Fidanza escribe una columna en La Nación donde cree que resumidamente el peronismo tiene un problema; este es que no se puede organizar en torno a un liderazgo y que la clase obrera no va a votar al peronismo. Además ya presenta a Cambiemos como la no alternativa frente a un peronismo que no evoluciona, la idea de Thatcher “There is no alternative”.
El columnista entonces entiende que el centro del problema del peronismo en esta crisis sería el liderazgo de Cristina Fernandez de Kirchner versus el de los otros dirigentes. Este puede ser un error importante. Dividir como agua y aceite peronismo de kirchnerismo es una expresión de deseos. Cambiemos, luego de una elección no puede arrogarse una potencia que el radicalismo tuvo durante largo tiempo durante el yrigoyenismo, o el peronismo durante 50 años aún estando proscrito pese a que la sociedad cambie actualmente muy rapido.
Fidanza va a considerar que el capital de Cambiemos baja rápidamente por la reforma laboral pero ningún líder opositor sube. Este juicio de valor tiene una fuerte contradicción, por un lado le parece llamativo que ante una situación que muchos no consideran buena los opositores no suban en las encuestas mientras que por otra parte lo ve como una virtud en Macri. Por esta razón plantea que Macri está en un laberinto. Esto y hacer una declaración firme de oficialismo no varia mucho.
Dos cosas llaman la atención que una de hegemonía peronista se pase sin escalas a una hegemonía de Cambiemos. Considerando que la alianza sigue sin tener mayoría en las cámaras esta idea es bastante peregrina y además sólo muestra ver el deseo de ver el peronismo enterrado para siempre.
Además de todo, se hace una observación injusta con Cambiemos no se compara con procesos anti peronistas, o con apoyo del peronismo, como la Revolución Libertadora y el gobierno de Frondizi, y obviamente se deja de lado a la Alianza porque el gobierno no es débil, según esta visión Cambiemos sí entiende la realpolitik.
Fidanza entonces lo que hace es traducir mecánicamente a Cambiemos los cambios que se habrían dado en la Argentina en la medida que el neoliberalismo que aceleró en 1976 y el aumento de la pobreza habrían ya transformado la argentina socio-demográficamente al país para que ya no se dieran lo mismos resultados electorales. Esto es por ejemplo que ocurre en Estados Unidos pese al peso cada vez mayor de las minorías, pese a eso, Trump es presidente como una reacción a esto. Sin duda que puede que haya una crisis de las características que dieron al peronismo primigenio, también la adhesión de cierta clase media al kirchnerismo en variantes progresistas tiene que ver con este proceso.
Se cree entonces que Cambiemos tiene una suerte diferente de los procesos antiperonistas que intervinieron sindicatos y que de alguna manera buscaron desbancar al peronismo, la novedad serían dos elecciones ganadas y la chance de la re-elección presidencial. Es por esto que da el mensaje apocalíptico sin embargo el Pro tiene una conformación importante de peronistas y de ex peronistas, como de aquellos que no siguen la ortodoxia liberal de forma más lineal. Sin un derrumbe total del peronismo Fidanza expresa un deseo más que una explicación definitiva de una transformación social.
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