Recuerdo de Louis Ferdinand XXX

216- Alas.

I-

Sueño con la pesadilla de la cultura.

Con la joya de la traición.

La potencia de la bragueta triunfante, el botón que vuela.

Y el botón que cae, por botón.

Sueña el mundo que al fin obtendrá sus vacaciones.

Suela el sol le devora…

Suela que el turismo es sexual, es gratis….

Y termina siendo carente de cinismo.

II-

Cuenta la historia de pegoteadas alas,

Sinónimo final, cuestión irresoluble.

Cuenta que se pudre la moral.

Es el sueño que muere en la pose moral.

Es la instancia del converso que cae en desgracia.

Es la parte donde el… “mundo de mierda”

No alcanza.

¿Parodia del poder?

¿Juntarse para cambiar el mundo?

III-

Que el lo planifica todo lo arruina.

Que el que desea todo, nada puede.

Y erecto el espectro,

La última forma de la tentación.

Jugando perversamente con el pasado.

Sabiendo de la perversión.

¿Recuperar tal vez?

Imposible.

Esta guerra se perdió o se ganó.

(Hace rato)

IV-

Con suerte se pueda predicar la falta de ejemplo.

No se trata ahora de pensar, no se trata de imaginar

Ese poder que a todos ahorca.

Esas anclas que hacen completamente al suelo.

Una idea que se robó de otro.

Un apellido que será el insulto a la especie.

¿Quiénes han soñado?

¿Sólo han soñado por ellos?

¿Quién habrá pensado que en sus tripas lleva la contradictoria partera?

La historia,

Al final, sin alas, o con ellas.

Delirando, yendo hacia el abismo.

Saltando.

Sin rogar.

En esa última ausencia.

Esa última inercia de pensar.

Que hasta ayer, todo sería eterno.

217- Las cuerdas.

I-

¿Hemos aprendido a merecer?

¿Qué hacemos con lo que hacen de nosotros?

Un mal diario, un pantano de una intimidad que se hace inútil

¿Qué huele mal en todas partes?

¿Dónde esta el crimen nunca realizado?

¿Malas ideas?

¿Malos poemas?

¿Quién se vende antes?

¿Cuál será la garantía?

II-

¿Cómo no creer en la excepción?

Vagar de manera bastarda y hermana.

Mojar el pan. La sangre suele ponerla otro.

Los mundos se cortan y son abismales.

¿Qué estamos forjando?

Será la poesía sólo del que tiene siempre una tarea.

¿Será tener siempre una respuesta?

Debe ser el culto a la reacción.

Debe ser costumbre,

Asesinato de la inspiración.

Chillido en lugar de protesta.

Debe ser ir fumando como se puede,

Lo que se tiene.

III-

¿Qué pasa cuando la confianza incluso en los crímenes se pierde?

Debe ser complejo.

La imagen siempre, traicionada, en una lista.

En un destino que todo se lo lleva.

Algunos que creen….

Prefieren pensar que aquellos que andan,

Que rumian porque tienen que rumiar nada pueden hacer.

Y así se pasan.

Contra las cuerdas,

Apenas parados,

Y sólo tienen palos, y nadie ya lo quiere ver.

Las pruebas demuelen gigantes de barros.

La historia no es más….

Que una mentira, un poco antes o después creada…

Sobre gigantes de barro contra las cuerdas.

218- Lo que sea.

I-

Pagas incluso por no creer.

Crees que superas al promedio.

Feliz el poeta que al menos la luna miraba.

¿Dónde nace tu fascinación?

Sino en la condena.

Inquisidor Light.

Una parte más de un engranaje que irá digiriendo de todas formas…

Y maneras.

II-

¿Qué será de nosotros de nuestra jodida falta de sinceridad?

No sabemos que haremos de las palabras.

Qué discursito venderán después.

¿Para qué vencer al tiempo en una carrera sin sentido?

¿Para qué pretender ser tan distinto de los otros?

III-

Si esa marca que crees que te distingue te confirma.

Si cuando crees que vas sólo te aprestas en la multitud.

Si cuando miras….

Arriba, apenas ves el cielo recortado.

Cuando miras abajo parece que sólo pudieras aplastar al que no para.

¿Miras hacia delante?

Sólo tenes la nuca ajena como la promesa más absoluta.

Nada más, y nada menos.

Y en la espalda, la cara de otro que no espera.

Y ese que te abandona en su indiferencia.

Ese que cree que la mejor promesa está mucho más adelante vos.

¿Qué será que nos hace correr?

Qué será que todo es una moda implacable en su descarte.

Debe ser lo que sea en el centro.

Y nada debe ser del todo realizado.

El mundo de vidrio no estalla.

No pretendemos, el todo, y el “todos”.

Cortados.

No ahogaremos esa ilusión.

O lo que sea.

219- Algo de “redención”.

I-

¿Perdón?

Vender el pecado, vender el perdón.

Si en parte mostras tus dientes.

Algunos muestran la modestia por un tiempo.

La mentira no es más que el aguijoneo moral inútil.

Usaremos palabras iguales y todo dará igual

¿Justicia pedís?

Mentira, verás pasar antes el cadáver de tu enemigo.

No es perdón.

II-

Volver a comenzar la matanza.

Tener fe,

Ver el crudo sentido de las cosas.

Ir por las carnes firmes y jóvenes.

Vender el tiempo.

Tener la pose del sufrimiento para poder estirar la mano por la moneda ajena.

¿Ese que calla tu talón?

¿Qué será del día que esos sin herencia terminen la historia?

En un mundo vaciado la fuerza de su brazo tiraría a todos.

III-

¿Asalto al cielo?

Tal cual el tiempo pasa, basura, es, y pasa, basura será.

Y hemos tendido a no saber, y hemos tendido a no poder.

¿Hemos sido decentes?

Tenemos seguramente la mejor figurita.

Sabemos de qué va.

Consagramos que si es bueno, el que escribe tiene el perdón.

Debe ser parte de nuestra farsa,

De nuestra “estética”

De nuestra manera de superar, la mierda común.

¿Qué será que no damos con el fondo de las cosas?

Nunca daremos en el blanco.

Porque ese blanco debemos ser nosotros.

IV-

¿Dónde esta ese pánico por la tumba vacía?

Si en el fondo, si pudiéramos no nos visitaríamos.

No le pidamos al ego piedad filial.

No pidamos ser llenados de amor para la eternidad.

Será un bajo consumo,

Incluso cuando pase ya.

Será irse perdiendo en esa intemperie.

Tan propia del libro obsceno.

Tan ajena del barrio.

Con los pies adelante.

Con la palabra bastarda.

Ausente de cualquier vuelto.

De cualquier,

Compensación.

220- Frenesí.

I-

El gesto degradado.

El vencido, el perverso.

El eterno cultual pornográfico.

La vela encendida entre estampitas de desconocidas.

No se trata de cadáveres.

No se trata de ir con los huesos a todas partes.

Sí es eso,

Todos son de todos, y nadie es de nadie.

Eso que les daba asco.

A la mierda….

Tú sabes, en nuestro, en nuestro pedacito de tierra la cruz.

II-

No quiero ser linchado no teniendo lo sagrado por bueno.

No somos ese sofá donde esperamos dormir.

No somos ese fondo de vaso.

No somos ese ojo al final.

No somos.

Una banal sucesión.

Oh sí, cultual y pornográfica.

Hecha en cada punto en esa culminación.

Tan machista y ridícula de consumismo anatómico.

Caminando por la borda.

Conociendo el final.

¿Qué harán de ellos?

¿Ese yo?

Ojala tus ojos sean más perversos que siglos de perversiones vaticanas.

Tendrán  eso de Borgia.

Ese desprecio por el mundo.

Ese sentido del empalador.

III-

Tu belleza es un rango de belleza.

Y si sería imbecilidad, y es, como parte de este culto.

¿Quién goza y quién no?

A quien le quitarán el pan de las encías.

Ese que tendrá sus muestras de nutrición banal sentimental.

Su fondo asqueado.

Su arcada,

Su ardor.

Y esa forma de necesitar que en lo poco que sumamos como humanos.

Que en eso,

En esa juventud química seas mágica.

Camino lento a la eutanasia en esto gesto impropio de locura.

Sí asqueada burguesía.

Titanes bonsái que se arrastran imagino.

Que de vereda en vereda, te desean y necesitan.

Y al final….

Una furia inútil.

La contracción que jamás te roza.

La terrible zanahoria en las fauces.

La promesa más cruel.

La mejor.