El laborismo tiene como antecedente no contar con un ala de extrema izquierda que haya tenido un despliegue importante en la historia reciente, justamente el laborismo no fue un partido anticapitalista como podría serlo el Partido Comunista Italiano o el Partido Comunista Francés, de ahí podemos sacar una serie de conclusiones, un liderazgo de izquierda fuerte sí, pero no necesariamente un liderazgo real del partido laborista y no un liderazgo que pueda tomar el control de Reino Unido y comenzar una cruzada contra el legado de Margaret Thatcher.
Gran parte de la prensa mundial y europea sin embargo a tomado el hecho de la llegada de Jeremy Corbyn al liderazgo del Partido Laborista como una de las novedades más importantes, en este sentido, ya hay una serie de divisiones que son fundamentales tal vez para tratar de entender la coyuntura; la primera la división entre el “activismo” aquellas personas que están en el Laborismo o que unieron recientemente y que quieren desarrollar un programa político bastante concreto que de alguna manera con algunas innovaciones sobre todo ecológicas quieren volver a la Gran Bretaña de los 70´, sindicatos fuertes, pretensión de altos salarios, e industrias estratégicas y nacionalizadas. Por otra parte, después de la última victoria de Cameron y de la hegemonía aún no muerta del New Labour de Tony Blair, se supone que una sociedad como la de Reino Unido, tendería a respuestas muy moderadas desde el punto de vista económico y social, sacando el partido UKIP; un partido xenófobo y anti sistema que remotamente tiene posibilidades de acceder al poder. Por lo que re-electo Cameron los británicos convalidaron el ajuste y las condiciones de la austeridad.
La idea de un laborismo dejando su importancia para ser un partido de protesta y la discusión sobre el consenso británico, el papel del SNP, partido nacionalista escocés, son partes fundamentales de entender el proceso por medio del cual la crisis previa del laborismo a muchos niveles, ideológico, político y electoral llevaron a Corbyn al poder.
En este sentido, Escocia fue una de las grandes derrotas, el Nuevo Laborismo la gran incógnita sobre la campaña de Ed Miliband y su final, ¿Cómo se perdió el bastión histórico? Pero justamente partió al activismo que fue a la izquierda, al establishment del partido no quiere cambiar y hace sospechar sobre qué piensa la juventud británica ¿realmente apoyaría una izquierda más radical? Por otra parte muestra que Cameron bien pudo ganar la elección y avanzar ideológicamente más que nunca. La lenta reconstrucción del partido Liberal-demócrata en cierto sentido es importante porque la frontera entre estos y el New Labor se hace difusa. Justamente esta es la sorpresa en la isla, una renovación ideológica que no asegura una renovación electoral pero a la vez con fenómenos mundiales de éxito relativo de outsiders de la política. Tanto es así que todos estos fenómenos se los engloba dentro del “populismo” mientras que a los partidos tradicionales se los engloba dentro de los tecnócratas.
Jeremy Corbyn es sin lugar a dudas un político inexperto a nivel partidario, y a nivel gubernamental, recién en las próximas semanas se lo verá frente a frente con David Cameron, en realidad, este nuevo líder podría ser una audaz apuesta si es más pragmático de lo que parece pero pone de manifiesto una oposición fuerte desde el punto de vista del discurso, bloquea lo que debería ser un fácil gobierno conservador de David Cameron. Hay que recordar que por derecha, el partido Tory tiene un ala rebelde. Lo que ocurre en este momento en Reino Unido es un corrimiento a hacia la derecha, con temas cruciales como los derechos humanos y la actividad sindical, los Tories quieren poner bajo esos temas cruciales. Uno por el cual “recuperar la soberanía”, el otro para avanzar y terminar de vaciar la base social del laborismo y del movimiento obrero en general.
Por esto, termina siendo un error pensar la política europea desde el punto de vista de políticos, intelectuales y periodistas, parece muchas veces que las encuestas de apoyo e imagen muestran los juicios de valor del público en general en forma de una “accountability”, un desempeño que no tiene que ver con una larga historia sino en el cómo enfrentan los desafíos y problemas que le tocan en la opinión pública, por la forma en que lo tratan los medios conservadores británicos, por el hecho de que el laborismo tiene sindicatos reales y concretos, no como Podemos en España, por ejemplo. La base de la cual maniobrar en el caso de Corbin es importante, el potencial de un partido Laborista movilizado es relevante, tiene una historia que lo avala. Ciertamente que el programa al no estar atado a coyunturas tan extremas como la griega puede ser acomodado según prioridades estratégicas y tácticas. Si se considera esto y se toma en cuenta que David Cameron no es la viva imagen de Angela Merkel, la hegemonía del discurso conservador puede entrar en crisis. Puede decirse que los desanimados, amargados y desencantados con el laborismo en general han percibido que la retórica poco convincente de centro del Laborismo- género que sus propios líderes no fueran creíbles en promesas quizá menores.
Corbyn tiene todo para ser creíble en la forma en que ciertas capas de la sociedad consideraron creíble a Alexis Tsipras, es decir políticos que intentan cambiar las cosas, y que se ven en dificultades serias pero que no tratar de esquivar por lo menos programáticamente el problema. Como gran parte de las crisis de liderazgo mientras que en el caso de Syriza la fuga fue por izquierda, en el caso del Laborismo la fuga podría ser por derecha. Lo cierto es que en una democracia de redes sociales, televisión y frases cortas, Bernie Sanders, el demócrata estadounidense de izquierdas y Jeremy Corbyn, tienen todo para ser más llamativos que sus pares “moderados” y grises. Puede que sea el fin de los New Labour menores como Gordon Brown y Ed Miliband, y los que derrotados en la interna laborista, no parece el renacimiento del sindicalismo, ni una vuelta a Scargill (líder sindical recalcitrante contra Thatcher).
Los intelectuales tienen nostalgia, el activismo esperanza, y el fin de la época de Tony Blair ha sido sellada por crisis de la última derrota en el Reino Unido de los laboristas.
Fuentes:
Jeremy Corbin el nuevo rostro del laborismo inglés: http://www.pagina12.com.ar/
Jeremy Corbin is redefining oposition- come what may- Zoe Williams: http://www.theguardian.com/
Temblor político británico: el laborismo eligió un líder de la izquierda radical: http://www.lanacion.com.ar/
What will Jeremy Corbin´s impact on key issues be on key issues the UK faces?: http://www.theguardian.com/
The seeds of Jeremy Corbin´s victory were visible on 2008: http://www.theguardian.com/
Jeremy Corbin´s first day and press coverage, predictably is hostile: http://www.theguardian.com/
Jeremy Corbyn won´t be prime minister but he can change politics-Deborah Orr: http://www.theguardian.com/
Blairism is dead and burried, Jeremy Corbin is the future-Len McClustey: http://www.theguardian.com/
Fears and hopes of how Corbyn victory will change British Politics: http://www.theguardian.com/
If Jeremy Corbin´s victory was incredible political achievement, it was the easy bit: http://www.theguardian.com/
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