Recuerdos de Provincia/ Flash! /Foros.

Se puede decir que uno se da cuenta que no va a escribir bien. Pero sigue, escribiendo lo que sea cuando tiene tiempo. O no tiene y se lo inventa. Pero no es tan malo. La vida es un pasaje. Y creo que la nostalgia como siempre he dicho sigue. Sin demasiado sueño y condenado a una especie de divertimento infernal. Tal cual siempre, patética; repetición incesante de lo mismo. Un jueguito más. ¡Grata Sorpresa pues!

Tengo proyectos por siempre inconclusos, ideas sobre la belleza sin terminar, bellezas aún por ver. Certeza más fuerte de la muerte, lirismo barato. Idea de que la vejez termina de ablandar las puras convicciones. Sucesivos enamoramientos de políticas diversas, risas ante las suficiencias demasiado pedantes y no demasiado terminantes.

Toda la vida es un recuerdo muy poco apto para ser vivido. Y en ese sentido, podría contar lo que cuento siempre, nimiedades. Cosas de pelotudos, cursilerías como quien dice, quien termina por aburrir. Nada de eso. Espero.

Por lo demás da igual. He visto muchas cosas, veo la juventud pudrirse en aulas. Veo a los viejos decir cosas sin sentido sobre “Revoluciones Pasadas”, veo demasiadas preocupaciones para una juventud que tiene que salvar un sistema lleno de mierda. Veo una “Europa pintarrajeada de prostituta”, a una que se le ríen un poco más con los deslices actuales. Tiene que ser la supuesta ironía una joda, se supone que sea así. Y si no lo fuera daría igual. Porque jamás me he propuesto tener algún registro serio de la vida ni biografía redentora. Camila Vallejos, joven y comunista es una especie de icono para algo que no he conocido nunca que es el buen gusto; pero si existiese tendría una buena dosis de ella. Por eso sería juzgado de snob de cuarta, y lo sé. Mal estudiante, vago, “revistador” eterno de pornografía.

Tan solo teniendo ese bien de consumo y eterna expresión y viajar otra vez desde la Estación Tronador. Todo debe ser sutil. Hasta tirarse un pedo y vivir, hasta demandar del sexo, un objeto. Y lo demás vulgar, la corrección para hombres sin par, para alabardas de sabios. Ya sé que a nadie le importa esto, no tiene por qué. Siempre hubo y habrá buenos temas. Justas causas que jamás se resolverán, luchas quijotescas. Personas que se convencen que las otras son buenas por costumbres, cañeros iletrados que jamás leyeron el Dante y que pasaron su vida sometidos en el Caribe. ¿Pero quién piensa en el cañero? Es mejor pensar en el escritor.

Se cae en el mundo del creador. Ni que lo piensen. Hoy tuve la gracia de que me dijeran loco nuevamente, y la gente es buena a veces por casualidad. Tomar cerveza, sin pena, en un lugar cómodo. Eso es la vida, relato y muerte. Y sepan que somos como el cañero, el negro que con su machete corta la caña. Si sabremos de sabios, de ganadores de siempre. Si sabremos que importan tan poco al mundo de las letras como al de la realidad por ser inexistente. Bellas quijadas de cristal. Y porque no me interesa ya el moralismo ¿qué pensaré? Lo peor a veces es la ausencia gustativa de algunas cosas. En lo demás estamos bien. La cretinada, el no poder saber. Sobre todo el desprecio. Si somos tan de mierda, tan de mierda que apenas podemos mirar para adelante.

En corto tiempo más el sueño me va a vencer. Jamás pensé que la vida era tan fácil y a la vez opresiva. Todos parecen pensar que tienen un lugar pero no mucho más. Habría que pensar en la nostalgia de un beso ácido. Lo demás ya no importa, todo cae en el olvido como la amistad y los intentos más complicados. Todo es variable y suprimible, es decir uno mismo. Gracias a esto se vive. Pero no demasiado. Todo es un poco borroso. Y que gocen, que se jacten los que puedan. Y que intenten hacer experimentos de verdad los que puedan. El mundo necesita escritores de verdad y no pelotudos sin oficio. Y esto es genial, es como cagarse de calor en una zafra imaginaria. Me he vuelto obsesivo con el tema de la azúcar que lleva tanto placer a la boca y tanta muerte.

Y por eso tal vez Perón hable de la hermenéutica a su manera. Pero hoy no será un desvarío cuasi político ni una arena moral estéril. Solo son pocas líneas no pensadas ni terminadas. Ausencias concretas de un trabajo cabal. Antes escribiría mejor supongo.

Quizás ese antes era la inocencia de saber que siempre escribía como la mierda. Pero era grato y creo que lo sigue siendo en parte tal cual cuando te evita una lente de un atento fotógrafo que ocasional prefiere otro objeto.

Furor meláncolico:

La gracia de nuestro mundillo está en estas determinaciones.

¡Ahora sí que volamos ciegos!

No habrá marihuana chocolatada que nos salve.

El que no quiera equivocarse que no se exponga.

El que no se no se quiera equivocar que no intente.

¡Juventudes al Poder!

No rancias sapiencias que están en todas las ramas del estado tratando de sorber su néctar.

“Tantas hipocresías juntas al final nos curan”. De semana en semana la cosa viene mejor. Todo está en rieles cómodos. Tal vez la vida sea sufrir demás por pocas cosas.” Mentiroso crónico. Poco afable compañero de rutas; principio de ladrón, Blogger en la comunidad de millones. Enemistado con gente igual de insignificante que uno.

“Lo que estar al pedo como dicen”, furor melancólico.  Hibrido de carne. Portuaria estría, sangría, bastarda idea. Caribeña sentencia, distanciado del mundo de la tendencia, del arte de la moda literaria, mucho pelotudo sueña ser Kafka y no será como diría Bukowski de los hombres arruinados por el trabajo más que una pila de mierda.

“Hermetismo choto for export como la carne vacuna con su grasita”. Su mejor alusión la hicieron con suerte y para nuestra gracia, así: “chica; linda, sí, eso… bonita delicada, pelo largo, buena onda.” Nada mejor, así se pasa a la historia del recuerdo. Igual toda patria infeliz tiene plantas que aún crecen. Y de tanto en tanto aburre. Es verdad que hay veces que justamente no es uno el que batalla por las letras, ni las letras lo defienden a uno. Pero, paisano de los ignorantes sé algunas cosas. Entre ellas, la pelotuda manera en que mucha clase media de acá cree ser ciudadana universal de una gran mansión pero todo parece reservarle un baño público formidable. Pero sin duda que esto no es un drama grave. Tres generaciones se van mordiendo los talones. Pero nada de pensar que nuestros sueños son garantías tienen más de Telekino y Ruleta Rusa que otra cosa. ¿Ilusos o culposos deudores?

Pero es el sueño, el que hoy termina por vencerlo todo. Escueto y sin sentido resumen. Poco bello certamen. Estúpido. Poco docto, -sin respuesta en el tiempo y en el espacio.

Ahora con gusto se puede decir que lo era un llamativo modo de mostrarse compasivo, ahora podría ser tan solo; una bella manera de mostrarse despreciativo. Bella libertad, que nadie tiene y no sabe para qué mierda sirve.