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Lecciones del Congreso anti-Mafia:




Hablar de Mafia en Argentina es como todo asunto que está relacionado con la política muy complejo, desde probar quienes son, hasta preguntarse, si es posible dar con una red completa de la Mafia, además como tal la asociación ilícita para el crimen es algo que en todo caso tiene que por lo menos tres patas, una criminal, una económica y una política, la mafia en este sentido es una forma mucho más contundente que hablar de corrupción. Porque en el fondo, lo que terminan contándose son todas las cajas hereditarias de financiamiento paralelo, cajas que funciona y que seguirán funcionando porque hacen a la construcción del poder. La pregunta entonces es qué es el poder en Argentina, cuando gran parte de los activos, Yabrán, el correo OCA, los documentos, la transferencia de dinero fueron parte de un imperio y de una mafia. Mafia que se mostró capaz de evolucionar, y sabe que en el fondo se trasluce que hay un ordenamiento, donde la violencia, el poder económico y la reactivación de varias crisis sociales tuvieron que ver con la mafia. Por un lado, la representación política de nuevos actores sociales, por el otro, la evolución de leyes represivas, y por el otro los derechos humanos. Quien entienda esto, puede darse cuenta que el equilibrio es complejo, y no sólo complejo sino que tiene que ver con lo político de una manera espeluznante.

Como siempre surgen las burocracias de las burocracias, y como siempre, unas reemplazan a otras muchas veces por capricho, por efectismo o por mala voluntad explícita. Todo eso conforma la historia de la misma existencia de las mafias, pero, ¿Cómo podría hacer argentina para vivir sin ellas? Y cuando se dice así porque arrancar las mafias implica un esfuerzo mayor al pensado, negar que argentina se compre mercadería robada y se produzca de manera irregular sería pecar de ingenuidad. No obstante, la “inseguridad” siempre tiene al mismo sujeto, no al policía que arma a los pibes, el proxeneta, el que administra el taller clandestino. No, en todo caos siempre son los periféricos. Consideremos esto y veremos que muchas veces los problemas que se dicen insolubles en todas partes del mundo tienen que ver con la sociedad moderna, con la “Higiene Social”, con los saberes de los diferentes que cuando molestan resalta lo que ocurre realmente en el país. Si industrias como la moda, en general puede tener la garantía y el aura de que el tallerista es un ser despreciable y un esclavista que no labura para ellos. ¿Cómo no decir que la moda en Argentina tiene al aura de la esclavitud?

Ahora si revisamos más la Argentina nos damos cuenta que siempre llegan los controles tarde porque desde el vamos la “responsabilidad social empresaria” es muy baja, y si los políticos son empresarios, ¿Cómo frenar esta cuestión? El eufemismo estúpido de clase política forma parte de la zoncera más rabiosa de los últimos 40 años, tanto así que siempre se manejan y se preparan temas de preocupación, y se prepara el camino para ver qué son los sueldos de las personas y ciertas perspectivas económicas de corto plazo. Fue así cuando se dijo que las dictaduras proveerían seguridad, fue así en 1995 con la crisis del Tequila mediante, la convertibilidad era el camino seguro para poder mantener a la Argentina en orden. El “orden” es algo que en Argentina no se cuestiona lo suficiente y que cuando se lo cuestiona se lo cuestiona de manera desordenada. La emergencia permanente no es sólo un “discurso político” sino que ha sido una forma de pensar la sociedad, que tiene muchos adherentes, el primero de ellos el amarillismo, nada vende más que un desastre, tras otro. El “roba pero hacen” se podría “sumar al matan pero hacen”, pero ver la llegada a la democracia como todos los actores de poder que siguieron siendo un influjo en todo el proceso y que por eso llevaron a la Argentina de hoy es algo complicado, que con sus contradicciones muestra hasta que punto la a-politicidad rinde, es un éxito, es un éxito que los espectadores siempre sean más. A todo eso, como siempre se habla de un “pueblo argentino” indistinto, cuando la realidad es que las relaciones cruzadas no son las mismas, no es lo mismo lo que pueda decir cierta “piedad cómoda” que lo que digan las agrupaciones feministas sobre los temas que hacen a los derechos de la mujer, recordemos que no fue la gracia que no fue la buena voluntad la que dio el voto femenino, sino que como siempre fue el choque de las reivindicaciones con la utilidad política, hoy la democracia ya es masiva, entonces, cuando la intensidad bajo, cuando el Estado dejó de prestar servicios, cuando el examen fue más y más abstracto en un modo de producción que es fragmentario.
  
 Por otra parte si consideramos que el “delincuente” es parte de la “religión popular” porque el delincuente es la forma más radical de enfrentamiento para la injusticia en muchos, casos si sabemos que estigmatizar al delincuente es fácil y hablar de cultura de muerte por la aparición de “San La Muerte” o cualquier otro relato. Hay demasiado invertido en esos perfiles y pocos sobre el poder.

¿Qué es una mafia? ¿No es un imaginario? Desde el cuatrero del siglo XIX, el Padrino, hasta el “pibe chorro” hasta el “Señor Kioskero” como canción, hasta como siempre, la visión curiosa de la salida del boliche violento, las estampas de la gente, de los “pibes”, todo lo que el consorcio de los poderosos vende como juventud perdida, “sociedad corrupta”, y una sociedad hipócrita, que no termina haciendo otra cosa que ir lavando los procesos. Cuando se piensa que no es cultura no decir qué es la mafia, sería como decir que Argentina no tiene una cultura de la picana aunque aquí se haya creado la picana. ¿Somos los argentinos tan bienpensantes? Los Argentinos bienpensantes, son esos que se les parece que algunas cosas son parte de “la paz social”, los que hablan pestes de la lucha armada y no pueden decir que la guerra de clases en Argentina viene de la mano de la mafia y de 600.000 personas que no sabemos dónde podrían estar, en nuestro país. Los apelativos a una religiosidad, a una piedad, o a una compasión cuando es mediática y ve el mundo como un lugar terrible forma parte de esa guerra ganada por el Proceso. Esa guerra que tanto miedo tiene porque extienden y no ha acabado, una guerra en suma que tiene una auto-exculpación, medios hegemónicos diciendo que cualquier actividad comercial en la dictadura podría ser revisada políticamente por ser parte de un rédito político, de una venganza, pero no forma parte de eso la idea misma de la democracia, con sus mafias tomando lugar de juez y parte, y no pudiendo ser juzgadas por su papel cabal y completo en la negación de los derechos. En Argentina la gente que persigue a la D2 cordobesa no tiene vacaciones, tampoco los que denuncian a la Santafesina SA, ahora curiosamente argentina, sabe que esa es la gente sin custodia, curiosamente el Poder Judicial, la Corte Suprema, no puede hacerse presente en cierta suspicacia.

Un Congreso anti-Mafia tiene la desgracia de no gozar con la propaganda papal, con no contar con la propaganda de muchos factores de poder, sin movileros, sin periodistas, ocurrió en medio de un desastre donde toda la sociedad se pregunta si el poder como tal funciona y representa donde la noticia caliente el caranchismo se armo en una guerra sucia, en la cual la victoria es saber si eso impacta o no en la campaña. Por desgracia la Ley de Trata de Persona sigue sin reglamentar, y de alguna manera, todas las emergencias que ocurren apiladas una sobre otra generan una cierta distancia insalvable entre el estado derecho y no la competencia electoral, sino entre el estado de derecho y la organización de la población. Los laburantes viven el drama de la parálisis política, y encima se les reclama que tengan valores perfectos, cuando los cafisho pueden vivir con una ventaja total. Todas las industrias que conquistan el brillo de entretener forman parte de algo más duro que no ver qué ocurre con las elecciones.

Pero pese a todo, la política sigue siendo y a no olvidar la dirección económica por parte del Estado, con toda la legalidad/ilegalidad, no transformar lo modelos económicos, es escribir papel sobre papel. La superación del estado actual de cosas requiere vender muchos prejuicios:

1.      La economía sumergida no va a terminar de ser parte del crecimiento espontáneo del capitalismo como alguna vez dijo Varga Llosa sobre Perú, las tasas chinas de crecimiento suelen ser porque las condiciones laborales son chinas, y la tasa de multiplicación llega al absurdo en nuestro país cuando muchas veces es parte de una multiplicación abusiva en el propio mercado interno.
2.      No auditar a las empresas que se pertenecen a los empresarios que quiebran endémicamente, que persiguen trabajadores, que esconden las maquinas que no quieren que les ejecuten. Todas las leyes que benefician demasiado a los empresarios que quiebran y muy poco a los trabajadores que se despiden. Incluyendo casos escandalosos como los del Bahuen, donde el dueño reclama como propiedad, un hotel hecho con créditos fraudulentos dados por la última dictadura militar y donde la justicia, falla primero en el papel de la propiedad y luego en el del los trabajadores.

3.      No hacer de la militancia social algo que sea de más vergüenza que el robo y especulación inmobiliaria, la cual evade y atesora dólares, la cual es la manera en que el ahorro se presenta y se representa. No dar paso a la idea de que el que ocupa un terreno es delincuente y el que manda a matar para desalojarlo es inocente. Basta de proponer que es la política la que ocupa de hacer que los terrenos se tomen cuando es el hacinamiento el que expulsa la gente hacia otros terrenos. No engañarse con que el desarrollo de los shoppings en las ciudades crean el espacio para la valorización de la tierra que va a desalojar a quienes solían vivir allí, proponiendo que la expulsión es la lógica primera para poder decir que una ciudad sea la que sea, en cualquier parte del país mejora. Esto niega el papel del estado como prestador de servicios públicos.

4.      Las empresas no pueden ser las que auditen si sus proveedores son los que realizan el trabajo esclavo, no puede ser que las patronales puedan decir que no se dan cuenta qué pasa con los talleres clandestinos.

5.      Cada vez que las leyes de fábricas recuperadas (vetos reiterados pese a votaciones mayoritarias) no se realizan, cada vez que los ejemplos como Zanon, el Bahuen y las cooperativas son bastardeadas por ineficientes y por carentes de inversión se olvidan que el perdón, la defraudación, el robo y el secuestro de mercadería, empresarios devaluadotes crónicos y otros personajes crean una mafia sobre la condición de vida del trabajo en negro y sino del trabajo esclavo.

6.      Cada vez que la Ley del Peón no se aplica, gente vive en peores condiciones e incluso desaparecen como Gabriel Solano el cual además de todo no le pagaron su sueldo entero y en que usan las cooperativas como fachada para justamente tercerizar. La tercerización en el campo forma parte de esa contra-cara necesaria de la supuesta “falta de voluntad” de trabajo de la personas de la provincia del Interior. Para empeorar las cosas, Argentina puede decir que donde funcionó un prostíbulo donde estuvo Marita Verón fue también en las afueras de la Rioja, parte de una vivienda de peones, los cuales terminaron allí por la misa Ley del Peón, la cual obligaba a sacarlos de los containers sin  baño en los cuales vivían. El senador Carlos Saúl Menem por la rioja, en este relato que no es mágico voto en contra de la Ley de Peón.

7.      Argentina tiene que redistribuir el ingreso realmente haciendo que los bienes de la mafia pasen a manos de los trabajadores. Es la única manera de debilitar los patrimonialismos más rancios de las provincias. Es la manera de terminar con las mafias dando espacio a la gente que necesita. No hay que hacer otra cosa que ir confiscando sin dudar todo lo relacionado a esa economía paralela, lo cual forma parte de crear espacios útiles para la sociedad.

8.      La represión es sólo una parte del papel del Estado cuando falla a la hora de garantizar los derechos, cárceles, policías bravas, sistemas de cobros que van desde la venta de bienes en las calles; la prostitución, el secuestro, la tortura, el tráfico de personas, el tráfico de órganos, el tráfico de niños. La persecución de los indígenas, la recopilación de datos de activistas políticos, todo eso forma parte de una red integral que atenta contra el control de la policía por el poder civil. Mejor que teorizar si un Estado es más o menos democrático por el acuerdo que hay o no entre ciertos factores de poder, es más sincero ver el conflicto como la naturaleza permanente de este sistema y que “la crispación”, es apenas la primera fase de una conflictividad que es tapada por simples especulaciones de si las cúpulas dialogan o no. No de cuál es el papel de esas cúpulas. Los Jefes de la Policía pueden estar tranquilos en este sentido, Casal y Berni, apenas son la punta de un ovillo donde los comisarios hacen carrera. El dilema de la policía corrupta que se la juzga fácil para la “clase política” y la policía como fuerza como “clase” usando el mismo término tan generoso mostrando que su autonomía es un desafío desde 1983.
9.      La infiltración de las mafias en gendarmería, y prefectura, los desmanejos en los sueldos, las bicicletas judiciales y todos los negocios que se hacen desde afuera de las fuerzas policiales. Estas fuerzas sumadas a la federal, la eterna fuerza de la tentación del dinero. La incapacidad de hacer fuerzas policiales en tiempo y forma, la expansión desmesurada de la cuadrilla policial, el manejo descontrolado de número y no de forma de aquellos oficiales. La sucesiva interna política de estas fuerzas policiales, la operatividad, la lealtad de la policía a la misma policía antes que a cualquier otro poder.
10.  Argentina como “país narco”, tensiones con la seguridad, elecciones por parte de grandes redes como en México, porque esta desbordado a todo nivel por las fronteras, la violencia en los barrios, las deficiencias varias en cuanto a la forma en que estas realidades ocurren, el latifundio como lugar donde se pueden producir drogas también y no tener control alguno. Cierta explotación política de estos temas, en una falla en los sistemas en distintos niveles. El papel del Tráfico de Armas en ellos, la operación “Rápido y Furioso” como el gran regalo a los Carteles Mejicanos. El narcotráfico como negocio que creció 2000% por ciento desde 1987.
11.  La demencia de bajar la edad de criminalidad de los menores cuando los narco-traficantes eligen chicos de ocho años o menos.
12.  No dejar que la policía abuse de las mulas y que no mueran o sean golpeadas como parte de esa “mano dura” contra el Tráfico.
13.  En Argentina se han pinchado más teléfonos a políticos que a narcotraficantes. 
14.  Gerardo Martínez titular de la UOCRA forma parte de la relación espurea en la cual las patotas forman parte de operaciones paralelas. Ex Batallón 601, entregador implicado en la causa de Carlos Olivera y de SITRAIC, él forma parte de las mafias más prominentes dando más margen al negocio de la construcción.  
    

                                                                       I-

Claro que cuando se habla de Mafia y se habla de corrupción se habla desde la ideología, y por supuesto que hay relatos, hay caminos que las distintas ideologías recorren y hay eufemismos para evitar pensar lo que está más allá del poder de muchos de lo que la combaten, el poder mismo de las mafias. Si a esto se suma el poder de los testaferros a todo nivel, el sistema forma parte de una continuidad, en este sentido los grupos políticos-económicos ganadores de la dictadura han heredado en la institucionalidad débil la forma esencial de la reproducción de su forma de vida.

La Mafia muchas veces sale de la misma lógica de combatir “fuego con fuego”, es decir de ir construyendo redes ilegales para competir contra otras redes ilegales. Estas redes terminan insuflando dinero fresco al sistema económico mundial y por lo tanto la convivencia con ellas, forma parte como siempre de una “necesidad” y se debe decir “necesidad” porque suelen ser las potencias las que de alguna manera combaten/administran las mafias. Esto está en la cultura, y forma parte de un gran imaginario, donde los barrios conviven, donde algunos agentes son mostrados con más profundidad que otros. La política entre lo que se acusa como clientelismo que se renta y la puja por el dominio político de las villas como tales. La política villera como dejada de lado por los grandes medios de comunicación pero clave de la paz social, y por eso manejada y heredada. Los partidos ganan y pierden representantes y esto es demonizado especialmente en vez de ser visto no como un solo personaje que se aprovecha sino como la eterna postergación de la urbanización de la villa y de la calidad de vida.

Ahora cuando se piensa como la política de una clase y como el impedimento para la democracia popular, “la mafia/policía”, y todos sus eslabones son claves para sembrar muchos excelentes discursos que son criminales que se hacen sentido común y que no pueden ser combatidos desde el puritanismo ni desde el oportunismo. Oportunismo es el simple heredar esos problemas, oportunismo es vender la muerte de las personas de la villa como “enfrentamientos”, y sobre todo depende sólo de los datos de la policía. Entender que el narcotráfico se hace más violento porque los pobres sean más pobres sino porque los narcos ganan más plata. El impedimento para las villas de tener sus propias radios, y sus propios medios. Siendo las villas mismas las que impulsan las resistencias en todo plano incluso en la denuncia por parte del propio terrorismo de Estado, el ningunear a la villa y decir que está politizada.

¿Dónde empiezan y donde acaban las Mafias? ¿Cómo afectan al modelo productivo? (Se llego a un punto donde no sabe si es parte de una sociedad que no puede dar más empleo sin dar un salto que cambie las condiciones generales de vida o si simplemente se quiere jugar con la desesperación de la gente que nunca halla trabajo) ¿Lo acercan o lo alejan de la contradicción fundamental de capital/trabajo, su crecimiento profundiza el coloniaje? La respuesta es sí, Patria Sí/Colonia No, forma parte de la lucha contra la trata y el trabajo esclavo y esto es tan patente como el dominio por los Acuerdos de Libre Inversión, después de todo los capitales que se fugan lavados llegan desde la otra punta del mundo como otro de los arietes.

No se puede andar con cosmética, en política todo el dinero se puede usar para “política” y pensar que todas las terminales no tienen contacto alguno con la mafia sería una cosa menor. También sería una cosa menor, no pensar que la mafia tiene poderes que el poder, que la Universidad convencional atrasada, voluntaria o involuntariamente no comprende, que los expertos no hablan y que su conocimiento es elemental. Hablar de que “el primer mundo” falla paupérrimamente en asegurar esto, y ahora con la crisis internacional menos que menos, decir que la “industria de la vagina” va de la mano de las guerras, y que no conoce frontera alguna, no podemos siquiera creer que la legalización de la prostitución pueda parar este proceso pero sí podemos decir que la hipocresía de mantenerla fuera de todo lugar y negar y no asumir que el país está recorrido por redes de trata no ha hecho más que asegurar que la prostitución no importa su monto y su lugar de ubicación opte siempre por la trata. Decir que los clientes que usan a las mujeres para golpear, y torturarlas sólo por gusto como parte del consumo en medio de este sistema forman parte de delitos que no se pueden negar.

Argentina al no poder llevar la ley de educación sexual integral a todo el país, no puede menos mostrarse desarmada para avanzar con todos los temas relacionados con la trata en general. Dependen las familias, de la mala información que pueden tener y de la esporádica información de los medios de comunicación.

Ahora bien, como siempre no se puede esperar que la letra muerta de cierto pensamiento burgués que se escandaliza por la letra chica de una constitución o por pauta más o pauta menos de un supermercado o que cubre más cuando pierde un banco privado en Argentina que la trata de personas sea justamente el foro ideal para pensar, ¿Cómo fue que llegamos hasta aquí? La Carta Magna imagina que la “esclavitud” abolida es una garantía máxima para resolver el problema que era del siglo XIX, como tantos otros que se suponen ya supuestos por la constitución de 1853, pero claro, la realidad es otra. Las leyes de ética siempre son las más aplazados por todo el sistema político, las reformas no ocurren en gabinetes sino en las calles, la reacción del fallo de los implicados del caso Marita Verón forma parte de ello. Lamentablemente muchas veces la idea es destituir al enemigo político de turno y más si amenaza el coto mediático de turno, es decir la verdad siempre es canalizada para donde conviene. Si la guerra contra la Mafia fuera “Caiga quien Caiga”, no queda nadie. No puede quedar nadie, pero eso en el fondo es lo que lo muestra como utópico, es decir en parte el fin de las mafias es una revolución social y una revolución social es el fin de las mafias, lo cual no quiere decir que estas no sean capaces de adaptarse a todo, pero justamente por eso suelen florecer bajo la institucionalidad burguesa, y si esto es así, ¿Para qué mirar para otro lado?

Ahora bien pensando en esto caben algunas posibilidades, la primera, interpretas discursos del sistema, aquellos que nos hablan de un mundo sin mafias, donde las mafias son manejas por psicópatas, los cuales son los seres más crueles, y otra distinta es aquella que piensa que la sociedad en el fondo debe protegerse de delincuentes comunes, aunque eso sea difícil de definir pero que las mafias, llegado el caso en sus propias lógicas sólo tratan con gente mafiosa, con mala gente, con personas dudosas y que la sociedad de bien jamás tiene contacto con la mafia.

Esto genera que el peor delincuente sea siempre el delincuente más elemental, y el cerebro jamás forme parte de ello, sobre todo el que opera las inversiones, el que maneja los números en todo este sistema. Curiosamente bajo esta premisa, es la policía la que mata buenos y malos y cobra sobres de la mafia. Mafia, Estado y poder económico tienen que ver con las mafias (casi una tautología), pero además tienen que ver con sus luchas intestinas, con sus traspasos y evoluciones. ¿Quién puede decir que se puede sostener una guerra contra las mafias sin llevar a lo que sería un engaño volver a las ideas de “conmoción interna” con los resultados ya conocidos?

Claro que la lucha naif, o el despedir empleados públicos, o el dejar mano de obra desocupada policial no acaba con mafias, tampoco las acaba llevarlas todas juntas a la cárcel, Pablo Escobar hizo su propia cárcel, tampoco se puede creer que “la guerra total” a la Mafia no sería en el fondo, si tal cosa pasará algo más o algo menos que una guerra civil. Una guerra civil donde no hay fuerzas propias, donde Brasil tiene un caso excelente donde la militarización de la policía lleva a conflicto más y más grandes, donde en Colombia entra el ejército a la villa, donde el narcotráfico sirve para instalar bases norteamericanas, Colombia puede ser otra muestra cabal del éxito de la lucha contra los narcos con una ayuda “extra-continental”. El que quiera a ir a Estados Unidos, para acabar con las mafias, y juzgar allá al Citibank, el cual lavó guita desde el alfonsismo en adelante en parte se engaña. La soberanía se perdió en los 90´ cuando estos bancos pusieron la firma primero a la deuda externa. Los 90´ fueron parte de un golpe de mercado, el 2001 fue el ajuste más grande la historia argentina reciente, la fuga de capitales, el gran delito argentino, el delito por excelencia por la clase alta argentina puede pagar la deuda externa. Los delitos ambientales, la instalación de platas de electricidad en zonas cercanas, las plantas de agroquímicos, las curtiembres que siguen vertiendo sus desechos son puntualmente mafias, y forman parte la lógica. Porque toda vez que se manejan en términos reales se corrompe no hay una ingeniería institucional que no haga llegar y saber que la intimidación, el bloqueo a la justicia, y el uso de la policía son herramientas de los grupos económicos. La UCEP, las patotas rentadas por Pedraza hacen tanto a la mafia como el resto de las operaciones de todo tipo que se basan en el miedo y el no registro de los crímenes. Delitos que forman parte de un gran entramado, la violencia termina por ser la clave de cómo la política queda encapsulada.  

Si le sumamos a las fugas de capital el accionar de fondos buitres, los secretos bancarios, queda poco espacio para imaginar un mundo donde las mafias no tengan espacio de hacer de las suyas. Y nos cuesta saber qué es y qué no es una mafia.

                                                                       II-

La mafia es una metáfora del fascismo inextirpable de la sociedad capitalista, contra la cual hay que luchar como fenómenos social y existió en todos los modelos económicos de Chicho Chico y Chicho Grande que nada tenían que envidiar a Al capone; si consideramos que este último primero se hace rico por la prohibición absurda de no vender alcohol como hoy es la penalización de la droga en la mayor parte pero además que cayó por los impuestos, ¿Cómo no seguir investigando las fortunas de la Argentina? Si fueron ellas las que pagaron y pagan la represión en argentina, complejo y dinámico, vector de violencia, forma de colonialismo para empresarial, y para-corporativo, cuando no forma parte de la biografía de los propios empresarios, cuando se desliza como comprobable en otro mundo, pero que demuestra la responsabilidad civil. Su idea en el fondo no es ser más que el ejército de reserva para el pillaje contra el ejército de reserva de los más débiles de la sociedad, lo mismo que ocurre con las detenciones y torturas, recordemos que Jorge Julio López es parte de ese proceso. Son parte de la continuación de las dictaduras latinoamericanas son la manera en que no se pierde la manija, son parte de la violencia privada, rentada y “tercerizada” y pública contra la sociedad. Ahora bien, pensar que esta guerra no está desatada contra la organización popular sería lo mismo que pensar que las clases sociales dominantes no quieren seguir explotando al pueblo argentino, el eufemismo de “legalidad/ilegalidad” es complejo, la Universidad argentina es decir los hemos naturalizado dice con tranquilidad que el fin de los GOLPES DE ESTADO fue el éxito de la convertibilidad y la estructura de un 60% de personas que se mantienen siempre por el modelo productivo el cual fue integrado a la globalización al borde de una pobreza y de la indigencia, muchos de los narcotraficantes y traficantes de mujeres ganan en impunidad lo que en otras eras podían los represores, aunque no son un calco de ello, o lo pueden ser, muchas veces se mata y se persigue a los testigos, COSECHA ROJA, tiene registro de casos como estos, la violencia institucional es la MAFIA. El poder judicial pocas veces es escudriñado desde este lugar, tampoco se piensa en la igualdad de derechos desde este lugar. Este es el escándalo que no se resuelve con ir a elecciones y curiosamente en Argentina un país crispado sale a la luz como en Italia, y en otros países seguirá avanzando hasta que emerja del todo. Cuando esto pase, la “mafia internacional” no sería otra cosa más que el capitalismo internacional, lo cual no debe ofender a nadie a priori, ya que si el mundo lavase menos dinero, podríamos decir con orgullo están solos. Las leyes de “obediencia de vida” son las leyes de las cajas negras, y las cajas negras, dejan afuera a todos los demás.

Ahora raramente podemos decir que las Iglesias,  no tienen nada que ver con las mafias y que los estados no saben donde terminan sus mafias, donde empiezan sus servicios de inteligencia. Ahora bien, cuando se piensa en esto tiene que entrar la política, y no la política de los buenos y los malos, no la política de cuando lleguemos al poder todo terminará, sino de qué hace ese poder que muchas veces no puede suicidarse sin arrastrar a la tragedia, el hecho de que narcotraficantes hayan tenido conexiones en Nor Delta no lleva a investigar a Constantini. Sinceramente, las mafias son parte del sistema mundial, pero además son parte de las contradicciones implícitas del capitalismo, de restricciones ilusas, la ley puede ser una merca burocracia. Todas ellas tenidas como el “alma del funcionamiento de la democracia”, otra falacia más y ahora potenciada. Todo se juega en medio del valor económico y el conflicto político, el rótulo del delito es cambiante, y por lo tanto es mejor seguir teniendo la relación del delito no como algo exterior sino como algo interior. El derecho termina yendo del desicionismo a un positivismo abstracto.

                                                                       III-

Cuando se piensa eso se comprender problemas serios interesantes y que cruzan muchos discursos, y que molestan a muchas instituciones, cuesta decir que un régimen de gobierno se pueda sostener y que esa representación pueda seguir en pie, por eso el papel de los medios potenciando o no el mal humor social, vendiendo la economía, el crimen y las internas políticas. Argentina tiene una larga saga de esta politización superficial sobre el delito pero no sobre la asociación ilícita, y para peor hemos tenido que ver que empoderar a las policías corruptas puede dar una victoria en la Provincia de Buenos Aires, el papel de Casal como un gran vacío en cuanto a poder conocer qué pasa en esta provincia. El “mapa de la inseguridad” para el robo, el hurto y el robo, que no va al desarmadero y que sólo genera una sensación no es reemplazado por el conocimiento sencillo de lo que es el crimen organizado. ¿Cómo no pensar que sólo hay complicidades con el voto? ¿Qué clase de voto está libre de todo pecado? Ahondar en estos efectos es lo más importante para darse cuenta lo que pesa el papel de la “guita negra” en la vida del país.    

No quedarse en un solo punto es importante, es curioso cuando un periodista dice que duda de su trabajo pero a la vez lo hace, porque tiene el “deber de informar”, el policía tiene el “deber de proteger” y el maestro el “deber de enseñar” y hasta filósofo con toda la licencia poética tiene el “deber de pensar”. Los deberes, que podrían ir sumando al papel de cada profesión liberal en una perfecta organicidad sin conflicto de intereses. Entonces mejor dejar la moralina y pensar qué pasó como pasó, como se va construyendo la frontera entre un ellos inventado y un “nosotros” incómodo. No hay una sociedad que prefiere cubrir ciertas cosas, que hace las encuestas necesarias, además como punto de inicio, a avanzar no sólo sobre la consecuencia formal de un Estado de Derecho o no, sino como muestra inicial de que hay un acostumbramiento a ciertas realidades, y si algunas cambian esa óptica es más por personas que están afuera de los medios como Susana Trimarco que de alguien que esta en alguna radio o canal de gran difusión. Recordemos que el país de los odios sepultados en realidad continua la guerra por otros medios, y que definir qué pasó, hace mucho a definir qué pasa hoy. Y no si fue el “huevo o la gallina”.

Cuánto hemos banalizado el sistema, cuando hemos quitado de reflexión más que denuncia, la denuncia si bien importante, termina quedando ahí y no la denuncia de la denuncia, si el periodismo de investigación poco puede hacer con la justicia actual ¿tanto miedo hay una justicia más adicta? Podremos decir que con las mayorías automáticas menemistas la Ley de Medios si sólo fuera ingeniería social sería un hecho, han hecho más los movimientos sociales que los periodistas para frenar a las mafias, han hecho más siempre, y en el fondo, queda entredicho, que si bien todos saben qué cosas pasan, otras cosas pesan más. Esa agenda con la que se gobierna el mundo contemporáneo muchas veces peca de circo, hablamos de populismos y de necesidades insatisfechas como lo elemental pero estas podrían cambiar, y el apoyo popular podría verterse como con éxito en el juicio a los genocidas.

Con esto la academia y el periodismo quedan en el centro de la realidad capitalista pero legítima, no por nada argentina exporto el escarche formula que quedó en el imaginario y que es deformada, y no quedan medio de la cosa sucia, de la cosa que hace que la violencia institucional sea parte de un negocio, y lo que hace en el fondo, que toda sea cuestión y mecanismo de poder. Poder que no puede ser repelido por simples divisiones partidarias, ni análisis sociales básicos, ya que la mafia reprime y lo hace por medio de la ilegalidad, la impunidad; y se pretende que no hay planes por su parte y se supone que no tiene estrategias de largo plazo pero ciertas formas, que se establecen ciertos negocios en “la economía real” que son su carta de presentación, todas son torpes ingenuidades. Pero también lo son acceder al estado simplemente creyendo que se las denuncia, el liberalismo como tal en Argentina se muestra inerte en los hechos, y el reformismo en los hechos sigue mostrándose inerte. Ciertamente que ese esfuerzo político del combate a las mafias irá cambiando los límites y es en entonces en cada negocio turbio donde nace una nueva opción para la mafia, por lo que hasta ahora, podemos contabilizar que una buena parte de toda la herencia de irregularidad no se dio espontáneamente sino que tiene líneas de continuidad. Los 90´ y su consenso fueron parte del perdón a los genocidas, pero también de las condiciones estructurales, todo proyecto de reforma del Estado jamás dedico una línea a la corrupción, más que a la corrupción que subsistió en los proveedores del Estado, y además que se mantuvo en tanto a la impunidad de los grupos económicos.   

Mercados negros de toda clase, para garantizar “la libertad” y tipo que según el día pueden ser los héroes de la jornada, heroicos bancos que nunca pueden terminar de ser juzgados penalmente han creado sistemas enteros para crear la inversión de la mafia, inversión que luego pasa a un gran sistema donde la misma inversión es violencia contra el trabajador. Con todo cuesta pensar que no hay opciones, pero cuesta decir que las actividades legales formen sólo parte del sistema de acumulación capitalista. Cuesta pensar que la corrupción tenga siempre las mismas fuentes, cuesta admitir que la sociedad que construye de una manera muchas veces espuria, cuesta además admitir que las buenas razones duran poco. Todo eso cuesta, cuesta además no tener expertos en la desinformación, cuesta decirle a un país que no crezca a base de la tan bien tenida inversión extranjera, cuesta parar a los millonarios en suma, aquí y en China.

Ahora bien, cuando se piensa en las mafias, se caen algunas teorías. Se cae las teorías de la política impoluta, se cae la política limpia, se cae la política no corrupta, pero además se caen otras tipificaciones, se cae la idea de estudios privados impolutos, por lo tanto quedan dadas condiciones para entender que las mafias inmobiliarias pueden operar en Buenos Aires, además de convertirse en un parte fundante del préstamo para mafias de terceros, o acaso se cree que toda inversión puede ser transparente. Muchas veces ante el rédito en dinero se ahorra en sangre, no saberlo puede ser parte de una buena manera de pensar que las actividades privadas nada tienen que ver. Pero ¿sabemos que se hace con el dinero de todos en el sistema bancario? ¿Cómo no saber si muchas veces se presta dinero a empresas de traficantes que quiebran, cómo saber si no existe ya de por si una conexión? Desde siempre Argentina manejo lo ilegal pero no es lo que debería aterrar, eso es naif, torpe, soez mentalmente, lo que debería aterrar es que con la evolución de los negocios capitalistas, las formas de esclavitud y trafico se reinventan, la “oficialidad clínica”, tiene muchos casos en este sentido, ¿Quién es el loco?, ¿El adicto? ¿El abusado sexualmente?, o las tres anteriores combinadas. Por supuesto que el punitivismo genocida es la contra cara de las mafias, justamente son las mafias una pata de los genocidios, entre los que pagan porque se haga y los que dejan hacer. En este sentido los relatos más limpios sobre negociados, sobre dueños de la argentina se quedan cortos, aquí y en todas partes, en el poder sospechar es lo de menos. Por supuesto que esto forma parte de las luchas, esa es la parte más incómoda del post-modernismo. Nos educan en un post-modernismo despiojado, estúpido, relativista, hedonista y a la vez pacato, un hedonismo que le da asco la enfermedad venera pero no el laboratorio que lucra con ella, y con eso se ve el poder de los lobbys, las formas legales de las mafias, el derecho en ellas es plástico, y no debería sorprender que los narcos fueran los chicos malos, vender toneladas de acero sobrevaluadas para nunca ser usadas, privatizar deudas en ahorristas pequeños, usar tarjetas de crédito sobre el consumo popular, aplastar los salarios, los impuestos todo funcionan como un tornillo en las nucas, y por eso mismo, cuesta pensar que los accionistas de las grandes empresas tengan todos dineros limpios.

                                                                       IV-

Mercados negros cambiarios, textiles, mercados negros de ventas de auto partes, mercados de órganos y de ventas de bebés, mercados de mujeres. Todos ellos forman parte de un sistema donde Argentina como siempre no está sola, las comparaciones con Chile y Brasil, las comparaciones con Europa forman parte como siempre de la ideología, cuesta pensar que estas relaciones vengan de donde vengan no sean intencionadas. Economías informales alrededor del mundo, legalidad e ilegalidad. Operaciones de la CIA y de la DEA, todo en nombre de la dependencia, todo como parte de una continuidad de un proceso que tiene raíces profundas en el mundo, guerras tribales en África, barbarie en nombre del Islam, tráfico de armas alrededor del mundo, guerras que se inician para liquidar también armas. Países que no tienen tapujos en decir, nosotros exportamos las armas, países que tienen los mercados más valiosos de drogas. ¿Qué hacer? ¿Quién pide la renuncia de Ángela Merkel por abastecer la corona Saudí? El negocio de las drogas ilegales llevó a Afganistán, llevó a Al Qaeda, llevó al petróleo, y al gas. Llevó a todas partes, todo puede ser medido pesado y calculado. ¿Se lavarán activos con la reconstrucción de Irak? ¿Podemos imaginarlo siquiera?

Embrutecer al trabajador, vencer y derrotar a las familias mucho más que por su composición por sus medios de vida, estigmatizar las familias alternativas, dejar a las personas solas, impedir la adopción, buscar las maneras que las anticoncepción sea baja. Todo eso forma parte de una tasa de ganancia, ganancia que tiene que ver con todos los valores en juego desde la drogas hasta Nike, pero que no sólo afecta a las clases bajas sin que afecta a todas las clases. Pero con gusto se entregan hijos de todas las clases para estas operaciones. Todo ocurre en medio de una lógica alienante, ¿cuántas veces los discursos de la adicción forman parte de la manera de manipular a la gente? ¿Cuántas veces la despenalización forma parte del tabú? ¿Cuantas veces se piensa que la legalidad de un laboratorio no podría vender cocaína o heroína?; llegado el caso como lo hizo en el siglo XIX, ¿podemos ser tan ingenuos?

Lo cierto es que las clases populares son huérfanas de educación que les valga la pena, claro que la educación formal es importante pero cuando se meten el contenido de valor, cuando se mete lo ideológico se hace una brecha, explicada por Fanon, cuando nos racismo cultural, es racismo clínico, cuando no se trata de otros, y encima para peor, cuando se piensa que los indignan de la mafia no quieren que siquiera voten las víctimas, y cuando piensan que lo peor que les pasa es que voten por un par de zapatillas no se sabe si es parte de una broma, o simplemente se trata de seguir pensando en los sectores populares como algo que vive en suspenso. Claro que esto es sociologismo, no goza ni tendrá el apoyo de las Universidades como tal, todo lo que es saber académico termina atomizado con sus expertos que dan datos valiosos que nunca llegan a quien más lo necesitan. En medio de esto se construye una red sin fin, red que tiene por fortuna un saber, un saber que calcula sus costos en el delito. Delito que ahora sabe como sobrevivir. Ninguna multa, ninguna presión, puede quitar del todo la idea fija del lucro, todo lucro, todo dinero que no puede ser visto es lo más valioso. Desde siempre fueron formas de poder obtener las cosas que de otra manera se ven totalmente imposibles.

¿Qué pasa con las policías bravas?, los pibes que se mueren todos los días por gatillo fácil forman parte de una política que termina por estar en medio de las superficie, sumen esto la violencia doméstica, entendamos que no existe posibilidad de que los seres humanos sean menos violentos si no dejamos que su supervivencia y la violencia se separen. Claro que es fácil cuando se piensa en partidos abstractos, en no estados, para cualquier poder, decir que no sabe y que no entiende que las estadísticas disimulan las muertes. No obstante eso, nada forma parte de la superestructura adecuadamente.

Tanto es así que la toma del poder ocurre por medio de mafias, ocurre por medio de policías que saben a matar cuando es necesario pero las matanzas cuando se tiene que contener la protesta social son episodios, triste de creer Fuentealba, Luciano Arruga son episodios, los anónimos, son el día de la policía, día a día que se suma al poder generalizado de los medios de comunicación. “Pibes chorros”, “mujeres qué solo paren por un plan”, “la plebe”, la discusión abstracta que no busca los poros del poder, la visibilidad de manifestaciones armadas y no el padecimiento de barrios enteros. ¿Quién sino los que venden la noticia los que ponen la frontera? Sociologismos son los que pretenden decir que podemos esperar democracias igualitarias, y más cuando se piensa y con sentido de que la reforma superficial del Estado hace a la vida de estas sociedades. Porque se podría hablar de sociedades, no hay una racionalidad, no se puede decir que el trabajo, el trabajo digno puede ser trabajo si el taller clandestino es el destino del que no puede conseguir nada más. ¿Hasta cuando se podría justificar a la empresa que no toma al trabajador de la villa? ¿Cómo no decir que el que no lo toma para una cosa, lo usa para la otra? Todo eso forma parte de la guerra sin cuartel para no dar descanso a las clases populares, y tanto que no faltan los periodistas que dicen que la gente que no sirve es la que no hace nada, y que como Chiche Gelblung, puede congraciarse de su clase cuando después de manejar la revista Gente en la dictadura hoy sigue explicando que la gente que vive en terrenos inundables es porque no tiene cultura. ¿Cómo puede ser que la clase más “instruida” y democrática no le haga ruido tal cosa? Como siempre es terminar pensando, si hay negocios en los “Derechos Humanos”, como si en realidad como en cualquier ámbito la corrupción no fuese más la excusa para un cinismo de todo tipo.

Esta es la opulencia que no se puede esconder, los denunciadores profesionales, extraños, denunciadores, existe más preocupación por el escarché a los genocidas por motivos “políticos”, es más importante probar ilustres orígenes de nuestra autoridades morales, y como siempre con los vistos buenos, de los poderes vigentes. El que pueda ver como nació la democracia en el 1983, se puede dar cuenta que la Guerra de Malvinas, la recuperación formal de la democracia y los ensayos de un sindicalismo golpeado se sumaron al vigor no impactado de los aparatos represivos. Ningún presidente pudo vender por no querer o no poder estas relaciones de fuerza, sería hipócrita pensar que el Proceso dejo de vivir en 1983. Todos los teorizadores abstractos de los relatos, quedaron en la idea de las “auto-admitías”,  leyes de punto final, etc. No obstante aquello, el FMI, la DEA, la CIA, y el departamento de Estado no juegan a la conspiración, sino que actúan. Mafias-represores-y el orden internacional, sin ver conspiraciones, vemos como ganar fue ganar a cualquier costo. Poco entonces tiene que ver el miedo que tiene la superficie cuando sabe que los garantes van por detrás. Con todas las contradicciones, todo proceso popular tiene el riesgo de morir por dos razones, una de ellas es la falta de sustento desde abajo, y su captación, por otra parte puede ser deformada desde arriba.

Por esto ha sido un parte importante de este país empezar a entender qué es la violencia de género, qué es el consumo de drogas, qué es en el fondo el hecho de tener enemigos sociales, y las imágenes que tienen que ver con ellos. Podríamos decir que la derecha y la izquierda impolutas poco pueden hacer para decir, dónde termina la mancha. Lo que sí podemos saber es que todo está a disposición. Violentados de la forma recurrente la industria del esparcimiento generan ciertas cosas que no pueden ser castigadas por la hipocresía de la “castidad” y la pureza. Argentina tiene lobbys maravillosos, tantos que todo pasa por los mismos lugares donde por ejemplo las mucamas cama adentro eran prostitutas, pero las hijas, hermanas y madres también lo son, y que además para mejor tiene justificación más interesante de lo que se puede pensar. Tan de cerca va la obviedad que cuestiones como el aborto suenan hasta trilladas, ¿Eligen las personas que están esclavizadas sin van a abortar o no? Cuando se saben que en Argentina hay bebes muertos en tachos de basura cerca de las villas y en otras partes da cierta sensación de que no se hace el esfuerzo suficiente para tener un verdadero discurso coherente.

Tanto es así que la imagen de la Puta es enrome, y la del Proxeneta desaparece. Las redes incluso toman como máximos y peligrosos culpables a los primeros eslabones de la cadena. Casi una “obediencia de vida”, no es casual que sea la Provincia del Operativo Independencia la tenga que además una funesta combinación con el caso de Marita Verón, si se piensa que de repente se lucha por la democracia de forma casi formal se han olvidado las raíces profundas. Son las familias que tienen trabajadores golondrina, hijas secuestradas, son las personas que fueron borradas de la faz de la tierra y que hoy siguen teniendo algún que otro optimista del formalismo que por ejemplo piensa que los comisarios torturadores sólo llegaron en el 1976 y que no estaban de antes o de después. Curioso es pensar que sean los profesionales mediáticos, los expertos universitarios, y otros profesionales los que tengan más tiempo de discurso que los luchadores campesinos, que las personas que salen de la trata, que en suma que las víctimas. Curiosamente se lo puede decir como una repetición, suele pensarse aquí como en tantos lugares de la violencia de América Latina, de Argentina, México y Venezuela, cuando en realidad, cuando se lo quiere decir pero no se puede. Ahora se supone que la lucha contra el crimen organizado va a reducir los otros crímenes, y puede que sea cierto, o puede que sea como siempre una forma más de ver el filo de la navaja.

Con esto se trata de hacer una ecuación sencilla, la alternancia “arregla” las cosas, mientras que son las agrupaciones políticas las que reciben armas como Alfajores, represores suben en la escala de la policía, para mejor, esto es una noticia que nadie levanta más que una vez. La política estúpida, los huevos kinder, los dichos, los gritos en el congreso se comen las políticas más duras, cuando se piensa en que los países van en una carrera por el PBI y solamente por el PBI, cualquier inversión en la sociedad se hace trillada, muchos sacan el ticket de lo que pierden de impuestos. Como milagro hay quienes que no ven que las ganancias sociales espurias hacen tanto dinero que pagan todos los planes sociales juntos, y si eso no basta, ¿qué podría bastar? ¿Cuánto impulsará la economía en gasto el narco-lavado? Publicidades, construcciones, clínicas de rehabilitación, paneles impolutos, expertos, industria del tercer sector. Todo armado como en tantos otros casos para mostrar el límite. ¿Cómo se podría cambiar la política? La pregunta en un formalismo institucional se queda corta, se espera la idea de un político mesiánico que no robe, que no mate, que no haga nada, que no altere a las industrias, pero no se ve que semejante idiotez es hija de dos estupideces madre, la primera pensar que las instituciones son como lo dice la letra, segundo pensar que el sistema puede seguir sin ellos, tercero que el “engaño” es sólo para que se vota y no para que se consuma, y no para que se pagué por coger, pero claro que no entender esto genera desesperación cuando los hospitales públicos se cierran para los pobres vengan de donde vengan para que se arreglen, parece que fuera una mera cuestión de un beneficio que no llega. Con cinismo manejamos cifras curiosas, 4000 pesos sirven para generar vendedores de paco, según el saber calificado más que un plan social, según la idea de la inflación, esto tiene que ver con la pérdida del poder adquisitivo. Cuando nos damos cuenta que muchos sueldos básicos son escasamente superiores si no son negreados por grandes empresas de la argentina, las cuales no quieren pagar impuestos, ¿De qué planes sociales estamos hablando? Cualquier persona que sepa que no puede trabajar porque vive en una villa, que sabe que las cooperativas de trabajo son limitadas que sabe que pueden caer las relaciones de los comedores por medio de los acuerdos o no con la política del poder de turno que sea puede entender que los 4000 pesos son una fortuna en cualquiera de los casos.

La muerte del Pocho Lepratti cada día es más grande, porque quien tome dimensión de una muerte que simbólicamente muestra el poder de la mafia, incluso el que se rompe el lomo en el barro muere a manos de quien es la policía que sale a reprimir para mantener ese orden que justamente se estaba cayendo. Ahora bien, pensado lamentablemente, queda en suspenso la verdad siempre vigente. El MTE, forma parte de la lucha como tantas otras organizaciones, muchas veces se toma el episodio, el saqueo, la inundación, y el fin del mecanismo de estos fusibles como el momento del terror. Ya iba a ser parte de la sociedad civil, la culpa del saqueo, saqueo que muchas veces también es comprado, y para peor mantiene la misma idea. Una mafia que tiene un poder importante, mientras la posibilidad de mostrar que alguien de clase media saquea, es lo que asquea, sin embargo no asquea la misma relación siempre vigente entre la criminalidad y las nociones elementales, a la hora de la verdad, incluso en las “Tragedias” cuando no son crímenes, se ve que existe una mala voluntad de una derecha explícita de mostrar el crimen del que menos tiene. Todo eso tiene que llevar a un éxito más de las mafias, mientras más menos políticas populares haya más pobreza estructural, generando un discurso criminal, las “generaciones perdidas”, las cuales son mentadas con fuerza por aquellos que ya quieren hacer destino, desde el que sabemos que por su nutrición no va a desarrollar su capacidad intelectual hasta el que vive en medio de la basura. Como siempre, el tirar basura en cualquier parte del conurbano, por parte de cualquier empresa toda para seguir cobrando es un negocio que si se le suma el agua, muchas veces podemos decir con pena que no sabemos donde está toda la basura.

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