.
Ir de puerta en puerta.
Sin reclutar a nadie.
Sólo a mirar.
II-
Las puertas seguirán cerradas.
Lo paria será mejor.
No será de víctima,
Y por eso mejor.
Y no será en chiste.
Será un rito solitario.
No podrá ser masturbación.
Será frío, indiferencia.
Lo funcional y lo cómodo.
Será ya casi anémica…
Imaginación.
III-
La rutina maldita de cada máscara.
El forzado semblante.
El dulce que se disuelve y se hace
veneno.
¿Perder lo que nunca se tuvo es
perder?
¿Qué es perder?
¿Hay que dejar que la puerta siga
abierta?
Pasará cualquier cosa.
¿Esperar o salir?
Será cualquier cosa.
El fin, vacío, vaciado, viciado.
Harto, en virulencia.
Dicen que si un cerebro cuando está
enfermo se lo fuerza, se hará peor.
Dicen, y tal vez
Siendo hábito y biografía.
Ya por maña valga la pena.
144- XXx
I-
El mejor oficio que infesta el
vientre,
Es la sed de infinito.
Y si por eso pensamos,
La eterna arcado de lo que no
podemos retener.
Así como si fuera,
Luz débil en medio de una tormenta,
¿Quién cree que vale la pena
hundirse?
¿Quién se ha visto con la cara
azul?
¿Quién se ha auto percibido como cadáver?
¿Quién arrancará los dientes y los
dedos para que no nos descubramos?
II-
¿Quién hará de la tumba el lugar de
uno?
¿Quién cree que estamos creyendo en
las ilusiones?
Son placebos, y placebos que se
pasan y se van.
El atragantamiento.
Ya pegado, una lámina.
Una fuerza, un celo interno.
Como un estornudo inevitable.
Como la forma inevitable que haría
creer cualquier cosa.
Eso, y ser feliz.
Valen por la misma cosa.
III-
Oficio de perro que ladra.
Pero que sabe que cuando ladra aún
creen que va morder.
Y eso a veces seduce, incluso en el
error.
Y termina por ser cómico.
Pero ante los cuerpos que se apilan
las respuestas son pocas.
Y de los que no se apilaron nunca,
de las orgías que no fueron, de las cosas que podrían haber pasado.
Así drásticamente se construye el
cielo personal.
Un poco después de morir,
Ese intento que no será podría ser
el único secreto que nos interesaba en la tumba.
Hemos fingido trascender.
Un mal contrato que pudimos romper.
145- Recordar.
I-
Manía perversa que hace de la
espera un hábito.
Hasta hace creer que la gente reza.
Ay de nos.
Ay de todos.
No crea que alguien va a hablar con
usted.
No intente creer que ha hablado con
alguien.
De eso que se siempre se trataba
era de otros.
Los que pudieron ser.
Y en esas fotos, que los otros
eran.
Donde nuestras pupilas se quemaron
en forma estéril.
Ahí fue que estaba la cuestión,
Casi fingida, casi disfrutada,
Un poco más cerca.
II-
Un día pensarás que todo fue
siempre el mismo instante.
Al final no hay tiempo por
comprimir.
E incluso el intento de rebobinar,
será inútil.
Y estas velas han sido largas. Y si
arden debe ser, una posibilidad.
Cuando sea basura, un poco antes de
ese momento de no volver atrás.
Cuando la angustia sea,
No hay ya mucho por ayer.
Sabrás que hoy y siempre.
Parece todo que es, recordar.
Y siempre pensar, que algo tendría
Que haber sucedido.
146- Tú el cenicero de Dios.
I-
Esclavos de los hábitos ni domingueros
ya.
Pocas veces ya, nos cagamos con la
muerte.
Aún nos podemos cagar, pero dura
poco.
Incluso sucios, sea donde sea,
Ahí de repente como nos venden las
cosas.
Hemos de irnos por el caño.
Una bolsa de “integra” basura con
todo lo que eso dice.
II-
Si fuéramos la ansiedad de un
creador.
Si nuestras propias tripas tuvieran
que contener ese designo de un ser ansioso y sin fin.
De un eterno consumir, de un
honesto consumir.
Seríamos algo así como el cenicero
de dios.
No mucho más.
147- Se ama el Tabú.
I-
“Madre” y “Padre” incorruptibles.
Si soñamos con su fin.
Pero no creemos en el sin fin.
Si hemos hecho de la vida, esa
deuda.
Si no sabemos que esperar.
Si apenas creemos en la biología.
¿De qué no podremos desprendernos?
El último vicio es el tabú.
¿No se podría sentir vergüenza?
Aunque sea una vez,
Aunque sea de nuevo
Pero por algo que valga la pena.
No por lo corto del collar.
Por que la carne cuelga.
¿Podremos salivar de nuevo?
¿Podremos volver la cola?
Claro que podemos ser, un poco
peores.
Y podremos escupir.
Y dejar que nuestros “compinches”
Recuerden que si fuera por ellos.
Por nosotros apenas somos gente.
Y vemos morir.
Y a veces lloramos.
Apenas si nos falta algo.
Nos falta el juguete.
II-
Así tal vez creyendo.
Sin corrupción.
Debería ser en un sueño antes de
ser pesadilla
Con muñecas cortadas.
Y con la gente que mira.
No poder matar y morir en el
intento.
Algo así como el Tabú.
Lo que no podemos ofender.
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