EL PRO y Sergio Massa:
¿Qué tienen en común estos dos candidatos? ¿Cuál es su diferencia específica?- cuando
entendemos esto podemos sumarlo a la descripción de los aparatados anteriores. Luego de
analizar, dos factores importantes como son el fracaso de la UCR para ser alternativa de gobierno,
como también la persistencia del PJ en cuanto a organización atada al Estado nacional. Queda
entonces proceder a desarmar la lógica de los otros dos candidatos fundamentales Sergio Massa y
Mauricio Macri. Como podemos saber son actores menores en tamaño que el estado nacional y el
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partido de gobierno, pero que pueden torcer el destino de la elección en parte por el propio
cansancio de una parte de la sociedad frente al gobierno, lo cual fue una constante en todos sus
mandatos aunque no se tratase de la misma gente.
En este sentido queda claro que la relación no es clara, se trata de otra forma de razonar
consta que se trata de una forma en que estos candidatos crecen en los márgenes del
kirchnerismo. Por estas razones, Macri y Sergio Masa, están unidos en esta suerte de opciones
electorales capaces de ganar al peronismo, o mejor expresado al FPV. No teniendo propuestas
ambiciosas en ningún sentido, sus gestiones son mostradas como lo deseable frente al mal
gobierno del Estado nacional, este simple contrapunto es el que suele convencer a mucha gente,
los spots, carteles y discursos funcionan en este sentido.
Además se tratan de políticos que tienen suficientes fondos para lanzarse a la aventura.
Apoyados como variantes de un esquema económico donde la cuestión se trata de cómo
mantener las ganancias a los grandes empresarios, ninguno de estos tiene por contrapartida
problema en sostener su aparato proselitista. Es cierto que a comparación con otros poderes son
menores, y justamente por esto, queda situados en forma circunstancias con distintas formas de
poder que son variantes de un esquema mayor. Sergio Massa, hizo una carrera anómala dentro de
la Argentina al no llegar primero a ser gobernador antes de intentar ser presidente, pero esto no
es una regla de oro, sino que más bien se ha mantenido en el esquema de los tres presidentes
peronistas más importantes: Menem, Duhalde y Kirchner. El posible fracaso de Massa vendría de
la mano de hacer o de intentar saltearse estos pasos fundamentales. No obstante estas reglas no
tienen una definición tan clara ni una forma de ser tan particular. En este sentido Macri al ser dos
veces jefe de gobierno ha podido disponer de uno de los distritos más ricos del país para poder
desarrollar su campaña proselitista. Ambos encararían la base de la centro-derecha. En este
sentido, como parte de la definición laxa, son producto de la propia lógica del kirchnerismo, que
tuvo en De Narváez, por ejemplo un fenómeno similar, si bien otros candidatos han tenido una
cantidad de votos importantes, Macri y Massa representan una continuidad ideológica de estos
espacios no kirchneristas por derecha, o al menos discursivamente por “derecha”, haciendo notar
que el kirchnerismo desea para si el centro político.
Cuando se analiza el final del 2014, nos damos cuenta que la fase previa a la campaña ha
sido de un estancamiento. Esto en parte comenzó porque nuevamente se apostó a que sería la
crisis económica la causa efectiva del potenciamiento del voto opositor cuando esto se demostró
como errado. Se asumió que el error debería estar en otra parte. En este sentido el oficialismo ha
remarcado fácticamente las falencias de estos dos políticos en cuanto a aparatos, y candidatos en
todo el país, su justificación es que no despegarían que no tendrían los votos suficientes para
competir. Podemos decir que la idea de una fuga hacia Sergio Massa se contuvo bastante pronto
por lo que se manejó el planteo en otros registros. Al no poder disputar Massa el PJ, y Macri
proponerse como la “alternativa” al peronismo que había gobernado 30 años. Gran parte de los
desplazamiento de los votantes, quedaron atados a realidades bastante abstractas.
En este sentido, la propaganda política, la opinión pública y los medios de comunicación
van por canales diferentes. Por esta razón quedó claro que las contradicciones dentro del
macrismo se hicieron evidentes, fue acertado el hecho de que no compitiera en 2011, como
podría haber ocurrido porque esto lo habría llevado al desastre, esta fue su diferencia con Cobos,
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Sanz y otros, los cuales deberían haber competido, y hoy realizar otras tareas menores. En este
sentido durante el segundo gobierno de Mauricio Macri su poder se consolidó en parte por sus
buenos resultados en la primera y la segunda vuelta, así como el fin de la beligerancia que tuvo
durante su primer mandato por parte del kirchnerismo. Podemos entender que no se trata en
realidad de una decisión que él podría haber manejado. Sí podemos entender que las reglas
institucionales como la no elección indefinida han sido la piedra angular de las transformaciones
desde 2011 en adelante.
Se sostiene que Macri creció en parte por la propia administración de la CABA y por las
consecuencias de ello en una forma muy similar a lo que fue la trayectoria de Fernando De la Rúa,
en parte por la consecuencia que tiene la CABA en el resto del país como capital del país. No así la
experiencia de Massa que fue resultado de las encuestas, y de la ingeniería electoral, y de una
alianza clave con intendentes del norte de la Provincia de Buenos Aires, los que efectivamente
cuentan con más recursos. Como describimos cuando tratamos a UNEN, estos candidatos sin
partidos grandes, en parte por no haber formado parte del tronco principal del PJ; tiene delante
de sí ese desafío importante de poder realizar en forma concreta una solución acorde a sus
problemas desde este punto de vista, ¿cómo ocupar todo el país? En las provincias más
competitivas como Santa Fe, Mendoza, o Córdoba este problema parece ser menos importante
que en muchas otras provincias del resto del país. El no tener candidatos competitivos, comienza
por ser un problema grave por la suma de votos y su efecto de arrastre a nivel nacional.
El Pro es especialmente débil en la provincia de Buenos Aires pero, sus números pueden
que aumenten a la par que otros podrían modificarse, todo dependiendo de la agenda de los
medios de comunicación. Mientras tanto, la idea de un PJ opaco en la provincia forma parte de la
verdadera esencia de la campaña, tanto Massa como Macri dependen de quienes sean sus
candidatos a gobernador y lo que puedan hacer estos. La debilidad del gobierno podría verse
trágicamente en unas PASO si el gobierno no está en condiciones de ganar en primera vuelta.
Claramente entonces, el hecho de que se haya o no segunda vuelta y la posibilidad de traición,
“acuerdo de gobernabilidad” u otro eufemismo es importante.
Primero la prohibición de la compra de los medios audiovisuales durante la
campaña electoral y su reemplazo por un sistema de distribución estatal de dichos
espacios podría verse como una medida que apunta a la equidad en la
competencia, a tono con la legislación comparada más avanzada en este campo.
Pero en las circunstancias actuales resulta un cepo para los opositores,
especialmente para aquellos que cuentan con recursos económicos (como es el
caso del vencedor del kirchnerismo en 2009 De Narváez). Los fines proclamados
por la norma son de hecho incompatibles con las sumas crecientemente
millonarias que el oficialismo ha destinado para publicidad del partido de gobierno
a través de lo que se conoce como la pauta oficial. (Scherlis, 2011)
A partir de esto, podemos razonar que las estrategias aún no están definidas. El PRO ha logrado
poner un pie en la UCR sin necesidad de entregar demasiados discursos elogiosos a estos. Por lo
que su base electoral crece a la par de su legitimación como candidato. Su papel como restaurador
de una suerte de orden liberal, dentro de lo estrecho que eso puede ser con el peronismo
articulando parece re-inaugurar alguna que otra variante de apertura económica. Lo inédito sería
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sin duda la representación en el congreso, y las posibilidades de formar una coalición a la que se
vería forzado. En el caso de Sergio Massa, no estaría peor ni más débil que Néstor Kirchner en
2003, tendría que lidiar con un aparato poderoso pero seguramente podría administrarlo en la
forma y en el modo que Néstor Kirchner lo hizo y muy probablemente con mayor apoyo electoral
en caso de victoria. En este sentido sería imposible pensar en una dimensión más del peronismo
espontáneamente. Lo que si podemos comprender es que ambos dependen de las relaciones con
los turnos electorales, ambos tienen que llegar a la segunda vuelta. ¿Necesariamente el derrumbe
de uno haría que el otro creciera? Muchas veces se considera que esto es así. Pero no lo sabremos
hasta que llegue el momento clave donde las proyecciones se hagan. Fuertemente influenciadas
serán las campañas por los resultados de la PASO, la psicología y el exitismo en torno al futuro se
darán en torno a estos acontecimientos.
No es causal que sin embargo Durán Barba y las lógicas de la consultoría política se hayan
aplicado especialmente en Macri y no en el resto de los candidatos. Pero incluso descontando este
hecho, podemos considerar que las campañas necesitan de un aparato proselitista importante
incluso cuando el que se suma es un famoso que puede ser candidato como Miguel Del Sel,
imaginemos a María Eugenia Bielsa por parte del FPV, y Eduardo Buzzi por el FR. Veremos que la
presión por el voto será muy alta incluso aunque el que mejores posibilidades fuera Del Sel si
vuelve a tener suerte. En este sentido vemos que en todas las provincias, pase lo que pasé
quedará una suerte de contradicción entre los legisladores que llegarán de las provincias de
acuerdo a los partidos, los gobernadores y los presidentes. En ese sentido, la búsqueda de figuras
y desplazados dentro de los esquemas del PJ es clave. No queda mucho más que afirmar aunque
es cierto que, cuando se considera y se cambia el enfoque desarrollando primero la lógica de los
grandes partidos para luego llegar a los candidatos la perspectiva se altera totalmente. Se trata
antes que nada de considerar, primero, la debilidad de la política fuera de las grandes sumas de
dinero y de estructuras, segundo, la preponderancia de ciertos poderes locales sobre los
nacionales. Es por esta razón que varios gobernadores o aspirantes a gobernadores ya se han
puesto la camiseta de Daniel Scioli por ejemplo. En el caso de provincias que cambiaran de manos
abandonando al PJ, la situación sería muy distinta.
Lo cierto es que Sergio Massa no ha adquirido mucha preponderancia como legislador, y
que irónicamente hoy polariza más con Carrió que con Cristina Fernández de Kirchner. El humor
social se ha modificado en gran parte porque el gobierno no quiere darle demasiada entidad a
ningún candidato en especial por eso se habla principalmente de la oposición y de la “interna del
FPV”, la cual no quiere decir más que la propia iniciativa del gobierno. Esto además depende de
ciertas consecuencias institucionales que hemos desarrollado en los apartados anteriores:
Finalmente, un punto que se ha revelado importante pese a la escasa atención
recibida es la imposibilidad de integrar la fórmula presidencial luego de realizadas
las primarias. De acuerdo a la ley, en las primarias abiertas y obligatorias compiten
las fórmulas presidenciales completas, sin que éstas puedan luego alterarse. Esto
supone una serie limitación para la formación de coaliciones electorales, y difiere
de lo que le ocurre en Estados Unidos y en Uruguay, donde la selección del
postulante a vicepresidente permite recomponer o ampliar la coalición luego de
las primarias.
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La disposición según la cual en la interna deben presentarse las fórmulas
completas quedando imposibilitados de competir para cualquier cargo los
miembros del binomio derrotado es especialmente inconveniente para la
construcción de frentes electorales. Esta cláusula en apariencia inocua tiene, como
lo muestra el proceso electoral de 2011, un efecto disuasorio sobre la
conformación de un frente opositor que podría utilizar la primaria para dirimir la
candidatura presidencial. (Scherlis, 2011)
En este sentido el análisis de las candidaturas está en relación ciertas características en torno al
papel de lo que se considera el mismo kirchnerismo, muchos de sus entusiastas, sobre todo los
intelectuales burgueses, y sobre todo lo que se consideran liberales como Marcos Novaro han
considerado sin lugar a duda que la esencia del kirchnerismo en su última una transformación que
habría perdido su apertura original:
En conclusión: la maximización de la autonomía política fue desde un comienzo el
motor y la meta de la construcción político-cultural que fue el kirchnerismo, y a
partir de los límites que choco para conseguirla, adoptó una versión cada vez más
radicalizada del nacional-populismo que ofrecía los argumentos necesarios para
abroquelarse y polarizar la escena política y que le permitió construir una “cultura
de Estado”. De allí que conflictos que implicaron altos costos y serios traspiés se
encarnan como ocasiones útiles para fortalecer la cohesión y el aislamiento. ¿Era
la única forma de ganar autonomía? ¿Era acaso la más segura y duradera? Para los
actores en cuestión fue la más a la mano y dada la distribución de recursos y las
debilidades puede decirse que lo habría hecho desde un comienzo. De allí pueda
decirse que el kirchnerismo maduró como producto político-cultural a partir que
entró en crisis su apuesta inicial, más innovadora y articulada, y por tanto más
auténticamente hegemónica. Y que al mismo tiempo que su proyecto se
empobrecía, se pudo consolidar en el control monopólico del aparato estatal.
(Novaro, 2011)
Como resultado gran parte de la recolección de las noticias, y eventos de campaña hasta
ahora han sido en parte marginales. Macri y Massa aún se encuentran pese a los esfuerzos que
han realizado en tratar de obtener alianzas regionales fuera de competencia ante el gobierno
nacional. Justamente esto terminará por ser un arma de doble filo de acuerdo a cómo reaccione la
sociedad ante los distintos estímulos que desde el gobierno pueda recibir tanto buenos como
malos.
Nuevamente podemos interpretar que se tratan de ventajas relativas. En este sentido
ambos candidatos se hallan presos de ciertas teorizaciones donde sus posibilidades estarían
confinadas a ciertas características particulares, de cómo llegarían a la masa de votantes:
El político, cuando ataca o cuando se defiende con sentido estratégico, debe
olvidarse de sus pasiones y de sus contendores. Es necesarios centrar su foco de
atención en las reacciones de los electores, especialmente en los indecisos, que
suelen ser lo menos informados. Esto no lo entienden muchos miembros de las
élites que se divorcian de la gente con un discurso aburrido e inalterado por más
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de diez lustros, y que no dice nada a los nuevos electores, que terminan votando
por personajes aparentemente “nuevos”, con nada trascendente para decir, pero
que hablan y se comportan como ellos. (Duran Barba y Nieto, 2010)
¿Qué tienen en común estos dos candidatos? ¿Cuál es su diferencia específica?- cuando
entendemos esto podemos sumarlo a la descripción de los aparatados anteriores. Luego de
analizar, dos factores importantes como son el fracaso de la UCR para ser alternativa de gobierno,
como también la persistencia del PJ en cuanto a organización atada al Estado nacional. Queda
entonces proceder a desarmar la lógica de los otros dos candidatos fundamentales Sergio Massa y
Mauricio Macri. Como podemos saber son actores menores en tamaño que el estado nacional y el
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partido de gobierno, pero que pueden torcer el destino de la elección en parte por el propio
cansancio de una parte de la sociedad frente al gobierno, lo cual fue una constante en todos sus
mandatos aunque no se tratase de la misma gente.
En este sentido queda claro que la relación no es clara, se trata de otra forma de razonar
consta que se trata de una forma en que estos candidatos crecen en los márgenes del
kirchnerismo. Por estas razones, Macri y Sergio Masa, están unidos en esta suerte de opciones
electorales capaces de ganar al peronismo, o mejor expresado al FPV. No teniendo propuestas
ambiciosas en ningún sentido, sus gestiones son mostradas como lo deseable frente al mal
gobierno del Estado nacional, este simple contrapunto es el que suele convencer a mucha gente,
los spots, carteles y discursos funcionan en este sentido.
Además se tratan de políticos que tienen suficientes fondos para lanzarse a la aventura.
Apoyados como variantes de un esquema económico donde la cuestión se trata de cómo
mantener las ganancias a los grandes empresarios, ninguno de estos tiene por contrapartida
problema en sostener su aparato proselitista. Es cierto que a comparación con otros poderes son
menores, y justamente por esto, queda situados en forma circunstancias con distintas formas de
poder que son variantes de un esquema mayor. Sergio Massa, hizo una carrera anómala dentro de
la Argentina al no llegar primero a ser gobernador antes de intentar ser presidente, pero esto no
es una regla de oro, sino que más bien se ha mantenido en el esquema de los tres presidentes
peronistas más importantes: Menem, Duhalde y Kirchner. El posible fracaso de Massa vendría de
la mano de hacer o de intentar saltearse estos pasos fundamentales. No obstante estas reglas no
tienen una definición tan clara ni una forma de ser tan particular. En este sentido Macri al ser dos
veces jefe de gobierno ha podido disponer de uno de los distritos más ricos del país para poder
desarrollar su campaña proselitista. Ambos encararían la base de la centro-derecha. En este
sentido, como parte de la definición laxa, son producto de la propia lógica del kirchnerismo, que
tuvo en De Narváez, por ejemplo un fenómeno similar, si bien otros candidatos han tenido una
cantidad de votos importantes, Macri y Massa representan una continuidad ideológica de estos
espacios no kirchneristas por derecha, o al menos discursivamente por “derecha”, haciendo notar
que el kirchnerismo desea para si el centro político.
Cuando se analiza el final del 2014, nos damos cuenta que la fase previa a la campaña ha
sido de un estancamiento. Esto en parte comenzó porque nuevamente se apostó a que sería la
crisis económica la causa efectiva del potenciamiento del voto opositor cuando esto se demostró
como errado. Se asumió que el error debería estar en otra parte. En este sentido el oficialismo ha
remarcado fácticamente las falencias de estos dos políticos en cuanto a aparatos, y candidatos en
todo el país, su justificación es que no despegarían que no tendrían los votos suficientes para
competir. Podemos decir que la idea de una fuga hacia Sergio Massa se contuvo bastante pronto
por lo que se manejó el planteo en otros registros. Al no poder disputar Massa el PJ, y Macri
proponerse como la “alternativa” al peronismo que había gobernado 30 años. Gran parte de los
desplazamiento de los votantes, quedaron atados a realidades bastante abstractas.
En este sentido, la propaganda política, la opinión pública y los medios de comunicación
van por canales diferentes. Por esta razón quedó claro que las contradicciones dentro del
macrismo se hicieron evidentes, fue acertado el hecho de que no compitiera en 2011, como
podría haber ocurrido porque esto lo habría llevado al desastre, esta fue su diferencia con Cobos,
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Sanz y otros, los cuales deberían haber competido, y hoy realizar otras tareas menores. En este
sentido durante el segundo gobierno de Mauricio Macri su poder se consolidó en parte por sus
buenos resultados en la primera y la segunda vuelta, así como el fin de la beligerancia que tuvo
durante su primer mandato por parte del kirchnerismo. Podemos entender que no se trata en
realidad de una decisión que él podría haber manejado. Sí podemos entender que las reglas
institucionales como la no elección indefinida han sido la piedra angular de las transformaciones
desde 2011 en adelante.
Se sostiene que Macri creció en parte por la propia administración de la CABA y por las
consecuencias de ello en una forma muy similar a lo que fue la trayectoria de Fernando De la Rúa,
en parte por la consecuencia que tiene la CABA en el resto del país como capital del país. No así la
experiencia de Massa que fue resultado de las encuestas, y de la ingeniería electoral, y de una
alianza clave con intendentes del norte de la Provincia de Buenos Aires, los que efectivamente
cuentan con más recursos. Como describimos cuando tratamos a UNEN, estos candidatos sin
partidos grandes, en parte por no haber formado parte del tronco principal del PJ; tiene delante
de sí ese desafío importante de poder realizar en forma concreta una solución acorde a sus
problemas desde este punto de vista, ¿cómo ocupar todo el país? En las provincias más
competitivas como Santa Fe, Mendoza, o Córdoba este problema parece ser menos importante
que en muchas otras provincias del resto del país. El no tener candidatos competitivos, comienza
por ser un problema grave por la suma de votos y su efecto de arrastre a nivel nacional.
El Pro es especialmente débil en la provincia de Buenos Aires pero, sus números pueden
que aumenten a la par que otros podrían modificarse, todo dependiendo de la agenda de los
medios de comunicación. Mientras tanto, la idea de un PJ opaco en la provincia forma parte de la
verdadera esencia de la campaña, tanto Massa como Macri dependen de quienes sean sus
candidatos a gobernador y lo que puedan hacer estos. La debilidad del gobierno podría verse
trágicamente en unas PASO si el gobierno no está en condiciones de ganar en primera vuelta.
Claramente entonces, el hecho de que se haya o no segunda vuelta y la posibilidad de traición,
“acuerdo de gobernabilidad” u otro eufemismo es importante.
Primero la prohibición de la compra de los medios audiovisuales durante la
campaña electoral y su reemplazo por un sistema de distribución estatal de dichos
espacios podría verse como una medida que apunta a la equidad en la
competencia, a tono con la legislación comparada más avanzada en este campo.
Pero en las circunstancias actuales resulta un cepo para los opositores,
especialmente para aquellos que cuentan con recursos económicos (como es el
caso del vencedor del kirchnerismo en 2009 De Narváez). Los fines proclamados
por la norma son de hecho incompatibles con las sumas crecientemente
millonarias que el oficialismo ha destinado para publicidad del partido de gobierno
a través de lo que se conoce como la pauta oficial. (Scherlis, 2011)
A partir de esto, podemos razonar que las estrategias aún no están definidas. El PRO ha logrado
poner un pie en la UCR sin necesidad de entregar demasiados discursos elogiosos a estos. Por lo
que su base electoral crece a la par de su legitimación como candidato. Su papel como restaurador
de una suerte de orden liberal, dentro de lo estrecho que eso puede ser con el peronismo
articulando parece re-inaugurar alguna que otra variante de apertura económica. Lo inédito sería
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sin duda la representación en el congreso, y las posibilidades de formar una coalición a la que se
vería forzado. En el caso de Sergio Massa, no estaría peor ni más débil que Néstor Kirchner en
2003, tendría que lidiar con un aparato poderoso pero seguramente podría administrarlo en la
forma y en el modo que Néstor Kirchner lo hizo y muy probablemente con mayor apoyo electoral
en caso de victoria. En este sentido sería imposible pensar en una dimensión más del peronismo
espontáneamente. Lo que si podemos comprender es que ambos dependen de las relaciones con
los turnos electorales, ambos tienen que llegar a la segunda vuelta. ¿Necesariamente el derrumbe
de uno haría que el otro creciera? Muchas veces se considera que esto es así. Pero no lo sabremos
hasta que llegue el momento clave donde las proyecciones se hagan. Fuertemente influenciadas
serán las campañas por los resultados de la PASO, la psicología y el exitismo en torno al futuro se
darán en torno a estos acontecimientos.
No es causal que sin embargo Durán Barba y las lógicas de la consultoría política se hayan
aplicado especialmente en Macri y no en el resto de los candidatos. Pero incluso descontando este
hecho, podemos considerar que las campañas necesitan de un aparato proselitista importante
incluso cuando el que se suma es un famoso que puede ser candidato como Miguel Del Sel,
imaginemos a María Eugenia Bielsa por parte del FPV, y Eduardo Buzzi por el FR. Veremos que la
presión por el voto será muy alta incluso aunque el que mejores posibilidades fuera Del Sel si
vuelve a tener suerte. En este sentido vemos que en todas las provincias, pase lo que pasé
quedará una suerte de contradicción entre los legisladores que llegarán de las provincias de
acuerdo a los partidos, los gobernadores y los presidentes. En ese sentido, la búsqueda de figuras
y desplazados dentro de los esquemas del PJ es clave. No queda mucho más que afirmar aunque
es cierto que, cuando se considera y se cambia el enfoque desarrollando primero la lógica de los
grandes partidos para luego llegar a los candidatos la perspectiva se altera totalmente. Se trata
antes que nada de considerar, primero, la debilidad de la política fuera de las grandes sumas de
dinero y de estructuras, segundo, la preponderancia de ciertos poderes locales sobre los
nacionales. Es por esta razón que varios gobernadores o aspirantes a gobernadores ya se han
puesto la camiseta de Daniel Scioli por ejemplo. En el caso de provincias que cambiaran de manos
abandonando al PJ, la situación sería muy distinta.
Lo cierto es que Sergio Massa no ha adquirido mucha preponderancia como legislador, y
que irónicamente hoy polariza más con Carrió que con Cristina Fernández de Kirchner. El humor
social se ha modificado en gran parte porque el gobierno no quiere darle demasiada entidad a
ningún candidato en especial por eso se habla principalmente de la oposición y de la “interna del
FPV”, la cual no quiere decir más que la propia iniciativa del gobierno. Esto además depende de
ciertas consecuencias institucionales que hemos desarrollado en los apartados anteriores:
Finalmente, un punto que se ha revelado importante pese a la escasa atención
recibida es la imposibilidad de integrar la fórmula presidencial luego de realizadas
las primarias. De acuerdo a la ley, en las primarias abiertas y obligatorias compiten
las fórmulas presidenciales completas, sin que éstas puedan luego alterarse. Esto
supone una serie limitación para la formación de coaliciones electorales, y difiere
de lo que le ocurre en Estados Unidos y en Uruguay, donde la selección del
postulante a vicepresidente permite recomponer o ampliar la coalición luego de
las primarias.
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La disposición según la cual en la interna deben presentarse las fórmulas
completas quedando imposibilitados de competir para cualquier cargo los
miembros del binomio derrotado es especialmente inconveniente para la
construcción de frentes electorales. Esta cláusula en apariencia inocua tiene, como
lo muestra el proceso electoral de 2011, un efecto disuasorio sobre la
conformación de un frente opositor que podría utilizar la primaria para dirimir la
candidatura presidencial. (Scherlis, 2011)
En este sentido el análisis de las candidaturas está en relación ciertas características en torno al
papel de lo que se considera el mismo kirchnerismo, muchos de sus entusiastas, sobre todo los
intelectuales burgueses, y sobre todo lo que se consideran liberales como Marcos Novaro han
considerado sin lugar a duda que la esencia del kirchnerismo en su última una transformación que
habría perdido su apertura original:
En conclusión: la maximización de la autonomía política fue desde un comienzo el
motor y la meta de la construcción político-cultural que fue el kirchnerismo, y a
partir de los límites que choco para conseguirla, adoptó una versión cada vez más
radicalizada del nacional-populismo que ofrecía los argumentos necesarios para
abroquelarse y polarizar la escena política y que le permitió construir una “cultura
de Estado”. De allí que conflictos que implicaron altos costos y serios traspiés se
encarnan como ocasiones útiles para fortalecer la cohesión y el aislamiento. ¿Era
la única forma de ganar autonomía? ¿Era acaso la más segura y duradera? Para los
actores en cuestión fue la más a la mano y dada la distribución de recursos y las
debilidades puede decirse que lo habría hecho desde un comienzo. De allí pueda
decirse que el kirchnerismo maduró como producto político-cultural a partir que
entró en crisis su apuesta inicial, más innovadora y articulada, y por tanto más
auténticamente hegemónica. Y que al mismo tiempo que su proyecto se
empobrecía, se pudo consolidar en el control monopólico del aparato estatal.
(Novaro, 2011)
Como resultado gran parte de la recolección de las noticias, y eventos de campaña hasta
ahora han sido en parte marginales. Macri y Massa aún se encuentran pese a los esfuerzos que
han realizado en tratar de obtener alianzas regionales fuera de competencia ante el gobierno
nacional. Justamente esto terminará por ser un arma de doble filo de acuerdo a cómo reaccione la
sociedad ante los distintos estímulos que desde el gobierno pueda recibir tanto buenos como
malos.
Nuevamente podemos interpretar que se tratan de ventajas relativas. En este sentido
ambos candidatos se hallan presos de ciertas teorizaciones donde sus posibilidades estarían
confinadas a ciertas características particulares, de cómo llegarían a la masa de votantes:
El político, cuando ataca o cuando se defiende con sentido estratégico, debe
olvidarse de sus pasiones y de sus contendores. Es necesarios centrar su foco de
atención en las reacciones de los electores, especialmente en los indecisos, que
suelen ser lo menos informados. Esto no lo entienden muchos miembros de las
élites que se divorcian de la gente con un discurso aburrido e inalterado por más
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de diez lustros, y que no dice nada a los nuevos electores, que terminan votando
por personajes aparentemente “nuevos”, con nada trascendente para decir, pero
que hablan y se comportan como ellos. (Duran Barba y Nieto, 2010)
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