Cualquiera pensaría que se trata de un traspié más en esa
carrera interminable de lo que fue ensalzar o despreciar a Lanata. Podemos
pensar hoy que se trata de formulas varias sobre algunos mitos que rodean
nuestras cabezas con facilidad. Entre ellos, ¿Qué es la democracia? Pero
podrían ser otras cosas más. En realidad, lo belicoso de lo mediático muchas
veces se devora la idea fundamental de algún conflicto político más profundo.
Lanata hoy es signo paradigmático de los tiempos. Tanto que su carrera y su
final hoy tienen que ver en parte de lo que pasa en esta idea un poco apurada
de dar batallas culturales que muchas veces no se cimientan. Ciertamente que en
eso se basa mucho de lo que hoy vemos como novedad. Lanata tiene el rasgo de lo
que es pasar a formar parte del “Mainstream” (todo contenido que los grupos
dominantes creen un valor necesario y útil, hablar de corrupción sin
desigualdad es un ejemplo de ello), definición que es correcta para lo que ha
pasado, hoy más homologado que nunca sus críticas son más parte de esa
homologación que lo ingeniosas que puedan ser, cuando Lanata decía que te
metían el dedo en el orto en 2001 no parecía cool, no parecía rebelde sino más
bien registro más amargo de la realidad, ¿Qué pasa hoy?
¿Tiene sentido esto? Realmente sí, parte de la idea siempre
vigente de que el que se supone el más mirado tiene una serie de puntos
generales que creen que llegan a todos. En este sentido, ¿será cierto que todo
el arco opositor realmente se desvive por la corrupción? Es poco serio que el
presidente de la Bolsa
de Comercio siendo nombrado por el “peor
vicepresidente de la historia” (por la prensa) en una conferencia según los
titulares jamás haya sudado por las supuestas implicaciones en actos de corrupción.
Ciertamente que estas cosas son graciosas y no por poco. Siempre se buscan
malos ejemplos para llegar a ver lo que se cree como fundamental, es raro por
ejemplo que Clarín muestre el desarrollo de grados de estado como el sueco.
¿Por qué el modelo sueco sería una mala noticia? ¿Sería porque el avance del
Estado puede ocurrir incluso sin movimientos populares? La respuesta es sí. Los
servicios públicos desastrosos de Macri no se explican por movilizaciones de
violentos uniformados como se pretende o sí, ¿Macri es o no autoritario? Lo
blanco del relato de Clarín comienza allí.
Los neoliberales argentinos pragmáticos desde el Alvearismo
“liberalismo pro-británico y pro conservador en general”, hasta la UCeDe tiene en común que son
los verdaderos liberales. No son Milton Friedman, ni Hayek los que realmente
meten las manos en la masa en este país. ¿Cuántos economistas críticos jamás
llevarían a cabo una tarea como ministros de economía? (con la presión que eso implica) Ciertamente
que los tecnócratas pueden estar afuera o adentro del Estado pero muchas veces
la recubierta del tecnocratismo y de la capacidad no llega a la realidad. Sin
reflejo se conforma una gran patina de todo lo que faltan y los objetivos
parecen inmediatos, una simple cuestión de voluntad pero se termina viendo que
no era así. ¿Por qué los medios se desesperan ahora en sostener a De la Sota y a Scioli como parte de
la última salida? ¿No será acaso la
miseria de una filosofía que termina aceptando el ajuste de cualquier manera venga
de la mano de quien venga? Jamás se piensa en que haya que superar la idea de
una economía que tenga que mantener el empleo y a la vez no tener inflación,
porque esto es lo más complicado de responder y no cierra en ninguna parte, se
prefiere diagnosticar. Muchas veces eso sirve porque los puestos de trabajo son
los de los otros. En este sentido, los partidos que llegan al poder y hacen el
camino de la “Libertad” tienen sus propios empleados superfluos, y además
mantienen una parte de los regímenes de privilegio. Jamás un neo-liberal se
maneja en Argentina por lo menos como un mero empleado. Ya que la mayoría de
ellos jamás fueron en su vida meros empleados ¿Para qué engañarse?
Para mejor si lo pensamos un rato, la razón porque estas
cosas apenas se entiendan no es menor. Cuando los periodistas son tendenciosos
van creyendo con el tiempo en una coherencia que no tienen. La profecía se
auto-cumple cuando la gente se hace eco de una opinión es curioso que esto sea
parte de la forma en que se entiende la representación. Los dueños de la
opinión tienen que ser sus profesionales. Es por eso cuando entendemos que las
malas preguntas, y las malas respuestas van de la mano. La obsesión por la
primera mandataria tiende a pensar que hay cierta tendencia a estar convalidando
la idea de una sola autoridad relevante. No gastar tiempo en pensar en qué
piensan los otros a menos que despunten en las encuestas demuestra cuán poco le
interesan realmente los cambios en el país. Tener una gran política con el
dólar es algo que Argentina no pudo tener en 30 años de democracia, que no se
tome en cuenta y que se crea que la clase media iba a zafar de gran parte de
los ciclos económicos es muy infantil y demagógico tal cual se entiende lo que
es costo de vida. Pero extrañamente se prefiere remarcar la inflación que por
ejemplo remarcar el papel de las organizaciones de consumidores y su poder en
el mercado. ¿Se puede o no luchar como consumidor? ¿Para qué los derechos a los
consumidores sino? Ciertamente que es lo que genera la idea de vacío que tanto
asco les genera. También hacemos falsos ecos de la democracia cuando las
idealizamos, como lo hacemos con la libertad de expresión. La democracia no
siempre pide lo mejor de lo mejor para todos, y no por eso tiene que ser tomada
como una forma más de ciertas pautas que se olvidar fácilmente. Su nacimiento
más humilde y gris es como forma de validación de políticas de Estado, uno
puede amar/odiar políticas de Estado pero eso no hace a la democracia. Claro
que esto muestra lo más propio de los intereses en Argentina. Ni por nada del
mundo deja en claro que son los derechos en sí, cuando una tribu indígena no es
vista porque están lejos, ¿No habría que preguntarse por qué se defiende tanto
a un multi-medio? Claro que tiene una
respuesta simple, es “responsabilidad del estado”, ahora bien ese Estado que
debería ser universal además debe tener por fin inmediato por ejemplo la
cuestión dólar y debe por ejemplo ser contemplativo con el tema Malvinas sólo
porque a un grupo de gente le convence. Cuando esto se dice así, pareciera que
se dijera poco pero se dice mucho. Es esto lo que se hace con la democracia
argentina, nuestros liberales argentinos cuando les conviene nos cuentan que
hay “sobre” y “sub” representación. Ahora bien eso cree que es algo que vale
poco. Creen por ejemplo que el “populismo” y el “institucionalismo” se dan de manera
pura. Tal cual como la idea de la
Constitución. Poco importa que la
oligarquía haya hecho una constitución a medida y que incluso haya usado la
fuerza militar, el soborno y el ahogamiento fiscal. ¿No se ahogo la Confederación
Argentina frente a Buenos Aires frente a su “secesión”?
muchas veces las palabras del pasado parecieran que dijeran cosas que hoy son
raras. La enorme cabeza de la
Argentina , la ciudad de Buenos Aires que es capital y a la
vez un ámbito sobre-representado y terriblemente mal administrado es una caja
de lobby de los grupos más poderosos de Argentina que usan a la propia realidad
local como una muestra más de lo que es la historia real de nuestro país. Por
eso nuestro parámetros tiene siempre una necesidad clara de pensar, ¿Cuál es la
realidad que toca? Siempre con la doctrina del merecimiento. Doctrina que en el
fondo es la que nos hace pensar, quién debería estar al frente del país. La verdadera
historia, es que la mediocridad de un estado como el argentino podría responder
muy bien parte de la decadencia del 1930. Todo lo que vino después podría ser
un juicio divertido, sobre qué hizo con la riqueza la oligarquía. Pero claro
que en esos momentos la idea de corrupción era una denuncia de un Leandro N
Alem. La idea de que una revolución contra la “corrupción” iba a cambiar el
régimen fue algo que fracaso. ¿Podría ser esto una muestra de la política
realmente existente? Ciertamente que muchas veces se idealiza al siglo XIX como
si fuese un momento en que éramos tan jóvenes que todo lo que pasó era
necesario. Es curioso entonces que los políticos de un país no cambien tanto.
¿Eso muestra que la clase media hace mucho o hace poco por su política?
Ciertamente que en este sentido, las súper-oferta es parte de la manera en que
los argentinos piensan que todo irá bien. El Cepo al Dólar es la manera corto
plazo para no pensar en una política energética ambiciosa, y en un plan para
hacer crecer más al mercado interno. Estas dos serían las salidas a la siempre
complicada balanza comercial. ¿Tiene sentido decir que si el mercado interno un
día fuera mucho más grande de lo que es hoy la vía que quedaría para el saldo
exportable sería menor en comparación? Ciertamente que la salida de la soja, es
tan útil como la salida de la lana, del churrasco, o del producto agropecuario
del futuro, ejemplo: La colsa que se usa para hacer biocombustibles y tiene
baja retención. ¿Tiene sentido insistir con lo mismo? Parece que muchas veces
podemos aceptar que algunas cosas anden bien otro mal. Entonces claro que no
podemos gestionar, si un Estado no se puede gestionar a sí mismo será
gestionado por otros. Todas las colonias o semi-colonias tienden a ser mal
administradas. Curioso es, entonces que se muestre sólo una parte. Mostrando
sólo una parte no se entiende como la política va a dejar de ser propaganda.
¿Cuándo los medios criticaron al gran negocio de embolsarse dinero pasando
publicidades de cualquier partido? ¿Cuándo
fue el momento en que se asquearon? Si tuvieran que ceder gratis espacios de
sus publicaciones para difusión de políticas de cualquier gobierno provincial,
¿aceptarían gustosos o pensarían que se pierden un negocio? Claro que esto va
en contra de la lógica del negocio. Entonces es difícil saber donde termina la
frontera de la política, los negocios y el periodismo. Claro estas cosas son
las que por ejemplo dejan las manos libres para la propia mala administración,
nuevamente cuando las provincias se prende fuego, mejor es pensar que la nación
hará algo por ellas. No saber quienes son para gran parte del país los que
digitan la realidad de cada provincia sólo nos deja con lo provisorio. ¿Cuántos
funcionarios de algún gobierno electo gastarían tiempo en responder a Lanata?
¿Larreta lo haría? Ciertamente hemos idealizado tanto que encima creemos que
las conferencias de prensa son ante todo algo que se da seguido y que además se
dan sin influencia. Claro que podemos entender lo que son los públicos
hostiles. Alfonsín en su discurso en la Rural muestra cómo el mejor de los “dialogismos”
siquiera es valorado. Es raro que con ese precedente de tribuna, con el ideal
de “yo hago lo que quiero”, el “poder es mi empleado” cuando en
realidad, sería el empleado de todos, y todos es algo como siempre difícil de
responder. Eso también puede que forma parte de la “sociedad soberbia” como nos suelen remarcar.
Esto es lo peor que nos ha pasado a nivel intelectual. Ya no
hay siquiera gente que se ponga a plantear ya que es intelectual cosas que esté
totalmente afuera de la agenda. Por eso estamos en una situación interesante.
No hemos avanzado en otra cosa que en la escala de la denuncia permanente.
Método que en los 90´ servía para perjudicar la intención de voto pero no para
resolver problemas. Por esta razón, cuando algunos temas son tragedias y otros
son problemas, el sesgo es tan evidente que cuesta pensar en otra cosa. Por eso
cuando se nota que la voluntad de criticar al poder judicial por ejemplo no
puede quitar a los últimos jueces de la dictadura, cuesta pensar que se va a
poder tener una buena base para poder buscar “independencia del poder”. Por esta razón confundir los términos es
la comodidad para vender el interés general. ¿No puede hablar Lanata de la
miseria de Ledesma? Claramente no, porque eso sería ser demasiado juicioso.
Puede hablar Lanata de la riqueza de Pedraza, ¿puede ir a la puerta de su
edificio y decirle a su portero si lo deja entrar? ¿Tiene Lanata ganas de
aconsejar a Moyano como tiene ganas de hacer otras parodias? Lanata como se
llevará ahora con la idea de un Barrionuevo, un genuino gremialista que trato
de ser siempre anti-k. Lanata no pierde el tiempo en cosas que no “interesan”.
Hablar de López puede que no cierre en sus esquemas lo tienen que hacer otros.
Por eso el tiene un raiting pero eso no quiere decir que le sobren temas para
hablar. ¿Cuánto tiempo le va a dedicar a Monsanto? ¿Cuánto tiempo le va a
dedicar a la medicina prepaga? ¿Cuánta voluntad tenemos en saber tantas otras
cosas? Claro que con la idea reinante de que Argentina está condenada al éxito
o al fracaso, todo es más sencillo.
Esta es la miseria del periodismo vernáculo. O mejor dicho
su estilo, y si su estilo tiene algo de leguleyo es por una cuestión de sentido
de la oportunidad. Pro eso cuando se piensa en la constitución se tiene un
sentido bajo cuando se piensa en una colección de derechos en abstracto. ¿No
tiene sentido decirlo? Si dos personas que son ricas en nuestro país hacen lo
mismo que dicen no querer que pase es decir condicionar a la justicia con su
dinero e influencia. Hay veces que la idea de una “ingenuidad” extrema puede
funcionar. Pero parece que no siempre cierra. Por eso cuando se piensa en la
manera en que se manejan los monopolios, cuando se entiende la preocupación de
la prensa en atacar sus propias fuente no se sabe qué pensar. Creer que la
libertad de expresión siempre genera buenas cosas es algo tonto a ingenuo como
pensar que todos los gobiernos hacen las cosas bien. Es como creer que todas
las críticas son acertadas. La buena voluntad para con los propios contenidos
periodísticos tiene siempre correlatos claros. Carrió muchas veces simbolizó
aquella mujer que iba a los medios a decir lo que los medios querían escuchar
pero no que hacía lo mismo para con la propia prensa. Jamás Carrió uso su
fuerza y su energía para enriostrar a la prensa su papel discrecional con las
distintas administraciones. Claro que eso es parte del mito, parte de lo que se
dice y no se cuantifica. Entonces es claro que la miseria del periodismo genera
cierta cuota de realidad. Es decir cuando aparecen noticias que realmente
conmueven. Pero claro que eso no es el rol fundamental del periodismo. El
periodismo es una pequeña parte de la sociedad. Creer tanto en partidos, como
en diarios en casos donde se necesita un consenso más amplio muestra como
realmente no se quieren ver grandes procesos. Tanto así que para cuando las
privatizaciones llegaban al país venían de la mano de Angelloz o de Menem en
igual forma. La no alternativa en esa elección es parte de la ridiculez en la
cual se manejo una buena parte de lo que iba a ser la Reforma del Estado. Cosa
que salió mal incluso desde su versión optimista. Cosa que hoy mismo se está
tomando como la calamidad. Cuando se pensaba que el derrame iba a generar
riqueza y trabajo se manipulaban las intencionalidades con la misma fuerza con
la que hoy se tocan los precios. Ciertamente que en ese momento ver que
preocupantemente el nivel de empleo bajaba y que el empleo genuino no subía no
fue causa de cacerolazos. ¿Será que sólo es un tema mediático? ¿Cuánto tienen
de financiero los cacerolazos que siempre vienen de la mano de escasez de
divisas o de corridas bancarias? Las primeras quiebras del sector privilegiado
de los 90, los bancos ocurrieron en 1995, nadie reparó en ese momento con una
fuerza desesperada que era el preludio de la crisis bancaria más grande de la
argentina diciembre de 2001. ¿Acaso pensamos que el Banco Galicia se sostuvo
por la genialidad de su gente? Cuando los bancos quebraban y nadie se
justificaba fue la única vez que en argentina por un periodo de tiempo breve se
veía a los banqueros con una moral tan similar a los detestados políticos que
daba calambre. Casi se podría decir que eran lo mismo, huían en un sálvense
quien pueda. Ahora bien, eso no puede formar parte de la realidad actual.
¿Imaginan a un Lanata yendo en contra del Citibank, Standard y compañía? Pocas
veces se piensa esto. Lo que pasa hoy en España pasó y puede que vuelva a pasar
en Argentina. Pocas veces, se tentó alguien a buscar la intimidad de hombres de
poder de estas características. El poder es algo complejo y el patrimonialismo
alcanza muchos actores distintos. No es reconfortante para cierto periodismo
saber que gran parte de sus auspiciantes están desesperados por embolsar
contratos fraudulentos con el Estado que dicen aborrecer.
El grupo Roggio en sí mismo podría ser digno de
investigación y de juicio, lo mismo vale para los Cirigliano, cuestión que
estos buenos muchachos son la cara existente d de la privatización. Estos son
los privados realmente existentes que se hace cargo de los servicios públicos.
La idea de una eficiencia y de una inversión acorde al lucro jamás llegó. Pero
ahora no importa a Lanata ni a nadie, menos cuando no conviene pensar que al
fin de cuentas los grandes robos de argentina, vienen de la mano de la evasión
y donde entonces, el IVA paga más la
AUH que los patrimonios de las multinacionales. Por eso
cuando la plata se queda corta y a la vez hay que alentar el plan de inversión
extranjera que siempre es un negociado que ningún periodista optimista del
mercado puede defender apenas hay una suerte de eco. ¿Hasta cuando insistiremos
en pensar que lo peor es el voto a los 16 años? Cuando muchas veces cuando en
argentina no se ve una cosa es porque no se la quiere ver. ¿Cuándo se va a
decir que el modelo sojero con o si n retención envenena, desertifica y arruina
el ambiente? Ciertamente que en estos casos, parece que hay ciertas cosas que
se olvidan. ¿Cuántas cuesta pensar que el viento de cola tiene tanto que ver
con la concentración de los latifundios que muchas veces un viento de cola para
algunos pocos? Y así la cadena podría seguir.
Razones sobran para expresar la idea. Hay muchas cosas en
argentina que no tienen que ver con el gasto público, también hay muchas cosas
que tienen que ver con ciertas pautas ciertas decisiones que se dan en marcos
no tan generosos como se podría creer. La idea que el mundo feliz es un mercado
sin problemas para los que pueden comprar termina saliendo mal con el tema
final la inseguridad. ¿Cómo puede ser que un gobierno que no arregla sus
propias escuelas como el porteño tenga votantes que digan que todo se soluciona
con educación? Siempre hay una excusa para decir que la gestión anterior no
pudo. Lo que vale para el modelo “K”, vale para el macrismo, vale para el
socialismo, lo no hayan conseguido tiene que ver con ellos. Pocas se reparan en
eso. La UCEP
desalojando pobres urbanos es tan brutal como los que persiguen indígenas. Sólo
que cuando se piensa que una posición puede ser más cómoda que la otra algunas
fichas cierran. Cuando se piensa que en realidad el gasto de publicidad se
expande en todas las gestiones, y encima uno se da cuenta que eso tiene que ver
con la idea de una gobernabilidad con los medios a favor o en contra. Cuesta
pensar que no se trate ante todo de una cierta forma de vivir dentro de una
sociedad. La “Revolución comunicacional”
tiene sus propios mensajes. Cómo costaría en la realidad concreta ya de por sí
que las políticas se vieran por sí solas y se valoraran como tales. La realidad
es que Lanata no pierde tiempo en eso. En nuestro país, gran parte de los
problemas de financiamiento de caja son impuestos mal cobrados, gastos mal
hechos, y esto incluye a casi todo el mundo. Claro que eso no termina de
cerrar, se cree que el feudo es sólo parte de un gobernador eterno. ¿No les
conviene a las mineras y los terratenientes de esas provincias la existencia de
esos feudos? ¿Cuántas ONG pueden molestar a una empresa como la Barrick , o a Monsanto si
la actividad política no es la ideal? ¿Quién sería la alternativa? ¿Cuántas
personas vivirían en Formosa entregando su vida para la transformación de la
provincia? Preguntas como estas, son las que terminan generando solidaridades
raras. Cuando se piensa que en realidad, una parte de los grandes trabajos para
entender la realidad son generados por científicos sociales y que estos no
tienen la oportunidad de hacer monólogos, “¿ácidos?” los domingos a la noche,
nos llega la idea seria de qué si realmente queremos tomar conciencia
seriamente de gran parte de las problemáticas del país. No poder ver la extraña
convivencia de intereses, forma parte de la manera en que pensamos el Estado.
Ciertamente el estado genera una ideología que tiende a ser la dominante, y
ciertamente que eso a su vez genera una cierta pauta general sobre qué es lo
que se vive. La pregunta es sin duda si eso se responde de una u otra manera.
Sería inútil para Lanata rescatar el papel no lucrativo de las personas que
hacen algo por el país. Es más sencillo buscar el lado hitleriano a los
conjuntos de personas. Pero toda aglomeración agresiva, podría ser vista como
hitleriana, Aguinis y Grondona lo usan con tanta amplitud que llegado el caso,
siempre serían parte de una gran manifestación. Es evidente que lo que llevó al
nacimiento del nazismo no fueron los nazis sino que la democracia colapsara
como lo más elemental. Fueron cuando los moderados se fueron del poder cuando
los nazis llegaron. Ciertamente que en esos momentos, contrariamente a lo que
pasa hoy. Derechas a izquierdas estaban muy marcadas. La idea acá esta sobre el
autoritarismo o no. Siempre tenemos para nuestra suerte la idea de un momento
donde pensamos que ciertas personas son autoritarias y otras no. En realidad,
podríamos decir que gran parte de los problemas que existen. Son más complejos
que si el cepo cambiario es real o irreal. Si el país pasa tanta hambre ¿Por
qué hablar del cepo? Se habla del cepo
porque el gatopardismo es más sencillo. Confundir la competencia por los cargos
con el hecho de resolver problemas es ante todo una ingenuidad. Ahora estamos
pensando la idea de una reforma constitucional. Podría no hacerse, podrían
pensarse otros instrumentos. Pero sin embargo cuando se deberían pensar estos
no se los piensa. No podemos generar y mantener cuentas del presupuesto acordes
a la administración, podríamos modificar muchas leyes pero no cambiamos algunos
de los vicios más antiguos. Argentina tiene una constitución que por ejemplo no
refleja nunca una buena parte de lo que es la vida real de los argentinos pero
eso tiene que ver con el problema para poder dar derechos. Esto es lo
fundamental. Porque esto implica trabajo, ciertamente que es mejor el
amarillismo. En este sentido, lo que se ha hecho es dejar que la técnica domine
nuestras opiniones. En vez de temer la dificultad de poder hacernos de juicios
sin medios, pensamos que los medios son buenos para ayudarnos a hacer juicios.
Esto es lo que ha generado una suerte de contra-revolución comunicacional.
Tenemos gente demasiado movilizada conviviendo con personas apáticas. Todas
ellas conforman parte de un gran mosaico que es Argentina. Por eso cuando se
pregunta, ¿cuál es el papel de gran burguesía hoy en argentina? Uno se puede
volver a que Lanata piensa solamente en ciertas familias, y no en los
Bulgheroni, y no en los Pérez Companc. Todo eso genera la idea de que la
riqueza en argentina es emergente, que sale del paraíso. Pero no es cierto,
ciertamente que por el contrario los ricos argentinos tienen el buen gusto de
llevarse su dinero pero dejarnos sus negocios con nosotros. Entonces sí vemos
que son los que laburan en negro en talleres clandestinos los que no votan y
crean ropa cool los que no pueden ir a cacerolear. Esta humillante práctica
tiene tantos correlatos terribles como la trata de personas, y otras que
conforman parte de las ideas de lo que no podemos observar directamente. Hoy en
día con desaparecidos en el sur o muertos, como Fuentealba o Gabriel Solano,
desaparecido por reclamar su sueldo “completo” conforman parte de una argentina
donde la explotación es común y se mantiene.
II-
Tenemos suerte entonces de saber que en realidad, lo que nos
debería preocupar muchas veces no es tanto. ¿Por qué tanto énfasis en la
psicología? Ciertamente que hoy en día la psicología es un tema predilecto para
muchas interpretaciones de la política desde la filosofía política, hasta el
periodismo. La pregunta es; ¿Qué clase de psicología? La psicología a la que se
refieren tiene mucho que ver con el marketing político. Lo raro de todo esto es
en primer lugar que en realidad gran parte de lo que hoy está ocurriendo en
argentina tiene que ver con el ciclo económico, es decir que gobierne quien
gobierne se vana tener que tomar medidas. Por lo menos es eso, o esperar a que
la economía colapse, cosa que también se dice, se ha escuchado bastante esa
posibilidad. La idea de la economía colapsada puede forzar a un cambio de
gobierno. Lo que es cierto es que llegado ese punto, la psicología importa
poco. En este sentido, el periodismo tiene poco que ver con el papel más
importante de leyes o de iniciativas que ayuden a salvaguardar cuestiones como
la energía, el tipo de cambio, etc. Gran parte del consenso hoy tiene que ver
con cierta pauta de una economía que se mantiene dentro de cierto cauce. Tal
vez para distraer sobre eso, se lanzan tantas campañas cruzadas. Las
manifestaciones y escarches a funcionarios tienen por el contrario una
demostración más de que en realidad, se adjudica un cierto valor fundamental a
cierto tipo de acción. Cosa que se suponía imposible antes. ¿Cuándo fue que el
escrache se volvió bueno? La respuesta que era difícil para Grondona, u otros
periodistas, tuvo sentido sí para Guillermo Moreno. Creo que lejos del horror
en realidad deberíamos pensar que se trata de más de lo mismo. Estamos en un
conjunto de fintas que nos alejan de cosas importantes, nos alejan de pensar
cuál es el papel de los grandes grupos económicos en casos concretos. Podría
uno decir que por ejemplo Ledesma tiene demasiada buena voluntad, el país
debería ir a buscar primero a Blaquier, a los ejecutivos de Mercedes Benz.
También deberíamos sanear las causas importantes sobre todo en torno a Pedraza.
La cuestión es que al final de cuentas, la justicia no hace ganar elecciones.
Eso lo sabe mucha gente y es parte del maquiavelismo en la democracia. Claro
que eso es lo que desnuda una parte de lo que ocurre, el maquiavelismo de las
alianzas incómodas se olvidan ante todo de los que no son corporaciones.
Ciertamente de ellos es parte de la historia que nos perdemos. Es ciertamente
interesante que un conjunto de personas que creen que tienen el deber de
congeniar con una buena parte de la sociedad, tarden tanto en explicar sus
ideas. Si no pueden llevar adelante un proceso es porque, no tienen clase que
representar o no se pueden aliar a una que si tenga sentido o funcionalidad.
¿Lanata gastaría tiempo con estas cosas? Ciertamente que el papel del FMI con Argentina era algo que fácilmente podría mostrar una parte de las contradicciones. La primera de ellas, fue que en primer lugar personas como De
Iniciativas modernizadoras serían mejores. Pero claro eso no
rinde gran parte de la mezquindad que hay en estos momentos. Ciertos sectores
no ven la posibilidad de un avance que no sea una contradicción. Es claro que
“burocracia sindical” para uno significa hacer pedazos los convenios de trabajo
y para otros una idea de democracia sindical. Por eso cuando vemos el centro
entendemos que en realidad, muchos de los que están adentro, pueden decir que
coinciden que los están afuera pueden hacer poco. La prensa como tal tiene un
dilema y este es no poder dar una gran respuesta acorde a la necesidad de los
momentos. La coalición opositora no existe porque los esquemas impositivos, y
las alianzas de clases no pueden congeniar. Solamente se pueden hacer pocas
modificaciones para mantener a la mitad más uno de los argentinos en cierto
esquema productivo y eso por más que no guste forma parte de un acuerdo
nacional que toma al 2001 como el momento donde la desarticulación llevó a un
colapso de la matriz productiva de los tres sectores, el primario, el
secundario y el mercado de trabajo. Los bancos, sólo se han salvado de la
manera más infame y caso que pasase una crisis similar pedirían por los mismos
medios, cancelar sus deudas, y retrasar el pago de sus depósitos. Lanata no va
a la puerta de ningún banco. Ciertamente que esto incluye los entramados más
densos de las grandes operaciones de compras de canales de televisión, títulos
de deuda, financiamiento de campañas, etc. Con estos datos podemos partir de un
esquema, se llega a la parte final de un proceso. El dólar es un indicador
general de la economía, y su consecuencia es que el poder de compra sigue
siendo en dólares. Por eso no tiene sentido invertir las razones por las cuales
esto no es una pelea por el ingreso. Depurar al estado de problemas de sus
propios subsidios es importante incluso para aumentar el gasto público. Los
inútiles como Cirigiliano y Roggio tienen que ser despegados de las malas
administraciones que tienen a su cargo. Ya no tiene sentido que ellos sean los
que inviertan. Ciertamente que ellos forman parte de un gasto que apenas se
puede sostener, ya que de ellos no salen servicios directos como escuelas,
universidades, AUH, y otros. Si esto no se tiene en cuenta la riqueza de YPF y
otros esfuerzos serán minados por la comodidad de ciertos acomodados que
esperan que todo salga mal para sobrevivir a un gobierno más. No poder
re-pensar esta relación es lo que nos ata al pasado más que la CGT de Moyano, o el papel tal
vez no tan coincidente de otros sectores. Hay que eliminar en parte el papel
poco útil de todos estos grupos que especulan con nuestros servicios, ya sea
transportes y basura. Esta es una razón clara para poder proceder con
tranquilidad. Clarín se anquilosa en el Lobby que depende de la extorsión por
partida doble, el que vive de la renta y del que vive del subsidio. No son las
PYMES las que disfrutan de los cuantiosos recursos que Cirigliano robó. No
tiene sentido que sigamos esperando a que llegado el momento, tengamos que
pensar que será la excusa incompleta del mal uso de las buenas medidas para
tapar las malas medidas. Macri podría haber cambiado de concesionario, podría
haber buscado un nuevo administrador pero se le presenta como imposible. ¿Quién
garantiza que el ajuste se haría sobre el subsidio negro del cual se hace tanto
escándalo? Los nuevos sectores que entran a la política pueden preferir
entender el papel a medias que tiene la psicología de la noticia o pensar si en
realidad no es necesario cortar por lo sano. Hay grupos económicos dentro de
esta alianza poli-clasista que están esperando el desastre.
Hasta ahora, jamás nadie puede decir si comandar al Estado
en campaña que va a poner Techint en su lugar, ¿Lanata tiene la idea del miedo
del Lobbysta más grande de la argentina y su capacidad para destruir empleo?
¿Gasta su tiempo en buscar el lavado de dinero en la “burbuja inmobiliaria
capitalina? Claramente no, esto es parte de lo terrible y por eso no debe
cundir el conformismo. Hay que ir a las causas profundas de los problemas.
Claramente no va ser el periodismo el que genere la alianza triunfadora como
mucho luego la alabará o simplemente no hablará de ella. Hay muchos
escandalizado hoy de la reforma que no piensa que ella en el fondo fue un
acuerdo por arriba y no por abajo. ¿Por qué no ir a preguntar a Alfonsín o
Barrionuevo cómo se reforma una constitución? Ciertamente que muy pocos
partidos creen que llegado el punto no tiene sentido esa ingeniería electoral,
lo terrible es que tal vez por la estúpida desinteligencia argentina podría
vivir mejor con un parlamento. Pero claramente que eso no gusta, por terrible
que sea o no, la “Re-re-re” y la lógica destituyente si se dan van a ser
plebiscitarias pero mucho más agresivas. Esto es parte del problema insoluble.
Una parte de la riqueza del proceso argentino queda trunca. Por exceso de
fuerza de un partido sobre la debilidad de un sistema si un opositor lo
debilita, no compite, lo abandona. Con esto queda claro que en cierto punto, la
realidad condiciona la propia existencia de una posibilidad de una oposición
partidaria. Muchos partidos que aspiran a presidente pero no tienen con qué no
podrían gobernar ni prohibiendo al kirchnerismo. Cosa que en Argentina y el
peronismo salió muy mal. Terminado el proceso los partidos más chicos menos la UCR terminaron desaparecidos.
El PS de hoy nada tiene que ver con el histórico en el sentido claro de que
primero es la cabeza de una coalición y además que para muchas cosas depende de
la UCR , cosa que la UCR le ocurre en forma
inversamente proporcional cuando el PRO; descabeza un ala de su partido. Los PJ
provinciales en este sentido están más sanos. ¿Por qué el FAP o la UCR no aspiran a una provincia
como Córdoba? La respuesta es simple, tampoco tendrían éxito. La idea de que
los centros urbanos son la clave única para ganar en una campaña muy costosa y
de amplia cobertura es lo que los hace dependientes de los medios. El PRO
teniendo la mayoría de la capital y siendo esta la idea de la prensa de que se
puede proyectar mecánicamente una realidad sobre otra deja una cierta sospecha.
Es raro que los encuestadores no muestren que la imagen positiva y negativa es
más cambiante en los centros urbanos que en el resto del territorio. Si
alianzas con los PJ locales, o con los “radicales K”, las posibilidades de algo
que no sea el PRO son ridículamente bajas. Se podría pensar en Mendoza, en
Santa Fe, pero no mucho más. La otra idea por la Pcia de Buenos Aires puede
volverse suicida. Por eso la realpolitik, tiene más sentido desde Moyano, el
cual si tiene medios para sobrevivir que para con otros “candidatos” si Lanata
antes perseguía a Moyano y ahora no, es simplemente porque no tiene sentido que
la prensa tuviera dificultades legales más las dificultades de distribución de
sus propias publicaciones. ¿Se animaría Clarín ahora a desafiar a Moyano? El
gobierno no lo defendería y estaría peor que al principio, la alianza tácita
entre Moyano y Clarín es valerse de que el enemigo común es más poderoso.
Clarín siendo el más débil virtualmente ante todas las dificultades hace
equilibrio. No entender ese equilibrio es parte de un juego absurdo. ¿Podría
acaso Macri condicionar a Clarín? ¿Podría alguna ley que no fuera la ley de
medios hacerlo? ¿Qué presidente sin un lazo bueno con la CGT y algún grupo importante
de empresarios podría tratar siquiera de evitar que Clarín tenga rápidamente un
posición mejor? Todos sabemos que si Clarín gana a fuerza de su razón de débil
pero abusando del derecho pasará a ser fuerte por una legitimidad que le van a
inventar. Esta pasión por la esterilidad de una serie de críticas no sirve a
los partidos de “centro” opositores en los cuales hay sólo una buena salida que
es una crisis corta pero puntual pero no una larga y sostenida. La debilidad de
sus partidos estaría a prueba como lo estuvo la alianza. Una crisis de dos años
sin salida aniquilaría a casi todos los partidos a excepción del PRO. ¿Qué otro
mecanismo de captación podría haber sino que seguir con la privatización y el
pago de cometas y retornos de toda clase ante una cosa que ellos llamaría la
ausencia de caja? ¿Se puede soñar un Estado incluso con la inflación que se
dice tan terrible sin más impuestos?
Esta falta de pensamiento a futuro no tiene que ver con el
periodismo no pensemos en Lanata como aquel que tiene que dar las políticas de
estado no tiene porque, no tiene la obligación incluso. Lanata muestra sí
muchas cosas que ocurren, no muestra las soluciones. Las soluciones las tienen
trabajadores sociales, observatorios barriales, las tienen las personas que
hacen algo para lidiar con una parte de esos problemas, también lo tienen las
encuestadoras y los publicistas. No verlo es creer que nada se puede hacer. Que
nada se pueda hacer tiende a pensar en una supervivencia que tiende a aislar a
los que menos tienen. Estas realidades son las que demuestran una buena parte
de la intencionalidad con la que nos manejamos. ¿Acaso no debería ser esto una
respuesta política? Respuestas políticas hay, hay fabricas que se quieren
autogestionar, hay personas que toman sus colegios para hacer que las
autoridades hagan algo, hay personas que marchan todos los días para que sus
demandas sean escuchadas. Hay personas en José León Suárez que reciclan la
basura como millones de cartoneros y que conviven con un silencio sepulcral.
Alguna persona debería meditar sobre estos puntos. Cuando estas personas
demuestran una voluntad de trabajo incansable, en vez de ser vistos como
nuestros héroes son vistos como problemas. Entendemos entonces que en realidad,
la peor parte de la sociedad con respecto a la carga tributaria, la que más
carga termina por ser una mayoría silenciosa. Jamás se entrevista sin poner el
filtro de la alienación y de la compasión. Por esta razón, ocupan ellos un
sector pequeño de la reflexión. Pocas veces pareciera que no fuera más que el
recuento de una gran decepción que la demostración de una lucha. Sería tan
bueno jugar con la excusa, ¿Podría Lanata ir a Brasil ya que le gusta tanto
viajar para entrevistar al Movimiento Sin Tierra? ¿Qué pasa cuando hay gente
que si quiere trabajar y no la dejan? Las respuestas sobre las multinacionales
aburren. Las respuestas sobre la idea de que en realidad, gran parte de la
gente no dispone de los medios para cambiar su destino son tan incómodas que
decirla todos los domingos sería peor que estar en el peor de los gobiernos
posibles. Mientras que las dictaduras se basan en el miedo y la división reales
que son desconfiar del vecino no desconfiar del Estado. Porque en realidad, el
terror es capilar, y entonces ¿Por qué no decirlo? ¿Se junta la gente
espontáneamente en las plazas cuando hay certeza de represión? Y eso encima en
la capital federal porque en otros del territorio si hay represión, cuestión
que en el caso indígena es tan obvia que no podemos hacernos oídos sordos. Es
más difícil ser ambientalista en argentina que mandar a la mierda a un
presidente por televisión por no poder ir a Punta del Este. (Lo cual demuestra
que de hecho hay una cuestión de status que da visibilidad a ciertas cosas)
lamentablemente se ha hecho demasiado abuso de la espontaneidad en todo
sentido.
Por eso cuando pensamos en si realmente estamos preocupados,
podemos decir que sí. Podemos dar buena voluntad pero no cierra el hecho de que
la gente que se harto de Menem deje de insultarlo porque ahora insultan a
Cristina, es parte de una ingenuidad que sólo Tenenbaum que juega a ser más
pluralista que todos los demás. Sería un relato demasiado extraño que aquellos
que consideran que todo el peronismo siempre sobrevive de la peor manera, basta
leer Perfil no sean también consecuentes por lo menos en el odio a Menem, a
Cristina y a cualquiera que alguna vez haya usado el escudito y haber cantado
la marchita, como se dice despectivamente. Lamentablemente la negligencia del
estado a todo nivel no termina por dar respuesta, problemas que son de la
propia estructura interna del estado pero a nivel micro, buscar y saber quienes
son los incapaces y no recortar como quien amputa porque está aburrido.
Simplemente hoy en día, lo que pasa es que las reacciones diversos en torno a
lo que debería ser un gran mercado. Lo que choca es que el tiempo necesario
para procesar aquello es más que suficiente para demostrar una realidad, el
mercado también demanda políticas que terminan en un círculo vicioso, si las
políticas como la AUH
no puede ser rápidamente actualizada por grandes acuerdos, no tiene sentido
pensar políticas más ambiciosas. Estar en contra o a favor del Estado no genera
esta reacción del periodismo con un inmediatismo que no tiene sentido cuando no
hay expectativas de democracia directa, un presidente puede renunciar y un
vicepresidente hábil puede continuar el caso de Carlos Pellegrini en la
historia es importante. Cuando se toma conciencia que el representante tiene
poco que ver con la idea de una política a muy corto plazo, todo lo que se
proponga no tiene sentido. Más cunado se espera con tanta anticipación el
fenómeno electoral. Lanata ni ningún periodista puede decir que una campaña
política como tal no puede cambiar una buena parte de su labor. El tema de la
inseguridad es fundamental en este sentido. Mientras se mantenga puede hacer
ganar a tantas plataformas distintas que no tiene sentido pensar que ciertas
pautas no son más que irresponsabilidad. ¿No es demagogia acaso prometer
seguridad como soluciones mágicas? Recién en 2017 la metropolitana va a poder
funcionar de acuerdo a un Standard medianamente creíble no hay que dudar que
Macri en este sentido no vaya a poder cumplir nunca su promesa en 2015.
Lo es y tanto que en realidad, no se trata de una sensación
sino de lo que se ha adherido, lo que es difícil de explicar es la sensación de
“seguridad”, ¿Cuándo una persona cree que está segura? ¿Cuándo una persona está
satisfecha? ¿Cuándo una persona llega a tener conciencia de su papel en estas
relaciones? Es raro que el localismo termine siendo una cuestión olvidada.
Ahora bien esto es parte de la manera en que la censura se maneja. Censura que
termina siendo como fue siempre una institución. Una que hizo y genero el orden
occidental. Esta ideología es la que ha acostumbrado a convivir a los medios
como Clarín y la Nación ,
los cuales han convivido con la censura. Curiosamente eso queda únicamente en
la realización de revistas como Barcelona. ¿Cuántas veces cuesta tener justicia
por algunas aireaciones que escapen al buen gusto? La contratapa de Bussi como
una suma de gusanos a la hora de su muerte sería considerada algo no apropiado,
cosa que si fuera una tapa de noticias sería tomado como algo serio. Estas son
las realidades de pensar lo que es el periodismo. Lanata tiene la suerte de
poder usar la libertad de expresión, su trabajo en parte es producir contenidos
con eso. La pregunta es si no es demasiado conformista esperar que un programa
de televisión nos haga accesibles grandes problemas. La cuestión de la
implementación de los grandes problemas para soluciones habitacionales y
sanitarias, los proyectos ya casi presupuestados quedan cajoneados al olvido.
Todo el intento de mostrar la realidad es parte juntamente de lo que termina
siendo una actividad política donde no se propone que la gente lea políticas
detalladas. Destruir a Nuevo Encuentro, tarea fácil por cierto muestra que
cualquier administración más decente en el conurbano no es algo que desviva al
hombre de los domingos a la noche, no hay una sola nota o epígrafe donde se
pueda siquiera sospechar de dinero en manos de Sabatella.
Es mejor para el periodismo vernáculo no citar, no explicar
y no hacer un pedido para hacer conocer las mejores razones. Es curioso que se
usen siempre fuentes tan difusas cuando hay mecanismos como La Auditoría General
de la Nación ,
el cual está al frente un opositor no como el INDEC huelga decirlo. ¿Por qué no
se le da visibilidad a las herramientas de control realmente existentes, cosa
que puede servir para la CABA
también de hecho.
Siempre cuando se considera que en cierto punto, lo que se
quiere es pronosticar para dejar tranquilos y no por el contrario adelantar
problemas que podrían aparecer se muestra la realidad de un sistema que sólo
sabe reaccionar. Es el medio el que pone o impone una agenda y es el periodismo
el que trata de darle coherencia si puede a todo eso. Esto es lo ridículo
cuando un medio se quiere defender a sí mismo. A esto se llegó cuando se vio
que en realidad, sin que haya censura explicita la realidad puede ser
manipulada en forma sorprendente. Conquistados todos los “totalitarismos
clásicos”, hoy en día, la censura es un asunto relativo. Todo lo que el “medio
independiente” no quiera ver no esta obligado a ello. Malvinas no sólo era una “locura
colectiva” como proponen Sarlo sino que era una campaña mediática. Es curioso
que eso no se tome como un factor transmisor y cómplice de la opinión pública.
Lo errático supuestamente eran los argentinos y no el papel de los medios ante
una independencia que le valdría la pena más que hoy. Por eso cuando Lanata no
puede hablar siquiera en contra de La
Nación cuando no puede apostrofar a Aguinis, pareciera que de
repente se convirtió en un militante. Ciertamente que ese no es el Lanata de
Crónica de la Argentina
o de Pagina 12 donde estaba al frente de su propio proyecto. Puede que en
realidad como todo sea víctima de la propia desilusión que existe en el propio
medio, pasa en todos los ambientes que en realidad la verdad como tal no cambia
tanto las cosas como se pretende. Una verdad que se dice pero que no quiere ser
cambiada genera una ilusión inútil.
Sinceramente no es el caso, en todo caso es lo contrario.
Lanata hace lo que quiere, la prensa hace lo que quiere, y por eso mismo
tenemos las muestras reales y concretas de los asuntos que nos cuestan pasar.
Por esta razón no se trata de tener una brillantez muy
grande para darnos cuenta que muchas cosas no dependen de simplemente chequear
o no fuentes de información. Podemos decir que hoy más que nunca algunos
contenidos son pensados para ser repetidos como publicidad. Esto es lo que
forma parte del “Sentido Común” y para peor se usa en el abuso más aberrante
que puede haber. ¿Cuántas veces coexiste un gran escepticismo con respeto a la
política y a la vez formas contradictorias de impugnación y fiscalización del
poder? Es síntoma del apático desencantado pero a la vez furioso es algo que se
va generando como una gran verdad. Por eso queda claro que muchas cosas son
deliberadamente dejadas de lado. Cualquiera que tenga tiempo se dará cuenta que
el periodismo funciona en sí como un partido en tanto que se disputa como
entendía Gramsci el pensar y el creer de las personas. La pregunta es, ¿cómo
llegamos a esto? ¿Cómo puede que tal o cual medio se hagan representantes de
valores universales?
¿Por qué deberíamos esperar tanto de una sociedad como la Argentina ? Es un fiel
reflejo de una serie de operaciones, entre ellas, valores que hacen a la vida
del día a día. Como siempre se cree que la idea de la voluntad de distracción
no es menos que la voluntad de control. ¿Cuán abierto es el sistema político
argentino? ¿Son sólo algunos intereses de turno lo que se nos aparecen como
permanentes? ¿Por qué le dan tanto crédito a ciertas formas de pensar y no a
otras? Ciertamente que en estos casos, pensar que el futuro de una persona
depende de su supervivencia es todo un hito. Sobrevivir en este sistema
argentino es todo un hito, más cuando se piensa que una buena parte de los que
sobreviven lo hacen por largo tiempo. ¿Cuáles son las convenciones sobre las
cuales nunca hay que ir en contra para mantenerse en el aire? Bueno esta es una
de las preguntas que nos pueden decir qué pasa hoy en día con el gobierno y
Clarín.
Ciertamente que antes de Periodismo para Todos, Lanata
estaba en televisión y sus investigaciones no variaban tanto como las de ahora.
También es cierto que la opinión de Lanata mismo frente a ciertos datos de la
realidad podría descolocar a más de uno.
Los medios llegan a tener tanto poder en una sociedad de
servicios, en una sociedad sin grandes movimientos políticos a la vista a nivel
de unidad monolítica. Lo que era una época la virtual invasión del otro, el
cabecita negra, del subversivo, de algún otro. Ahora se convierte en una
seguridad, mostrado en su justa salsa y editado, cualquiera puede ser héroe o
villano. Cuando se dice cualquiera se dice cualquiera no es razón de pensar en
ángeles en todo caso se dice con corrección la vida de la tragedia del periodismo
es su comedia. La comedia de los periodismos empieza como la de toda actividad
intelectual cuando intenta negar alguna realidad flagrante. Pareciera que la
idea de seguidor o fanático es menos peligrosa que la de mercenario pero no
sabe bien el por qué.
A uno le gustaría pensar en varias ideas que siempre
sobrevuelan las cabezas de todos nosotros. Los intereses más importantes de los
grupos de poder suelen estar salvaguardados antes que cualquier medida de
agenda les pueda dar un paso atrás. Por esta razón sería bueno una vez en la
vida pensar, ¿quién se mueve para quién? El periodismo suele tener en cuenta al
seguidor de cualquier cosa como un creyente. Ser creyente tiene que ver más con
ideas de masas que con las de personas bien informadas. Tanto así que la
política callejera es tenida como algo básico de la vida en sociedad y además
de algo atrasado de una época en la cual tenía sentido esa clase de
demostración. Es curioso que eso sea parte de una manifestación ordenada de la
realidad. Tanto que al final de cuentas, en realidad mucha gente tiene avidez
de saber muchas cosas, y al final las sabe. La cuestión es que hace con ellas.
Muchas veces parece que los temas más dramáticos de la argentina fueran las
excusas para ir sacando de todos lados estas cosas. Claro que si esto se
consigue, tiene dos efectos un o niega que una buena parte de la política se
mide en la calle porque no hemos creado otros foros o no los usamos. Es curioso
que una sociedad que es capaz de movilizar a tantas personas no tenga así
también organizaciones vecinales fuertes. La respuesta está claro en el grado
de relación entre sus objetivos y sus semejantes. Quien entiende que llegado a
cierto punto, todas las quejas puede ser motivo más de una constelación de
ideas diversas de la sociedad no hace más que dar crédito a quien se
manifiesta. Lo pobre es en el caso de Lanata que una persona que creía que eran
justamente los periodistas como tales y no los medios los que hacían que la
historia se supiera ahora crean que es justamente lo contrario. Si nadie paga a
un movilero para que vaya ninguna cámara va ir. Lo mejor de todo es que muchas
veces nos creemos que hemos superado problemas tan elementales que no son
tales, y para mejor aún creemos que es ortodoxia que nos recuerden los problemas.
Tanto es así que en realidad la historia tiene poco que ver con la idea de la
responsabilidad en general. No se piensa que las cosas podrían salir mal. O
mejor aún no se piensa que en el fracaso o no de las acciones se va la vida.
Esto demuestra una buena parte de lo que es ideología y su declinación.
Cuando se lo piensa uno se da cuenta que hay dos versiones,
la primera es la que cree que esto es no es más que la locura de cierto grupo
por permanecer en el poder. Lo cual tiene sentido, pero nunca es un solo grupo,
y menos cuando en realidad la visibilidad del conjunto de gente está en
relación a ciertas formas de comportamientos. Sí es cierta que cada
manifestación puede ser reinterpretada de otra manera. La famosa unión por el
espanto va generando cosas sobre la nada. En estas constelaciones algunas cosas
quedan atrás. Aparte siempre parece que los cambios son más transversales de lo
que en realidad son. ¿Quién podría ganar con cierta forma de desaprobación a un
gobierno? Bueno en todo caso se debe entender el papel de cierta coalición que
puede formar gobierno. ¿Quiénes son ellos? Son ellos ni más ni menos que los
que tratan de ocupar un cierto poder preferencial, son ellos que tratan de
vender algunas ideas como necesarias y otras como que no. A la idea de un
“fanatismo totalitario optimista” para masas descabelladas surge un pesimismo
tecnocrático que sólo quiere tener por certeza que el Estado quede en manos de
sus capacidades. Tenemos entonces expertos que nos cuentan la verdad de los
planes sociales que no funcionan, que creen que pueden y saber como administrar
empresas públicas y así muchas cosas por el estilo. El periodismo asume el
papel de un fiscal que sabe que la súper-oferta es el mejor lugar posible. Si
siempre se piensa que es el peor momento de la historia, siempre se termina
optando por soluciones que a medias pueden parecer mejores. Estos cambios de
timón son clásicos de la vida política argentina y forman parte de la vida de
coaliciones de corta vida.
Las coaliciones de corta vida forman parte de una serie de
salidas cesaristas de las cuales el kirchnerismo es una de ellas sino no
tendríamos este problema fundacional lo que no quiere decir que sea malo de por
sí, ya que todos apostaron hasta que por los menos en 2007 todo fuera sobre
ruedas. Recordemos que incluso Sarlo y afines en cierto momento se preguntaron
sobre que pasaría con el ejecutivo post- De la Rua y sucesores.
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