La figura del “Padre” no de la
madre, es la figura central de la familia tradicional, esta quiere en parte ser
la representación del Estado, el estado actual de cosas, la sociedad, avanzando
sobre el Estado “tradicional” debilita la figura del padre, y esto hace que la
sociabilidad sea dada por las instituciones, léase escuela, hospital, policía.
Esta es una de las razones más
importantes para entender algunas de las figuras más controvertidas sobre los
defensores a ultranza de la familia tradicional. La “familia tradicional” no es
más que las formas de organización de la reproducción familiar esquemática pero
no idea, que en la modernidad se destiló como la “forma” de reproducción, y tal
vez como el “discurso de la sagrada familia”, en parte por la necesidad del
control poblacional. La
Iglesia católica con el celibato y las formas tradicionales
de familia busco refrenar el crecimiento poblacional, y la guerra social; hoy
hace lo mismo. Pese a esto hay muchas otras legales, médicas, sociológicas y
políticas que operan para decir que es la familia. –No podemos definir familia,
sin base de los objetivos buscados- lo que si vemos es una forma de
civilización en crisis. La familia de la
burguesía, siempre tuvo los elementos, ocultos, es decir, padres que fueron
“padres” pese a tender conductas sociales no “apropiadas”; madres que no fueron
madres, o que fueron madres en el sentido de lo que se decía que convenía en
cada momento histórico. Esto fue la forma concreta de la familia dentro de la
dominación de clase. -¿Hemos revertido esto hoy?-
Respuestas: -patear el tablero-
1) La familia no es un “ente”
separado de las personas, la familia es en suma, una operación ideológica, la
familia es la base de la ideología, en los comportamientos que harán a las
formas de sociabilidad, en este sentido, ser el “primer ladrillo” de la
sociedad es cierto pero, ¿qué clase de sociedad se quiere construir? La
“tradición” que no es más que invento constante, la incoherencia de la tradición
queda evidenciada en la realidad, de la “familia tradicional”, ¿qué hacer?,
¿qué sostener?; primero de todo, decir lo siguiente, se parte hoy del individuo
como una estadística como normal y lo anómalo para decir qué es una familia, y
en ese dominio político, la familia se exhibe de acuerdo al producto que se
quiere conseguir. No obstante esto, las demandas de la sociedad son
contradictorias, muchas veces se imputan a los distintos, ser responsables de
los “errores sistémicos” de la sociedad, por esta razón, cuesta pensar en la
genuina libertad de las prácticas de los individuos. Lo ingobernable en las
familias justamente es que no haya “ideal de familias”, es decir que no se
puede interpretar en términos de éxito o fracaso la familia que uno tiene. Pero
eso es complicado, falsedades ideológicas, fuerzas que necesariamente sea la
familia la responsable del papel que tiene el individuo en la sociedad. Este es
el escándalo, el papel de las mujeres, el papel de todo lo que no sea
masculino, va de la mano del papel “colonizador” de una subjetividad que ya fue
colonizada, ¿Cómo responder a esto?, con las preguntas clásicas de la
“Libertad”, la libertad no es sólo lo que no se puede imponer, sino lo que
efectivamente se puede hacer. En este sentido, hay una minoría que quiere
hegemonizar ciertos valores de la familia, y que sustentada por el capitalismo
no de manera directa pero que mantiene indirectamente la fuerza discursiva.
¿Qué ocurre con la propiedad del cuerpo? La “sexualidad” es un debate muy
importante para la propiedad del cuerpo, la dignidad del cuerpo, lo sagrado del
cuerpo, va en contra del deseo, no obstante esto, es lo que genera la
disciplina social, es un error, disociar la violencia de las relaciones de
propiedad, la “Violencia de Género” es una de las formas de la violencia
machista, sí, pero además es la violencia de otro, en este caso la sociedad de
consumo.
-¿Por qué se imputa la
inmoralidad? Desde el siglo XIX, se trata de vencer por muchas vías las
nociones de moral, cristiana católica o protestante que se basan en la pureza o
la culpa para decir qué es la inmoralidad. En estos casos, queda claro que la
hipocresía es manifiesta pero que la transformación no es mecánica, un ejemplo
clásico de esto, es el papel de la salud y la población. Cada país tiene una
política indirecta de familia, es la que induce en todos sus índices sociales,
una sociedad que no invierte en salud, cultura y educación, producirá familias
más “baratas”; la familias más baratas, se mueren antes, viven peor y tienen formas
de violencia más básicas y precarias. No hablar de esto es olvidar que la
sexualidad es apenas una de las prácticas que hacen a la familia, ¿Por qué la Iglesia no insiste en el
papel del buen padre? El escándalo va de la mano del papel “paternal” de la Iglesia. Podemos
decir fácilmente que la
Iglesia se niega a pensar la realidad, desde un a priori,
basado en un pensamiento metafísico, es decir en un discurso que no tiene en
cuenta la subjetividad, en términos reales, y que tampoco necesita de datos
positivos, crea debates principistas que no tienen que ver con la sociedad
real, como en el caso del “Creacionismo”
y de la “Esclavitud”, tenemos una
torpe justificación ideológica de la
VIDA , y de la propiedad, tanto así que por ahora, sólo
estamos discutiendo el papel de las prácticas, y de las fuerzas que intervienen
en la explotación. – La pornografía, la cosmética, el “matrimonio mismo”, la
religión (que cobra por existir), la drogadicción explotada por Estados y
mafias- muchas de ellas cuando quieren curar a los homosexuales, usan
principios tan dañinos como los que imputan a las “drogas malas”; pero claro
son industrias, la educación en la “FE” es otra. En este sentido, criticar a la
subjetividad tradicional, va al mismo punto de justiciar las nuevas subjetividades,
porque la “Buena sociedad” no existe, el discurso medieval del “Bien
Común”, son formas de la más
precaria idea de la hegemonía que son totalitarias pero no discursivas, el
“bien común” es la forma en que un sector embiste contra otro. El bien común en
suma es un modelo que falle o no falle, produce una “sociedad X”, en este
sentido este universalismo, casi totémico, fundado en “los traumas”; no es
producto de una mera vivencia personal, sino de la interpretación de esta en
contexto. ¿Cómo fue posible que te ocurra? O ¿Cómo fue posible que les ocurra?,
curiosamente las víctimas de abuso, las víctimas de discriminación por motivos
sexuales, no son defendidas por la sociedad capitalista por las víctimas que
sufren un robo común. ¿Extraño? No para nada. La cuestión tiene que ver con el
papel que tenemos todos los que socializamos, cuando el valor de “la
propiedad”, extensión del “Cuerpo/Libertad/fuerza/dignidad/virginidad”- es
robada, es decir es tomada por un personaje cualquiera, el hurto o robo es un
escándalo, tanto que nadie se pone en primer lugar del victimario o ladrón.
Nadie hace un razonamiento del orden, “Lo robaron por la familia en que se educo”,
“Robaron a esta familia por ser una mala familia”, “Mataron a esta persona
porque tenía hijos”. Ahora, claro, estos enunciados, son los enunciados
más torpes, mientras que el delincuente comparte todos los estigmas de la
socialización: “Feo/enfermo/mal padre/
mala persona/ mal amigo/ perverso (forma del padre)/ asocial/ irrecuperable”;
todas estas formas son las que el discurso conservador, copia y pega a las
sexualidad que más que alternativa es la sexualidad real, pero en la búsqueda
por la legitimidad se la plantea como distinta o como “diversa”, pero las
palabras a menos que sean valores políticos son estériles. Es momento de
invertir, los tópicos, y mostrar la víctima como lo que es víctima. Para esto,
hay que desandar la legitimidad, ¿qué es lo peligroso del liberalismo
conservador? Bueno, justamente su olvido casi fundamental de que la sexualidad,
es un derecho que hace a la ciudadanía, no es un tema privado, si hay un actor
político que dice o que mantiene que es la familia, el tema es “público”. Cuando esto ocurre operan
diversas cuestiones, la primera de ellas, es que el “Buen Estado” trata a la
libertad sexual, como a la pobreza, como un asunto a contener. Entonces las
familias de las parejas homosexuales, o de cualquier conformación no
heterosexual se vuelven una “política de
Estado”, la domesticación de la familia vuelve a ocurrir. Hasta este punto,
la “adopción” o el “Matrimonio” son avances, pero sólo son avances cuando se
planeta la raíz del problema, no venimos a decir que hay “más familias” sino
que decimos que la “La Familia
es…”; cuando un valor deja de ser universal, tiene que ser redefinido, si la
raíz romana de Matrimonio, tiene que ver con la manera de poder controlar, la
propiedad de los hijos, el problema actual, es “La propiedad de los adultos de
sus cuerpos”; “El uso que hacen de ellos”; la propiedad de los “niños” de sus cuerpos, “el uso que hacen de ellos y el uso que
hacen los adultos de ellos”. El uso irresponsable que hace el
“conservadurismo” sobre la “pedofilia” es un arma ideológica, no es una
preocupación sanitaria, ni moral, sí económica, pero no es siquiera legal. Mientras
que un niño puede ser perseguido si se viste de mujer o de hombre no
correspondiendo a su lugar en el mundo, un niño puede ser juzgado de inmoral si
dice que vio, sintió, o fue tomado en una forma que tiene que ver con el abuso.
¿No es acaso esto una explotación de la niñez? Claramente sí, esto opera de la
forma en que la época de la esclavitud, las personas eran pesadas, medidas, y
“preguntadas” en la forma de su AMO. El “amo” de la sociedad tradicional; la
lucha política, la lucha política es una lucha por el AMO, si el AMO es el
estado de derecho, la lucha por evitar la explotación, va de la mano de la
lucha por la identidad en el Estado. Como en tiempos de la esclavitud, y como
en tiempos de los vasallos, el papel del “eunuco” (castrado contra su
voluntad), o el esclavo, “mutilado en cualquiera” de sus partes, sexuales o no;
su “integridad” como medida de la economía son tan importantes de entender como
el papel cultural de libros como la
Biblia , u otros, sean a priori de la “tendencia ideológica”
que sean.
- Por eso mismo, no se trata sólo
de poner en duda el papel de todo lo que ha dicho el sujeto de sí, no sólo se
trata de comprender como la caducidad de las ideas pasan a formar parte de los
“olvidos irracionales” del sistema, ir hacia la Grecia Clásica nos permite
entender los usos del cuerpo pero no nos permite entender el papel del cuerpo
para el Estado. El Estado quiere en primer cuerpos sanos, en segundo lugar
cuerpos productivos, en tercer lugar, “cuerpos responsables” es decir no locos,
no –ingobernables- ahora bien, cuál sería el problema general, en primer lugar
ver las formas de la pornografía, la publicidad y la propaganda.
2) ¿Cuáles son las formas en que
se escinde la brecha entre individuos, clase, familia y “docilidad”?- Que haya
un “malestar en la cultura” que permita leerla, escribirla, pensarla, ahora
bien cuando pensamos esto, separamos la terapia- la manera en que “adaptamos al
individuo”, de su educación, decir lo que el sujeto tiene que ser, de la
docilidad, las formas de la disciplina donde el sujeto puede tener su
satisfacción, es decir en que forma el sistema premia, deja obtener algún deseo
(nunca todos), cuando esto ocurre, se puede obtener una respuesta, el deseo, es
lo irrepresentable, es lo está sin poder ser sentido, pero que es la base del
sistema. Sin deseo, la subjetividad no estaría forzada a pensar, porque incluso
el miedo, la “autopreservación”, base del cuerpo, su defensa y su protección,
hoy en día su seguridad viene de la mano de un ser deseante y ciego. En este
sentido la moral, va de un extremo del otro, la “disciplina” es un valor, pero
la “docilidad” es otro valor. Es valorado tanto el que puede aceptar el peso de
las tareas, el que por medio del dolor ha sido convertido a una “fe”, “idea”,
“valor” como aquel que se maneja bien tranquilamente en medio del sistema que
lo tiene que cuidar, entretener, y hasta que le ve su utilidad, su optimismo,
su voluntad de reforma. En este sentido, el “incesto” es el contra valor de
toda familia, como su universalidad, el incesto es la figura ancestral de la
familia, “pervertida” donde un poder, abusa, del “orden/justicia/destino de
cada individuo”; el incesto tiene que ver con el Tabú, y el tabú tiene que ver
con la política. -¿No es una operación ideológica, separar las ideas de
incesto, abuso, y subjetividad? Claramente que sí, la idea de la familia como
imperativo moral puede estar bien incorporada en un individuo sin que eso
afecte sus prácticas sexuales. Si esto no es revisado, hay una buena familia, y
la no-familia, esto es lo más traumatizante de quien debe ser “re-socializado”,
si la familia “distinta” funciona como
la cárcel, (Violencia/abuso/jerarquías de facto/ “promiscuidad”/ subjetividades
distintas/ resistencia al dolor/ y el stigma- el que pasó por esto, para eso la
sociedad tiene que buscar de manera policíaca de maneras más o menos violenta
la conducta sexual, en este sentido, la comedia, la parodia forma parte de
esto. Como las denuncias encendidas de quienes “moralizan” la sociedad) Cómo y
por qué hoy tenemos que debatir a la familia, justamente la familia, es una
unidad que piensa en términos de una fábrica. Pero la “fábrica” está en crisis,
no se sabe si la “Escuela” o la
“Familia” tienen el monopolio de la sexualidad de los infantes, y esta es
una de las tareas de la lucha política, -la propiedad en el momento de la
formación, no tiene que ver con la pedagogía tiene que ver la división de los
individuos en la sociedad- es más el valor familia es anterior al valor
“escuela”, la escuela son las operaciones mínimas para la producción. Ejemplo:
la escuela es la que tiene que encargarse de dar un piso mínimo de salud
sexual, si espera obtener un mínimo de respuesta ante las campañas sobre las
enfermedades de transmisión sexual, las “campañas de brujas”, como la de la
“Peste Rosa”, fue una práctica orientada casi la idea de “etnocidio” donde un
problema no era de la sociedad sino que era de ellos, los que la sufrían, por
eso “Peste Rosa”; esta visión es fundamental, si las familias heterosexuales no
creen y no aceptan, la posibilidad de otras sexualidades, estamos viendo el
efecto de la “dictadura”, y no de la individualidad, siendo la familia en su
función una forma que caduca con la adultez, la familia que traumatiza
individuos, es justamente la que fuerza ciertas formas de sociabilidad. ¿Cómo
podríamos pensar que el proceso de individuación es transparente? Claro que no
es, para cuando un hombre es “adulto”, este ya fue socializado en gran parte de
sus comportamientos incluso el sexual.
Ahora bien, con esto se pone un “deber ser” absurdo, cuando una persona
forma una familia, esta realiza una serie de operaciones, y en estas la
sociedad pone o no el acento en ver cómo las hace. En este sentido el
consumismo, la superficialidad, la irresponsabilidad de las familias
homosexuales, es una excusa, para poder indagar, y dominar, y no sólo eso,
funciona como las formas más elementales de contener ideológicamente. Porque no
hay familia “ideal” que mostrar, se busca la “Familia monstruosa”. Estas formas de pensar, mezclan formas
incorrectas de pensar, el análisis cualitativo de la familia, es útil si no se
toma como un tema aparte la “nueva familia” como si fuera un experimento
social, claro que eso, forma parte del escándalo, como todo “reformismo”, no es
lo mismo decir, las familias homosexuales fueron incorporadas y aceptadas en la
sociedad que, decir, las familias homosexuales conquistaron su lugar en la
sociedad.
Esto mismo parte políticamente el
papel de la “diversidad sexual”, “la identidad” y la familia, todas políticas
de Estado, en contradicción con los poderes subnacionales. Donde las garantías
constitucionales que vienen de una constitución del siglo XIX, cuidan de manera
parcial y que dependen de la buena voluntad del poder judicial. En el fondo, lo
que se da es una forma de la política del sujeto, liberal, del siglo XIX, en
pleno romanticismo (patriotismo) de la época, con marcada cuestión biológica,
el concepto de raza empieza a pisar más fuerte, y el concepto iluminista e
enciclopedista, en el cual se clasificó de acuerdo a criterios burgueses la
mayoría de las culturas, formas de vida de acuerdos a los términos de
civilización y barbarie, una salvedad importante la moral sexual cristiana fue
una de las pocas cosas que triunfo por sobre “el orden jurídico romano y la
cultura griega”; la filosofía, la biología, y toda la noción de la república
liberal, y las formas del estado con las cuales, la burguesía vencería al orden
feudal. En este sentido, el sujeto cartesiano y kantiano, poco le interesaban
estas cuestiones, hasta la llegada de Marx, Darwin y Foucault especialmente,
las nociones de la existencia misma de la reproducción de la vida, no eran una
interrogante primera por sobre la existencia del individuo, “la Muerte del Hombre”, es la muerte del hombre
racional completamente y con la muerte del machismo impregnado en el orden
religioso. Por lo tanto no nace un nuevo Padre que tenga características más
benignas sino que hay un vacío importante allí va cimentándose el papel de la
vida, “familiar/sexual”; que de por sí no cambia las reglas generales de la
supervivencia en este sistema capitalista, ni asegura, una ventaja económica
clara. ¿La cuestión es para qué la represión? Justamente allí se refuerzan las
relaciones de fetiches, las deslumbrantes fantasmagorías de la sociedad de
consumo, allí justamente se ve como viejas estructuras para sobrevivir tienen
que sacar recursos de la sociedad, y para no perder influencia se encarnizan. Entonces
sí, la política de la vida; es la política de los vivientes, cuando hablamos de
familias, no hablamos de las ideas trilladas e imaginarias que las personas
consumen cuando compran, un jabón en polvo, o una mayonesa, coca-cola o Pepsi,
esa idealización, es una forma de dominación que hace que el consumo, de cierta
forma de ciertos productos se mantengan tal cual son, es decir las cosas, la
forma superficial de la religión, la forma superficial del producto, devora al
ser que debería consumirlo consumiéndolo, y esto pega en las clases más pobres,
las cuales no pueden elegir su destino si no es por medio de lucha, encarnizada
contra la cultura dominante, la rebelión de lo biológico es existencial, la
existencia, en una sola dimensión en un solo discurso, con el enmudecimiento de
los otros, genera sólo mercados más pequeños y minorías que no re-definen la
sociedad sino que siempre se mantienen como grupos en riesgo.
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