96-Patíbulo-
I-
¿Qué tal si en el momento oportuno?
Uno hubiese sido retardatario.
Lento, domesticador.
¿Cómo merecería uno morir?
Que tal si en vez de un destino.
Todos incluso,
Los enemigos tienen sentido de
existir.
Si lo dado es la materia.
Si es irreductible.
Tal delirio, tal evolución
Es la fuerza ciega de la historia.
Sería ir de Hegel hacia atrás.
Sería no tener seguridad del futuro.
Y sí,
De la circularidad.
Como algunos terminan de huir de
toda guerra.
Como de los poros de la sociedad a
veces brota.
Bajo la idea de la traición.
Bajo la idea de la extinción.
Otros huyen de toda revolución
Y Reacción sucede.
O movimiento de la epidermis social.
II-
¿Dónde esta el derecho de existir
frente a la libertad?
¿Dónde esta el cauce del terror?
Siempre es una fórmula esencial.
Siempre es un destino.
“Progresos violentos”
Y al fin pasividad.
El poeta no es sólo obrero
No es sólo revolucionario.
Puede ser la reacción.
Puede ser siempre poner la meta
demasiado más allá.
Creando la ilusión de oportunidad.
Siempre el barro y la historia.
Una verdadera inmanencia sin norte.
¿Quién triunfa?
O ¿Qué ha de triunfar?
Si el patíbulo, lo pone al frente
Al que cambio supo iniciar.
Sería bello que el tiro sea en la
frente,
Y no en la puerta de atrás.
97-Seguros armas y amor.
I-
Saber gozar del mundo,
En su primor,
En su dulzor.
En su verdadera maduración.
Nominando y teniendo por seguro.
La desesperación.
Negadores de martirio.
Cazadores de locos.
Vendedores compulsivos de armas.
Sociedades adictas a la ansiedad.
No es crítica social.
Es la fiebre de la cabeza rota.
II-
Cuántas veces se ha llamado
“Hora de la espada”
al orden;
El punto final de la decadencia.
El pus que revienta.
La enfermedad que se aplaza.
La buena conciencia que llega
Por eso pus,
Fiebre.
Cándidos comentarios que nada hacen.
Mártires que deben ser imposibles.
Los mártires deben estar armados
para no ser mártires.
Pero deben estar del lado de la
“Ley”
Para no ser “terroristas”.
III-
Un amor como pocos.
Una condescendencia para con el crimen.
Un negocio más.
La seguridad en matar a otro.
Cultivar el trabajo que puede
explotar.
Cultivar las fuerzas del individuo.
Como buena psicosis.
Como ausencia de moralismos.
Como el inválido que delira por el
que corre, o la mujer que escapa, o por lo que ocurra.
Aquí, hoy, el violento.
Ese que aquel en un acto de amor,
mata para salvar, y mata,
Para seguir matando
Para seguir amando.
Para tener que odiar.
Para salvar mediante balas,
Del gatillo fácil,
A la venganza por mano propia.
Ahora sí, legisladas, pulcras,
“Armas en el supermercado para un
mundo mejor”
Autos de fe de buena sociedad.
Sería mejor que degollaran las
tarjetas de crédito.
Amantes de las balas,
De la libertad de matar.
98- Vidas.
I-
Dividiendo los seres humanos como
racimos.
Resultados contradictorios hay.
La genética es una estafa cuando es
misticismo.
Cuando el mapa del cielo es confuso
en algo al fin se parece al universo.
Para la paradoja del mundo.
Una mejor lente para un mejor
postor.
Este es el camino de los genuinos
“iluministas”.
Qué hay más gemelos, gracias a la
geometría, a la economía y a la aritmética
De lo que nos gusta pensar.
Que no estamos solos en el universo.
Que hemos hecho ese hábito para
estar mejor.
Que nos hemos embarrado de crimen
social para desaparecer.
Esta es la buena fe en la Ley.
En el orden y en el diseño.
La poesía es accidente.
El profeta violado por el dios
gnóstico de los discursos contradictorios
Nada puede y condena por no poder.
Por ser la omnipresencia de la
evolución de la novedad.
Teología de la telenovela y el
sentido común.
Todo sobrevivirá mejor de lo que
pensaban
Tal vez sean peor,
Su supervivencia.
Su duración.
II-
Sí, entonces.
Por medio del jueguito de los
gemelos azarosos.
¿Qué padres hay que nos condenen?
¿Qué deberían haber hecho de
nosotros?
La ética y la funcionalidad de la
libertad no coinciden.
A más transparencia, más posibilidad
Menos duda,
Más imaginación, manía y propuesta
fanfarrona.
Las vidas se tornan misteriosas.
Si se ha nacido muchas veces por
accidente en simultáneo.
Si el eterno retorno es una medida
escalar.
Si cada ejemplo moral es un molde.
Otra excusa más, y los que viven
cien veces pueden brillar.
La inconciencia de una autoridad
libre de culpa.
Esta es la eternidad última.
La forma del romanticismo científico.
Los grandes números.
Donde el “amor”
La “soledad”
Y los “misterios”
Se disuelven, dar sabor pero no
terminan de hacer a la cuestión.
Lo que estimula
Es delirio incansable del
interrogante.
99- Frenesí.
I-
Cuándo el pánico vive en uno.
Siempre será frenesí.
De aquellos que esperamos ser.
Lo claro y de lo oscuro de los
conceptos.
Es complicado relacionar cosas que
tienen que ver
Con la “dialéctica diabólica”
¿Será así?
¿No es justamente esta la idea de la
creación y recreación aberrante?
Por siempre de nuevo, lo “nuevo”
Del neologismo a la manía
interpretativa.
De los apilados de todas las formas.
Estar solitario. Estar en grupo,
estar.
Donde recorres puedes ver.
Camino lleno de otros.
Especulaciones inútiles sobre la
libertad.
II-
Sugerir inútilmente la correcta
interpretación.
Sino no es lucha por el poder,
¿Qué es?
¿No es el poder mismo?
Cosa que no resuelve por quedarnos
tal cual.
Es el frenesí de la violencia.
Ahora sí con nuevos títulos.
Que el delito, sí,
Que el delito no,
Que la tortura sí,
Que la tortura no.
Terminamos alternando entre el
cínico y el bufón.
Solo vemos el movimiento del poder.
El que sabe cuando roba y cuando no.
¿Qué pasa con el muerto del
presidio?
¿Tuvo él la oportunidad?
No la tiene y no la tendrá
Si el que manda el crimen no es
ilustre.
Todo cae bajo el peso de la “Ley”
Esta es la justicia de Zeus.
El que tenía sexo con todas las
cosas
Y así hacía su orden.
Y su orden era orden porque sí.
Y a eso le decían mejor
Inevitable,
Naturaleza.
Algo mejor que el caos.
El crimen como creación
Como genuina creación
Para aquel que entiende de
moderación
Sabe y acepta
Que de la nada, no puede venir,
El crimen.
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