El peronismo es una palabra que ha connotado muchas cosas,
es además un proceso histórico, esto quiere decir que a diferencia de otros
fenómenos como el Varguismo, el APRA, y otros movimientos latinoamericanos ha
atravesado el siglo XX, sin morir completamente como el “Ave Fénix”, la
intención de exterminar al peronismo ha dado muchos peronismos, tanto así que
el peronismo ha sido y es la plataforma de la política, el hacer, la artesanía
de la política, Alfonsín soñó como Onganía, meterse al peronismo en el bosillo,
el peronismo perdió elecciones, peronismo fue con tres formulas presidenciales,
“el peronismo” fue en sus contradicciones el mejor rival del “peronismo” como
en 1995, el peronismo hizo una parte de la Alianza y a la vez dejo morir a la Alianza.
Peronismos que se han vuelto caníbales incluso, peronismos
que se reproducen, peronismos que han fraccionado a la izquierda y al
nacionalismo, que han arrinconado al liberalismo que han hecho cismas en el
cristianismo. Con todo, al peronismo se lo ha tratado de convertir en
nazi-fascismo, en comunismo, y todo lo que tenga que ser necesario para tratar
de alejarlo del poder, siempre es el peor alumno de Latinoamérica dentro de lo
posible, y hoy se lo acusa de “terrorista islamista” (Amigo de Irán) porque el
gigante del Norte ha cambiado al enemigo.
Al peronismo se le ha imputado no gobernar y no dejar
gobernar, al peronismo se le han imputado faltas de ideas que otros no
realizaron. En suma al peronismo con todo, se le ha tratado de quitar los pies,
las cabezas, los miembros y sin embargo, sus “sucesivas” muertes lo han
convertido en una especie de quimera e hidra. Si empezó en 1943, si nació en
1945, si fue el 17 de Octubre o fue después, los kilates de Eva, la teoría del
cerco, “el Tirano” y otras creaciones que son el espejo del peronismo, el
anti-peronismo que tiene sinónimos pero que nunca deja de ser del todo
anti-peronismo. Con todo el peronismo choco con cierta historia que no venía de
un lugar pacífico, la
Concordancia había forjado un régimen liberal conservador,
los radicales, socialistas y comunistas estaban “adaptados” a esta realidad, a
un presidente norteamericano se le podría gritar en el congreso pero no mucho
más. Braden, Patrón Costas, dos peones en un gran juego de Ajedrez, con el buen
Vecino y la United Fruit
Company y la Standard Oil
como base de la espada y la cruz “norteamericanas”, Puiggrós fue uno de los
primeros que quito el velo e las contradicciones materiales que con el
peronismo iban engrosando el factor social, el ejército y un sistema que estaba
en decadencia.
La industrialización pero sin sindicatos llevaba a una
suerte de necesidad de ajustar las tuercas constantemente, Alvear el radical
que se dejaba estafar para que la cosa siga, y la “democracia” de Justo, el
cual habría aplazado indefinidamente la realidad de la clase obrera argentina. Nunca
en la historia un opositor “argentino” tuvo menos peso que “Braden o Perón”, el
libro azul, versus el Libro Azul y Blanco, la historia iba ganando fuerza, y ya
con el tiempo se gestaría la comedia musical de la única Latinoamericana, que
los yanquis no les gustaba tomar seriamente, “Eva Perón”, con todo,
universalizada, la primera mujer con poder molestar a Estados Unidos, y las
idas y las vueltas. Todo en medio de una lógica, donde los que estaban acá hoy
como hace Carrió iban a buscar a la embajada más de lo que la embajada los iba
a buscar a ellos. El mundo partido en dos, URSS y Estados Unidos, con
Latinoamérica como el bastión los Estados Unidos, Perón soportó lo que no pudo
Allende, y de alguna manera junto con Sandino, son personajes que han podido
sedimentar en una forma contradictoria, pese a que algunos liberales digan que
Latinoamérica es una ficción del ficción del siglo XIX, y que Simón Bolívar y
San Martín no eran lo que parecían, hay una cuota generosa de contradicción
donde hay continentes que no tienen que tener historia.
El 17 de Octubre, fue el hecho maldito de la historia
argentina, tanto que durante mucho tiempo fue inadmisible, y tanto que tan
inadmisible era fue negado y la realidad se quería leer con lentes que nada
podrían lograr, sindicalistas viejos, y nuevos partieron lanzas con el
estancamiento generalizado, y pusieron sus esfuerzos con Perón, y a partir de
ello quedaron muchas interpretaciones, de allí salieron dudas y contradicciones
sobre el papel de los capitales ingleses y norteamericanos, de allí salieron
sentimientos que estaban dormidos desde la época de los Unitarios y Federales,
la lucha era a muerte, lo que se había logrado en 1880 se había roto, una nueva
inmigración, un “aluvión”, una “Montonera gigante” había llegado a reclamar lo
que con Caseros parecía exterminado y fue desde el corazón del Norte Argentino,
desde la síntesis de las clases fabriles argentinas donde se forjaba un actor
político nuevo, “el peronista”, o cabecita negra para injuriarlo a muerte, y
para perseguirlo, de allí en más, todo lo que pasaría en la historia argentina
ya no tendría a un civilizado para poder tener al frente, las caricaturas de
los peronistas eran marionetas, las cuales seguían a un líder demagogo, en
adelante, cada brindis cada una de las reuniones que tendrían los Grondona del
futuro, los Van Der Kooy quedarían galvanizadas, serían individuos que dirían
ser más que las masas, que usarían el título de “pensantes” versus la barbarie.
En la contradicción mayor del peronismo Alsogaray, y Rojas
llegaban al fin a poder estar en medio de todo ese fenómeno maldito. Desde
siempre, libros, películas, e historias trataron de frenar el poder de las
masas activas, masas que son masas, no gente que protesta, no gente que deja la
cacerola al rato, son los que luchan y no los que lloran que terminan estando
en ese estrangulamiento que va y que viene por el peronismo. Tanto así que el
peronismo va camino a cumplir 100 años, si el peronismo llega al 2045, habría
ciertamente que darle el lugar definitivo de la historia al peronismo en
Argentina, justamente puede que allí termine de ocurrir una simbiosis
incompleta que se dio en 1945. Este año se cumplen 70 años, del golpe que
llevaría al GOU, al poder, de allí Perón, iría a la secretaria de trabajo y
previsión, una herramienta despreciada por la oligarquía, Perón haría de las
clase obrera una fuerza que sólo sería derrotada a base de sangre,
entrenamiento exterior, y la ayuda de todas las dictaduras latinoamericanas, el
peronismo de perón fue torturado, perseguido e injuriado, fueron premiados los
traidores, fueron tenidos por los “mejores” y por los adaptados, e incluso así,
la SRA aún tiene
que maldecir que las rémoras del peronismo volvieron a crecer otra vez para ser
la maldición imborrable. En la
Argentina del agro-negocio, el fin de la historia, y los
moderados del 70´ que inventaron la literatura de los enfrentamientos, el
peronismo amenaza su “estilo de vida”, en 2008, los votos “circunstanciales” de
muchos, se revelaron en una lucha por la ganancia privada, por el alambrado que
en el fondo quería volver a poner en escena la fuerza de la argentina
“patricia”, la que jamás sería peronista. Con todo en una ficción del hombre
unidimensional que nos proponen los multimedios, ellos serían las víctimas.
Patronales salieron con uñas y dientes a decir que las Malvinas no son
argentinas, que la soja lo es, y que todos los demás deberíamos pedir perdón
por todo lo ocurrido. En medio de esa gran comedia, saltarines de la moral
impoluta le dan a los dueños de las cosas, las armas para poder decir y hacer
lo que quieran.
El peronismo fue el partido que más tiempo estuvo prescripto
en la historia Argentina, sin embargo supo crecer en esos momentos generando
una época de oro del peronismo en el cual el peronismo histórico se iría
galvanizando. El peronismo fue el partido que más tiempo gobernó en argentina,
siendo las dos caras de la moneda, militares, estancieros, financistas,
secuestradores y torturadores aún no pudieron crear un partido lo
suficientemente amarillo y negro para alquilar la democracia pero lo intentan
con fervor. Con todo, en medio de las contradicciones, la suerte de Cipriano
Reyes, quedo entre dicho que las bases de la argentina tienen en Perón una
figura, lo irreversible del peronismo es lo más interesante. La argentina
inimaginable sin el peronismo termina por ser algo complejo, tanto que se les
antoja hacerlo religión, tanto que iría más allá, y en ese más allá, nuevamente
se re-escribe, si es reflejo y figura, cualquiera que quiera ponerse al frente
de la Nación. El
proyecto trunco de la democracia “alfonsinista” queda suspendido, nada se fundó
post peronismo en argentina que haya carcomido hasta el último centímetro de su
historia. Tanto así que al final de cuentas, queda sobre entendido ya es el
peronismo en el telón de fondo, desde donde parten las contradicciones de la
historia nacional. La UCR ,
quedó como un eco. La historia argentina, termina generando un sincretismo
extraño, mientras que algunos se quejan de que el peronismo ha sido imposible
de ser definido por los no peronistas, en todo caso, el antiperonismo, queda
indefinido en la perpetuidad.
De 1983, en cada intento de poner fin a la antinomia
argentina, el peronismo por lo menos trato de ser “olvidado”, trato de ser
aplazado, trato de ser descompuesto. En todo caso fueron los medios, los que en
medio de la comedia, durante el gobierno de Kirchner jugaron con una frase que
luego se esfumó; La republica Argentina peronista, la cual al fin podría hacer
de lo indecible, algo casi tan universal como la bandera y el himno,
curiosamente el creador de este desliz, no era un apasionado por Kirchner, sino
que parecía más un hombre cansado ante lo que se reinventaba como peronismo,
que si o si no es, la ortodoxia, la metafísica en el peronismo crean monstruos venerables, crean bibliotecas, y
hacen de ese “llamado” una cosa pasada.
Los que buscan el peronismo en los libros fracasan, los que
buscan el peronismo en las nubes fracasan, el peronismo es el poder en lo más
insignificante, en el trabajo de hormiga, el que así lo vea, verá que la
irracionalidad ha generado una maquina que siempre tiene algo que decir, con
todo, mediante Menem, mediante la idea del puntero, mediante la idea del
burócrata sindical, cada uno de los momentos contradictorios del peronismo hace
que se re-cree la idea, esto es el problema de quienes creen que pueden guiar
al peronismo, el peronismo es como el marxismo y el liberalismo, en argentina,
tratan de ponerle una etiqueta que vaya más allá el progresismo que es
peronista, la reacción que es peronista, pero incluso con ello, no generan del
todo una respuesta, porque el peronismo quiere ser encerrado en una ideología
terminada, quiere ser tenido por un lugar seguro, pero este es una red, una que
parece superar las mejores malas intenciones, Perón muerto pero el peronismo
vivo, Evita deformada en todas las formas de la herejía posibles se cierne como
un significado complicado que no puede ser olvidado.
Lo “familiar” para algunos, personal y para otros siniestros,
es lo que se ha hecho con el peronismo, tanto que se ha hecho cultura. Los
interpretadores del peronismo han sido tomados por oportunistas del poder, por
abanderados de la contracultura por “enemigos de la sociedad”, porque la
sociedad, la institucionalidad, la libertad y otras palabras son las que se han
salvado de ser “peronizadas”, con el tiempo, incluso, cualquier cosa parece
poder unirse, los antiperonistas hacen del fetiche una realidad, hacen una
cuestión pornográfica del peronismo, y tanto que toman al peronismo pasado para
pedir que haya traidores, sepultureros que de una vez terminen de hacer mierda
al movimiento peronista, aunque ya no pueden decir qué es. Estos “héroes”
cuando surgen son colgados por los mismos antiperonistas que le dejan claro que
también ellos irán al noveno círculo del Dante.
Perón, y el peronismo son cosas que han molestado a La Iglesia , la SRA y la mayor parte de las
patronales argentinas temen más que cualquier otra cosa. Como amenaza real del
poder de grandes grupos económicos, el peronismo fue combatido a sangre y fuego
y sus justificaciones inconfesables siguen hasta el día de hoy, Aramburu y
Videla son instrumentos, incluso los esclarecidos de siempre, pidieron la
piedad que jamás pedirían para con los peronistas, muchos lamentan más la
muerte de Pedro Eugenio Aramburu que el bombardeo de Plaza de Mayo, y eso los
hace lo que son, no es que no saben, no quieren hablar. Actualmente la mejor
camada de esto han sido los arrepentidos de Montoneros, y del Peronismo, los
que creen que pueden borrar lo que han escrito, una lástima, los libros no han
de cambiar, algo que ellos mismos no controlan, la política es economía, es
lucha, es seres humanos, viviendo y muriendo, ni Leis, ni Sabato, hoy pueden
deshacer lo que ya es historia. El “Nunca Más” que algunos idealizaron como
Nunca más: dictaduras, montoneros y peronismo, quedó en Nunca Más dictadura, y
desde allí el escándalo republicano, y el fin de la “institucionalidad”.
Con todo se puede decir que el peronismo va cumpliendo años
exitosamente, mientras tanto “intelectuales pagos” viajan por el mundo para
encontrar nuevas maldiciones sobre el peronismo, sin caer en el chauvinismo,
buscarán en el golpe de 1943 la veta de lo “inexplicable” para olvidarse de la
contra ofensiva del 55´ y el 76´; luego de eso podemos saber porque en
Argentina hay dos historias, porque desde un lado mandar a leer a la “juventud”
historia, y sin embargo temen porque la historia puede cambiar, le dicen a la
juventud que acepte la historia, no que la lea.
Dicen que la libertad de unos pocos no se puede tener con la
igualdad de muchos y quieren que esa simplificación sea la carta de
demostración de que ellos son los buenos de la película. El peronismo sigue
siendo el instrumento de las contradicciones fundamentales de la argentina, y
de las contradicciones fundamentales del Estado. Luchar desde dentro del
peronismo, entender las contradicciones, ir y venir, ha sido parte de la gran
disputa por el poder en argentina. Se ha soñado con partir y dividir al
peronismo, se han soñado dos peronismos irreconciliables que al fin, terminen
de resolver la historia argentina. El país “normal” de los dos peronismos.
Hasta ahora eso no ha ocurrido.
En una operación ideológica simpática, los fracasos de la
argentina son los fracasos del peronismo, de acuerdo a esto, no hay cipayos, no
hay personas que responden en contra de ninguna comunidad nacional sino que una
“maldición” estaría relacionada con el peronismo, desde Vargas Llosa a Sarlo,
la falta de una unidad y síntesis verdaderamente política tienen distintas
cadenas de valoraciones sobre el “NO” al peronismo.
En este sentido, los que hoy se quejan de prensa militante
tuvieron blasones de la argentinidad que tiene hijos y nietos de ese antiperonismo.
Mientras que las masas iban a pie a conquistar sus derechos en una lucha contra
las patronales, los que observaban se quedaban en un individualismo atónito del
cual no han podido salir hasta hoy. Algunas manifestaciones anti peronistas de
la periferia siempre formaron parte un evento, de un estrangulamiento regular
pero congénito. Ante ello, se crean mitos, Sábato, el cual sería un
anti-peronista confeso, y Borges, un hombre de justa miopía política, ellos
junto con Bioy Casares fueron los primeros que con “librejos” que no se
animaban a firmar fueron contra “La
Razón de mi Vida” de Eva Perón, poemas a Sarmiento, y otras
valoraciones de la libertadora, “La
Fiesta del Mounstruo” y ese grito ahogado por una opresión no
terminaban de conocer, abrieron el orden de lo que iba a ser un combate hoy
vigente, de los convencidos que fingen ser independientes. Hoy reemplazan a
estos blasones de la “aristocracia” argentina, las Sarlo, los Lanata, e
imitadores varios, todos unidos por un hecho que se les escapa de las manos,
“la verdad política” quien hace la transformación que sector es más dinámico en
la sociedad y quienes son los que resisten a los procesos desde el lugar
abstracto que más les guste.
Mientras que los sectores de la oligarquía tuvieron sus
mieles en 1930, 1955 y 1976, supieron quebrar, destrozando hasta el fondo el
yrigoyenismo, pese a que ahora busquen remontar YPF hacia Yrigoyen no hacen más
que ir a la sombra de los sentidos privatizadores de la realidad, pidiendo lo
que no hay. De todas las interpretaciones la liberal democrática tiene un lugar
especial. El peronismo el cual era un anomalía argentina, fue triunfando y
ganando años en la historia argentina, si se trata de entender la política más
que de aprenderla, es justo decir que el peronismo pudo y supo sobrevivir lo
que cualquier otro partido lo relegó la periferia para siempre.
El peronismo como movimiento histórico tiene bases firmes
casi místicas, llenas de contradicciones y se ha vuelto indisociable de la
historia argentina. Si hay un relato que puede ir más allá del granero del
mundo, es el peronismo, su materialización en sus contradicciones y su
transformación sucesiva, algunos añoran 1914 y otros el 45´. Tanto que el
peronismo ha generado sus propios fantasmas a medida que el tiempo pasaba.
Vandor y Menem, Rucci y Apold, quedaron encadenados en las distintas etapas.
Evita y Perón como un parte aguas dialéctico, Ortega Peña y Cooke, las
vertientes del peronismo de izquierda, las organizaciones armadas Envar el
Kadri, Abal Medina, y otros fueron generando las amalgamas de un verdadero
proceso de democratización de la sociedad, Argentina se puede partir bien con
la historia de las patronales que no perdonan; allí, resumiendo, el enemigo
eran las comisiones internas, la
CGT como CGT, la gente en la calle, “el chori y la coca”, los
tele espectadores de la argentina del orden, del falcon verde pueden ir y venir
sobre el “pero….”, dudan en afirmar que su papel es la periferia.
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