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Recuerdos de Louis Ferdinand XX


111-“People”-

I-

Cagoncito.
Si no sos “·partidario” sos una mierda.
Triste “realidad”
¿Se entiende una mierda?
No importa cuan avanzada socialmente este la “Iglesia” (reunión)
Mierda y más mierda.

II-

Cagoncito,
No bailas con la más fea.
No podes bailar con la más fea. Hay que tenerlas bien puestas para la más fea.
Si etuvieras con la más fea, tan fea que decis que no podes.
“Fea” como si decidieras que es fea.
Como si ella no te hubiera elegido.
Como si tuviera tus bolas en sus manos.
¿No te cuesta decir fea?
¿Te haría mal ser cornudo?
Es tu amiga,
¿Sos felpudo?
Costumbre sadomasoquista del romance.

III-

Cagoncito,
Con los soretitos disueltos en agua.
Con el ramo en la garganta.
Con la mente con olor a pedo.
Y el asco, que han grabado lo que comentas,
Y la mano trémula en la bragueta siempre ahí.
Dispara pero no puede.

Tu suerte es esta y no la elige nadie.
No se sabe si es destino y a nadie le importa.
Y aunque la envidia te pudra.
Y aunque tu suicidio tenga mucho de chiste.
Para vos, que incluso no irías para autoayuda,
Ni para auto-satisfacción garantizada.
Este mundo será un bautismo con un garzo de la patota.
Y la crueldad te hará oveja entre palometas.



112-“Spiedo”-

I-

Dolor a cucharadas.
Un ganador sabe lo que hace.
Si revienta mejor.
Si tu cara revienta mejor.
El rentista, se queja del financista.
Y el cultivado se queja del nuevo rico.
El nuevo rico, se queja sólo se queja.
Y el pobre se queda,
Sin quejas y sin vida.

II-

Dolor a cucharadas,
El que tira el carro la tiene la posta.
Y si te dice,
A “romper la concha”
A veces no tenes otra cosa que orto.
Y dice concha,
Denigra y vive, cree que tiene derecho
Por si el mundo a las trompadas es hecho
El que no aguanta y no lastima.
No tiene sentido en el lecho.

III-

Dolor a cucharadas, lágrimas de cocodrilo.
El poder no es justicia,
El justiciero busca el poder
Y un traje.
De profetas muchos,
De salvadores muchos.
De amantes del dolor varios.
Más cerca de dios, de la filosofía, de la clase verdadera.
Mientras que el opulento rueda cual cadáver,
Jugando a la filosofía.


113-Odian.

I-

Sabemos que odiando llegamos.
Y que las formas se vencen.
Del golpe al beso y del beso, al beso traidor.
Del que vende a quien le puede ser útil.
De la crueldad de acero.
De un alma a medida.

II-

¿Arte?-¿Espíritu humano?
Cuando estamos hartos de todo, pero hundidos en la abundancia podemos siquiera…
Entre el cuasi vómito necesario para seguir
Tener la mirada fija.
Eso que es tener una mira.
Sólo para disparar al otro es arte.
Si hay víctimas y hay enemigos hay arte.

114- Negroni.
I-

Un trago bueno para el suicidio.
Como siempre, un vasito.
Y unos cuatros hielos que flotan.
Un delgado hilo.

Pasar, y dejar ir.
Como si fuéramos la canilla rota.
Un poco de atontamiento que nos libra de la crítica sórdida,
Infantil, cómoda y “encajonada”.

Un buen balance de “fin de año”,
Y con la suerte de un pesar.
De un ir rumiando, y cada vida pasa,
Como pasa cada vaso.
Nada peor y nada mejor.

II-

De ahí el sentido,
Del que traga para ir olvidando, es decir
Esperando el efecto
Y el que traga por tragar,
Y que el efecto llegue.
Sin demasiado ruido.
Como canarios, que revolotean contra los barrotes.
Una grave caricatura.
Un despertar al día siguiente
Cada uno con su novela.
Y cada uno con su final.
Y las que están tan mal escritas que se olvidan.
Algunas “conmocionan”
Un ratito.
Que es grasa, que es burdo,
Que no tiene sentido.
Nunca tuvo sentido
El fondo de un vaso nunca tiene sentido.
El fondo de una billetera tampoco.

115-Resaca.

I-

Un mal instinto cobarde,
la “naturaleza”
El impedimento ridículo,
Un versito para decir no más.
Al menos un rato.

II-

Sedientos, con el hachazo en la cara.
Comiendo apenas, o a veces hambrientos.
El estomago hace un guiño,
No saber si terminar o empezar.
El que pasa el tiempo,
El que tiene sed.
El que ha sudado mucho.

El que tiene el gesto descolocado y le sobran signos.

III-

Reponerse es cuestión.
El famoso tercer acto muy mal escrito.
La resaca es otro atentado al diseño inteligente.
Qué consecuencia debería tener las vacaciones de la lucidez.
Qué importancia debería tener que no podemos pasar
En otra forma el tiempo.
¿Deberíamos sólo respirar?


116- Arden velas.

I-

El tiempo pasado-el juego ya perdido.
La historia que en otros se realiza.
El espectáculo que de lejos se ve.
Descabezados muñecos y muñecas.
Una estafa. Le busca el pelo al huevo de la ley.
Les seduce el tiempo circular pero algunos abandonan.
Tal vez abandonan por nuestro olvido.
 Prefieren olvidar ellos.
Alguien mueve las fichas nosotros sólo las jugamos.
Siendo “espectáculo”,
Pretendiendo un equilibrio que no existe.

II-

Pretender dividir el tiempo y cambiarlo.
Inventar el destino.
No ver lo jodido del cansancio
La muerte por la espalda, su lamida tras la nuca.

Interpretar como nuestra la huida hacia delante.
La épica burbujeante de nuestros sueños.
Ahí nacen las grandes palabras, eternas expresiones de deseos.
Consumen todo contradictoriamente.
Consumen todo hasta el final.
Y que se pretendan puros,
Y que juzguen que los otros no tienen cerebro.

III-

Al que al final vomitó el aspecto desalineado.
Por la propia costumbre.
El que mearía en la puerta de la embajada esperando entrar.
El que no espera que cambie el año.
Simplemente ve la comedia.
Y talla en su cara, una lágrima o lo que sea.
El futuro son respiraciones.
Cuando empezamos apenas podemos pensar,
Y cuando terminamos soñamos el escape.

Al final colgamos como reces.
Nos sobrevivimos uno a otro.
Y al final de cuentas, no estaremos deprimiendo a nadie.
Estamos dispuestos a olvidar.
Y no podemos recordar tan bien a quien hemos enterrado.
Eso nos llena de horror.
Y queremos decir que hablamos con ellos.
Se nos ha tornado imposible.
Vamos a hundir una parte de nosotros.
Si es abismo es irreversible.
Ardemos.
No de fanatismo sino de desesperación.

117- Héroe de dos cabezas.

I-

El inquisidor que llevan todos en potencia.
Una vitalidad desperdiciada.
Una enumeración.
Nuestro genuino éxito es la enumeración.
El abuso de la estadística de la estupidez.
Amamos la multiplicidad sin sentido que no es inútil.
Lo que jamás nos propusimos,
Podes expandir confusión y miseria a casi todas partes.

II-

Porque el odio, porque lo bueno. Lo justo,
O lo que sea. La gran comedia.

Así en medio de todo eso, en medio de la cultura.
Sí producimos cultura, papelitos, “comentarios”
Somos parte de esa bestia que no sabemos que es.
Nos “entretenemos” entre nosotros.
Y eso ha hecho cosas maravillosas.

III-

Un poco de miseria antes, un poco después.

Como forma y como sentido.
Entretenidos. Placer, siempre antes,
Y antes del antes, incluso.
Siendo casi siempre pulsión masoquista.
Un cuerpo flagelado que busca la moscas.
Un golpeador compulsivo de carne inerte.
Un moledor maniático desesperado.
Todo siempre, en medio de la carne.
Su misticismo y baba.

Todo esperando huir del monstruo.
La vida triunfa, no importa quien sufra.
La vida no es algo nuestro.
Sino lo que vive, eso que funciona ahí
Tal cual si la maquina fuera.
Y como tal.
Estropeada, sin mira y sin sentido.
La probabilidad ha hecho más mérito para existamos que otra cosa.
¿Cuántos sobreviven por fuera de la convención?


118-Sumo cuidado.

I-

Los culturosos rentistas han de salvar el mundo,
Ciertamente que tenemos variantes y más variantes.
Con todo, conformismo,
¿Qué podes pedir?
¿Qué más podes pedir?
Si trabajas porque trabajas,
Y sino,
¡Jodete!

Los culturosos rentistas,
Los profesionales con jerga cientificista.
Los brutales realistas del jugo instantáneo.
Todos tienen en común, esa mezcla rara
“estabilidad”
Rentas, y la necesidad de “cambio”,
Sin que nada “cambie”,
Ahí la historia se hace biografía.
Nadie escapa del “destino”
Destino que no es más que aceptar.
Y diremos, ¡Qué gusto a mierda!
Al final da igual.

II-

Las críticas catastrofistas,
Chocan contra los optimistas permanentes.
Los obsesivos de la letra chica de lo irrelevante
Se pelean con los apáticos compulsivos.
Los escupidores de caras piensan que están cambiando el mundo.
Las caras de piedras con parabrisas saben que el precio del poder,
Es dinero, y qué incluso entre puteadas,
Cura heridas.

Héroes siempre quedan.
Para citar y no creer.

III-

Estafa permanente,
El que sabe demasiado pero sabe que no sabe.
El que no puede poder lo que quiere y entonces puede cualquier cosa.
El idealista que no tiene ánimos de nada.
El realista que ahoga hasta sus hijos, no vaya a ser que lo vean débil.
Y el sentido de lo embriagado.
La crítica social en panfleto, librito, posteo.
Un primor,
La última candidez,
La fauna de dominadores y esclavos.
Copas sin champagne,
Y copas que siempre rebalsan y que incluso no se toman.
Sin cambiar el mundo.
Creyendo como siempre en la salvación de los justos.
Sea lo que quiera decir eso.
¡Sumo cuidado!
La hipocresía en el fondo es más sana que el fariseísmo.
El fariseo se la cree.
Entonces todo se vuelve muy triste.

119-Durar:

I-

Concepción vulgar se supone.
Pasar el tiempo,
El tener que vivir,
O “morir en vida”
La idea del cadáver,
Del Shopping zombie,
Del alma en pena.
Del bienintencionado impotente.

Durar sin soñar,
Durar haciendo,
Durar por respirar y no elegir.
Elegir cualquier cosa sino durar.
Vivir sin saber vivir.

Durar es saber que como la música,
Ser es pasar, y no hay lugar a donde ir.
Pero si hay que se deja.
No caer, parece volar.

Así vivir puede ser extraño.
Y pretenden que sea un viaje.
Y pretende que sea un camino.
Incluso la muerte un punto final.
No así, el tiempo, que siempre se pretende dividir.
Hasta se imagina agonizar.
Y no se cree en el instante.

120-Naturaleza:

I-

El crimen del hombre es su definición.
Hoy el fracaso del predicado, de su especial predicado es tragedia.
Y dicen que es violencia contar, lo que siempre decimos.
Que fuimos buenos, que teníamos que serlo.
Que teníamos cárceles porque no confiábamos en nosotros.
Que no sabemos ser pobres,
Que hacemos lo que sea.

Que la libertad es la ausencia del predicado.
Que el predicado de la mujer no nos importaba.
Hemos dicho que no existimos, nos hemos matado más de una vez.
Hemos hecho la etiqueta palabras valiosas,
Hemos aprendido a creer no en la magia y sí en el sistema.
Y la incoherencia de los profetas, hemos parido la “coherencia” de los filósofos.

¿Quién puede decir que es posible interpretar de una sola y buena forma el Universo?
Quién no sabe que el formalismo, el gongorismo, por fin vuelve.
Este sentimiento,
Esta sensación de un paisaje dibujado.
Un barroco absurdo e impermeable.

Sí, el tiempo que quisimos ser, como perversos.
El jardín perfecto, del perfecto pedófilo, que estafo.
Predicado de la libertad, hacer el bien.
Y el bien es lo que menos se conoce.
El sudor de la frente es, la mujer que en parto pare,
Y deja que el que viene después sostenga,
Que nunca hay para todos.

Castigo circular de deseo.
Condena del predicado dividido.
Lo prohibido como distracción.
Y la fuerza del poder, deseando “todo”.
Y todos deseando poder. 

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