I-
Podemos entender fácilmente hoy que una parte importante del
modelo productivo tiene en estos dos insumos dos factores muy fuertes de
tensión que a la vez se suman otros lobbys muy fuertes por parte de las dos
industrias.
La soja se mantiene en un record histórico a raíz del
crecimiento de mercados asiáticos y por la posibilidad de generar proteína
animal de manera rápida y sencilla. De esta forma el papel de la soja no es
sólo parte de un simple negocio sino que en parte forma una cadena de valor en
el mundo en el cual la carne conforma un papel importante. Otros de los
factores que se ponen en juego es la producción de aceite de soja, además del
hecho de que hay diversas aplicaciones de la soja de distintos tipos.
Sumemos a esto el papel del agro-negocio, el cual conforma
parte de una gran explotación capitalista, en la cual es el latifundio la clave
de su rendimiento a medida que la rentabilidad de la tierra se multiplica
tantas veces como la inversión inicial. ¿Quién hace la inversión inicial? Bueno
depende si la persona que tiene el campo lo arrienda o si se dedica por su
propia cuenta. Podemos decir que el precio de la soja es una parte importante
del ingreso del país por su impacto fiscal pero no es el grueso de los
impuestos. También hay que recordar que la puja por esta distribución es
importante además que tenga otras consecuencias no deseadas a saber el papel de
la administración nacional y provincial, el control del ambiente, el poder
local de los distintos factores de la producción, etc. Se puede decir que una
de las claves del modelo de soja en argentina es el tipo de cambio alto, además
del papel del aumento de las exportaciones. Argentina es uno de los más grandes
exportadores de soja, no obstante no existe estructura cartelizada para poder
defender los precios. Por lo que la suba del precio de la soja muchas veces es
ante todo el papel del clima en los distintos países del mundo, en los cuales
se ajusta el precio frente al monto. En los años de sequía en el hemisferio
norte hay “viento de cola” en el hemisferio sur, y en los años que hay sequía
en América del Sur hay “viento de cola” en el norte. En realidad, todo depende
de las inundaciones y sequías en primer lugar y como afectan el momento de la
siembra, a la vez que el impulso del área sembrada, tiende a generar récords
históricos de producción. No obstante esta frontera es variable y en este
sentido, incluso la sustentabilidad del modelo sojero es un problema en cuanto
a que en realidad la suba de los alimentos es sostenida pero las condiciones de
venta dependen también de las condiciones climáticas. Los subsidios de otras
regiones y distintas barreras son las que llevan a la producción monocultivo de
soja.
II-
¿Cuál es el papel de la energía en el desarrollo? Podemos
decir que en primer lugar la energía como tal es la suma de una serie de costos
adheridos a los sistemas de producción en general. Podemos decir que la mayoría
de ellos tienen impacto ambiental, podemos además agregar que cada uno tienen
costos y beneficios distintos que van de la mano de la infraestructura
existente.
Sabemos que la economía actual es en parte dependiente de
combustibles fósiles, sabemos además que un sistema de distribución donde los
camiones tienen una parte importante del recorrido de las mercaderías por el
país insume uno de los derivados más caros del petróleo la nafta. Podemos decir
entonces que el costro del petróleo en el país afecta todas las cadenas de distribución
que afecten grandes distancias. La pregunta que nos llega entonces es, ¿Cómo
analizamos estos costos? Una de las necesidades fundamentales es entender cual
es el papel de los transportes de materias primas y de productos. También hay
que recordar que la cantidad de derivados del petróleo como el gasoil son
claves para las campañas agrícolas, como son vitales el fuel oil en parte para
la electricidad y el gas para calefacción, cocina y electricidad. Podemos saber
además que otra parte de la energía viene de las represas de los grandes ríos
que cuando se aumentan en número y ubicación a la vez hacen más difícil el
transporte fluvial además de los desplazados que implican como inversión
inicial.
¿Qué otras cosas sabemos de la energía? Entendemos que el
desarrollo de muchas inversiones muchas veces presiona por obtener ciertas
tarifas diferenciales para obtener un rédito seguro por la obra realizada.
Entendemos que esos acuerdos son los que muchas veces “modernizaron” de manera
leonina la Argentina. A
esto se suma entonces el papel clave del Estado, ¿Qué debe hacer el Estado o
que debe hacer mejor? ¿Producir Energía? ¿Distribuir energía? O
¿Comercializarla? Cuando pensamos en esto nos aparecen muchas alternativas.
Muchas de ellas con el tiempo pueden ganar lugar y espacio entre ellas las
alternativas como el biogas. Las alternativas puntuales para lugares remotos
del país que puedan ser relativamente autónomos de grandes redes, muy caras
para una población escasa en algún punto del territorio.
En este sentido, la energía es una producción de muchos
productos distintos, el petróleo además tiene sentido en la industria
petroquímica, los plásticos y la venta de derivados, no es lo mismo que
Argentina explote petróleo crudo como hace hoy a que pueda exportar en el
futuro naftas, y gas licuado, gasoil, etc.
Sabemos que el sector de la energía es fluctuante por dos
razones, la primera de ella es la actividad económica mundial. La segunda es la
forma de energía que expanda más rápido y que a la vez baje sus costos. Es
decir, si cierta tecnología se aplica en muchos lugares al mismo tiempo puede
que a fuerza de competencia baje de precio. En este sentido, Argentina hoy en
las fuentes de energía no convencional tiene una oportunidad razonable al ver
como muchos países como Estados Unidos, Canadá, y Australia también se lanzan a
la búsqueda de un saber en la optimización en esos recursos. También podemos
sumar que el petróleo no está solo en el mercado de la energía ni que en todas
partes vale lo mismo. Los grandes exportadores de petróleo del mundo hoy en día
optan por una producción cartelizada por cupos por esta razón una parte del
precio se hace predecible.
A la vez el petróleo genera especulaciones de orden militar
y condiciona el desarrollo de todos los países del mundo de manera relativa. En
este sentido, el subsidio a la energía es parte de una manera de fomentar la
industrialización pero sólo es viable a largo plazo con un aumento siempre
creciente de nuevas fuentes. Esto genera una constante ida y vuelta en
distintos países, impulsar el consumo del sistema puede hacerlo colapsar. Los
“cortes programados”, las fallas en la estructura, y cierto desgaste de la
estructura pueden ocurrir. Lo cierto es que todo esto termina creando la
necesidad no sólo de subsidiar y de proteger las fronteras sino que hace clave
reconocer a la energía como un mercado fundamental para el futuro de la
industrialización en general en industrias como el aluminio, y otras, los
servicios, el turismo y todas aquellas que en general utilicen muchos insumos
de energía.
¿Es posible industrializarse hoy sin buscar desesperadamente
energía? La respuesta es no, la energía en forma de petróleo y sustitutos
cumple el mismo papel que en alguna época cumplieron el carbón y el hierro en
la primera revolución industrial. Estas son las áreas donde los Estados
intervienen más fuertemente de sus economías. Ya sea de manera implícita o
explícita.
Comentarios
Publicar un comentario