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Las últimas jornadas de campaña, qué ha pasado:


                                                           I-

La metafísica, el culto a las formas sobre los fondos se ha hecho carne de la elección. Ante eso queda decir algunas cosas, mucho ya se ha planteado, se ha dicho que Argentina se hallaba “invertebrada”, que sólo se trata de intendentes, y que el desfile de intereses no se concreta. Pero veamos si esto es cierto o no, lo que sí ha pasado en esta campaña ha sido el estancamiento de posiciones, y su recrudecimiento, tal cual si tratase de una guerra de trincheras.

Podemos saber que la vida privada de los candidatos se ha colado en la forma de pensar la política, y esto ha generado que la política muchas veces sea casi un reality, donde avanza la cuestión hacia formas de circo, de cierta revisión recurrente de las poses. Por eso mismo con todo, la periferia “el desconocimiento” es una frontera infranqueable, en este circo lo mediático y lo político se han vuelto a fundir ahora en una forma convulsa pero interesante, lo importante es que los más grandes conflictos domesticados quedan por fuera, ¿qué sería de mostrarlos en una cadena interminable no como un estúpido pesimismo sino como la genuina obra de las formas de la dominación? En este caso veríamos como en realidad la política funciona como un espejo, donde hay una oferta que casi no puede ser rota, cada vez que se retrocede hacia lo “conservador” se va hacia lo mediático, sin lugar a dudas, se va hacia el espacio casi vacío que da por medio de la propaganda y el escándalo la vida de una sola persona por sobre la decisión general de todo un sistema que se supone representativo en cuanto a la mayor cantidad de personas que participan realmente en él.

Esto es parte de la resaca de lo que fue estirar el concepto de democracia, por sobre el concepto de sociedad, de pueblo, de lucha, y de política, como si un sistema como una licuadora pudiese dar un salto hacia delante y adelantar las buenas costumbres de toda la sociedad. Con todo queda entonces la idea de la corrupción (desligada del capitalismo), de la popularidad (desligada de la propaganda) y de la necesidad de la autoorganización de la sociedad de acuerdo a sus intereses- tomando como primero el de la supervivencia. Esto es paradigmático para los distintos análisis y spots sobre la realidad, en la medida que no hay un a priori claro, todo se remite a un momento en el cual se quiere trasladar alguna propuesta concreta que supuestamente interpelará mejor al sujeto, en este sentido, hay cosas destacables; la primera de ellas, es que una cosa es pensar en un “proceso histórico político”, sea cual sea sustentado en el estado, el otro es hablar de la unidad nacional como la “hegemonía perdida”, y otros son el cambio del sistema en la forma milenarista por una simple elección. Todo eso forma parte de lo que la súper-estructura nos ofrece hoy alegremente, y en este sentido se pueden refinar mejores explicaciones, pero esto demanda cierto papel del esfuerzo y del compromiso de los actores que se hayan en el medio, cuestión que suele estar ausente, las campañas son la cristalización parcial de cierto estado de fuerzas. ¿Cómo va a cerrar la campaña? Bueno, se ha hecho todo lo necesario, ya se han marcado los principales referentes, Massa e Insaurralde, el resto del país, ha quedado fuera del candelero, se han hecho hipótesis de todos los colores sobre la política, se creo el “Buen peronismo”, Moyano se encuentra en una danza que lo hace ver pequeño, muy pequeño, y las fuerzas patronales se han salvado por la crisis de la política de recibir una buena patada donde más les duele en alguna proyección verdaderamente demoledora.

El fetiche por el Estado (esto es pensar o que es un ser inabarcable- es decir no pensar en su totalidad, o decir que es un ser automáticamente voluntarista- dos reduccionismos que post-90´ no han sido superados) si se lo toma de una manera boba y atávica genera esta clase de desplazamientos, el fascismo a la orden del día, tuvo en la Inseguridad el problema insoluble de la argentina, de la Argentina de clase media, el bombo principal, no son ni el tráfico de personas, ni el narcotráfico, ni el trabajo esclavo, ni los desaparecidos por las patronales; el brazo largo del poder en Argentina, son los robos a la casa se Sergio Massa, o los que gastan kilómetros de tinta en “Cristina Abuela”, para peor después llegan las personas como Sarlo a subirse a este caballo, y promocionan la parte brillante del Show; las palabras: “Odio”, “Berreta” y lo que venga, con todo, lo patético llega cuando se quiere hacer un dialogo más civilizado, de un sistema híper civilizado donde la injusticia se tapa por las buenas formas (Esto va para con las mineras pero también contra la venganza hacia el “enemigo procesista” (al cual no se respeta) incompatible con la “democracia”).

En este sentido hay cuestiones claras, en esta campaña se va cerrando la idea de una antinomia totalitaria, ahora se cree que el daño en la “Opinión Pública” es irreversible para el oficialismo, que el pejotismo (será el brazo confiable) de la República (no el radicalismo ¿hay que ser claros?- la verdadera república es la Oligárquica, la cual Botana dijo fue lo mejorcito que pudimos conseguir), y que el partido del Orden será: “naranja, amarillo, celeste y blanco o lo que sea”, en el medio habrá histerias del infierno en la tierra que no afectarán a las mayorías, ¿O acaso no es eso Carrió?
Es complejo que la gente no le interesen las grandes palabras tomadas ya como mentiras, ciertas formas de pensar tomadas como irrelevancias, y al fin de cuentas ciertas poses tomadas como la predicción de cómo va ser un gobierno, lo cual si uno se pone “positivista” fue algo que no se cumplió en ningún gobierno. Lo cierto es que esas son las armas que se ponen en la mesa, las redes sociales contrario lo que se piensan, han dado un salto cualitativo de expresividad, venciendo a la televisión que es la materia prima de todo lo que debe ocurrir en sociedad, esto es una falla, si no hay una variedad alternativa y a la vez masiva de discursividad que pueda socavar un poco los canales convencionales, toda la fuerza de la política, depende de los actos de campañas y de los programas más populares de radio y televisión (es decir que hay una jaula), y del partidismo sobre ellos; el cual genera un desgaste absurdo por verdades de poco valor. – No hay que olvidar que el problema siempre fundamental es que la democracia sirve como supuesta garantía de normas de participación y vida en sociedad pero ya ha sido probado que es la garantía más fuerte y vigente para la represión y la implementación de todas las variantes de lo más reaccionario- en esto estamos de acuerdo más que en la forma en qué es lo más reaccionario porque eso es hilar fino en política.

a)                          La utopía y la distopía- cuando son usadas a la manera de relato son reaccionarias, son las acciones de la auto-organización “responsable” de la política es decir, a tal nivel de organización, tal nivel de objetivos las que hacen la realidad de la política, poco se puede hacer para forzar la historia desde la imaginación. Si en algo ha avanzado la peor de todas las ideas en danza ha sido en el puritanismo más terminado, es decir en aquel que no sabe qué está bien o que está mal, a menos que su adversario haga algo. Y digo adversario porque es en el fondo incapaz de exterminarlo o no le interesa, cambiando la idea en boga del odio, hipocresía que quiere mantener a los personajes más irracionales y patéticos al margen, porque es lo que sociedad no quiere seguir viendo. (Este es el medio a tomar examen a las personas en las manifestaciones que les cuestan a los fiscales de la república- aunque lo hacen constantemente.)
b)                         El laberinto de la “Tercera Vía/Socialdemocracia”: cuando se reformismo se trata hay ciertas variantes impolutas que parten de cierta idea casi bíblica de paraíso, Argentina no pude ser un paraíso y menos con el poder funcionando como funciona hoy, ¿no sería necesario entonces pensar el porque de esta fijación Argentina? La respuesta es que Argentina no es el único país que le ocurre esto, pero, Argentina ha tomado este como predilecto por las razones más variadas entre ellas porque cuando se cae en el formalismo más duro no sirven para pensar absolutamente nada, “Argen y Tina” (son el logro de la antinomia más estúpida y vaciada de sentido), mucho más que radicales/conservadores, capitalismo/socialismo, peronismo/antiperonismo, unitarios/federales, y para peor, la chapuza es completa, la joda es vender eso como la respuesta, Jorge Lanata es elocuente con eso, dos argentinas no son lo mismo que una argentina, como fondo queda preguntarse si en realidad, la argentina que trabaja para la otra argentina no es la división fundamental, la contradicción partera de todas las demás. El problema es insoluble.
c)                          Los partidos y la “buena sociedad civil”: falsamente se declara que la sociedad civil, es buena, porque esa sociedad civil es una abstracción tan cara a los liberales como es el pueblo al denostado nacionalismo, o al menos lo debería ser, entonces, así surgen las ideas de que la sociedad “unida”, rechaza la corrupción, y que la cárcel que justamente no mejora a la gente debería ser la morada de políticos, pobres, chorros, subversivos, y personas básicamente “malas”, los empresarios en el status quo, la sacan barata pero claro, nunca podría ser “juntos” explicando quienes se juntan, explicar lo que se junta, sería “llevar a la sociedad a la guerra civil”- por buenos o malos motivos, podría haber gente que perdiese siempre. (Los que pierden siempre, no tendrían con quien juntarse)- los partidos políticos, vaciados son empresas en este sentido, y podemos verlo en la forma en que se cultiva el amor superficial por la sociedad, con el sociologismo, nunca se termina de entender a la sociedad para poder “resolverla”, justamente en eso está política, y los errores groseros de todos los partidos.

Esta campaña se ha movido por medio de la inercia, las fuerzas políticas no han cambiado sustancialmente de 2011 (si lo pensamos seguimos en la guerra por la opinión pública), en parte porque podemos decir que ciertas constelaciones se han mantenido intactas, la primera de ellas, la preeminencia de las formas peronistas, tal cual si un látigo quisiera domesticarlas – los imputados de vivir de la política-, las críticas sobre la realidad del PJ, están primero, luego está la realidad de las otras fuerzas políticas, más que los dichos a favor o en contra de Ricardo Forster o Edgardo Mocca, hay que mirar con recelo que ha da el conocimiento (que la gente sepa como se llama el candidato) en plena campaña, todas las fuerzas minoritarias tienen que peregrinar sin descanso por los programas de entrevistas políticas para mantenerse mas o menos conocidos y no quedar en la nada en las mesas de votación, lo cual en el fondo genera un desgaste importante. Con todos los actos de campaña en cada provincia, municipio y su transmisión son la forma más importante, esto refuerza la idea del ejecutivismo.

Con todo el ejecutivismo, se pelea en una lucha por escalas con el procedimentalismo (la elección y la campaña por sí mismas- la verdadera cuestión de la pequeña burguesía le guste o no), el primero se dio en los 90´ y en los 00´ y parece profundizarse, es la continuación tergiversada de las formas del Estado de Bienestar (ideal) con el populismo, es el resultado concreto de lo que Laclau no sabe explicar, y es a la vez sus contradicciones más profundas, todo lo que sale mal no tiene respuestas, para eso está la propaganda. Del otro lado, hay una fuerza bastante bien aceitada, personajes de años y años que tienen un coto de caza exclusivo, cuidar las almas de los votantes útiles, los recurrentes, los maximizadotes del voto (¿Es acaso esto posible?), de las clases medias que siempre saben todo pero nunca adaptan el Estado a sus intereses (“Porque son demasiados –buenos- para hacerlo- por que no entienden de política (aunque muchos piden el voto calificado).

Por medio de esto, queda la respuesta obvia, “Massa/Insaurralde”, no son una respuesta ideal- todos los que desfilan por Argentina para Armar de la mano de María Laura Santillán no parten ni del Clarín que escriben en el mismo canal, ¿raro no?, pero son la respuesta fáctica, la política se renovó en parte en la conjunción de la respuesta por el Estado mismo pero fundamentalmente por que si la economía anda mejor, toda sociedad se hace más “controlable”, el ingenio que le imputaban a Kirchner sus enemigos era hacer controlable el control mismo, es decir el nuevo Estado que revivía, resucitaba, o reaparecía; siendo que entonces, la misma idea del rechazo de la política, como gran palabra sigue siendo alto en muchos sectores (Ese es el alma de la Argentina corporativa), pero el apego a la política chica, la ventajera, o la necesaria en los lugares que más necesitan sigue siendo la piedra de toque de mucha tracción de voto. 

Ahora bien, en medio de este armado del “relato” el cual se combate pero se reinventa, se tergiversa, se envalentona y se cambia cuidando el coto de la “clase media”, ¿Cómo puede ser que se adobe tan mal? Quieren carnes blandas y dilectas para inventar la oportunidad (primero el descontento después la conformidad, rápidamente y sin problemas, es decir con coherencia), pero sabemos que las oportunidades son escasas, y es ante todo una guerra con sus métodos, muchos desesperan y se van buscando la vida “romántica”, el intento más bello, pero la realidad, con más o con menos “libertad” es que llegado este estado de cosas, se maneja todo con pocas salidas, la histeria republicana va en caída, esto lo sabe Carrió, su alianza con Pino (su guerra en UNEN), fue parte de eso, la “Republica” y el “país de la soberanía abstracta” pudieron convivir. No obstante aquello, las fuerzas de centro han quedado en el centro, y las de izquierda a la izquierda, con todo, esto tiene que ver con el destino personal de los candidatos, hay amor en la política argentina por lo Providencial, es decir por cierta idea de que sería la última elección cuando esto es un absurdo, perder una batalla puede no ser perder la guerra, y eso lo saben bien sólo los partidos políticos que pueden dar la vuelta a sus resultados y poco pueden hacer las bases para hacer campañas por ellas mismas, eso es el problema fundamental del fenómeno de la militancia.

 Esto es lo más interesante, poco sirve tener alguna idea particular, poco sirve muchas veces pensar que la campaña puede escapar a su destino, y esto es lo más triste de todo el sistema en el fondo, la campaña en todo lo restringe se basa en el exitismo puro, sólo así podemos ganar. Con eso se convierte la idea misma de democracia y de dictadura, nunca el estado se supone completamente capturado desde los partidos mismos, siempre el “Cuarto Poder”, y las corporaciones comparten con el Estado constitucional, en el “derecho a la propiedad” el poder de ser cuasi fundantes como la Orden Legal mismo, y en medio de esa histeria, “El orden es aberrante pero hay que mantenerlo”, el republicanismo realmente existente tiene pocas excusas.

Ese gusto del que no filosofa, no pregunta, y no se pregunta en cómo mejorar, sólo en hacer, y correr, y seguir; en este vacío muchas veces parece correr en una cinta, un correr bien entrenado, necesario, este estado de la democracia formal es que hace 30 años no se pudo conseguir (pero que al fin ha madurado para perplejidad de muchos con la crisis del 2001 de por medio), por lo que el retraso, es tan grande que recién ahora, podemos ver lo bueno y lo malo de la democracia (realmente existente) sin que las botas sean una figurita omnipresente.

Por eso mismo la intelectualidad argentina que suele aparecer en los diarios, no piensa; no siente y no se le cae una nueva idea sobre qué está pasando, lo que se puede decir que es algunos momentos de todas las crisis de la democracia argentina, siguen presentes, del 2001/2002, heredamos cierta idea del catastrofismo que pareciera que está a la vuelta de la esquina y qué sólo le da margen a los grupos económicos para tener una ventaja crucial por sobre el resto de la sociedad, siendo los árbitros de la sociedad, para diversión nuestra las ideas lánguidas pero graciosamente decoradas parecen ser parte de la “democracia” pero a la vez- su eterno perfeccionamiento demasiado lento y paulatino-, de una democracia idealizada, como quien se creyese que toda ley, que todo sistema se ejecuta de la mejor manera posible. Este desengaño va a ser atroz en el periodo bastante cercano, pero claro, es “políticamente correcto”, por otra parte queda otro espacio fuerte, conquistado a los 90´ a base de neoliberalismo duro y puro, la anti-política, disminuida pero vigente en la forma del cacerolazo – que nació con la crisis de la pequeña propiedad burguesa lo que se dice el “ahorro”-, el 8 A, el cierre de la campaña “en que se tienen que ir”, va ser un cacerolazo, como la carta de Lanata y Clarín pero que tácticamente funciona, ¿Por qué habría de negarse esto? (Hay común unión de intereses- cosa que en Grecia hoy sería imposible, y que en Diciembre de 2001 lo era pero que hoy es factible, no ha cambiado la situación de Clarín, sino que la de la clase media sí, ya que el grupo hoy no esta en crisis o se considera fuera de ella. Eso muestra un grado de maestría en la política ínter-burguesa, sea vendido muy bien un bien “particular” como uno general, cual como la dictadura con el Orden, y la democracia como la solución de todos los problemas, pospusieron la presión de muchos sectores más postergados y concretos. Eso también es el arte de la hegemonía, y no basta sólo con analizar el lenguaje, ¿o si?

Analicemos tres ejes:

a) La idea de la destrucción al candidato/ lo intercambiable de aquello/ falsas críticas a la democracia: Los partidos son acéfalos, el partido se toma y no el Estado, como si fuera una gran metáfora gramsciana (principados democráticos), los candidatos, van y vienen de la gestión a la campaña, los candidatos sin gestión sólo pueden apelar a la formalidad de la democracia y a los grupos económicos o tener un magro papel, la crisis debería ser más profunda para que esto se invierta, y eso sólo sería posible si los sectores contrarios al sistema manejaran algún resorte más poderoso, eso no pasa hoy, por esto queda hacer el buen papel al débil, y al partido más concretado del sistema, ser el papel más oportunista. Gracias a la paradoja de que Macri es el candidato más mediocre a la hora de hablar, y de impostar, este delay no se nota, la lógica no se trata sólo de que todas las fuerzas tengan un “enemigo principal” sino que cuidar el status quo depende de que el conflicto no se vaya de las manos, por eso, cuando vemos la violencia por debajo de los medios, la violencia de las policías locales en la luchas política concretas poco espacio queda para spots, candidatos, etc. Pero claro, el poder de poder invisibilizar la realidad, en el siglo XXI es fundamental, y tuvo su primer gran ensayo en 1976-1983, cosa que nadie le gusta reconocer porque muestra el poder más grande del poder de los sectores concentrados. Por eso mismo, los candidatos son parte de cierta cuestión que pasa, y el principio de la “Organización vence al tiempo” es universal, ahora bien, la impotencia del formalismo, genera esta constelación, Carrió/Insaurralde/Massa/Bergman y todos los candidatos son puestos a prueba a ver si duran. Parece una paradoja pero no es así, menos en el caso de Filmus, que se repite más por ausencia que por garantía de una victoria, los candidatos, se crean o se destruyen en esos grandes eventos que son las campañas y el capital político que ellos arman atrás pero que nadie ve es la carta de triunfo en sus carreras políticas, no al revés. La campaña permanente y la política permanente. Pero que no es vista por lo que no forman parte de esto profesionalmente.       

b) La irreversibilidad de la debilidad ante la estadística (un amor al destino-inexplicable): Si hay algo podrido en el sistema lamentablemente, es el triunfo de cierto economicismo político, se espera, se atiende y de administran las fuerzas muchas veces en pos de obtener el resultado más fiable de cara a una elección, esto restringe toda la batería ideológica, y la riqueza que podría existir si hay o no diferencias ideológicas de fondo. Diferencias ideológicas, que para ser prácticas necesitan de mucho esfuerzo. Es decir que la ideología de la clase dominante, la oligarquía, los 90´ en el sentido casi metafísico perviven. En este sentido, el perder o el ganar muchas veces se come el luchar, la lucha, como acto de romper y modificar las cadenas más duras de la política, es le verdadero no especular de la política, por más vehemente que se sea, si el destino viene de afuera, si no hay autonomía en la acción política, la política democrática o no, se hace un poco una farsa, y eso es motivo de repensar, ¿Cuáles son las conquistas y las derrotas con la permanencia de esta forma concreta de democracia? Sólo así se puede ambicionar el poder “real”, el poder mismo, pero a la vez no enamorarse del poder, de la imagen de lo que se supone que hace el poder, obedecer, la indigestión ante la seguridad es un desafío que se tiene que hacer para criticar un aspecto cierto de la argentina, un campo especial de reflexión, la cultura política, que no es la cultura en general. 

c) La edad de oro del espontaneísmo en la subjetividad política: Hace tiempo que el seguidor, que el supuesto respaldo de la política, que lo que se ve por la superficie vendría a ser el verdadero sentir de la sociedad, cambiante, bastardeado y huérfano, si bien se supero el post-modernismo, no ha vencido del todo la noción de la híper-realidad, no todo enunciado, hace amar u odiar de la misma manera, no todo mensaje por más gancho que tenga consigue votos, no siempre, hay una forma concreta de poder saber qué hará ese sujeto, al menos, esto no es fácil por eso mismo queda un espacio, donde el sujeto interactúa con la supervisión del Estado, las corporaciones y en ciertas formas más o menos mediáticas, estas recreaciones del sentido son difíciles de percibir, forman parte del dominio de calle, forman parte de una cuestión desagregada y discontinua pero que nos hablan de cómo se termina de forjar el sentido común de las masas, la gente, el votante; etc. ¿Llegará un momento de una desilusión sobre el papel de esos acontecimientos versus el “espectáculo” y el derroche de lo colectivo de la política, es decir la escenificación guste o no guste de mayorías, contingentes o no pero de mayorías.  

Lo cual es lícito pero es algo que no maneja ni UNEN, ni el Frente de Izquierda, ni ninguna de todas las fuerzas que se podrían considerar, menos aún Moyano que podría movilizar con su aparato no va a compartir espacio con el cacerolero, ¿si eso no es un ballet? ¿Qué es un ballet? ¿Qué debería serlo?

Los reclamos a Perón metafísico se queda en el SPOT- el peronismo cuasi católico postrado es la visión más contraria al 17 de Octubre (casi culposo el “Buen Peronismo”)-, el menemismo queda más en las lógicas y en las prácticas, la impotencia de todos los sectores se queda en la formalidad pero lo cierto es que la campaña se hace por fuerza de aritmética, cubriendo centímetro a centímetro. En este sentido Maquiavelo sigue vivo, y con todo, funciona como la aplicación y como el desgaste de las fuerzas propias de cada partido, la “desilusión” cosa que se maneja muy bien desde lo medios de comunicación puede ser el arma mortal contra toda forma de militancia, la idea del eterno “fraude”, y la inconsistencia, mientras la “seguridad”, sigue siendo el martillo principal- la libertad es algo que tiene que ver con el consumo, de lo que sea, incluso con el de la más aberrante evasión. La conquista de la clase media, la marginación de las clases populares, y el sostenimiento de las contradicciones con la violencia más cruda del 2002-2001, puede ser el arma más elocuente que se usa desde el discurso que debería volver a poner las cosas en Orden, así fue en la práctica “La revolución Libertadora”.

El sistema que se está alimentado de esa manera está generando perfiles que quieren disolver las contradicciones principales, si existe una vanguardia clara en algún sentido estas PASO deberían comportarse de otra manera, la realidad dice que la imagen es más sucia como siempre. En parte porque las elecciones están en la trampa del liberalismo, como el único medio de la supervivencia. ¿No sería la hora de entender que sólo será más contra-sistema el partido que sea completamente autónomo del Estado? El problema del éxito de la primera etapa de los populismo fue que el Estado se había desalojado de muchos intereses que eran inviables, porque si algo supo hacer De la Rua fue estrangular el poder presidencial y la Argentina a la par, pero pese a ello, el especio del nuevo poder, que lo quieren llamar, ¿Argentina fascista? O ¿Argen y Tina?, claramente en este sentido, el quiebre de la sociedad está diluido en el momento que el conflicto se va a solucionar, al menos así lo venden por medio de la alternancia, todos juegan sobre todo con la idea casi como una fe religiosa que se vencen los mandatos, siempre siendo hasta ahora la única que amaneraba esta idea de la democracia domesticada, las personas que pedían la “RE-re-re-re” al infinito, lo cual fue el problema “insoluble del chavismo”, el cual ahora se ha olvidado.

Por alguna razón, en este sentido, el “massismo” tuvo que enfrentarse con toda la inercia que no dan las encuestas de opinión, si por algo pierde espacio en este sentido fue porque una cosa ha sido la construcción de la política fantasiosa, donde la publicidad se come las críticas y donde la imagen positiva se construye en las antípodas del lugar donde ocurren los acontecimientos, esta manipulación, es la que hizo y generó la idea de Scioli y Massa, el capitalismo bien administrado, cuando en realidad la política va por otro lado, y en este sentido la Democracia/Capitalismo son un conjunto que no se disuelve sin modificar las ideas del Estado, el estado es sin embargo un gigante, y en la periferia del capitalismo, o sea Argentina se maneja de manera muy singular. En este sentido cabe pensar, ¿Será que esto es el peor momento de la Argentina? Este ha sido el gran “argumento”, el cual como siempre tiene el toque oportunista, qué es el peor momento si no se lo define, ¿acaso le piden a los actores sociales sean distintos de lo que son? La pedagogía de la democracia domesticada con la seguridad, forma parte del éxito del menemismo primero, como superación del primer ensayo alfonsinista y la piedra de toque de la obsesión discursiva, por eso se hace ocioso sacarle el cuero a la UCR, en tanto que partido centenario, hoy el UNEN, es la forma más reciclable de un armado que existe pero es mucho mejor que el resultado del 2011 ¿cabe alguna duda? Y mejor que el del 2003, o ¿alguien se olvida?, y que a la vez tiene que mutar y que su punto de mayor debilidad es no tener todos los recursos para propulsar una unidad real y concreta. En este sentido, el sistema político combina las ideas de varios presupuestos siempre latentes, el primero de ellos, el país, está cimentado en algunas contradicciones. Como vemos hoy, todo está en la provincia de Buenos Aires, pero esto se trata del ensayo de la gobernabilidad y no en la totalidad de la campaña, hasta las fuerzas que necesitan entrar en el sistema no pueden tener el tiempo para tratar de hacer presión en todas partes.

En este sentido, la victoria de los “oficialismos”, incluso en elecciones legislativa es un dato interesante, tanto porque hace creer que el status quo se ha reforzado en Argentina, que las políticas de estado se manejan con lentitud, que la SRA, la UIA Y otras entidades se dan a la política corporativa, en ello está la Iglesia, y los medios que ahora la recuerdan, en esto estuvo en parte la “semana perdida de campaña con Francisco en Brasil”, perdida para las personas que querían ver algo nuevo en campaña aprovechada por todos para colgarse de una mística muchas veces chabacana, en medio de eso, la mención de Brasil y Venezuela, los problemas internos, la amenaza del “chavismo internacional” se disolvió. Lo que si hubo fue la idea de la política de DD HH, como si era buena o mala, pero en el fondo, esto ha hecho más por bastardear todo el asunto que dar una respuesta coherente, se sabe que en Argentina el poder fáctico tiene un origen tan sólido en la dictadura que llegado a cierto punto, todas las ofertas serán incompletas, porque no se pueden cumplir, o por lo que se cumple no es perfecto, curiosamente esto es usado por quienes tienen poca preocupación porque los responsables de la dictadura paguen. ¿Curioso no? Tiene que serlo, hoy en día, la pregunta que ronda es si YPF fue o no un fracaso, qué pasa con la energía, el dólar sólo aparece cuando la plaza y la city se agitan, se ha dado el momento de la política- “La campaña”- (No vaya a ser que la gente se olvide de las elecciones).

Con todo, la campaña tiene sus ejes y sus demandas contradictorias, a Massa lo han metido en un punto interesante, sus votantes dilectos se construyen en una contradicción, de más de lo mismo pero mejorado, pero ciertas formas de deformación  generan un atragantamiento, justamente, ¿hay algo que Massa pueda decir que sume a que reste? Todo dependerá de los otros candidatos, justamente por eso, o se crea el mesías, es decir se crea el chico bueno que todo lo puede, o se tiene a la denunciadora serial de Carrió, incluso cuando se cuestiona la “viudez” de Cristina Fernández, o el “cáncer” de Insaurralde se va por la misma vía, hay que partir de la realidad, la “humanización” es un hecho, la cual quiere decir mediatización, es el electorado muchas veces el que tiene poco que decir, sobre qué quiere a priori más que lo que el candidato le tenga que decir, es más en realidad la democracia nunca tuvo una perfecta idealidad de discursos, siempre, hubo un ojo puesto en la utilidad, la pregunta es: ¿Qué es la utilidad hoy? Justamente esta es la pregunta del futuro de la política, porque la reacción va a venir edulcorada, es inútil muchas veces tratar de sensibilizar sobre ciertos temas a ciertas capas de la población, no hay peor soberbia que pensar que se pueden domesticar a las masas, cuando justamente se tienen medios mediocres para hacerlo.


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