II-
Este es el momento de la
evolución de la política, en grado y sustancia, o al menos debería ser el deseo
de la consecuencia de cierta reactivación parcial de la política militante en
momentos de suma y profunda contingencia; esto en el fondo debería ser la
manera de romper con la heteronimia de la pura política completamente rentada,
el siglo XXI, tiene un arma muy desarrollada, una metafísica de lo obsoleto,
con esto se quiere decir que es esperable que si se quiere disolver “la clase
política”, esto no debería partir de las personas que están en el limite de la
supervivencia.
Este momento debe llevar a la reflexión de los siguientes puntos:
1) Una de las armas más
formidables de la historia de los partidos políticos, de las organizaciones
políticas en general, es la prensa partidaria. No solamente porque desde allí
se transmite información desde un volante, un artículo de diario, sino porque
desde allí pueden aparecer las publicaciones, pueden producirse los elementos
más importantes de la propaganda. ¿Por qué esto es importante hoy? Bueno
justamente, las razones son obvias, el sistema político actualmente, tiene en
la emisión y en la concentración de las fuentes de información un pilar
fundamental, producir, estimular, y alentar, el acceso a la información útil, a
la opinión y al posicionamiento político es importante, de allí se forma la
materialidad de cualquier doctrina política, de allí ocurren los momentos donde
el debate político se profundiza. Justamente en un momento histórico, donde se
debatió con fuerza por un corto periodo la “Batalla Cultural”, esto quedo en
la distancia como un elemento menor. Por esta razón, quedará por saber cuál es
el papel que ciertas organizaciones se darán a sí mismas para poder perseverar
en sus objetivos, el ocasionalismo es pernicioso para una vida larga en las
organizaciones políticas.
2) También es un momento para
poder tratar de entender que es la política, que es el gobierno, que es el
papel particular de las organizaciones, justamente por estas razones cuando van
irrumpiendo lógicas políticas distintas, es el momento de mayor apertura
intelectual, hay que pensar que las crisis del sistema de representación son
cíclicas como lo son las económicas, si esto no es tomado en cuenta la crisis
puede profundizarse a la par de la crisis económica, más cuando se piensa en
una democracia formal, donde la legitimidad va por el procedimiento, el apoyo
social, de corto plazo, cambia el Estado rápidamente pero las consecuencias a
largo plazo muchas veces son casi irreversibles. En este sentido, comprender
ciertas facultades de lo que han sido el papel de la sociedad frente a las actividades en torno a la política es
fundamental. El no tener en cuenta que se pueden instrumentalizar, mensajes por
parte de agentes externos a los que deberían recibirlos forma parte de la
confusión, controlada por parte de los poderes establecidos en general. Si esta
política muestra un estancamiento, en parte lo hace por la base social en que
está sustentando, su salida, su final tiene que ver con el papel crucial de distintos
actores. En este sentido, los partidos no son lo mismo que las empresas
periodísticas, por más afines o enemigas que puedan ser de un gobierno. Solamente
los medios dominantes, son aquellos que hacen la presión necesaria para poder
considerados cuasi partidos, los medios marginales muchas veces dependientes,
terminan marchitos cuando se lanzan al activismo por cuenta propia. Por eso
mismo en parte se termina agotando la idea de quién tiene más medios de
comunicación, ya que en el mejor de los caso daría una especie de empate
técnico que nadie debería pensar qué es deseable, porque a su vez, dejaría como
rastro, la idea de que el sistema comercial puede ser mejorado en aras de una
libertad de información apolítica. -¿No es acaso por esto que hoy en día,
tenemos la confusión entre periodistas línea editorial y objetivos políticos?-
cada clase, grupo de interés, sólo busca, analiza, profundiza la información
que le es útil a su interés. Por eso mismo, hoy en día la producción de cierto
sentido de clase, de cierta forma de ver la realidad no coincide, el paraguas
informativo, la cuestión de “la verdad”,
“la bondad”, y la “libertad” del individuo es una cuestión muy menor, la
cuestión mayor son las problemáticas, las temáticas claves, lo que se obliga a
discutir y qué queda afuera, porque llegado a cierto punto, “electoral”, eso es
lo que se va a forzar elegir, la democracia, liberal, burguesa, forjada en el
neoliberalismo, perfeccionada en la constitución de 1994, juega y apuesta por
cierto status quo. Post crisis de 2001, la legitimidad del Estado llevo a la
legitimidad del orden social, cuando una crisis social como la de 2001, pone en
crisis la supervivencia de cierta forma de poder, lo hace con la acción
conciente de políticos profesionales, los líderes de los partidos, y además con
el sector menos organizados, de la sociedad, en este sentido la ausencia de
sectores organizados más fuertes fue lo que permitió que el sistema se
recompusiera con este corset que tiene elementos que son sustantivamente negativos
para la incorporación a la vida política de millones de personas.
3) Las condiciones originarias de
reconstrucción de la política entran en crisis, en este sentido, se refuerzan
el fin de ciertas trayectorias, el debilitamiento de ciertas hegemonías
partidarias, que llevan a ciertas formas de hacer alianzas. Los grandes cuerpos
políticos, los partidos provinciales, los partidos nacionales, están en crisis.
En parte porque los ciclos presidenciales no se pueden dar en completo orden
para la sucesión en argentina, la “partidocracia” en Argentina es caótica. Hay
sin embargo una lógica movimentista que tiene un momento sucesivo de
incorporación de aliados, luego tiene su cristalización, y cuando estas
condiciones se asientan tiene su hegemonía, luego de ello, las condiciones
generales ceden, y la cuestión del movimiento se torna episódica, es decir,
crece y decrece en forma de la coyuntura. Son en estos momentos, donde
justamente la relación partidos, “movimiento” recrudece, mientras que el
movimiento es forma difusa de representación de lo popular y la sociedad civil,
el partido es una organización que plantea formas de liderazgos que terminan
catapultando al líder carismático, que es el que establece el nuevo momento del
movimiento político, el partido como tal no llega a ser la dirección, no es una
organización fija la que logra dirigir a las masas, sino que es la organización
que cree al “presidente”, jefe del Estado, el que tiene la capacidad de
orquestar un movimiento político, desde el Estado se intenta muchas veces
lograr que haya una solidificación, con construcción predominante. El problema
está en la naturaleza misma de la construcción nunca termina de romper de cuajo
alianzas pre-existentes, es entonces cuando la presencia de cada organización se
suele circunscribir a sus esferas directas de control estatal. Las lealtades a
caudillitos puntuales, generan más y más rupturas hacia el interior de los
movimientos políticos. La ausencia de una crisis general hace que la idea misma
de la verticalidad se diluya. La emergencia permanente es una realidad ilusoria
para los actores políticos de más peso, pese a la reiteración de los medios de
comunicación. –La sociedad aterrada versus el maquiavelismo de los políticos
profesionales- esto es lo que disociaría el papel necesario de las críticas que
muchas veces son abstractas cuando ocurren de manera marginal. –Esto es, por
ejemplo, la crisis española no es terminal, ni la Grecia tampoco en tanto que
sea el sistema del Euro el que pueda sobrevivir- por más que las especulaciones
sean millonarias, no podríamos decir que lo que ocurre en una eterna dilación
de la crisis total del sistema político de los PIGS, haga otra cosa que probar
que la unidad económica, supera con mucho a la unidad política, esto es lo que se
pone en juego cuando en Latinoamérica, se fogonean ciertas formas de protesta
contra los gobiernos en ejercicio, si el ALCA se hubiera materializado, las
consecuencias directas, serían el fin de la “crisis permanente del sistema” a
una crisis de administración por un imperialismo. Curiosamente, este grado de
contradicción entre la legitimidad, y el grado de combatividad es algo que se
suele olvidar. (Hoy con todos los cacerolazos desarrollados, poco ha pasado con
la gobernabilidad, por lo que el cacerolazo contra De la Rua que era más feroz cuando
toco los ahorros en forma tangible y presionó con las deudas tenía que el ver
con el propio régimen.) Hay que decir que de esto se aprendió. Hay una nueva
valoración del cesarismo inconfesable por parte de la sociedad argentina, esto
quiere decir, que el presidente hoy tiene las manos menos atadas por el medio
residual de su papel en 2001.
O mejor puede que parta, porque de hecho lo
hace, pero no lo hace en la forma de elecciones, ni de frentes ni de constructos
ideológicos ya prefabricados, siempre hay quienes pretender dirigir de manera
más exclusiva a los grupos que se encuentran por fuera de la sociedad, moral,
política y “espiritualmente” pero esto es una contradicción. Esto no se da con
la claridad esperada, es más en todo caso, el costo de la vida política, el
licuar algunas de sus facetas, el crear espacios, y estamentos políticos tiene
sus contradicciones [Las PASO tienen una lógica aglutinante pero no politiza a
la sociedad, el Estado fue el que salió a buscar un esquema de gobierno
oposición del tipo más estable- En parte para eliminar ciertas formas de
dependencia relacionadas a la crisis que se dio de 1995 a 2001, el progresivo
momento de la atomización].
Claro que todas las industrias
privadas de la política, no están consideradas, pero porque la política es un
oficio, y la “militancia migra” (las organizaciones buscan y pelean por cuadros
capaces-según sus intereses específicos), podríamos decir que la política es un
saber que está vedado para quienes no participan- ya que la política en su
parte técnica necesita de un saber que no se puede obtener fácilmente (por lo
menos individualmente)-. Lo cual genera bellos y sesudos experimentos
institucionales, algunos de ellos a veces funcionan, por eso mismo los partidos
tradicional se adaptan al siglo XXI, no sin estrujamientos, y retorcijones, los
“politólogos” que creen que tiene la vara de cristal pesimistas y optimistas se
equivocan. Por eso mismo, cuando se ven los spots – la lógica del SPOT tiene su
origen en Norteamérica, y hace que los candidatos “dialoguen mediante la
publicidad”- hoy en día vemos algunas realidad tangibles que se dan a escala
mundial, ¿Qué se ha perdido? Se han perdido las grandes movilizaciones de masas
como la primera y fundamental correa de transmisión –esto genera una rama
anti-populista bien cara a los medios de comunicación que jamás denunciarán, el
candidato en el spot dice una cosa, en el discurso de televisión dice otra
cosa, y en la entrevista dice otra cosa más, no siempre coinciden. Esto es lo
que hace a la política hoy en día, incluso a los movimientos que pretender
tener la diferencia con la política tradicional, su falta de todo recurso, de
toda agencia eficiente, su orfandad es porque el problema no está ni en el partido,
ni en el estado sino en el sujeto. La “iniciativa política” es fundamental, ¿Es
la juventud el actor más dinámico y fundamental? ¿Es la clase obrera el actor
político más dinámico y fundamental? ¿Lo es la clase media? Estas son las
preguntas sobre las que se extiende cierto papel, si reobserva el tema de la
juventud al menos desde el gobierno nacional tenía más fuerza en 2011 que hoy,
esto no es un dato menor, a partir de allí queda claro que llegado a cierto
punto, no se puede hipotetizar en el vacío. El “brazo político del país”, el
pejotismo es mucho más importante ahora mismo junto con los profesionales de la
política que la juventud tal cual la entendemos, pero esto podría dar una
transformación, hay que pensar, que se suele asociar muchas cuestiones bien
distintas a los mismos fenómenos una de ellas, es pensar la juventud como un
factor que se puede escindir cuando en realidad es dinámico. Las “juventudes”
suelen sobrevivir a los presidentes, la coordinadora sobrevivió al
alfonsinismo, todas las juventudes kircherneristas podrían sobrevivir al
proceso actual, en este sentido, ¿basta cerrar todo sobre un solo punto?
La pregunta es por la generación
intermedia, ese fenómeno de recambio de la generación entre los dirigentes
actuales y las filas más jóvenes de todos los partidos, de ahí saldría el
futuro. En este sentido, el cambio de la dirigencia, la sociedad y su
composición podrían afectar dramáticamente cierto papel pero no condicionarlo
completamente. Un ejemplo de ello es la influencia de la UCEDE , la cual parió
técnicos que llegan hasta hoy como Sergio Massa pero muchos otros, como Amado
Boudou, en este sentido, todos los parten de la matriz UCEMA, fundación
mediterránea, la era de “los economistas, abogados y administradores”
está en su apogeo caso “Prat Gay, Losteau”; aunque eso no sean la mejor imagen del
militante político- ya que esta lógica sigue en duda de hecho. Por eso mismo,
el cuadro político, y el “militante en sentido amplio”, no quedan contenidos
siempre en el técnico, de hecho el abogado, el cientista político, el
sociólogo, cocinado rápido para la gestión; agregado, de corto pasaje, llevando
tal vez una corta carrera política, forma parte del universo, del arsenal de la
política de hoy (las formas de
reclutamiento para la gestión), el liderazgo partidario se ha vuelto
sinceramente laxo.
Esto ha generado una respuesta de
la sociedad, sobre la utilidad, sobre la idea de la comparación en términos de
eficiencia discutibles, y otros muchos puntos fundamentales, cada vez más las obras
públicas, o miles de proyectos de ley, usan y ganan espacio, la dicotomía es
para pocos actores, el fracaso de Narváez con: “Ella o Vos” al menos por ahora,
parecería querer remontarse al “Braden o Perón” o al “Patria o Muerte” pero sin
éxito alguno- no se puede polarizar rápidamente sobre una creencia social
difundida, de hecho, el “Ella o Vos”, deja bacante al candidato que hace el
desafío en forma inversamente proporcional al “Braden o Perón”, lo cual muestra
una comprensión bastante cuadrada del populismo, no se puede liderar una
negatividad, si ser un elemento relevante, ese lugar es el que desea ocupar
Sergio Massa, y por esta razón mientras más pase el tiempo, el slogan de
Narváez para octubre va estar vaciado de todo contenido.
Lo curioso de esto es que la
política de masas, ahora maneja otros códigos, la masa está por debajo, la
superficie son individualidades, las cámaras y los planos cercanos, una especie
de “privatización” de la utopía, es un testimonio el que hace fiable, -el
papel de la política pública, ya no basta con la palabra del candidato-.
Porque la palabra del candidato es el discurso ideológico, y a su vez, el
testimonio, real o no es la veracidad del candidato. En este sentido, la gente
común, el “aguante” más básico es la base del apoyo, esto cambia las ideas
generales como las “Del primer trabajador”, cambia la idea del sujeto, aparecen
las casas y los barrios, incluso, se cruzan las baldozas con la reforma
judicial, muchos han querido delirar a estas ideas como alucinaciones
tercermundistas, como si no nos da el cuero para decidir cosas relevantes y
proyectos de país, el mandarinato estéril que habla de política pero no la hace
suele tener colmenas llenas. Pero cuando esto ocurre crece más esta lógica, ya
que todos se basan en una especie de fiscalización de lo pequeño, y trillada
novelización de lo grande, el “relato”. Para eso los candidatos van a los
vecinos, y los periodistas van a las ideas generales pero sin la vehemencia de
los discursos políticos clásicos, el periodista puede decir que hacer a veces
pero no puede mandar, ya que no puede hacer el papel del “gobernante” y la
tentación del caudillo mediático aparece, pero el mismo medio lo reprime lo
ahoga para poder mantener la división “liberal” de los medios y política. Ahora
mismo los actores atacado por la gente de un lado y del otro forman parte de un
elenco que ha degenerado de ir mezclando candidaturas y apoyos al arte en
general, el puritanismo sigue pero hay una realpolitik, donde cada uno
conquista lo que puede de la gente conocida, este capital político es lo más
nihilista de todo el proceso, y es la repolitización inversa de la farándula
del noventa ahora forzada a explicar el privilegio del mimado de los medios,
del estado, o de quien sea.
Justamente por eso mismo cuál es
el más grande los problemas, las ilusiones pequeño burguesas (que no es lo
mismo que el consumo popular) que se puedan hacer en estas campañas – la
demagogia o la oclocracia “agresividad de las masas frente al individuo”- puede
darse pero en formato distinto. Cada campaña tiene su cuota populista, para
horror de los principistas pero como parte fundamental de una construcción
veloz de las identidades políticas) , como siempre el calendario electoral es
la excusa para un combate más profundo –en parte por la atención ritual sobre
algunas cuestiones-, que es tragedia o es comedia, si es tragedia, se lleva una
buena parte de la vida de los involucrados si es comedia, sólo forma parte de
una experiencia más, un prendedor claro que esto sería la excusa para otra
forma del neoliberalismo más crudo. Ya hoy es difícil para todas las ramas de
la política de base, y del sindicalismo de base la existencia en medio de
mafias que son independientes a muchas de las consideraciones superficiales,
¿qué estamos esperando? Si la búsqueda de una forma bastarda de un discurso más
fascista se tiene que instalar tenemos por seguro que el establishment la va a
usar. Y justamente será la primera de irse la escena la pequeña burguesía, ya
que su error, será un error más de todas las etapas donde se debería defender
lo que se obtuvo en las “revoluciones desde arriba”.
Esto se puede analizar en cuatro ejes:
1-
Incentivos
ideológicos. Todos los partidos tienen grandes ideas los llamados relatos,
“Ciudades perfectas”, “La defensa y desarrollo integral de la nación”, “El buen
vivir, y los valores ambientales, sociales en un sentido amplio”, la correcta
administración de la “Democracia”, y por qué no, la “Revolución Proletaria
mundial”, el nacionalismo chovinista, y el pasado como verdadera fuente de
verdad. Estas ideas son los relatos políticos vigentes, como tales son los
elementos inmateriales más sofisticados, no todos son propaganda sino que son
valores, son justamente la parte de la política más cuestionable, la más filosófica,
la menos alterada por esta elección, el papel de cada uno de los políticos
citados se mantiene en cierto continente confiable. Sobre el cual se basa el
papel del periodismo, la columna de opinión, el papel del intelectual pero casi
nada de la ciencia social. Es decir no se ahonda en qué quiere decir, cada una
de las cosas citadas, y esto tiene que ver con los tiempos, la búsqueda del
votante es coincidental, las creencias previas suelen darse por la propia
búsqueda de los individuos por periodos por fuera de las campañas electorales.
Única excepción relevante desde el 1983, la elección presidencial de Alfonsín.
2-
Incentivos
“administrativos”. Estas no son las políticas públicas reales, son las
políticas públicas que se prometen, las conocidas promesas de campaña. Estas
tienen como idea dar cierta cuestión apetecible, es decir acercan como forma
más concreta, los “relatos” este es un tema que suele dar, respuesta en la
forma que a más elemental idea política, menos filosófica, el enunciado de la
promesa de campaña pesa más. Por esta razón, el papel del cambio inmediato con
la llegada al poder de la nueva fuerza política, resulta tentador en la cultura
política contemporánea. Esto en realidad va por el “adherente” el simpatizante,
la piedra basal de la democracia liberal, el que asume poco esfuerzo por votar.
3-Incentivos ambientales “megalómanos”: Hoy en día, el ambiente es
como los derechos humanos, una agenda pendiente realmente. Por esta razón, no
hay “una gran propuesta ambiental”, no obstante esta cuestión de marginalidad
del ambiente y el análisis de la contaminación en la cordillera, más que en lo
basurales próximos a las urbes con la consiguiente contaminación de millones de
personas, demuestra que el voto ambiental tiene limitaciones de clase, y en
este sentido, no hay ni una reivindicación total al ambiente, ni una valoración
integral de la vida de millones de personas por la totalidad de los problemas
ambientales, esto seguramente va a llevar a una crisis ambiental gravísima a
mediano-largo plazo, en este sentido, hoy en día lo vemos como un fenómeno
desorganizado y justamente por eso mismo, opera de forma marginal. ¿No será el
momento de ver la política ambiental, como política en sentido genuino? Ahí es
cuando va a cambiar, pero justamente para eso, tendría que aumentar la
masividad y perder la especificidad que hoy tienen, cada una de las
manifestaciones puntuales sobre los desastres ambientales, esta evolución que
va ocurrir, este año no se ha dado por razones evidentes, la “agenda” no la arman,
los perjudicados.
4-Incentivos de tipo de consumo: Podemos decir que la gran
dependencia de la democracia de hoy en día, es la puja, cierta clasista, y de
pura industria cultural entre tres nociones, “calidad de
vida/consumo/producción”, justamente se asocia que el nivel de consumo de
ciertos bienes, personales e individuales valen más que todos los servicios y
la calidad de vida en general. Para bien o para
mal se idealiza al electorado entre quienes tienen genuinas pero
diversas inquietudes que van en contra del consumismo y quienes están vertidos
completamente a él. En este sentido, vale decir que la crisis económica, la
lentitud en la reproducción del capital le pega a los que no pueden ser
incorporados, y esto justamente pese a las terribles condiciones de
tercerización y trabajo en negro. Aunque claro eso no se puede mostrar como lo
deseable, cuando la producción se vuelve abstracta, cuando la desesperación por
la tecnología, el producto sofisticado, y la publicidad conquista, conquista
junto a la propaganda política el ambiente más esterilizado surgen las
contradicciones. Todos los sectores entonces especulan sobre las nociones de un
consumo pasivo, y que acepta todos los males económicos, como inflación,
desabastecimiento pero que espera soluciones técnicas, y en este sentido el
“consumidor” que no suele ser más que el trabajador queda desligado por partida
doble. Aparte del clasismo de quienes tienen los bienes y el status, y aquellos
que no los tienen, el desprecio por los pobres que supuestamente se desesperan
por lo que los pudientes tienen forma parte del cinismo del sistema. Es lógico
que la gente quiera tener el consumo lo más rápido posible, es lógico que la
planificación de la economía popular sea difícil sin un alto grado de conciencia
y solidaridad, ahora, ¿Por qué pedírselo a los sectores más bajos de la
sociedad? –justamente la idealización de las condiciones de la conciencia, la
“moralidad” para con la cual se juzgan y se habla en nombre de las clases
populares sirve para excluirlas, para meterles necesidades muchas veces
ilusorias, y para luego perseguirlos y tratar a su reclamos, impuestos como
reclamos superficiales traccionados por la demagogia. Allí radica el tándem:
seguridad/nivel de vida, para que uno pueda consumir en una sociedad justamente
fragmentada y quebrada renuncia al espacio público, llegan las cámaras, las
rejas, y las policías, a lo que se suma, claro está, la idea de que esa
seguridad puede tener algún día techo cuando en realidad esto no es así. El
momento del ajuste por medio de devaluación lo hace peor, porque el exportador
en América Latina, consume, el lujo, lo importado, aunque le cueste más, y el
que está en relación de dependencia, se resiente más en cuanto a que las
necesidades sembradas se hacen más evidentes. La banalización del salario real,
es uno de los dramas contemporáneos, (defender el salario y el consumo útil)
todo lo que hace que la gente que menos tiene pueda desarrollarse, y no sea
esquilmada de manera anárquica por un mercado que ve la transferencia de
ingresos muchas veces sólo como nuevos clientes.
Justamente por eso, teniendo en
cuenta el espacio que hay entre esos dos momentos cabe preguntarse, ¿Cómo está
cerrando hoy la campaña? En cierto sentido hay optimismos varios, pero
ciertamente será así, cuánto pesarán los miedos y las formas de cálculo más
mezquinas, implantadas en la sociedad, desde el voto útil hasta la lógica
maniquea. Eso es lo difícil de saber, porque recordemos que hay cierta cepa de
opinólogo que se encastra con un discurso casi parroquial que ha de mezclar
todo, pensar que las clases medias son el alma de la mejor de las democracias
posibles, es lo que hace pensar con gracia todas las contradicciones
anteriores. ¿Estamos seguros que podemos escindir las consecuencias no deseadas?
(Estas hasta ahora han sido las más negativas, la esperanza en lo judicial, la
preservación de lo más reaccionario de todas las combinaciones posibles),
¿Estará triunfando la “conciencia social” o el “puritanismo moral”? – si
triunfa lo segundo lo que viene después es la a-politización de la sociedad, lo
cual es un gran negocio para los sectores dominantes. Cualquier forma de
organización suele muchas veces la ventaja de por lo menos evidenciar las
relaciones de poder, y hasta resignificarlas, por el contrario, el mercado
mientras más caótico parezca más difícil es para la conquista de una
politización progresiva. En este sentido, cualquier movimiento que logre ser
masivo, logra uniformar conciencias, justamente es lo que el capitalismo más
neoliberal quiso quitar cuando se dio cuenta que eso inmediatamente
sobre-cargaba al sistema.
Estos problemas si bien no son ni
los más visibles ni lo más urgentes, son problemas que van creciendo con el
paso del tiempo, se muestran como menores hasta que estallan. Massa, es un
ejemplo de ello, tenemos la idea de que lo mejor y lo peor, se resumen en
simples cambios de votos, como si el Estado no fuera una cuestión de lento y
trabajoso papel de la organización y además estuviera desprovisto de violencia.
Por esta razón, el papel de pupilos de muchos actores de las clase media es
fenomenal. La construcción del candidato, muchas veces ocurre sin un movimiento
social específico, y lo que se le apunta al movimiento social específico es la
“ausencia del candidato”, es decir que la democracia tiene una fuerza
importante por arriba, que gestiona que hace posible, y los medios, juegan el
papel puritano de descabezar los movimientos que no le convienen.
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