La unidad del peronismo.

Los intelectuales progresistas:

La herramienta con la que hoy se piensa la unidad del peronismo es una herramienta impensada dentro de la lógica de la evolución del movimiento, un gran acuerdo que como la marcha diga: “Todos Unidos triunfaremos”. El peronismo hoy tuvo las PASO para ordenar el espacio; primero en 2015 y luego en 2017, y la más tradicional “Lista de Unidad” de la Provincia de Buenos Aires. En la cual el arreglo, la fuerza y los acuerdos no ocurren mediando el voto de los de afuera.

Las lamentaciones de Gonzalez y Santoro, la lentitud de Mocca para descifrar el mensaje es que en muchos de los nuevos armados su papel es nulo. El progresismo a lo Carta Abierta no tiene mucho lugar. Quizás los miembros de la cultura que formen parte de la siguiente etapa no sean hoy los que la siguen imaginando.

Es curioso, a fin de año, tanto Daniel Santoro como Horacio Gonzalez olvidaron esto, el peronismo ya se está movimiento y para mejor la preocupación por 2019 es más urgente para los gobernadores e intendentes que para los intelectuales, y personajes como Vidal presionan mucho más que si el peronismo va criticar o no el extractivismo en una mesa perdida en la Biblioteca Nacional o en el Centro Caras y Caretas.

Para peor, luego olvidaron que en el propio 2017, la Unidad Ciudadana de Cristina Fernández y el “peronismo” o pejotismo de Randazzo fueron por dos carriles diferentes, y que Massa fue con una alianza fracasada y transversal con la siempre minoritaria Stolbizer. Por lo que en el 2017 ya se vieron los movimientos y se midieron fuerzas. Hay una cobardía de este grupo por no saber cuál será el destino de Cristina Fernandez de Kirchner, por eso la burdas componendas que suman funcionarios kirchneristas del pasado. Sí defienden a Cristina de las causas en su contra pero no se animan a decirle al peronismo que se inmole en su defensa.

La idea de una “Ortodoxia” peronista se vuelve abstracta a menos que eso sea ser “centro-derecha” y reaccionario versus el progresismo actual el que cual es muy particular. Porque se asume que la sociedad giró a la derecha. Gonzalez ya hizo la defección al concederle a Macri el título de popular, y muchos otros cuando hablan de Macri en el posneoliberalismo como un populismo de derecha.

Lo importante; ni los jóvenes van con chancletas en torno a las preguntas ni de Santoro, Gonzalez y Mocca, ni los gobernadores ni intendentes se sienten atados de pies y manos para armar la alternativa. La provincia de Buenos Aires va seguir siendo el lugar más complejo por la ingeniería electoral necesaria. Si cualquier gobernador arrasa a cambiemos en alguna provincia en 2019 se va alzar con un título de posible jefe del peronismo, otras figuras que crezcan en algún distrito también. Si bien por esta crisis algún candidato a presidente va a haber y si este lleva muchos votos para su molino incluso perdiendo podría ser el cacique del pejota, una vez que depure a los desafiantes irrelevantes.

Los intelectuales progresistas flaco favor le han hecho en su intento de aggiornarse pero incapaces de aceptar que tienen que cambiar el libreto a cada golpe de timón. La comodidad del segundo gobierno de Cristina para ellos fue un punto ideal. Ahora reforzados los intelectuales filo cambiemos van justificando al gobierno actual sin necesidad de nada, tienen los medios a favor y las editoriales también. Ellos, los intelectuales K, son marginados y ven la asimetría de la intemperie de ellos, no de Cristina. Vale saber que Santa Cruz es un ejemplo, las papas pueden quemar pero la sarten sigue agarrada por el mango. Pura realpolitik.

Podrían ser combativos en las universidades que eso no significa la lucha de los sindicatos docentes para nada sino una decisión consciente de no dejar pasar el macrismo tan facil. Las alianzas con los filo cambiemos que se dan tan sencillamente en los claustros profesorales, los muestran con pragmatismo. Para sobrevivir en ese ámbito se puede hacer lo que es una anatema y un ultraje en el congreso, consejos deliberantes, legislaturas, etc. Por eso estos “comisarios políticos” ya no saben que decir de la traición, Pichetto forma tanto parte del armado como los Soria, tal vez como Gildo Insfrán y como cualquier intendente de la provincia de Buenos Aires.

Si hay un grupo que no tiene un peronómetro son ellos, de frepasistas al kirchneristas hoy esperan a ver si descubren “la iniciativa política” del siguiente presidente peronista. Sea el que sea.

Los sectores del peronismo:

Ahora la unidad del peronismo para poder hacer frente a las “corpos” necesita a la CGT y a toda la CGT por eso el filtro de los químicamente puros se tiene que dejar de lado de nuevo. ¿Qué negocio le puede prometer el peronismo a la CGT? ¿El senado al menos va a bajar la presión sobre las cúpulas ante la entrega express de las reformas?

La CGT es parte de una herramienta en decadencia del peronismo, más esta CGT que todo el tiempo especula con el acuerdo y no con golpear y negociar. El vandorismo hoy parecería un grado de combatividad digno de aplauso.

. El partido peronista es afecto a las revoluciones por arriba, y a los acuerdos y a la organización. La marginación del sindicalismo y algunos pactos ad hoc de Macri, y el camaleónico Triaca hijo, muestran que la CGT tiene una fichita en todas partes, con los traidores, con los leales, con el gobierno y con los empresarios en caso de no quedar alternativa.

Sin escandalizarse sí. La unidad del peronismo necesita de empresarios, gobernadores firmemente atornillados y la cúpula de la CGT más alguna que otra mezcla necesaria con ese poder judicial tan cuestionado. También necesita que el gobierno se vea débil y que socios actuales quieran irse, esta última tarea es la más difícil.

Cada sector del peronismo tiene intereses que tienen que ser jerarquizados en pos del “Movimiento” y si esto ocurre dentro de los sindicatos, dentro de las intendencias y dentro de las provincias en menos de un año hay “Unidad”. Puede que sí decante una fórmula tentativa de hacer frente a la situación. No debería ser narrado asi tan terrible sapo hay que tragar, ya que se haga gala de los sapos a tragar, del perdón y de la ausencia de filtros. Tanto es así que Felipe Solá y Camaño peronistas anti K desde 2008 para acá tienen que volver, no se puede dar nadie el lujo de listas enanas compitiendo por un voto en las PASO y generando ruido en un mensaje que tiene que ser claro: “Somos la única alternativa al macrismo”

Cuando el liderazgo de Luder feneció, si tal cosa era una jefatura. Se vió el proceso más frondoso de aggiornamiento del peronismo el germen de las nuevas contradicciones del movimiento. En la medida que el duhaldismo se descomponía, el cual es visto con buenos ojos por los creadores del relato de un gobierno de orígenes puros; una nueva síntesis se dió en la jefatura.

Hoy claramente hay un hecho indiscutible, el armado del kirchnerismo en provincia está en crisis en parte porque no gobiernan ni la Provincia de Buenos Aires ni la nación. Re armar con lo que hay la alternativa con números justos es un desafío, este régimen forzado llevará a la salida de algunos dirigentes y a la consolidación de otros, hasta se podría decir que es generacional. ¿Cuál es el futuro electoral de Anibal Fernandez, Alberto Fernandez, Juan Manuel De la Sota, Gioja y otros? Su retiro sería parte dejar atrás quienes formaron parte del peronismo en muchas etapas del kirchnerismo y casi sería un proceso natural.

2019:

Macri tiene voluntad de ser re-electo, va a usar la chequera y tratar de dividir al peronismo con estímulos contradictorios, el fondo del Conurbano que va hacia Vidal es uno de ellos, el necesario envio de dinero extra a las provincias es otro. Si Macri sacrifica sus “metas autoajustables” para poder ser re-electo podría tener éxito en impedir una fuerza homogénea.

La estrategia de Macri, es tener la mayoría que hoy le sigue siendo esquiva, para sobrevivir en una noche nuclear de oposición en el llano irrelevante, el peronismo tiene que meter diputados y senadores. Tener un candidato a presidente potable que llegue una segunda vuelta, no necesita un 2011, no quiere pero aceptará un 2015, perdido por pedido se queda todo como está y se apuesta al fin del gobierno de Macri y la crisis del PRO. Después de todo el partido amarillo es personalismo más CEOS y alguna que otra maniobra de Joaquín de la Torre, Mario Quintana, Monzó, y Frigerio. Esos son los que “construyen los acuerdos” del presidente y que todos han tenido suerte dispar.

Vender esto como una novedad es falso. Los une el espanto y no el amor, pero ganar, o mantenerse vigentes sería el amor que necesitan. Estamos viendo madurar el proceso pero el desenlace real lo dan las urnas y no las hipótesis periodísticas o intelectuales.