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Oposiciones, “relatos periodísticos” y la “Patria marketinera”:

I-

Digamos que tenemos algunas cosas que escapan a cualquier relato, el primero de ellos, conceptos prácticos para mediar con la realidad, ¿Cómo se hace política? Con dinero, ciertamente que sí, con gente por supuesto, con relaciones conflictiva dentro y por el Estado, sin duda que sí. Finalmente la política y el Estado, son banalizados, por “vulgarizaciones”; la primera, sólo hay lobbys de los partidos políticos en el Estado, tal vez la más grande falsedad, todo el sistema tiene “lealtades” complejas. Pasa en Estados Unidos, pasa en Francia, pasa en Brasil, también sería el caso de Argentina, Chile, y Japón. También ciertamente que si bien los clásicos de la filosofía son importantes, el liberalismo, el “conservadurismo” y el marxismo, no siempre se puede obtener una lectura rápida y transparente de la realidad, aunque se parta con buena o mala intención de algún presupuesto ideológico, no es cierto que se puede analizar a la “burguesía” sin contradicción, lo mismo para el “trabajador” y para el “pueblo”. Se pueden volver a los clásicos pero difícilmente se puede re-crear a Marx en el siglo XXI, o Adam Smith, citar y citar, genera si coincidencias, claves de lectura pero no siempre en el sentido deseado, o se cae en dogmatismos, hay que entender la política, y la ideología como cuestiones materiales y vivas, es decir, en constante “re-lectura”, justamente es complicado tratar de entender conceptos dialécticamente, y como siempre hay que considerar no siempre es el pensamiento, sino que son los hechos los que hacen necesarias las respuestas. ¿Se hará este ejercicio? ¿Cómo fue que Clarín vendió optimismo por la reforma neoliberal? Si bien se puede pensar, en términos de ánimos o desánimos, en términos de proyectos de país, no es ocioso pensar que el imaginario neoliberal sobrevive en todas partes, y que este jamás se dio puro. Lo cierto es que el poder de compra, el poder de compra sin mediar el costo de ese poder de compra, todo en nombre del consumismo conquisto “almas”, tanto que la idea de la producción, que fue la que movió siempre a los movimientos obreros fue la que quedó en vilo. La “cultura del trabajo” es además un reflejo de una forma de capitalismo, también de cierta forma de Estado Nación, ¿Hoy realmente hay una cultura de la producción tan fuerte? Las aspiraciones a la autarquía real de un Estado, en contradicción con el sistema internacional fueron el gran drama de las naciones que lucharon por descolonizarse. Si se entiende en nombre de este proceso, hoy el consumo avanzó irreversiblemente, el corto plazo para los pueblos y los Estados es compensado en el largo plazo de las entidades como la ONU, la OTAN, el CIADI, que sin caer en conspiraciones, son dueños del tiempo, e imponen una realidad. La independencia económica, es algo complejo de explicar, también complejo de padecer, y además contrario al sistema de consumo. Este bienestar ha hecho de la política, no una razón de la supervivencia, sino que el punto más importante es el uso de la burguesía, la renta, como construcción inmobiliaria, la facilidad para los negocios, el agro negocio, la mega-minería, y por más que si bien hay proyectos ambiciosos, la súper-estructura dominante, ajusta usos y costumbres a lo coyuntural. ¿Realmente Argentina y Latinoamérica se piensan sólo desde aquí? ¿Somos huérfanos? La respuesta es No. Siempre estamos mediando entre hechos y deseos, y en este sentido, “la calidad de vida”, “el trabajo”, y el “desarrollo económico” son metas que se contradicen profundamente. Entonces ¿pragmatismo? Podemos decir que sí, el referéndum por ejemplo en Venezuela es una implicación impensada de la democracia liberal, Chávez tomó cierta forma marginal de la política liberal y la convirtió en algo distinto a su origen. La concesión de la consulta, paradoja en América Latina, pasó a ser, una rápida manera de legitimar cambios en una sociedad, con votos de mayorías simples. En Argentina esto no ocurre, de manera extraña, hay ciertos reflejos, las estadísticas, tanto de Inflación como de popularidad, de intención de votos de todos los partidos, funcionan como un termómetro, un plebiscito tácito, tanto que juega en votaciones como la “expropiación de YPF”, que el pueblo pueda equivocarse o no, no quedaría realmente comprendido en la lógica del plesbicito, justamente allí, en el uso de convertir acciones concretas en Universales, hay una construcción de hegemonía, tanto que el sentido de la oportunidad, el “ocasionalismo”, tiene que ver con una forma de que el individuo ve el mundo, lo necesario parece coyuntural aunque la acción política ordena lo que se pretenden como “acciones aisladas”, la improvisación tiene límites hay lógicas predominantes, estas son las que más cuesta comprender, esto genera el papel de la eterna revisión de las acciones de gobierno. La fatalidad se diluye, quedan reflejadas las pautas de la ideología aunque no organizada. 

Es injusto pensar que los candidatos de cualquier partido no pueden “afectar” siquiera débilmente el sistema, es parte de los grandes tótems, los grandes también tabúes, cuando se equipara a “revista” (medio de comunicación) como partido, como lo hacía Gramsci, se puede ver que la dominación política es compleja, si el PC en Italia era una fuerza relevante, lo era en la medida que lo era también la Iglesia católica, curiosamente, hoy, cuando se analiza, la hegemonía se uso y abuso de estas cuestiones. Justamente el “profesor de escuela”, el periodista, el relator, el referente zonal, el líder de un partido político, todos son puntos de emisión, los cuales no son jerárquicos, hay concientes diferencias no del tipo de oposición pero sin del tipo de heteregoneidad, sería iluso pensar que la política se da en formas puras, y en alianzas puras, en todo caso hay que ver que es la supervivencia, hay que recordar que cierta crisis de partidos políticos, cierta crisis del Estado, todas ellas son fundadas en 1983, justamente por esta razón, la oposición o no, es parte de una cuestión que lleva a tres puntos interesantes; gobiernos paralizados, en un empate; lentos, y “deliberativos”, idealizados en el papel pero despreciados por los grupos concentrados de la economía, que necesitan decisiones rápidas, que exigen grandes transferencias de ingresos y medidas económicas con amplio grado de independencia. En estos casos, casi se puede observar que con Illia, y De La Rua. El consenso de la convertibilidad, no era un fetiche, sino que el sistema político había avanzado en este sentido. Porque en política no hay un tiempo cero, porque es difícil parar, y ver qué esta ocurriendo, se puede decir una cosa, la contradicción que parece muchas veces ser un problema, en este caso era una diferencia, hay un cierto tipo de “democracia” para un cierto tipo de “poder económico”, esto en parte no es más que entender que sin caer en el espectro, hay y sigue habiendo pautas muy serias sobre qué es una dictadura, y entre ellas lamentablemente la más importante sigue siendo el derecho de propiedad. Las palabras contradictorias son ricas en transformaciones, es decir, poco importa un saber científico sobre la democracia, si no hay una verdadera comprensión del papel coyuntural de lo que significa esto para las mayorías. 

Si analizamos, y pensamos, los tótems de Argentina, el mito de que algún jerarca sindical jamás iría preso por delitos comunes, o mejor dicho por “delitos políticos” (¿contradicción?) pero que termina generando un interesante contra punto, la democracia de líderes sindicales “dóciles” es un pilar de todo el proceso de 80´-90´-00´-10´ (El capital aborrece el sindicalismo, y lo combate, esto es la pauta general de la desregulación); Argentina sería un lugar muy distinto si un Agustín Tosco existiese hoy en este contexto, sin embargo, pensar así, quitaría una parte fundamental de la transformación de fondo, la “Moral del Estado” sigue siendo la misma, el deber ser del Estado sigue siendo el de la clase dominante, y en este sentido, el “debate” hoy entre “Patria o Corporaciones” es un debate en torno al Estado, y que aunque en primer lugar no parezca tan interesante en comparación a reflexiones más “audaces” sea una cuestión para entender. El periodismo, uso y abusó de las “identidades políticas”, como puede ser que la “ideología” del candidato pese más que las acciones concretas, hay cierta esquizofrenia que forma parte de esa sociedad “desintegrada”, ¿Cómo puede ser que llegado a cierto punto no se caiga el efecto del discurso maestro? El hecho de “fiscalizar al Estado” llega a absurdos del siguiente tipo; las empresas más grandes se abusan del no control del Estado, el habeas corpus, el habeas data, por parte del Estado, derechos ciertos pero no accesibles para cualquiera, quedan contrapuestos contra la discrecionalidad de las corporaciones, ¿Cuándo fue que las mineras que compran estudios ambientales han creado credibilidad? Sin embargo, ONG, y otros entes, se sostienen en una realidad custodiada por el patrocinio, incluso cuando viene de la Iglesia, la cual siempre hizo política, y que en Argentina, usa la plata del Estado como los medios de comunicación con la propaganda oficial y de las grandes empresas para fabricar la realidad, no ya preocupada por vender, sino por dar la “verdad”, tanto que desde el principio del tiempo, La Nación de Mitre, y la “Tribuna Sudamericana” de Roca, los intentos de Sarmiento de llevar a la batalla de Caseros una prensa y luchar contra la mala predisposición de los soldados de Urquiza forman parte de una historia, tanto el apropiarse de lo público, como la manipulación de la información, son pilares de la política, ni el Estado, ni la Verdad son universales. 

Con todo, hoy PPT, hace recordar por mucho, cierta política, sabemos que es la Justicia el poder que debería ser el que controlase a todos los ciudadanos pero la “LEY” en abstracto no existe, no existe ni cuando se redacta ni cuando se ejecuta, ¿por qué habría de pasar cuando se juzga? Sin embargo el periodismo genera esta visión de demiurgo, sea del partido que sea, de que el poder, tiene un “Deus Ex Machina”, el problema del Estado burgués, no se basa sólo en saber el estilo de gobierno de los presidentes Argentinos, tampoco se basa en saber que hacen los partidos, sí se basa en cierta idea, la democracia nos dicen que el pueblo elige tres veces, pero lo cierto es que en la realidad, la historia, la facticidad, muestra una puja menos “brillante”, donde el poder se divide, por la búsqueda del poder mismo, y no porque haya una buena razón para que esto sea así, la sociedad unificada, queda en crisis, “la sociedad reconciliada”, es un concepto edulcorado de Nación, tal vez menos romántico pero que quiere disolver la lucha en la sociedad, hacer de “la inseguridad”, “la desocupación”, “la precariedad laboral”, problemas objetivos, ¿Cuándo fue que el clientelismo estaba ausente en la Argentina democrática?, ¿Cuándo fue el poder Judicial estuvo escindido de la lógica que lo hace funcionar? Ciertamente que ver el mundo sin fanatismos es importante, Voltaire en este sentido, escribió su tratado sobre la “Tolerancia”, la tolerancia no es el “dialogo” mediático, el mundo mediático hoy en día nos propone un guión, y la intolerancia, cuando hay un deber ser, lo “incorrecto” es un pecado, la verdad de la política se mide por fugaces contraposiciones entre “vergüenza/prestigio”. Tanto Lanata, como los operadores de los partidos saben que juegan entre lo que conocen, más si trabajan de la mano de encuestas, “imagen positiva versus negativa”, el periodo electoral tiene algo completamente instrumentalizado. Hablar bien o mal, omitir, tener un discurso unidireccional, son herramientas de la política hoy en día, ¿Hoy no se trata de Massa versus Insaurralde? Claramente que sí, y esto a la vez nos dice poco, tanto que el simulacro de la elección crea muchos otros objetivos, el hecho de la cámara de diputados del siglo XIX queda obsoleto. Se ve en las alianzas, se en las candidaturas, se ve en las formas en que la política se organiza, mientras tanto el “gobierno” como actividad sigue, y todos los políticos hacen su gestión y campaña a la par. Tanto que es todo se tiene que pensar como espectáculo, ¿Cómo llega la diferencia de ideología la televisión? Pretendida o verdadera, colores, recuadros, “palabras” todo forma parte de la manera en que hoy se hace política, mientras que los oficialismos tienen que sostenerse, más aún, queda pensar las grandes burbujas, hay ciertas profecías autocumplidas. La irrealidad del todo “todo esta bien” o “todo está mal”, deprecia el sentido de qué le conviene a cada cual, la democracia se muestra como lo que no es, no resume toda la política, no resume todo el poder. 

En este sentido Clarín, mantiene su parte del poder intacta y a la vez que el Estado la suya, y queda preguntar, ¿Hay alternativa? La respuesta es complicada, hay híper-simplificación, un gobierno para demostrar hechos tiene que dar cifras, datos, y sloganes, un medio como su contra-cara como un bufón de la corte, tiene que denunciar, parodiar al poder, pero jamás desinteresadamente, mientras que el gobierno o el Estado muestra lo que quiere mostrar, el medio “investiga” parcialmente, y difunde, es así, como “gobierno/oposición” se puede convertir en “estado/medios de comunicación”. Los partidos aunque no se crea no tienen nada que hacer en este esquema, tampoco los candidatos, ellos tienen un papel distinto. Son las restricciones de la democracia, lo que fuerza al candidato, lo que lo inventa, cualquier persona popular puede ser “candidato” pero no cualquier candidato puede tener un partido, en este sentido, justamente el candidato mediático suele tener corta vida, a menos que acceda al Estado. “El Estado” en la práctica y sólo él, renueva en Argentina la potencia de los partidos, por eso el PJ es como siempre un extraño fantasma, y se lo trata como tal. Se pasa de la “dictadura peronista”/ “a la interna abierta peronista”/ “a la muerte del peronismo”, al “panteísmo peronista”. Estas cuestiones muestran cierta mala voluntad, no se puede todo el tiempo fingir que la palabra “peronista” es sinónimo del poder, tan divertido es esto que PPT no usa la idea del “peronismo” pero si La Nación, tan plástico se hace que el “Peronismo del 45´” que Menem decía sepultar, no podría ni morir o nacer por gracia de Menem, pero ciertamente que era una trayectoria que se volvía contradictoria porque el movimiento peronista como tal, en un flujo y reflujo, daba un discurso de totalidad de Nación, alternativo a todos los demás, y el cual no era perforado del todo por ningún otro significado. Se llega entonces a pensar, ¿Se trata del momento? Claramente que sí, “la memoria de los pueblos”, la experiencia histórica siempre está mediada por política real y concreta, si hay un mito este se sostiene por hechos concretos. No al revés, hoy en día, si el kirchernismo fue o no beneficiado por un gran ciclo económico, es una especulación para un libro de economía, no para entender el sentir de la población. 

Desde que Clarín se sintió atacado y con la “tutela” rara de vivir en Estados que por razones muy amplias, han espiado, conocen y controlan a sus poblaciones pero que no puede intervenir sobre las “empresas periodísticas”, ¿Cuántos diarios internacionales les preocuparán el papel nefasto de ciertas políticas? Pocos, muy pocos, los medios de alguna manera manejan un lobby que no es conspirativo pero si cartelizado, en todas partes del mundo, el “4 Poder” se organiza como tal, y hasta ha sido justificado de una manera extraña de manera “Académica”, con todo no hace a la cuestión, los medios en suma, divididos en Argentina entre oficialistas y opositores, mientras tanto el mundo no se angustia demasiado por grandes transformaciones. La primera de ellas, es sin duda, la siguiente, no se trata en realidad de “jugar o no” a la libertad de expresión, como todo mercado monopólico y oligopólico, se hace fuerza, se hace dumping, para meter la “verdad” necesaria. En este sentido, el tener una línea editorial, un consenso y discutirlo todo sin temer ser “amarillista” es un arma que tienen todos los periodistas, todos los políticos, y todos los operadores varios. No es raro que los Think-tanks, (Tal vez un gran invento norteamericano- tal vez enemigo de la idea de Universidad- no creen sino la verdad más madurada, más masticada que el crudo elemento periodístico); en este sentido, es elocuente, ¿Cómo no caer en la lógica de la Agenda? Lo malo es que las agendas periodísticas, muchas veces se abusan como la publicidad de los elementos más simples, más del “sentido común”, no por nada, hay valores de la “Argentinidad” complicados que generan polémica y se mantienen inamovibles.

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