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Gracias a todo lo
demás, un texto que fue tratado de escribir tres veces sale como si fuera
cagado, como si se estuviera pariendo a Vandor. Y el Lobo, el misterio, la
ridiculez, la paja escondida de un seminarista. El largo de una Boa, la
metáfora perdida. Preguntan: ¿Qué es una quimera?
La presuposición
dirían que no tiene que tener más de treinta pero eso es parte de la
presuposición. Toda lección tan mal aprendida termina por ser una realidad
mucho más concreta. Mientras siempre que se puede, el que trabaja mal le dice
al que tiene el gusto de no trabajar si cobra por ventanilla.
Por eso en todo
puchero gordo hay demasiadas cosas inexplicables. Cuando me preguntan por la
fuerza de la traducción de aquello que no se quiere decir, ¿qué más exponer?
Todo sería parte de un culo pesado, uno crónicamente pesado. Todo sería parte
de una silla, de un olor a chivo, de una entrepierna. Todo sería en parte de
las psicologías enfrentadas. Todo tiene que ver con el uso de la verga, así lo
manejan de forma paradigmática, sobre lo que se debería hacer con ella. Quizás
las visiones sobre el tema cuando se intercalan con otros temas pueden ser
fundamentales.
Desde las risas
planas, hasta la risitas hasta la observación más o menos coherente del
fenómeno. Alguien con el buen gusto del éxito me recordó en cierto efectismo
berreta de adaptación al mercado, lo bello de las genuflexiones imbéciles. Pero
todo eso sin duda no se daba en el foro porno, no se daba con los amigos. No se
daba con una “lluvia ni trascendental ni dorada”.
El tiro en la frente
por la puerta de atrás. Hay personas que coinciden su cumpleaños con el de
Thatcher, y otras con el de Perón. Ciertamente que estas cosas son las que nos
pasan hoy. Tiene un gusto particular escribir entonces. Devorando las capas de
la cebolla, el no saber, la indecisión. Un poema al solo que no se puede
escribir. Un texto que iba a ser bello que la iba a describir de pies a cabeza,
una parte de las utopías en desuso, otra divina comedia.
De la pornografía softcore como objetivo de la
vida, de la filosofía de Rorthy como bálsamo vital. Del rascarse la punta de la
chota. De las consideraciones generales de los escritores. Todo eso genera una
historia de la historia, y de la obra, y de la vida.
Como consecuencia de
la vida, de escribir, de mantener una serie de ideas la expresión no tiene que
ser ni buena ni mala, será cuestión de fanatismo como siempre. Casi de escritor
de panfleto mal hecho, casi de no tener apellido ilustre. No tener apellido
ilustre y no tener profesión ilustre conforma parte de esa intimidad babosa de
la que no se puede huir. ¿Salieri o Mozart? O la eterna interpretación de
Gieco.
La correa de
transmisión me lleva a pensar que el eterno mundo de la fantasía se mantiene en
paz. Algunos temes a las cucarachas otros las devoran para poder regalarle un
Pitón a un amigo. Esto es tan real como decir que un mundo gira sobre su eje,
es enumerar. Es hablar de cosas leídas y escuchadas.
Ante todo queda una
racionalidad, lo que no se va a volver a conseguir. Lo que no se puede
entender. Todo lo demás me suena como las palabras ligeramente roncas con
promesas políticas nobles. La mañana escasa de fotocopias. La perfección o ser
muchos nombres o no ser ninguno. Vivir en algunas lenguas eso es ser “¿Dios?”.
Uno espera ser “Dios”, bah, cree serlo. Aunque eso nos aleje de él y toda esa
sarta de pretensiones de incienso salientes de la podrida agalla de un pensar
arruinado.
-Siendo justos como si fuera un caso
judicial, malas historias. No por eso dejadas de lado como oído arruinado como
un avión sin horizonte artificial. La anécdota no puede morir. Cuando se pasa
entre los miles de afiches, cuando se ve el micro-clima. Todo eso se entiende
por una profunda miopía cuando se extraña a la simpatizante de los presos por
simple asociación libre. La evolución del concepto de la traición evoluciona
más rápido que la
Federación Rusa con marchas y contra marchas.
Que la buena onda la
tenga con Yabrán, que la tengan con el tren y que la gente no se mate por
colgar de él. Toda la literatura de la clase media parecería tibiamente
paternalista y densa si la comparamos con lo demás. La falta de ciencia en todo
esto es escalofriante pero cada uno aprende a cagar de una nueva manera. Cada
tanto el río de semen que debería ser como cemento no termina de fraguar. No
acabas las formas siendo transparentotas, el lenguaje sin terminación ofende
sin ofender o se olvida sin mencionar. Claro que estas cosas pasan y no es que
es la primera vez que se traten.
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Como se dice se trata de la velocidad, se trata de saber del colchón,
se trata de saber si el vecino puede o no hacer más ruido se trata de una
carrera armamentística, se trata de saber de la mujer más escandalosa. Se trata
en suma de entender si la cosa puede ir o no con mostaza y mayonesa. Banalidad,
intuición fina. Un recuento materialista, me han despreciado a Gore Vidal. Pero
mientras que Celine es genial porque se dilata en una forma que sólo puede
hacer alguien desesperado, mientras que Boris Vian seguirá siendo lustroso y
deferente, ¿qué pedir al futuro?
Carlos Solari es hijo de nuestra fantasmagoría es nuestra Virgen María.
Me han dicho que no lo endiose es sólo vale para Lennon al cual el mismo Ozzy
pidió un lugar. Lenin es Jesús, Maradona es Dios, los presidentes son
monumentos, “los hijos de sueñan dejar nietos de”. Ante todo eso quedan ideas
tetas, cicatrices, verdades, medias a medias, medias usadas, medias meadas.
Podría haber medias cagadas. ¿Vale la pena?
Como se sabe no es suficiente. Algunas cosas pican. Siempre recordaré
un asado, un asado donde comí de todo y creo que estaba demasiado alto en un
primer piso. Ahora bien será que estas cosas no tienen que ver con telas ni con
vestimentas. Tiene que ver con el sentido del futuro. Tiene que ver, que siga
teniendo que ver. Hay gente que prefería decir “KK”. Otros preferían pensar,
“KKK” pero eso son cosas sutiles. Hay que evitar el intelectualismo de feria
dominguera en estos casos. Se trata de juventud se trata de espaldas sanas y
finas que pueden sudar. Se trata de todo lo que se puede lamer más allá del
bien y del mal.
La migraña ya es síntoma fundamental. Ya nadie va a creer la historia,
pero algunos la van a disfrutar. Si una colección de bombachas fuera una
bandada de aves, si las bolas que cuestan ser recicladas van a volar hasta
después de que tengamos conciencia. Mientras comos nos dicen la sabiduría
popular la violencia sigue, no hay nada que termine por ser artesanal en mucho
chamuyo. Todo va al fondo de la de débito, que busca el puto billete. Comer
monedas para ahorrar, cagar a los días el recuerdo de no poder gastar. Nuestra
fantasía hedonista con luces de bajo consumo, y un ruido a chispas. La idea de
ir tocando culos buscando su tenor.
La idea de que el culo de uno es parte de una búsqueda de tenor. Las
patas de gallo en la cara. La idea de que Fogwill chupaba la concha de las
azafatas y hacia una arqueología del saber. La idea de que la Puta de Babilonia siempre es
la misma.
Por eso sin cerveza, sin piedad, sin ideas. Todos los cuentitos de los
torturados contemporáneos. Mientras tanto, mujeres son compradas y vendida, el
drama del cañito de la flor, en la base del jarrón es que el clavel con nafta
muera y no la trata. No se quiere ser didáctico pero debería ser algo que tiene
que ver con el imaginario de lo que se dice “Putas”. La idea al fin de la
maldad, un sentimentalismo mas, y su contraparte, el látex en la punta de la
base de la traquea que en el fondo ahoga. Cuando cuento las historias cuando
quiero contar el honor de un robo por el robo miso todo queda mal. Todo se
trata de estar a favor en contra de un “crimen”, si se trata de Eva estirando
las manos no para la manzana sino para las bolas de Adán.
¿Qué va importar después el reflejo? ¿Qué importaría que pensásemos en
un mundo mejor? En todo caso será un deseo o un sueño pero no sabemos eso que
es mejor, es como siempre la rebelión de la materia. Si unas manos agarran unos
papeles en forma sorprendente. ¿Qué más pedir? No pidamos más, basta de filósofos.
Bah, llamémoslos de una vez. Digamos que no sabíamos hacer sin ellos, digamos
que las cosas podrían haber sido mejores. Propongamos en suma. Digamos que no
estamos extrañando coger o que si, tal vez como dicotomía en disco rallado como
el saludo mecánico que no molesta, esa especie de filantropía socializada. Un éxito
más en una unidad.
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