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Trenes, Corrupción y Democracia:


                                                           I-

Usar estos tres términos tiene que ver con cierta cuota no de astucia sino de testarudez, ¿Por qué Argentina no tiene trenes mejores? Podemos decir primero que se trata de una política de vaciamiento, y estaríamos en lo correcto, pero debemos decir más, tenemos que decir que se trata de una red más amplia, y que en torno al “hecho maldito” hay muchas cuestiones no menores. El que recuerde esto podría tratar de entender cómo se llegó hasta acá.

La política puede tratarse como una ciencia, como periodismo o como un saber, porque en el fondo, tanto como ciencia, y como periodismo suele renunciar a todo lo que es; “oscuro y turbio”, la ciencia porque suele no tener las pruebas “confiables” y el periodismo porque las vuelve amarillistas, queda el “saber”,  el saber es el de cada uno de los actores políticos implicados en este sistema. Lo primero que tenemos que pensar con el tren es que se ha creado un gran lobby, uno como tantos de lo que existe en el estado, y hasta aquí estaríamos en entender cuáles son las fuentes, se puede hacer oposición política diciendo que se va a acabar con una cosa, con un problema y que la solución sea peor que la enfermedad. Como en tantos otros temas, tenemos, dos vertientes, la primera, aquella que quiere una salida por izquierda, la estatización o el control por parte de los trabajadores, o una combinación de ambas. Pero hay una salida por derecha, una privatización más feroz de los trenes, ya tenemos muestra de esto, y además tenemos muestras de cómo el grupo Cirigliano como el grupo Roggio, siguen aumentando sus capitales en la medida que los dineros del Estado entran, podemos ver que Macri, y su grupo hace lo mismo, y que todo el sistema mantiene las normas de las cajas negras de casino, tráfico de personas, y narcotráfico, la pregunta es: ¿Qué hacemos con esto? Oportunismo es hablar de la reforma de trenes y servicios públicos en general y luego cambiar de programa a mitad de camino, de hecho cuando Pino Solanas estuvo en auge antes de su lucha contra la corrupción al estilo mediático, tenía un programa más ambicioso que declarativamente o no, hablaba de los problemas explícitos e implícitos del ferrocarril.

Lo cierto es que con eso no alcanza, entender la lógica de un subsistema como los trenes puede llevar a tres salidas, la mejora del servicio de trenes, un plan de política pública, que en Argentina tuvo siempre contradicciones y problemas, en muchas partes del mundo da pérdidas, sería inútil pensar que el tren no tenga que darlas, por lo que, ¿Cómo habría que administrar el gasto del tren como un servicio público, tal cual hospitales y escuelas? ¿Quién debería pagar los impuestos para que eso ocurra? ¿Debería ser sólo con el boleto? Preguntas menores pero que son necesarias si realmente se quiere re-estatizar el ferrocarril, con el esquema actual, ya hay un peso importante del subsidios, que son mal gastados, que van a cajas negras de la política y que ayudan a engordar a la burocracia sindical.

Lo cierto es que hay otros temas, la democracia, no es justamente el sistema donde mejor se conciben las reformas ambiciosas, no basta con tener democracia, y menos mediatizada para hacer grandes transformaciones en la sociedad, en este sentido queda claro que el punto del tren y el resto de deterioro de los servicios públicos tiene una doble lógica, la tan “temida lógica plebiscitaria”, la cual es la única que sostiene a esa otra creación, “la clase política” y el plan de obras ambiciosas, por supuesto del manejo del libre mercado por parte de las ambiciosas corporaciones económicas.


                                                           II-

Casi todos temen a los tratadistas, es mejor denunciar, y denunciar. La denuncia, parece que es acción, parece que es gestión, hasta parece que es oposición, pero sabemos que no es así. Ciertamente que llegado a cierto punto el programa de gobierno que tenga a los trenes como punto central está muy lejos. Podemos decir que el Estado actualmente no es capaz de hacer muchas cosas, y entre ellas se rebela el papel de la reproducción de las clases en argentina y del capital, tanto que sin irnos de tema rápidamente sabemos que la re-primarización y las disculpas a la burguesía, son la mejor manera de decir, tal o cual gobierno tiene la culpa. Lo cierto es que esto no es así, al menos en forma sistémica, obra pública, y mantenimiento de ella, son partes esenciales para el estado nacional, el tema es quien conforma tácticamente este estado, como siempre, la gran burguesía, tiene gran parte de las clavijas de la gobernabilidad bajo sus alas. Lo cierto es que las clases subalternas, siguen siendo cooptadas y a la vez siguen siendo reprimidas cuando no confundidas en nombre de la política muchas veces ínter-burguesa, tanto es así, que se confunden los planos, curiosamente ese es el momento donde se ve que se pierde “la cuestión programática” de la recuperación de los ferrocarriles, oportunismo sí, pero no fortaleza política, la única manera de mejorar los servicios para los más pobres es que la política avance, y en este sentido, la contradicción principal se hace evidente. ¿Qué clase está dejando este lugar vacío? ¿Será la clase media despolitizada? La respuesta es sí, no es casual, que el desinterés por el Estado sea coincidencia con la visión sectorial y de corto plazo. Todas las demandas al estado, y el estado como fracción de la clase burguesa premiando o castigando.

Curiosamente, genera planos contradictorios, algunos abogan por una mayor violencia, pero esta violencia cuando es mal empleada, ¿Para qué sirve? La democracia burguesa como una mera formalidad, y como la lucha entre cúpulas es la que atrasa la recuperación de los derechos, y en este sentido hay un relato bastante poderoso. Curiosamente, la militancia, los trabajadores, los excluidos en general, no tienen que hablar de cuestiones de Estado, sino de la próxima elección, este es un error, la clase dirigente, y el Estado en servicio de esa clase, la “gobernabilidad”, la “civilidad” y “libertad de expresión” son para pocos.

Hay ingenuos, que parecen que creen que los derechos de los trabajadores van a venir de la mano de ciertas contribuciones de la legalidad, cuando en realidad esto es una fachada, como siempre la partición termina siendo de clase, si hay un crimen social, será de una clase sobre otra, y en este sentido, ¿Quiénes hacen y quienes no hacen las alianzas entre clases? Si hay un país donde la “civilidad” y el “honestismo” son patéticos, porque no se usan para el Estado, sino que se usan como fracción, tanto es así que la culpa bien puede caer sobre un gobierno, pero además puede como se demostró en muchas oportunidades en ser una gran oportunidad para la cooptación, ¿Desde cuando podemos pensar que la existencia de la mismo sindicato que tuvo a Pedraza como líder es una forma de confiabilidad? ¿Qué tan dispuestos estamos a admitir que el poder de los trabajadores va a dar pie a la conflictividad? En la visión chata de la cuestión en la cual el Estado es servidor de cualquier cuando termina siendo servidor de los ricos, y con ciertas prerrogativas para las clases bajas, la lucha política debe intensificarse. Mientras algunos lloraban la “expropiación de YPF”, y otros consideraban que el fin de la historia, y el comunismo estaban a la vuelta de la esquina, se ven otras consideraciones, se ven como son las burocracias y la molicie política, la que ha hecho de la política más bien burguesa siendo encajonamiento, donde los “referentes de opinión” reemplazan a la ideología, tanto que en el fondo, ¿Cómo es que la gente se le hace deficiente el tren? Cuando el accidente ocurre, pero la gran burguesía siempre defendió que sus derechos van primero, en un país donde la ley de quiebras no funciona, es el hogar para testaferros y vividores que encima son defendidos por la ley existente, tanto que llegado el caso, un empresario, sea político o no puede matar, e incluso “ir a la cárcel” pero sus bienes, los cuales son casi tan pasibles de ser expropiados como aquellos que se usaron para otros ilícitos son los que perduran en manos de la burguesía, no por nada, como siempre hay que ocultar la lógicas del Estado Argentino en toda su historia, el que quiera entender qué fue el tren, y el por qué de su recuperación no puede hacer del tren un fetiche, por el contrario tiene que decir que la historia de los trenes es la historia del “Estado Argentino”, tanto que comenzó como una de las formas del capital extranjero, y que continúa siendo parte de una lógica prebendaría, tanto que los trenes, muchas veces como los subtes, es decir, las maquinas siguen siendo importadas como en el momento anterior a la recuperación en los años 40´, lo cierto es que entiendo lo que son los trenes, los recortes que sufrieron y que la economía no va a volver a darse mecánicamente alrededor de los trenes como a fines del siglo XIX, y principios del XX, los trenes hoy tienen una función clara y distinta, no se trata ya de llevar a todo el país mercaderías y traerlas sino que se trata de asegurar el ir y venir de millones de personas, el factor trabajo de la Provincia de Buenos Aires a la Capital Federal, gracias a este proceso, la ciudad casi triplica sus habitantes a la hora de la producción para luego volver a vaciarse a la noche, en todo este proceso, hay un manejo claro de los servicios públicos, hoy en día, se puede entender este problema de la manera más clara, en todas partes del mundo el tren suburbano suele ser el servicio más barato si sirve efectivamente para llevar personas de un punto A al B, en el menor tiempo posible. ¿No suena que esto tiene algo que ver con la economía nacional?

Por supuesto que tiene que ver, por varias razones, al argentino le han metido en la cabeza que el sueldo, tiene que ver con la cantidad de dinero que recibe en retribución, y que el tiempo que pierde en ir y venir, es algo así como “la suerte”, todos sabemos que esto no es así, el tren barato, el robo de los subsidios, las pérdidas de tiempo, y la lógica de mantener todo el sistema y fingir la justicia veloz, sólo beneficia a las patronales. La gente siempre va a volver al tren este en las condiciones que este, en este sentido, podemos estar seguros, que las personas que tienen que trabajar van a optar por el medio más barato tienen que sobrevivir, entonces, ¿Realmente la política va a invertir en el tren? ¿Cuál debería ser el papel del sindicalismo si hubiese querido ser más combativo? El de los trenes dominado por el asesino Pedraza y por la represión mercerizada será ninguno, el papel de la publicidad para que las grandes multinacionales ganen dinero tampoco es algo que moleste, las terceras empresas y el absurdo eterno déficit de los grandes grupos que tienen que recibir cada vez más subsidios sería casi hasta algo menor, si la gente tolera estos trenes es por necesidad, y en este sentido, la dilación es parte de un problema mucho más serio de lo que se cree.

                                               III-

Si a alguien que se le pregunta si alguien va a llegar a ser presidente o gobernador por la reforma de los trenes a priori, en primer lugar se le dirá que no, la democracia burguesa, y los fondos, la lógica de financiar municipios y partidos poco le cambian los servicios públicos, si le sirven obras puntuales que son cloacas, policías municipales, y otras obras que son necesarias evidentemente y que constituyen la gran vertiente de fidelidad electoral. ¿Qué lugar quedan para los servicios públicos? Deberían ser un deber de Estado, pero en este sentido, un Estado que se debe expandir tiene que gastar más, y en este sentido tenemos sentidos pronunciamientos sobre la “ética pública” que no se transmiten en apoyo electoral, ni en abstencionismo electoral, ni en propuestas políticas específicas, siempre, en la lógica política actual, hay “cosas más importantes”, porque el país está en crisis permanente, y cuando hay auge, el “humor social” no es propicio en este sentido para poder realizar la transformación.

Claro que estos son los temas que quedan por fuera de reflexión, “el futbol y la cultura” o “los trenes” o “la salud” o “el trabajo”, la gran burguesía, tiene el amarillismo a flor de piel, crea entonces la propaganda masiva, propaganda que tiene por fin acompañar al papel tutelar de los medios de comunicación concentrados a los cuales se los termina combatiendo con  medios de comunicación concentrados ¿Cómo habría de hacerse sino? La guerra entre “propaganda y publicidad” y ese botín de guerra, la “propaganda oficial” que compra la conciencia de cualquier línea editorial. A partir de allí entendemos como se pudo crear este estado de cosas, la justicia es un hecho menor, tanto que no se proceso en Argentina con una pena importante a ningún presidente, por lo que creer que hay algún delito pasible de ser peor, es como pensar ¿Cuál es la forma de oportunismo político de turno? Tanto que cuando nos quieren vender que son las ONG, o los “otros poderes” lo que controlan al poder, en todo caso se ve una eterna dilación del conflicto, mientras que se quiere vender a los pueblos como víctimas, y no como soberanos, y además se magnifica al “buen pueblo” y al que es llevado por el chori y la coca.

                                               IV-

Si alguien revisa en qué manera son manipulados los sectores subalternos, de qué manera son juzgados a los personajes que van configurando las formas del poder por breves momentos y no el poder mismo, cuando se usa a “la democracia y a la dictadura” como una sobre simplificación, podremos entender en qué bases de apoyo, se sostienen muchas consignas hoy, la primera de ellas un “nacionalismo romántico” como aquel que se reivindicaba en San Martín para exterminar las montoneras federales a la vez que hacía la venta total en peores condiciones de las que se pudiera imaginar, Mitre.

Curiosamente como ironía del destino, los trenes llevan como marca del proyecto fracaso del liberalismo argentino los nombres de: Roca, Mitre, Sarmiento, casi como un recordatorio de quién parió al Estado Argentino, es lo que llama más la atención hay una argentina que no quiere que “Rodolfo Wlash” sea una estación, que quiere que “Néstor Kirchner” no tenga estatuas mientras que Roca las tiene como conquistador, y que “Ministro Carranza”, sea parte de un nombre que tiene que estar en la memoria de los argentinos aunque haya puesto una bomba en un subte. Como siempre, la versión del autoritarismo, democracia, “democracia limitada”, servicios públicos, transparencia, y todas estas palabras terminan siendo algo menor. ¿A quién le importa el nombre de los trenes? Parece una estupidez, pero no es tanto, porque los trenes no son un signo de opulencia su nombre no termina siendo algo que llame la atención. Curiosamente como siempre la capital, esta adornada con nombre de represores, con nombres de golpistas, y tuvo que ser la “memoria política” versus la “memoria completa” que es tuerta la que sigue en pie.

Si uno profundiza el revisionismo y entiende lo que pasa hoy con los trenes termina volviendo a ciertas cuestiones, la primera, la Argentina es un país donde mucha gente vive de los servicios, es decir trabajando para empresas, que se alojan en la CABA porque ahí es donde están las mayores facilidades, también lo está el Estado en sus formas más concentradas, el viaje sin duda es de allí en adelante ir a ver qué ocurre en la CABA, y en este sentido el Estado pésimo de los trenes es parte de la radiografía. Mientras que las autopistas se construyeron como la 25 de Mayo con la anuencia de la dictadura para “modernizar”, los trenes fueron sistemáticamente abandonados por las mismas razones, mientras que los peajes son negocios seguros para chupar sangre, como son los aeropuertos, los trenes quedaron como el medio más barato, donde la gente acostumbrada a viajar mal tiene que aguantar, “la doctrina del aguante”, del sí señor tiene un aire muy patronal, hay que decir, pero no por nada la sociedad la acepto como un “proceso de modernización”, tanto así que en plena recuperación post 2001, el tren destrozado seguía siendo el medio más barato de viaje, y lo tiene que ser, sino sería casi imposible el medio de subsistencia de mucha gente. ¿Cuándo fue que las minorías pensaron en el tren? ¿Cuándo fue que la cuestión no es más ni menos que estética?

La ciudad de Buenos Aires, está hecha a medida de autos, colectivos, ahora incorporados conviven con los autos, y el tren es el que tiene que dejar en la capital a los trabajadores que deben seguir las combinaciones, para mejor la realidad del tren y del subte no son tan distantes el que sepa que muchos trabajadores del subte han muerto como sola gracia del Grupo Roggio se pregunta, ¿Roggio será un Cirigliano con suerte? Con suerte sí, y en el fondo, esto genera un gran silencio. Los retornos y las idas y vueltas, que hacen a la política tienen un problema, es una maravillosa manera cooptar la política, pasa  nivel provincial con la concentración patrimonialista, pasa con los servicios públicos, pasó con Telefónica y Telecom, pasó con el gas, pasó con los medios de comunicación. Muchas veces la gente se harto y prendió fuego los viejos trenes, cuando esto pasaba se hablaba del “patrimonio perdido”, de la conspiración política, pero poco de la frustración del viajante, y así y todo, los que viajan en tren tienen que votar, tienen que trabajar muchas veces en condiciones que poco le hacen sencillo la tarea de la política pública, fueron los trabajadores del tren los que hicieron evidente este consorcio de interés espurio, con todo, las patronales encuentran excusas, incluso en estos casos, siempre hay que indemnizar a los justos administradores del robo, y si son extranjeros aún más. Por esta razón, es importante que se investigue, pero que no se conforme nadie con la justicia burguesa, porque todo conforma parte de ciclos, cuando Frondizi, fue contra los trabajadores del Frigorífico Lisandro de la Torre, o Hipólito Yrigoyen fue contra los trabajadores en la semana trágica, o cuando Falcón fue contra los trabajadores de la FORA, o cuando hoy Pedraza va contra los mercerizados de la mano de la mano de Batallón 601 Martínez, y tantas otras oportunidades, cuando el daño no es el daño “general a la Nación”, o la institucionalidad, sino la muerte de los obreros, los accidentes, las muertes en las inundaciones, la desnutrición, y tantos otros flagelos deberían ser justamente el aliciente para la separación de una parte de la sociedad de la superestructura. Por esto, la lucha a corto plazo contra un mal, el no ver como otras lógica avanzan, que la mera “declaración” de la solución no da pie para la represión, es algo que parece ocultarse muy bien en Argentina, ya podemos ver como en 2002, Duhalde en nombre de la recomposición firmo con sangre la Masacre del Puente Pueyrredón, y con todo, lo hizo en nombre de los grupos económicos no en nombre de Duhalde, ya que se vendió que ir cavando la fosa a la cuestión piquetera era una cuestión de civilidad, tan absurdo fue esto como los derechos que se quiere poner en pugna, las personas que quiere comprar dólares o ir a Punta del Este, tiene el mismo aire, que los caciques reprimidos, que los pueblos en lucha contra la mega minería, que los dirigentes históricos de DD HH, porque en el fondo, sólo cuando todos son “iguales” es cuando se puede manipular para extender la lógicas existentes.

Enterrar al movimiento piquetero, masacrar a la juventud en los 70´, demonizarla hoy, atacar al trabajador en general, la convivencia de las ventajas para mineras más que para otros negocios, forma parte de la dominación imperialista pero no se puede pensar que sin organización política, que sin profundización en ciertos sectores de las masas esto será posible, es triste tener que ver como la calle es compartida con las formas distintas de la reacción. Mientras algunos piden por la constitución, y hasta incluso se hace un seguimiento hasta lo patético de algunas situaciones, mientras que la preocupación es el voto de un diputado o no, o de entrar o no al congreso de ser o no la oposición a cierta forma de manejar reglas informales del “poder”, “institucional” la política extra-parlamentaria se juega en otra parte, en ella sindicalistas traidores de los noventa no pueden ser expulsados de los sistemas porque sería darle la libertad al movimiento obrero, el “movimiento obrero más independiente” pero burocratizado busca seguir formando parte de una burocracia que no le va dar nada, y la lucha en la juventud termina siendo si estos son más castos o más puros, mientras la administración del excedente corre por otros lugares, es más negocio para los sectores dominantes buscar el trapo rojo, hace la guerra entre la clase media y la clase baja, y esperar la “revolución desde arriba” que otras alternativas, la política como espectáculo tiene a los trenes como un final más, el 2001 dio una lección muy importante, la democracia no es fin es un medio, la democracia es el arma de los ricos cuando la impunidad está a la orden del día para que el régimen que se inició en el Proceso sea lo negociable, y para tener que discutir, si los pobres tienen que tener a AUH o Futbol para todos, no para tener todos los 24 de Marzo a los cómplices civiles como parte del establishment, la tranza, no es más que tener que volver a negociar con asesinos del pueblo en todas sus formas, y para que ellos desde sus usinas vengan con su “Constitución” que la interpretan como quieren para “evangelizarnos” sobre cuáles la mejor solución, fue ese mismo establishment el que logró en los 90´ lo que empezó en los 70´ y que en el fondo rabia por lo que perdió y no por lo que le queda.


Los muertos de los trenes, no son muertos evitables, cuando se lo piensa en esta perspectiva, son muertos tan necesarios como son los 30.000 desaparecidos, como son Jorge Julio López, Luciano Arruga, Mariano Ferreyra, Daniel Solano, y todos los hombres y mujeres que mueren todos los días, por los distintos esbirros que mantiene la normalidad, es decir la Tragedia Social no es evitable porque es un crimen, lo que pasa es que los muertos de los trenes como los desaparecidos no hablan, no pueden ser separados, se mantienen en ese lugar donde las familias son tomadas como víctimas, la organización y la lucha va a poner tal vez algún día todas estas complicidades con el capital concentrado en la misma balanza, ¿Cómo van a hacer los abogados del orden establecido para poder zafar de esos cargos? El cuento de la “alternancia” no puede con las políticas ferroviaria, no puede con la trata de personas, no puede con la fuga de capitales, no puede con la precarización laboral, tendrá que ser la organización popular la que haga lo que los partidos no pueden, y la democracia, son apenas las formas que por el momento encuentra la sociedad para decir que es legítima, mientras tanto, burocracias, mantienen ciertas formas bastante turbias, manteniendo una idea fija: “Los jueces son policías que aprendieron leyes”, la impunidad se seguirá combinando con las cuestiones de poder para crear héroes mediáticos para que la moral sea purificada, y para que muchas sean consideradas “marxismo vulgar” por aquellos que parece que han puesto a la “verdad” como una cosa linda de ver pero no digna de conquista, ¿De qué sirve tener todas las pruebas si los castigos resultan impotentes? 

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