Me gustaría llamar a este texto experimental pero no creo que lo sea. Es simplemente cualquier cosa.
“Dedicado a Jorge Fonteveccia el cual; a veces acierta, otras desvaría y a veces simplemente dice cualquier cosa.” –de la vengativa Juventud.
En nuestro más preciado romanticismo:
Nada peor que las montañas de carilinas. Según esto, muchos psicólogos viven de eso. Claro deben explotar, tal vez a pobres gentes. Maso menos. Después de que el mundo se conmocionó con lo del “Puticlub del Juez” se vienen seguramente otros éxitos. Jamás se ha de jugar a dos puntas en este medio de escribir, o de la Corpo o del Gobierno, lo cual es una declaración de principios y no un análisis. Mientras tanto el mundo se mide por los zombies, tal cual nos han sabido puntear, los hombres que dicen que no conocen la inflación o lo casos de corrupción pero que a la vez parecen formar una marea formidable y continua.
Hay un cierto tipo de creyente que se santigua en frente del ministerio de “Acción Social” ante la siempre vigilante imagen de la Evita de hierro. Una voz anciana y a la vez impertinente recuerda con aire marcial que los políticos son todos unos idiotas. Por lo demás solo queda gran indefinición. La chica Morrison se aburría porque Víctor Hugo hacia introducciones demasiado largas y a la vez vivía enamorada del contenido.
¿Qué más? Tal vez nada, sería cuestión de terminar de perder el tiempo. De llenar hojas tal si fueran informes. Todo se repite una y otra vez. La estructura después de todo no busca más que reproducirse y allí irá todo. De una sola vez. Tiene que ser así, y hay veces que lo recuerdos viejos valen poco. Así el mundo, pasar y pasar de hojas. Y se cantan himnos siempre nuevos que se inventan cada día mejor. Me divierte si fuera Galeano me hubiese resuelto encontrarle un revés a estas cosas. ¡Qué alegría ha de tener Galeano el que debería ser el Sófocles de nuestra era! ¡Nuestro hombre más feliz!
Nuestros relatos que vamos vendiendo. Y por eso, ¡Vida! ¡Vida! Los españoles son jodidos. Y nadie quiere jugar con ellos, pero dice Orwell que pueden regalar un paquete de cigarrillos. Y otros piensan que estas cosas que se escriben son meros pastiches. Papeles llenos de mocos y salivas. Llenos de mocos y salivas de toda especie. Pero las manos se refregan sin problema. Todo lo hemos escrito mal y debe ser así. Hasta que perdamos el sentido de lo que estamos contando y cantando. Como si estuviésemos esperando. Pasa seguido que el mundo se tienta como nostálgico es la cosa de los perdedores de cuarta de los abortados, de aquellos que se los quiere terminar de matar y no se puede. Y las madres dicen: ¡Qué ocurrencias mejor no repetir! Pero a nadie ya le importa del todo. Porque algunas cosas son amargas y la gente dice tal vez valga algo tu cerebro pero esta encerrado en toda esa mierda que llamas vida. Y sin mejor motivo las quejas parecen mejor terminadas si degollan al que se queja.
Pasión, divina pasión. ¡Imbecilidad con coronas que hacen sangrar! Maldad para una tierra estéril. Pero el invierno se vence para poder padecer el calor. Grata idea. Grata esperanza. Y la vida tiene que ser eso. Tiene que no tener segunda oportunidad. Carga de por sí crimen, como el verdadero pulso de los hermanos de Géminis siempre unidos por un beso ponzoñoso que no es otra cosa que la envidia. El tema va y viene, sin moralizar pero sin profundizar. Es que se busca una pulsión más cercana sea la Orgía sea, y si ocurre en algunos que sea con quien deba ser. Y si quiere callar con o sin campanas. Será por eso bueno. No hay porque temer. Al final todos creemos que hablamos pero hemos gritado en silencio.
“Por eso cuando se embadurna con mierda la existencia se hace poco y hasta tiene que ver cada vez menos con la libertad. Delirios. Miles de metros plateados, Caracalla sí Caracalla, disuelve la moneda. Y Potosí se cubre de Coca-ola-cola-ína; pasión digestiva de Freud. La autogestión delirante de la precisión. ¡Un ligero coro!”
Y los que saben recomiendan tantas cosas. Y de tantas experiencias hablan y de tantos mundos que solo queda ir con pequeñas valijas sacando lo peor y lo mejor. Y pensando que las cosas son algo como esos puestos de Parque Rivadavia donde muchas veces estén demasiados libros que uno no necesita pero que se tornaría valioso simplemente si los pudiésemos acopiar.
¡Genio! Sentido rector de la mente del que se caga encima, penumbra lleno del sentido encumbrado de la hemorroide. Sí tiene que ser así, pero sin ir en contra de ningún ícono porque sí. Ha de ser un paso a paso, sabor a sabor. Olor a olor, tirarse pedos como el ronronear de un gato. Oler el olor de una entrepierna por horas y ser grasa, vulgar, fétido. Delirar con el sentido del acero. Con la luna imprimiendo un desgarramiento contra el cielo. ¡Cagarse en la autosuficiencia de un lenguaje demostrativo de lencería y pornografía prediseñada!
Nunca supimos de qué se trata. Pero la cuestión era mentir. Y hasta se lleva esta cosa, porque uno puede hablar al otro como persona o como paciente. El diagnostico nada revela al mundo. Nada le quita el peso de encima, es un simple: Todos nos vamos a morir. Una buena conversación pasa a un; “no te preocupes”. Pero claro que el día el que el cielo se cubre de mentira. Creo que ese llueve demás, ese día cala hasta los huesos. Y hasta entonces los amigos, las coloradas con tetas que reparten maní con cerveza, la supuesta torpeza de Norman Mailler. Todo eso queda a salvo.
¿Y quién mierda? no cree en una mujer que tiene una falsa peluca de color Amarillo que dice que dice que un pete por fin ha dejado a un “¿guerrero?”- “César-cesar”; nunca jamás el de la naturaleza cornuda podría entender este fino aforismo. Pero ha de ser, nuestro querido romanticismo que juega a la cajera, y al mundo de las drogas. La burla, sí pero ¡Qué diversión! Si nadie ya espera que nadie le abra la puerta para salir a jugar. Y vuelvo sobre el mismo tema; a raíz de esto de la “Industria de la Vagina ”. El libro dice ser elocuente, y más que los “Argentinismos” con licencia. Claro que un decrepito de mierda, como dije una conciencia que se caga encima y de esa gente que sabe que el tiempo se pasa y que al final en parte una lección de amor puede ser soportar cualquier cosa. Jugando a que todas las cosas son sedadas para que tengan babeante “boquiflojería” –neologismo berreta- sumado al “Yiro”.
Ligeramente ocioso. Ligeramente depresivo, como una foto que pasa de morocha a rubia. Como la presencia de la decadencia. O cuando un profesional tapa una tumba con tierra. Como cuando se cita y se expone que gusano devora a todos los animales que el hombre haya podido probar. Y esa cosa tan linda de un hombre imaginativo que piensa en que otro, que ya no solo come a un ser vivo sino que se mete en esos intestinos fétidos. En la imagen gratuita, bella bacanal donde le cuesta vomitar los blancos muchachos gruesos que se mueven en los dientes. Entre la podredumbre y la mierda, hay una suerte de lenguaje mayor. ¿Teme entonces el escritor que se hace escarabajo la sombra de su padre, la mano de midas?
Pero si se le duermen las piernas. ¿Imbécil? Plagiado de cucardas. Saben que las cosas son así y les quieren buscar lado oscuro. No lo encuentran, no saben que los bandos siempre encuentran escribas hábiles para que los bendigan. Puede que no.
Tiene que ser el cráneo con gesto idiota el que asienta. Tiene que ser así ¡Pasión! No se puede volver atrás. Y así se mata el espíritu. ¡Burgueses idealizan proletarios, para que nunca les desfonden las pelotas! Poetas…. “dicen que idealizan el mundo” para no poner agujas a sus antenas oculares. La farsa se basa en querer vencer a la mente. Si la velocidad prima. Sí prima entonces hasta lo que se quiere. Hasta eso se lo puede incinerar.
- Debe ser el sueño terrible pensar que eso que se consume en fuego son los propios que ahogados y azules. ¡Qué ahora sonríen como premio consuelo a un bello castigo! Tienen drama siempre, pero no objeto y los vuelven a tener para volverlos a matar. Y la locura es ese momento donde todo se quiere cruzar con todo. Cuando se por sentado que alguien no sabe si perder los dientes por el frenazo de un colectivo o por una justa patada en la boca-
Esta es la enfermedad de nuestro preciado romanticismo.
Monologo idiota: (Sobre la profundidad de no abordar jamás cuestión metafísica)
“No te cansas de desconfiar de todo, qué todo te de lo mismo. No te molesta pensar que siempre andas escribiendo como si fueras un hijo de puta”- de las personas que han devorado el fuego.
“La soledad es la suerte de todos los espíritus excelentes”- Arthur Schopenhauer.
“La vida es la creencia de la que soledad vence por fin al espíritu. Pesimismo salud de la razón frente a la buena voluntad del historicismo. Dientes que quieren morder carnes de chicas de ojos azules y delicado color de pelo castaño pero que muelen carne vieja de zapato”
Yo tengo un amigo que compra pepas. No galletitas, claro está. Quizás el me ha dicho que ninguno de nosotros dos se ha curado del todo. Y que ambos vamos derrapando antes o después hacia ese lugar que es el auspicio donde las malas lenguas dicen que no hay gas. Pero nada de “Sueños compartidos” el hombre de calle ¿será una apelación derechosa? ¿Quién lo sabe? Ahora se suma como batallón a estas verdades.
La gente tiene verdades en los puños. Y escuchar los mismos temas. Y clavan las manos de las gentes ante las mismas ideas. Nadie tiene que ser salvado por nadie. ¡Si eres médico cúrate a ti mismo!
“Para millones y millones de seres humanos el verdadero infierno es la Tierra.” Arthur
No existe tal sueño final donde la gente cante a displacer. No hay tanto problema, ya llegará el momento. Si la gente quiere leer por moda, es lo que les quita el peso de pensar que cuando abran los ojos estará empapado un poco de esa mierda que han combatido.
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La ideología sirve para legitimar. Aunque su primer amor la primera fogosa pasión de la Ideología era creer que las ideas se podrían conocer como tales como herencias finales como distinción en cuanto a su diferencia con las otras. Simplemente de parentesco y enemistad.
También podría serlo de una medida sentimental, la estética. Una vez, por fugaz instante, con el vientre abierto (no me estaba cagando); una vez sí me fue dado tamaña idea de que era un “cerebrón”, no sé si era bueno o si era malo. Como fueron las cosas seguro que era malo. Pero sin desesperación. Jamás hay que perder el juicio. Tengo amigas que saben más de la vida que esto. Y tengo sobriedad, y me he puesto a escribir aunque me este durmiendo como he hecho tantas veces.
Así San Erasmo de Rotterdam castigaría mis desvelos. Este es un mundo que problematiza “el rubro 59” , me gustaría pensar. Hay veces que debería pensar mejor. Y eso que viajo en subte y veo a la clase media amasijarse. Tanta cobardía, veo al empleado de Subte en su gloria y en su gremio haciendo lo que se le canta. Y eso esta muy bien es parte de lo necesario y de lo inicuo de la actual vida sindical.
El mundo de la Marihuana. Sí
Si seremos intelectuales de poca monta. Debemos serlo. Tenemos que serlo. Va eso es lo que opina la metrópoli. Nuevamente mezclaré. ¿Qué carajo es esto de Civilización y Barbarie? Bueno acá hay indiscreciones varias. Por mi parte, digo que….
“Primero la oligarquía local bastardeo al inmigrante que poco menos era la basura que se venía a matar el hambre, la peonada piojosa. Esa cosa que le gustaba tanto al oligarca despreciar, es mezcla de Judío, Español e Italiano, tal vez de Ruso, Polaco y hasta Alemán (estos a veces con tufillos socialistas y anarquistas, también comunistas); luego con la sanguinaria manera de “Revolución Libertadora” a los migrantes internos, los cuales son herederos de la desgracia es decir; “Patagonia Rebelde” (masacre obrera hecha por un tal Varela, un tal Vicente Gallo y otros más) a la que le siguió siempre mis fuentes son malas las justas ideas de “Bombardeo a la Plaza de Mayo” (Masacre obrera) y bueno luego el PROCESO (el cual es ante todo una especialización de la masacre obrera para descabezarla).”-
Nuestro país y nosotros tenemos cosas en común. Ya no el paisaje como dice Sarmiento pero si tal vez la idiosincrasia que nos cayó al dedo. ¡Gran Valor! (Somos especialmente odiados por los mexicanos en Internet y yo la verdad bien no sé porque- pero deben tener como todas las causas de odio sus justas razones)
Si supieran muchos que nuestras historias se parecen y que nuestras desgracias son comunes. Que nuestras riquezas nos suman que nuestras pobrezas nos hunden. Si entendieran que hemos sido vomitados para expoliados. Si pudiésemos saber.
¿A dónde vamos? no sabemos y no importa esto no ha de ilustrar la naturaleza sacro santa, la prudencia en la revolución es tener idea de dos cosas. La primera, de la insensata pasión del odio entre los hombres. Segundo de la idea de que si vivir es un deber morir puede serlo si se lo decide. Tercero que el hilo de la locura de quererse fundir el cráneo en la anécdota de un nudista callejero perdido en medio de la avenida cerca de Agronomía sin un frío que cale hasta los huesos.
¡Coliflor!
Sagrado elemento de la cosmogonía dalineana sumado al cuerno del rinoceronte.
Saber de cosas/Neo-dadaísmo:
Creo que lejos estamos de pensar algo que pueda cambiar la manera en que hemos concebido el mundo. El fondo de todo el conocimiento es el delirio. Y si es así, hagamos un traspié. El escritor quiere devenir discurso y no puede. Hasta hastía y aburre. Pero no mucho más, como el signo de una eterna hemorroide.
Caminar, si caminar por el frío de Buenos Aires es más que suficiente. Todo está por hacerse. Tiene que estar por hacerse. Hay una cierta necesidad de pensar que la vida humana va para otra parte. ¿Cuánto tardarían en rehacer el templo? Lo poco y lo justo.
Sobre la locura no queda mucho que decir. La locura se activa cuando uno quiere pensar lo que apenas puede. Ahí se traba en lo demás el universo es normal. Hostil y vacío, gélido y normal. Nada más alejado que la trillada visión del infierno dantesco que en nuestro directorio en el universo tendría lugar en el sol. ¡Fuego! En argentina hubiese sido tenido por una pasión por la parrilla en forma indecente.
Mi más grande lectora. Ya no esta. Ha ella le consagre de mis mejores ocurrencias con ella veía el futuro. Pero ya no esta. Una vez salí una madrugada lluviosa a verla pero justamente debe ser su vacío como el de tantos otros el que hace mierda mi lenguaje. Tiene que hacerlo. Eso es una pasión.
Tuve lectores agresivos, tuve gente que me dirían que era un “imbécil a la crema” y con razón qué novedad. No obstante este mundo se medirá por la fama del artista en la prepotencia de su trabajo. No por otra cosa. Y será denso lo tiene que ser. Y a la vez esto se juzgará con suerte como intrascendente.
La rutina es monocroma. Aburre y cansa. Hay un objeto perdido y quise escribirlo de la peor manera. De la manera más ocurra y barroca eso es evidente pero no mucho más ahora por fin unas humildes paredes son mucho más concretas que la imaginación sobre cualquier manicomio.
A la pasión de las cosas cortas solo puede responder que nada sirve. Que todas las intenciones son maltrechas. Que esto es más bien la geografía de los callejones oscuros.
Por supuesto que alguna gente encuentra la estupidez fascinante, tiene que serlo antes que la fina erudición y mucho más que ante la falsa erudición. Aunque sea que las aventuras delirantes queden en eso. Pero claro esto es parte de la manera en que el país los hijos de puta, sin duda nosotros, nos pretendemos sacar los ojos. Siempre leo gente de buena voluntad porque hay gente así en medio de la mierda, de los técnicos de los forros, de los soretes de los que han “madurado” de los que han sabido entender. Siempre hay gente que no le sale; son “perdedores hermosos” sin duda.
La virtud del verdadero escritor es ser comediante, es pretender saber. En eso en el embrollo de los espejos ahí vive el relato. Poco importa cuanto se apostrofe no por nada los escritores realmente existentes cuentan problemas, malas verbalizaciones, cosas a medias. No bellas historias, no bellos pensamientos. Y quizás alguien piensa que es una moda pero puede ser por el contrario una forma de ser.
“Desear la inmortalidad es desear la perpetuación de un gran error.” Schopenhauer. Desear la trascendencia de todo lo que hemos querido después de la muerte siendo suceso de mentira, siendo una inmortalidad parasitaria ha de terminarnos de desangrar. No hemos sido dignos como especie para añorar lo que ya hemos perdido en vez de tener las palabras justas para cada momento, real y concreto que debíamos tener.
Siempre ha sido así tiene que serlo. Y no puede entenderse de otra manera. Si se trata al menso a veces de mirar por la ventana. No importa mucho más. Escuchando Pink Floyd, había un sueño de publicar novelas que se fue a la mierda. ¿Qué quedo? Esto….
Enorme bonete para el idiota.
Moral!
Intelectual!
Profeta!
Amoroso!
Filial!
Perverso.
La arcada da vuelta la mirada, así el vómito cuando se seca. Termina si se mira bien por sostener el techo.
Régimen de feriados:
Thoreau decía que ningún estado puede detener sin duda a ningún hombre y tenia razón. Claro estas cosas en mundos como estos serían calamidad. Seguramente un recuerdo algún día enmendará como siempre esa legitimidad infinita del vacío. Y si hay olor a caño podrido sea. Hay tantas expresiones cruzadas que poco vale la pena indagar.
También existe la idea siempre vigente de que la crítica nos ha llevado a un mejor lugar. No tenemos idea de si ese resultado es cierto y si se ha comprobado que alguna vez tenga lugar por el simple hecho de haber criticado algo sustancialmente. Este haya cambiado y si cambió, haya cambiado en ese sentido antes citado.
Sin embargo hay nuevas instituciones. Va, nuevos lugares. No sabemos si es que existe un odio universal hacia los seres humanos o qué. Pero si podemos aventurarnos. Primero, seguramente las cosas que se escriben aquí están pésimamente redactadas y lo más probable es que sigan así. Segundo, nunca vi que por estar tan mal redactadas pase algo. Gran parte de nuestra actividad, de nuestra agresividad de “nuestra creatividad” se va condensando en opiniones que terminarán por ser intrascendentes, no hay demasiadas garantías. Después de todo ¿para qué temer?
Por eso, antes que nada, podríamos decir que esto no tiene nada de positivo. Hemos querido comprar al mundo, o quien sabe qué. Lo más probable es que seamos tan útiles como nos hayan dicho que éramos. Pero la clase media se saca los ojos a través de Internet. “¿Todas la revoluciones son burguesas?” ¿Quién podría decirlo?
No creo que tenga sentido perder tanto tiempo en un ejercicio tan inútil de aquí a que se detenga está claro que hay un mundo. Ni siquiera vale la pena pensar que se esta acariciando siquiera una verdad. Por lo demás sin temor y sin miedo, claro esta que: Los últimos serán los primeros. Por eso el sistema cada vez deja a menos con más y a más con menos. Están expandiendo geométricamente el cielo. Sin embargo no hay gran pesar.
Supongo que estas son píldoras para dormir que sin asco se crean para que se olviden. Gracias a algún ser afortunado podría ser que se termine de destruir. Pero creo que estarán mejor ante el abrigo de la irrelevancia. Pesquisa tras pesquisa académica deja un sinsabor. La gente que se tiene por buena piensa que es “especial” y no varía demasiado de los demás. Y además por extraña suerte parece que estamos descubriendo algo que no sabemos qué es.
-Puede que no exista el paraíso en la otra vida. Así que habrá que conformarse con una imagen cuasi mítica de la crueldad manifiesta del mundo. Y tal vez con la mejor de las indiferencias, se llegue a pensar que el mundo es una especie de espectáculo y que todo es libertad. Tal vez el nihilismo toque a una puerta llena de comodidad, tiene que ser así, las tripas son más demandantes que el cerebro.
Un clase aburrida sobre lo que debería ser el mundo de la moral. Aburrida y pesada, que invita al sueño porque se sabe que ni en los sueños andamos muy derechos. ¿Será ansiedad? Me gustaría evitar fascismo a lo Céline, todos dicen que es fascista, y acaso ¿no fue? ¿No era colaboracionista? ¿No estaba demasiado lejos de Sartre? Tenía que estarlo, uno era cínico y el otro moralizante. Pero apenas podría eso sacar un sueño que estaba instalado en una silla de plástico.
Una mujer de ascendencia rusa y buenas nalgas podría haber complementado y estaba allí sentada más adelante. Una voz finita aclaraba dudas sobre lo que era la moral y como esta se iba a articular con la política.
Claramente que todos temen. Parece que temen, pero lo único que pasa es que el sueño invade todo. Debe ser la idiotez algo así como el estar emparentado fijo con el asno.
Así que el sueño y la demanda pornográfica de la existencia. Viajes y viajes, chicas bien vestidas que huelen aún mejor, vestidas aún mejor, apenas envueltas y pese al frío, derriten. Abajo la imagen en hierro de la inconquistable Eva Perón. Mirando sin duda, una inauguración más. Y por eso y desde eso no hay excusas.
Luego como siempre una esperanza. En realidad, ¿Quiénes somos? Luego de vivir cosas de la irreflexión, de ver parásitos en las cabezas y en los culos, parásitos reales. Luego de pasar por los mismos indigentes, luego de ver tantas variedades. Luego de entender como siempre que los gastos de las personas ocurren irresponsablemente.
Demasiada moral pero estoy lejos de un orientalismo contemplativo. Tampoco me interesa pensar que tenemos algo de cómplices con este argumento. Acá el argentino se queja mucho y nuestros héroes son demasiado dispares. “O muertos por la patria… o escapistas eternos”.
Se hace gala de muchas cosas, y la corrupción, y la no corrupción. Y este el mundo, donde medios y supuestos fantasmas totalitarios futuros, dignos fantasmas totalitarios presentes y tantas cosas más aún habitan. Y así es, y uno no descubre nada. Aunque cada tanto tenga el placer de toparse con la gacetilla de difusión de Zaffaroni. Y luego ¿qué? Zurdismos, ¿recuerdan la parábola del trabajo? La que dice que todos trabajan, que todos hacen lo mismo, y que solo los vagos son pobres.
Se acuerdan de la parábola que dice con hipocresía muy grande por las cotorras repetidoras que “Dios proveerá”, recuerdan los asesinos en Ingenios azucareras, las modistas con talleres donde sudan, inmigrantes ellas veinte horas por días. Recuerdan como alguna persona piensa que tiene suerte porque se puede despegar de la gente que simplemente vive peor que él. Hay que recordarlo. Tan acaramelados tenemos los genitales que a veces no olvidamos. Igual ¡¿Qué importa?! Como dice Vargas Llosa, escribir no puede ser ni la excusa para: “Ser de izquierda, aparentar ser de izquierda y ser maricón, o ser laico, o ser… cualquier cosa, tal vez –negro, mestizo, zambo o lo que sea.” La vida debe ser un régimen de feriados, algunos tienen el trabajo de recortar personales. Y lo hacen bien, y otros tiene el trabajo de ser mandados a la mierda por las multinacionales pero por alguna razón no están tan gustosos.
Pero mejor seguir, y seguir, seguir buscando sin venganza. Así la hija de Illia para bien o para mal se refirió a su propio país. Pero estaba hablando de cualquier otra cosa. Y no hay demasiado tiempo. Puedo decir que hago tan pocas cosas, hasta tomo apuntes mientras me quedo dormido y todo sale mal. Y las drogas ahora cierran el ciclo. Todo es mejor. Y no por nada son recetadas. Y la gente ¿qué podrían decir ellos?
Tantas veces me van decir vago que me lo voy a creer. En vez de llegar a ser abogado para ser escritor, voy a escribir antes y voy a ver si llego a algo. Y cuando me den la última patada en el culo seguro que aterrizo con el culo al aire para que un hornero pueda allí hacer su casa. Si alguna vez, les sumo y les cuento; si alguna vez comen bondiola de cerdo con salsa de maní y de ananá, lujo asiático; ¡disfrútenla!
Y la gente se copa cuando alguien anda por ahí bardeando. Hay peleas siempre. Y pensar que los días se repiten y se tienen que leer libros. Y la Historia Argentina y mundial se mancha con sangre. Y a la vez llega un mail de la no violencia de un iluminado del Platillo Plateado del no se qué. Movimientos de la Internet que no se saben sin son residuales o que son con sus amigos los cultores de las máscaras. Pero la gente quiere gente aún más hecha mierda que les cuente que es estar allí.
Y tantas cosas pasan, existiendo esa jodida atmosfera de destierro. Hay un cierto par de tatas que daban abrazos, y tenían voz hasta nostalgia que depuraban todo un sesgo. Y de la locura se perdieron pero a veces sudan como una herida que además se sal se lava con la mugre propia y el cebo volviéndose asquerosa, repugnante y hasta indiferente para su usuario. Pero allí está todo. ¿Quieren sinceridad? Bueno ¡qué se los folle un pez!, diría un gallego.
Por la senda de Sade, tanto y tan grande es el mundo como una flor sangrante que se incinera y llena de llagas vive. Y eso es una mano, tendida en busca de ¿quién sabe qué? En el living, se pueden vomitar conejos o sacrificar a un Mesías insecto, se pueden limpiar las estrellas para el horror. Se puede jugar a traficar personas, se puede coger, se puede un cagar de frío, se puede en todo caso también sufrir un ataque de locura.
Pero ante todo hay que evitar la rutina, la gente que dice que necesita el sexo y la droga pero no como atenuantes; no seamos boludos, sino como estimulantes para la vida son los que han sido atrapados por las rutinas. Neuróticos y nerviosos no importa su poder, el relato de Solari es elocuente. El diputado esa imagen que además en el arte se hace despótica cuando se podría llamar el gerente, que mete mano a una mujer, muy sexy por cierto, que se la tiene que asumir que trafica por dinero. Y la mano le toca la vagina sin problema porque jamás existe problema en tocar sino en mirar y no tocar. Tal cual nos cuenta la historia de los más variados sátiros; día a día en los noticieros.
Pero es parte de un desencanto de un burgués que anda cagando a medio mundo. Para bien o para mal. Sumemos al fin que le ponemos Bolaño a la existencia.
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