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Los partidos políticos y el rol de la oposición de 2001 a 2013.

En este trabajo se desarrollará la noción de partidos políticos dentro de un sistema de partidos versus la oposición orgánica de distintos sectores de la economía, es decir Gobierno versus corporaciones. A partir de esto se tomaran casos puntuales durante la gestión del gobierno kirchnerista en la cual se demostrará que pese a una crisis terminal de los partidos en 2001 se reconstruyó un sistema político particular en el cual como tantas otras oportunidades de la historia argentina, un partido predominante tuvo que enfrentar una oposición nucleada en los sectores concentrados de la economía. A partir de ello se puede entender que los partidos en déficit por no poder acceder a la primera magistratura y por la debilidad de sus cúpulas hayan tenido un serio retroceso. La renovación de la oposición como tal en dos años de gobierno de Duhalde y diez años de gobierno kirchnerista generó, una crisis crónica de la oposición que en Argentina con la particularidad más fuerte que en el resto de Latinoamérica. Revisar crisis puntuales del gobierno kirchnerista, y sus recuperaciones permite entender el verdadero significado de qué es la oposición en los partidos políticos, las arenas de negociación informales con sindicatos y empresarios, hizo que la oposición política quedará presa de los medios de comunicación para buscar eventuales proyecciones a escala nacional. Ser gobierno en cualquier distrito de la argentina es una ventaja clave sobre ser oposición porque la base social clásica de los partidos políticos está en crisis, ¿Es la no unión de la oposición causa de los medios, de los grupos económicos, o del gobierno?


Introducción:

La mejor manera de abandonar el liberalismo dominante en la Ciencia Política local es de alguna manera patear el tablero, podemos considerar que el kirchernismo no se define por medio de la endogamia. Lo que define al kirchnerismo es su manera de construir el poder, y con ello, define el conflicto con otros poderes el anti kirchernismo. Desde esa construcción hay una dicotomía que se puede ver de distintas maneras, entre ellas vemos que la presidencia sirve como gran arbitraje y también intenta ser un poder decisivo.

De todo lo que trata la construcción del poder, hay una parte curiosa pero no menor, el partido, el peronismo en este sentido es un movimiento que sobrevive mejor que la UCR la crisis orgánica fatal del 2001, nunca en la argentina, un poder se caía sin la claridad casi inmediata de quién sería su reemplazo. Esta fue una excepcionalidad que hará a la historia del Frente para la Victoria, el cual con el tiempo se iría fundiendo a la idea del peronismo, curiosamente cuando se habla de kirchnerismo se dan dos supuestos, que este es peronismo, pero a la vez es distinto, y que Frente para la Victoria es un punto de partida de lo que fueron los distintos episodios donde la política fue generando conflictos. Los más importantes fueron, desdibujar a la oposición y al peronismo. Surgieron “radicales K” y “Peronistas Federales”, en este sentido, Kirchner, fue sustentando su poder, invadiendo las seguridades clásicas del bipartidismo ya desaparecido. Cobos fue un problema general de la sociedad en Argentina, un caso atípico, y este fue el disparador de cierta idea de que la oposición a un gobierno se puede hacer desde cualquier lugar. La UCR pudo sobrevivir al 2001, se recompuso como estructura pero nunca volvió de la crisis de De La Rua. Sería ocioso decir que el “pan radicalismo” tiene menos fuerza que el “peronismo” en sentido amplio, pero vale decirlo para entender que no existió ningún polo relevante de lo que ya existía para reorganizar a los opositores al gobierno.

La recomposición de este problema no es abordado seriamente por los opositores al gobierno, por otra parte las respuestas intelectuales del kirchernismo orgánico no les interesa por lo menos hasta ahora ver la ausencia de oposición “política partidaria” como una amenaza, han preferido, buscar, aliados y enemigos de acuerdo a las coyunturas, esto hace del kirchernismo una fuerza inteligente ya que sabe de las bases de su poder, y quienes son los que las amenazan.

Este trabajo va a poner en relieve este punto, el kirchnerismo dio una reforma política, las Internas Abiertas Obligatorias, pero esto no es lo importante, tampoco es importante que hoy en día, haya dado una democratización de la justicia en términos de listas, lo que el kirchernismo pone en relieve, es que cuando democratiza, muestra a la vez su preponderancia a la hora de ir a las elecciones y obtener mayorías. Por esto es necesario, no tanto decir si es autoritario o no autoritario, sino entender que luego del 2001, la alteridad se mantiene en suspenso, la ausencia de un poder fáctico como el ejército dejo a los medios, el poder de erosión de un presidente pero no la posibilidad de imponer a la vez un candidato. En este sentido, el Grupo Clarín cuando rompe con el gobierno siendo el poder fáctico más capaz de hacer frente al peronismo kirchnerista, no buscó un candidato claro, sino que prefirió sostenerse en sus redes construidas con anterioridad. El problema de la sucesión se refuerza, presidencialismos personalistas potentes, versus un periodismo que más fiscalizar ataca gestiones de gobierno porque no puede obtener más poder que el que actualmente dispone.
De 2001 a 2003, la recomposición del capital político, ideológico y económico:

El PJ operado por Duhalde y Menem fue el que se limitó a tomar el papel del partido del orden y del partido de la renovación según lo entiende Novaro, desde allí en adelante, la “Liga de los gobernadores” fue una cuestión sobre la cual pendía lo deliberante del poder de la Argentina, Rodriguez Saá quedó relegado, Kirchner versus Menem, fue el deseo más profundo dentro de los poderes reales del PJ, con esto las elecciones del 2003 fueron la contra cara de las elecciones del 2001, una vez que se dio la devaluación, toda la construcción del menemismo entró en crisis, ya que ni culturalmente, ni políticamente Menem era capaz de tener ya el PJ en su control ni a la sociedad a su favor. Otras fuerzas como el ARI o RECREAR, en estos momentos eran fuerzas que estaban en su mejor momento porque podían avanzar sobre la crisis orgánica que se había desatado con el pacto de Olivos en 1994.

Duhalde intentó ser su propio sucesor sin éxito, el maquiavelismo político quedo implícito en un aceitado aparato que quedó en disputa durante todos los años 90´ pero que Duhalde construyó como la otra pata frente a lo que era el sindicalismo partido entre el MTA y los Gordos. Kirchner, va tomar tres desafíos, el primero, usar el mínimo capital electoral, segundo, tomar el valioso capital político, partía del duhaldismo, es decir de la Provincia de Buenos Aires, la provincia más peronista por excelencia, y a partir de allí, pensar el gran desafío sostener y aumentar aquella reconstrucción de la autoridad presidencial. Medios de comunicación, empresas multinacionales y Organismos Multilaterales de crédito, especialmente el FMI, se pusieron a la cabeza de los poderes fácticos. Recordemos que a partir de 2003, los indicadores económicos irían en aumento y que la expansión económica, estaba apuntalada aunque no asegurada.

En este escenario, Kirchner tenía que hacer que la política acompañara a la economía, Kirchner podría haber sido un presidente débil en un país pujante y podría haber sido reemplazado “fácilmente”, heredando al ministro Lavagna, Kirchner, sabe que el FMI, es el primer obstáculo, luego viene el ALCA, y luego todos los intereses locales combinados. La “ortodoxia de Kirchner” es saber cuál es el enemigo principal, ese es el sentido del pragmatismo de “Los muertos no pagan”, en ese momento Clarín, obtiene poder al ser prorrogada la paz que obtuvo con Duhalde en la prorroga del pago de impuestos, y con la búsqueda de nuevos mercados, entre ellos la Internet.

En 2003, los otros partidos, se estancan, tanto es así que en ese momento todo esperan el mal momento de Kirchner, o cierta crisis orgánica en el peronismo, subestimar a Kirchner, y al peronismo fue clave, la oposición desunida, lo fue desde el principio, el bipartidismo, y la rápida posibilidad de la alternancia se licuaban progresivamente. A Kirchner se lo consideró el presidente de una minoría parecido a Illia con 22.24%, a partir de allí, el peronismo es la fuerza histórica a recomponerse, Kirchner lo sabe y lo hace, la transversalidad abre la puerta a posiciones nacional populares, excluidas del PJ, Luis D Elía, Emilio Persicco, y otros. Luego busca aliados seguros, los tiene el nuevo presidente de Brasil, Lula Da Silva tiene problemas similares, Hugo Chávez Frías, muestra una buena forma de hacer política enfrentando al neoliberalismo. Kirchner es el primer pragmático que no es liberal, es en términos de Maquiavelo el que entiende qué es la fortuna y qué es la virtud.

¿Cuál es el papel de la oposición? Simplemente estar expectante y seguir en las arenas mediáticas que habían dado razón de ser al FREPASO y la Alianza, Kirchner lo sabe, por eso mismo va a darle al partido una razón más concreta y genuina, uniéndose a Hugo Moyano con la recuperación de las paritarias, dando espacio a la militancia, Kirchner empieza a poner en su campo ciertos poderes menospreciados por el menemismo; los clásicos poderes del peronismo, los partidos opositores acostumbrados a vivir del “Estado” de ser acompañantes de cierta realidad quedan relegados, los medios de comunicación al ver el vacío avanzan aún más, y son los empresarios de dueños de medios, aliados o enemigos de Kirchner los que optan ganar más influencia, de allí provendrá la fuerza De Narváez, también la creencia de Macri que era posible crear un partido nuevo el PRO, el cual si podría ir conquistando el vacío. Hay que recordar que Alfonsín y Menem, son los presidentes que mejor usaron la televisión como arma de combate, y tal vez Alfonsín haya sido el mejor en este sentido, su discurso fue preparado para ser visto en televisión, para ser claro y para ser esperanzador. La palabra política despersonalizada fue lo que entraría en crisis posteriormente ya que era incompatible con el peronismo.

No obstante, de 2001 a 2003 se van desactivando las peores condiciones generales de la crisis del sistema político y se acentúan las crisis en el partido peronista y en el presidente, la gente renuncia al “Que se vayan todos” pero sólo a cambio de una nueva estabilidad, un contrato social. Kirchner hace creíble a una política que había sobrevivido por eso la política, se “reinstala”, la política como tal nunca desaparece, lo que estaba en crisis era la soberanía, es decir, el papel de la política en el Estado, en una crisis profunda del transformismo de fin de los 80´ hasta 2001.

Kirchner va a usar los recursos y perfeccionarlos. Eso hace que se salga de cierta lógica profesional electoral, de ahora en más, la permanencia en la política se centra en una lógica clásica del peronismo territorialidad, y fuerza en movilizaciones, todo eso queda enmarcado en que mediante la salida de la convertibilidad, Kirchner acepta dos premisas, la primera de ellas, ordenar lo que Duhalde no puede, ser un presidente de la legalidad democrática y no del artificio generado por el propio ex presidente para llegar al poder. Dado esto, los partidos políticos tienen que evolucionar, de allí en adelante, el kirchernismo nace como identidad política, medios de comunicación y Kirchner apuestan por una gran personificación de la gestión. Kichner sale a hablar por medio de las herramientas del Estado, dando pocas conferencias, y uniendo su gestión a sus palabras, de esa manera actualizando la dislocación entre tecnocracia y política, en el sentido de lo retórico, une su decir y su hacer. Duhalde pactó con los medios, los medios llegan a su cénit en el duhaldismo y no bajo De la Rua, ya que ellos ahora, tendrían la capacidad de influir en la interna peronista.

Argentina pasó de 2003 a 2007, por un proceso de consolidación de un modelo extractivista, el boom de la soja, el auge del “neo desarrollismo”,  y la búsqueda de Kirchner de superávit gemelo, a la vez Kirchner se acerca a la gente como presidente y no como Kirchner, invirtiendo lo que hacía Menem. Esto regenero la idea del peronismo más clásico, la administración de las cosas caía, era el momento de la política.

Esta es la lógica de un movimiento político, ocurre por la fuerza de una gestión y de condiciones materiales propicias. Sin duda que Kirchner es capaz de llevar adelante ese proceso, la “Democracia de Audiencia” empieza a rivalizar con la lógica populista.
       

2007 y 2008, la crisis del status quo real del extractivismo.
Cristina Fernández de Kirchner con el 42,29% es electa presidente de la Nación, una recomposición de primera minoría clara, hubo ciertas especulaciones ociosas sobre si el estilo de gobierno hacía al gobierno real del kirchnerismo. La respuesta fue no, y eso creo cierta forma de pensar en los grupos dominantes, Carrió y Lavagna en esa campaña fueron desprendimientos del éxito de Néstor Kirchner al enfrentar los enemigos principales. La democracia efectivamente funciona, el peronismo está recompuesto.

El problema ahora viene de la mano de profundización en esta segunda etapa, el kirchernismo, ya no quiere sólo recomponer el presidencialismo, ahora apuesta por crear un nuevo estado de cosas, Cobos es parte de ese momento, radicalismo y peronismo están en una fórmula kirchnerista que va a ser exitosa, y que va a superar a la Alianza, es decir una coalición testimonial que muestra cierto estado de cosas.

La política está madura, ahora es el modelo sojero extractivista el que perjudica la redistribución del ingreso, y el empleo debe además colocarse en la actividad secundaria, en este sentido las retenciones son la clave. El FPV es una fuerza madura, todos los elementos del peronismo importantes se han recolocado para ponerse al mando de Cristina Fernández de Kichner, la UCR se desintegra a nivel identitario, ser radical ya no es necesario para ser “anti-kirchnerista”, mal que les pese a los optimistas del pluralismo. Imaginamos entonces que “el Campo”, va ser el sostén de toda la oposición política, ya que el problema era como manejar un país ya ordenado, el tema se transformó en el orden mismo. El kirchernismo va a romper con la ortodoxia más dura de elegir a un enemigo principal y va a unir a sus enemigos en lo que se dio a conocer como “La 125”, la historia del kirchernismo mismo está en juego en este periodo, en el nace Carta Abierta, también Clarín hace fuerza por terminar de avanzar en el centro político, y por fin nace la idea de “relato”.

Ni el oficialismo, ni Clarín, ni el Campo quieren oportunistas políticos, la Mesa de Enlace no cree necesario a ningún “líder político”, ya que ella se considera como la CGT verdadera parte de la coalición de gobierno. No hay partidos en la 125, hay una puja clásica en Latinoamérica, una disputa por la hegemonía, en la que la “democracia” tiene poco que ver. La crisis de representación está en los partidos que no son parte del oficialismo, ¿fueron acaso ellos los instigadores del conflicto? La respuesta es no. Hasta el momento en que se voto en el congreso, fue su rol testimonial, mediático y de oposición fiscalizadora. Cristina Kirchner patea el tablero, el peronismo ahora busca su pasó a un nuevo piso, y es el momento donde la transversalidad debe entrar en el peronismo, Néstor Kirchner, sabe que el enemigo principal está afuera, es el momento del PJ, solamente derrotando al enemigo intento, se puede tener una victoria y un afuera donde se active la lógica de “Patria/Corporaciones”.

Scioli, ahora gobernador forma parte de un hombre “seguro”, el kirchnerismo sale a buscar una base sustentación plenamente popular, es el momento de la política, la política entonces termina generando el papel de los privilegiados de la Argentina, el conflicto élite/pueblo se había desatado de manera clásica, tal cual Perón lo había tenido con el IAPI, los otros partidos, cual Unión Democrática, no vieron la crisis en las reglas de juego, el mayor perdedor a largo plazo sería la UCR.

De ahora en más, no hay partido de la “democracia”, el sistema está polarizado por sobre una base una base orgánica, Clarín hace fuerza para poder condicionar un sistema que consideraba frágil y lo era. Cristina Kirchner pierde “La 125”, todas las fuerzas políticas se pusieron de un lado o del otro, la Corte Suprema y el Legislativo como poder reaparecen, y es el momento donde se necesitan partidos.

Extractivismo o “Populismo”, esta idea es la matriz, por otra parte se usa a la inseguridad como la medida apolítica donde el medio periodístico hace fuerza, las clases medias son partidas en kirchneristas o anti-kirchneristas, ya no se trata de saber si es un buen o mal presidente, se trata de saber, ¿Qué hacer con el Estado?

Los periodistas aportan el institucionalismo que no supieron ganar los políticos, el “Cuarto Poder”, se habilita a armar un arco opositor, Kirchner ya superó el ALCA, tiene aliados, tiene además una CGT que quiere fortalecerse aún más. Es el momento de la lucha clásica entre lo que se entiende como el movimiento versus los partidos políticos.

De ahora en más, los DD HH, la redistribución de ingreso, y la democracia son atributos del kirchnerismo y el que se los disputa son las corporaciones locales, es decir, el conflicto insoluble hace que la lógica de adversario tienda hacia el enemigo, y el enemigo, en este caso no va a querer respetar la “representatividad” de los partidos políticos. Ahora las elecciones van a hacer un medio para “frenar al kirchnerismo” y no un medio para reemplazar al kirchernismo, es decir que la oposición va entrar en una crisis que parece un éxito parcial en su victoria en 2009.

El kirchernismo elige a sus aliados e incluso a sus peores aliados en ese momento, de allí en adelante, el capital político se usarán en el enfrentamiento, es el momento del PJ y la CGT, y el avance sobre los medios, e incluso una victoria bastante clara sobre las instituciones “colonizadas” por el régimen anterior.       

2010 a 2013, verdadera refundación, principios del populismo, la guerra mediático-política:

La estrategia de oposición legislativa al ejecutivo de Cristina Kirchner se muestra desastrosa, Cobos como opositor es mediocre, la AUH, hace que el momento de los enemigos aumente, la transferencia de recursos a las personas que más bajos recursos va en contra de las bases de la sustentación de un resto del PJ rebelde, Néstor Kirchner ganó grandes espacios y puede ser un presidente creíble. El poder bicéfalo inédito en Argentina, no tiene traba jurídica e institucional alguna. El poder del kirchernismo puede convivir con la constitución.

Hay una red de subsidios, existe un aumento del consumo post crisis de 2008-2009, el keynesianismo toma el lugar del orden más conservador de los inicios del kirchnerismo en términos de pagar deuda, es el momento de la disputa por la economía desde el Estado. El kirchnerismo ajusta y sostiene medios afines, el Grupo Clarín se instala como un referente de la oposición política, la disputa por la agenda es clara, en este momento se crea la fisura por la cual surgen dos problemas, reforzar el papel de la sucesión presidencial, se suma el papel del bicentenario como fenómeno cultural, el cual mostraba a la Argentina como un país donde se vivía mejor, ante el fracaso mediático en tratar de cambiar el humor de la gente, la oposición se vio como mera fachada de los grupos económicos. La gente se mostraba kirchnerista u opositora pero ya no valían como relevantes las personalidades presentes en la televisión y sin poder real como los líderes partidarios de muchos partidos políticos sólo legislativos que perdían sucesivamente el control de la cámara al tener fracciones de partidos no kirchneristas acompañando votaciones y no bloqueando.

En este clima, Kirchner se muere. Para este momento el peronismo es un gran partido reactualizado, los DD HH, la economía, y la Patria Grande Latinoamericana son elementos clave en la forma de entender la realidad es un discurso completo desde el punto de vista del papel de la política, Clarín es visto como cómplice de la dictadura, Techint y otros grupos son vistos como parte de una alianza patronal, la CGT forma parte la alianza, hay una muerte importante la Mariano Ferreyra, por parte de la burocracia sindical. Todo eso configura una crisis, Kirchner muere sin ver las contradicciones materializadas.

Su base real, sale a la calle, en su heterogeneidad muestra a un partido renovado y vivo. Esto muestra que el fenómeno populista estaba presente y que se había cristalizado ante la incertidumbre del que se consideraba, el presidente capaz de crear ese sistema. La idea plebiscitaria estaba presente, la legitimidad de Kirchner se demostró más importante que su intención de voto. La juventud se incorporó en un discurso completamente maduro, había una sociedad que disputar, en este sentido, los límites estaban bien definidos.

Partiendo de allí Cristina Fernández de Kirchner va a ganar por el 54%, todos sus opositores van a tener las peores elecciones tal vez imaginadas y Duhalde la esperanza maquiavélica por parte de los grupos económicos no kirchneristas quedó desactivada.   


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