Abstract:
Este trabajo consistirá en: valorar
el papel de lo económico en la obra de Carl Schmitt, el poder neutral como
respuesta a la crisis de Weimar, además demostraremos que esta postura hace que
el pensamiento de Schmitt coloca a la política sobre la economía se lo
comparará con Marx y Kelsen como contrapunto. Su elección del presidente del
Reich tiene un resultado en relación necesaria con la preeminencia del Estado
por sobre cualquier otra fuerza política, partidaria o sindical. Esto tiene una
relación con la idea de hacer sobrevivir a la republica burguesa en su forma
liberal o conservadora- impedir la revolución. Su pertinencia en el mundo
contemporáneo se basa en la relación entre legalidad y estado de excepción en
las democracias contemporáneas. En 2002, el presidente de la nación resolvió en
gran parte sin mediación alguna la crisis económica que a la vez era una crisis
política. Este corto periodo de tiempo que reordenó el régimen político
argentino fue clave para entender el proceso posterior del kirchnerismo con sus
tres mandatos consecutivos a diferencia de Weimar, Argentina pone en valor la
doble dimensión del poder neutral cuando el capital puede subordinar al trabajo
sin perder el régimen democrático-cuestión que en Weimar, ni Hindenburg, ni
Schmitt pudieron evitar.
Palabras clave:
Argentina- Schmitt- poder neutral- crisis político-económicas-
Crisis del 2001
La polémica entre Kelsen y Schmitt en el mundo del trabajo:
Vale la pena
decir que la polémica no se trata de una simple comparación en torno al
constitucionalismo- esta se dio en torno a la crisis histórica del régimen de
Weimar. Es claro que ambos han tenido un contrapunto muy productivo en cuanto
al papel del constitucionalismo porque eran juristas pero inevitablemente
tocaron cuestiones económicas insalvables en la sociedad capitalista. Ambos han
trabajado la cuestión del régimen político, el orden constitucional y la
definición de la ley en sí misma. Por lo que en parte ellos han pensado el
orden político, legal y económico como sistemas claramente distintos, uno liberal
y el otro conservador. Schmitt, ha desarrollado sus ideas en torno a la
autoridad y la estatalidad en dos textos que pueden ser útiles en este caso; el
Catolicismo como Forma Política y La Defensa de la Constitución. Utilizaremos
nociones claves de su pensamiento para poder abordar la particularidad en la
interpretación de la economía en Schmitt y su abordaje en obras distintas pero
destacando un marco común, su creencia segura de que se trata de un campo
subsumido por la política.
La crítica al
pensamiento económico:
De su pretensión
de ser más que lo meramente económico le emana a lo político la necesidad de
remontarse a otras categorías distintas a la producción y al consumo. Es
curioso para decirlo una vez más, que los empresarios capitalistas como los
proletarios socialistas consideren únicamente como una insolencia la pretensión
de tal política, sintiendo a partir de de su pensamiento económico, el dominio
de los políticos como algo “carente de
objetividad”. (Schmitt, 2011, 21)
Desde el punto
de vista de Kelsen, en Teoría Pura del Derecho se puede interpretar:
La distinción
entre un derecho público, que sería político, y un derecho privado, que no lo
sería no tiene en cuenta el hecho de que el derecho privado creado por contrato
pertenece tanto como el derecho público al dominio de la política.
Por la función
que desempeña el derecho denominado privado en un orden jurídico, él no es otra
cosa que la forma jurídica dada a la producción y al reparto de las riquezas en
la sociedad capitalista; por lo tanto, esa función es eminentemente política.
En una economista socialista la estructura del derecho privado sería diferente.
Ya no se fundaría sobre los principios de autonomía y democracia, sino
probablemente sobre los de heteronomía y autocracia y se acercaría más a la
estructura del derecho administrativo actual. Aquí no examinarse si esta
estructura sería más satisfactoria o más justa, pues se trata de un punto sobre
el cual la Teoría pura del derecho no quiere ni pronunciarse. (Kelsen, 1960,145)
Su papel termina
siendo una crítica general a todo el sistema en sí mismo, Schmitt lo ve como un
conflicto eminentemente político:
Ningún gran
antagonismo social puede solucionarse por la vía económica. Cuando el
empresario dice a los trabajadores: “yo os doy de comer”; los trabajadores
contestan de este modo: “somos nosotros los que te damos a ti de comer”, y esto
no es ninguna lucha en torno a la producción y el consumo, no se trata en
absoluto de algo económico, sino que surge de un pathos distinto, de una convicción moral o jurídica el
determinar quién es propiamente, el productor, el creador y, en consecuencia, el
señor de la riqueza moderna. (Schmitt, 2011 ,22)
Marx en este
sentido aborda esta relación en un sentido opuesto, suponemos entonces que se
trata de un contrapunto necesario:
Para nosotros la
religión no constituye ya el fundamento sino simplemente un fenómeno de la
limitación laica. No explicamos la
atadura religiosa de los ciudadanos libres como derivadas de su atadura laica.
No afirmamos que deba acabar con su limitación religiosa para poder destruir
sus barreras laicas. No transformamos las cuestiones laicas en cuestiones
teológicas. Convertimos las cuestiones teológicas en cuestiones laicas. Después
que la historia se ha visto disuelta durante varios siglos en la superstición,
disolvamos la superstición en la historia. El problema de la emancipación
política y la religión se convierte, para nosotros en el problema de la
emancipación política y la emancipación humana. (Marx, 2004 ,16)
Podemos decir
que Kelsen se encuentra frontalmente contra esta concepción, la ideología
conservadora inventa “más allá del derecho”:
Es comprensible
que una teoría fundada sobre el derecho natural sea considerada el más fuerte
bastión de la defensa contra el comunismo. Sin embargo, el mismo derecho
natural ha sido invocado para demostrar que la propiedad privada es contraria a
la naturaleza, y que ella es fuente de todos los males sociales. […] Baboeuf
jefe del movimiento comunista durante la revolución francesa, la cita
frecuentemente. Muchas de sus ideas han sido desarrolladas más tarde por
Fourier y otros teóricos comunistas. (Kelsen, 1960, 93)
Hasta aquí
demostramos el papel de lo político en la economía en torno a esto se deriva el
pensamiento específico de cómo esto es tratado en parte por el papel de la
sociedad alemana en particular, es decir, Schmitt en particular, el papel del
acuerdo entre Capital y Trabajo, donde el Estado necesariamente interviene:
“El mismo John
St. Mill dice que en la moderna sociedad industrial los patrones (employers of
labour) y los obreros (labourers) constituyen dos grupos que se compensan
mutuamente y por ello resulta posible una decisión neutral. Su teoría
típicamente liberal del equilibrio está muy difundida todavía en la actualidad,
y no sólo entre los liberales burgueses. Friedrich Engels había hablado ya que
(aunque sólo excepcionalmente existen en la lucha de clases ciertos periodos
“en que los partidos en lucha se hallan en situación de cierto equilibrio” Ottho Bauer desarrolló, después del año 1919,
la teoría de la “estructura del equilibrio social” en el moderno Estado
Industrial. (Schmitt, 1983,227)
Esto es profundizado en torno al
papel de la conciliación del trabajo y el capital en forma concreta:
En el derecho
internacional cuya analogía con el
derecho obrero son inigualables, este proceso ha dado lugar a una copiosa
bibliografía y a una jurisprudencia amplia, en la que los buenos servicios
representan el primer estadio inferior, a saber es la mera reunión de las
partes en litigio, con objeto de que sea posible la negociación con ellas,
mientras que el mediador ejerce ya un cierto control, desde el momento en que
dirige los debates y las fórmulas propuestas. […] Las deliberaciones de
arbitraje tienen en el modelo estado industrial, una significación análoga a la
que el Estado cívico institucional del siglo XIX signó al parlamento, a saber
la de servir de formación de voluntad nacional, mediante deliberaciones y mutuo
convencimiento: su elemento esencial es el convencimiento, y no la sentencia.
(Schmitt, 1983, 229)
El procedimiento
de obtener una decisión creando una mayoría de votos es naturalmente desde el
punto de vista de las partes un procedimiento coercitivo, cuando el tercero que
domina a las partes se agrega desde afuera. La fórmula de arreglo así lograda
desde el punto de vista del arreglo así lograda es, según el concepto de H.
Triepel, una “conciliación obligatoria”.
(Schmitt, 1983 ,230)
Schmitt hace un
juicio de valor importante en la consideración final del proyecto marxista y
esta debe contraponerse a su figura del Estado también lo hace del capitalismo.
También se desprende que su pensamiento ha decidido romper con el liberalismo
en el ámbito económico y en el ámbito político, redefiniendo al marxismo y al
liberalismo como similares. Esta es una crítica a la racionalidad que antecede
por mucho a Kelsen. Debemos considerar que a Kelsen por otra parte jamás le
pareció importante esta implicación, sus críticas al marxismo de basan en otros
motivos. Este será un contrapunto que detallaremos a continuación, Kelsen cree
que los obstáculos a la actividad económica hacen peligrar la propia necesidad
de derecho. Consideramos entonces que se trata de un abordaje no típico porque
parte de una situación insólita, en ciertos momentos de sus obras, en parte
mínimo consideran el papel de la economía, del trabajo y el capital. Esto forma
parte de la propiedad, la representación legal del orden económico- cómo se
distribuyen los bienes, y cómo se aporta al Estado (impuestos). Esto no es lo
mismo que el orden político pero necesariamente su coincidencia o no condiciona
la existencia misma del orden de una sociedad. Es justamente allí donde la
crisis también puede ser asumida, más cuando se considera que los compromisos de
ambos autores tiene una relación clara, entre el catolicismo y el orden conservador
el cual es económicamente corporativo y el orden liberal el cual tiende al
librecambio y tiene una influencia menor en la esfera de la economía que la que
tiene en el derecho y esto puede ser demostrado por la importancia de Weber y
Kelsen en el aspecto de la redacción de la constitución alemana de Weimar- el
valor que le otorgan, también lo es en la misma polémica cuando consideramos
que los años más críticos del desenlace al nacionalsocialismo son resultado a
la par de la crisis de 1930, el apogeo del nazismo fue el apogeo de la crisis-
fin de Weimar, posterior conversión de Schmitt al nazismo.
Justamente en
este sentido algunos autores harían críticas en torno al derecho. Lo que
podemos decir es que la discusión en torno a la noción de poder neutral por
Schmitt consta de una preocupación del orden político, que su según su
concepción es más importante que el poder económico. En este sentido Schmitt
debate tácitamente con los liberales y los marxistas dentro de lo que considera
un racionalismo económico, esta apreciación esta en “Catolicismo como forma
política”. No obstante no es la obra en la cual desarrolla la noción de poder
neutral considerando esto se puede saber que se trata de una valoración de
distintos aspectos. No se trata de una simple crítica al marxismo o al papel de
la burguesía como la clase discutidora, se trata también sin duda a relegar y
no tomar en consideración el papel de la economía, y la propia existencia de la SPD como la presencia del
trabajo. El capital tuvo en contra partida una gran heterogeneidad- no existen
Whigs o Tories, lo que terminó conformando la coalición de derecha del final de
la republica de Weimar.
Antes de que la
crisis se desatara por completo, Schmitt abogó por lo medios autoritarios para
ordenar a la sociedad en el plano de lo parlamentario, lo legal, e incluso lo
económico. Kelsen por su parte mantenía la fe en la posibilidad de la reforma
parte del poder político y la preeminencia del legislador. En este sentido se
podría considerar que Kelsen aunque no lo declaraba explícitamente se
encontraba por fuera de la idea de revolución. Esto es importante porque la SPD es en esencia un partido
reformista y como tal quiere romper el orden estatal, no quiere buscar su
suspensión para fundar un régimen político. Cabe decir que Schmitt no toma la
política en términos de clase, en el caso alemán es la SPD (la socialdemocracia) el
actor que representa las particularidades que el asume que deberían ser la
clase obrera- el partido es por su existencia razón del socialismo y no la
clase obrera- cómo representante sólo es válido, sus intereses y sus
determinaciones; y como un papel menor los comunistas. En este sentido, la
derecha o lo que es lo mismo la burguesía es un conglomerado de partidos que
van desde el Zentrum hasta los Nazis, pasando por otras formaciones políticas.
Solamente allí, con la SPD
respetando la constitución es decir, el factor trabajo bajo la legalidad
burguesa puede interpretarse el éxito del primer presidente Ebert, y la
traición del presidente conservador Hindenburg. Schmitt intenta que el Estado
supere en una forma concreta a las clases, y para esto, supone que el poder
neutral estará más allá de la contingencia.
Por otra parte
Kelsen evade el problema de las clases porque niega la contingencia y deja que
la ciencia del derecho niegue el valor del poder neutral como un absurdo a la
par que hace que la
Constitución nada tenga que ver con la posibilidad de los
actores políticas puedan romper la ley sin ser castigados y entonces suprimirla
dejando sin efecto el Estado liberal de derecho. Se potencia la contradicción.
La línea que va desde la democracia liberal al autoritarismo, consecuencia
necesaria de la crisis de las burguesías a nivel político es la respuesta
dentro y fuera de Alemania, no son las burguesías liberales las que forman el
poder, sino la burocracia estatal, el ejército y la clase obrera organizada.
Genera esto la paradoja esencial, paradoja que con Hindenburg la historia
demostró lo frágil de sus intenciones. En este sentido Ebert fue un verdadero
representante que veló por el Estado, Hindenburg no.
El poder neutral como una voluntad de reponer el papel del Estado en
el centro de la política:
El poder neutral
es siempre la muestra de la crisis del liberalismo y de la política de los
partidos burgueses, en este sentido Constant es la primera muestra de ello- un
político que no pudo ver materializada la utopía del parlamento inglés.
Considerar que hay un poder que tiene que ordenar el funcionamiento de los
otros pone en duda la posibilidad misma de la legalidad y de la división de
poderes. Mientras que en Gran Bretaña el triunfo del liberalismo hace este problema algo menor, en el
continente por la presencia de la Revolución Francesa
y por el desarrollo del Imperio Napoleónico, esto se había vuelto algo capital.
El orden político o era esencialmente una dictadura, ya que Napoleón era
emperador en calidad de dictador o se trata de una República donde había una
asamblea. Podemos decir que Constant considera que la monarquía e incluso el
emperador, pueden suplir cierto caos que deja la transformación en la sociedad
de Europa continental. Esto quiere decir que reconstruir la autoridad estatal
dentro del marco de un Estado derecho es una preocupación importante primero
porque protege a la ley y segundo porque es la forma en que efectivamente se
puede dar la soberanía del pueblo. Es decir su forma moderna en esencia, sin
concesiones a principios puramente representativos como los que había
desarrollado la monarquía absoluta. Tiene sentido considerar que se trata de
una reformulación del Estado. Pinto ha trabajo este idea justamente en el caso
prusiano con el papel de Federico el Grande de Prusia. Podemos considerar tesis
que pueden ser contradictorias, la primera es que los Estados se desarrollan de
formas distintas y que por lo tanto cada uno tiene una solución en particular,
la segunda, es que las clases dominantes tratan de obtener los beneficios que
consideran el éxito de sus pares, imitar otras sociedades burguesas. Justamente
por esto hay una crisis, esta crisis está dada por el papel conflictivo entre
la sociedad y el Estado. Schmitt lo reconoce en forma concreta en la historia
de Weimar:
Esta opinión se
ha confirmado hasta la saciedad incluso en la realidad práctica de la vida
política. Una gran parte de la actividad desarrollada tanto por el presidente
Ebert (que se consideró a sí mismo como el protector de la Constitución en un
momento importantísimo) como por el actual presidente Hindenburg puede
caracterizarse como un arbitraje neutral y como mediación de conflictos; […]
muchos jefes de Estado, incapaces de comprender lo que resta de regner cuando se le priva el gouverner. (Schmitt, 1983,222)
Vale la pena
poner en duda si Hindenburg en su fase final no parecía más acorde a esta
descripción:
Acosado por las
exigencias contradictorias de su situación y al mismo tiempo obligado como un
prestidigitador a atraer hacia sí mediante sorpresas constantes, las miradas
del público, como hacia el sustituto de Napoleón, y por lo tanto ejecutar un
golpe de Estado en miniatura, Bonaparte lleva el caos a toda la economía
burguesa, atenta contra todo lo que Revolución de 1848 parecía intangible, hace
algunos pacientes para la revolución y a algunos ansiosos de ella, y engendra
una verdadera anarquía en el nombre del orden, despojando al Estado de todo
halo de santidad, profanándola, haciéndola asquerosa y ridícula. (Marx, 2009,128)
Marx no obstante
como el enemigo tácito de las teorizaciones de la neutralidad podría dar un
buen ejemplo de su rechazo:
Burgueses
fanáticos del orden son tiroteados por la soldadesca embriagada, la santidad
del hogar es profanada y sus casas son profanadas como pasatiempo, en nombre de
la propiedad, la religión, la familia y el orden. La hez de la sociedad burguesa
forma al fin la falange del orden, y el héroe Crapulinsky se instala en las
Tullerías como el salvador de la sociedad. (Marx, 2009 ,27)
En Francia el
éxito de la sociedad fue absoluto, su reemplazó por sobre el Estado fue total,
y eso genero a la revolución que termino desplazando a la nobleza. La burguesía
triunfa de la manera más rotunda en Francia y trata de imponer el liberalismo
político y económico. Por otra parte, en Alemania, la burguesía es ahogada por
la propia monarquía prusiana, es la historia del Estado prusiano la de un
capitalismo asistido y de corte militar, la educación de las élites de sus
estados, la correcta administración y la destreza en la asignación de la
burguesía como clase auxiliar dio al Estado prusiano la capacidad de sobrevivir.
Es decir el liberalismo fracasa en Alemania hasta el fin de la Primera Guerra Mundial. En este
sentido el desprecio que tiene la Iglesia
Católica se da en igual medida que el deprecio que tiene el
Estado Prusiano en general hacia los partidos. El Zentrum y la SPD , tienen que crecer y lo
hacen por fuera del ámbito estatal, su poder en la sociedad civil es cuanto a
organización imponente pero no lo es en el plano político. Esto es un hecho a
resaltar porque sino se invierten los órdenes de los factores, el liberalismo y
la burguesía son frágiles en toda la historia de Alemania hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial. Con
todo; liberales y conservadores, tuvieron una intuición que no se realizó por
la llegada de los nazis al poder. La experiencia del dirigismo económico nazi,
y la experiencia totalitaria se dieron a la par. Esto quiere decir que la
valoración que hicieron del presidente Weber y Carl Schmitt tal vez tenía la
intuición de que el Estado en sí mismo estaba en una crisis como una serie de corporaciones.
La crisis estaba dada por partida doble en el land de Prusia, y en el resto del
Estado alemán. Podemos considerar que lo ejecutivo, y la falta de necesidad de
cambiar el marco normativo de los derechos individuales justamente muestra que
el problema estaba dado en la administración. Es decir, reencauzar el
capitalismo corporativo en plena crisis económica de post guerra era una
preocupación que con la crisis del 30´ se agudiza. La crisis en Rusia había
terminado con el zarismo, y había creado la figura de la dictadura soberana. Es
decir, el éxito bolchevique tenía una consecuencia, la caída de una autocracia
llevaba al bolchevismo, si el estado alemán era esencialmente no muy distinto
en el II Reich y Weimar, ¿Podemos suponer que se trata de una simple
casualidad? La razón propiamente ejecutivista no se trata simplemente de una
característica existencial del pueblo alemán sino de una demostración del
paternalismo. Este paternalismo había dejado a la sociedad sin líderes
políticos y además no había creado las relaciones de mercado maduras del
librecambio tal cual la entendían los liberales. No obstante esto, algunos
consideraban que este proceso se agudizaba y otros no. Schmitt lo lee en la
clave de su teoría y entiende que esta crisis es una crisis de representación,
lo poderes indirectos se adueñan del estado. El estado no puede satisfacer sus
demandas y considera que estos poderes no se someten al estado por propia
voluntad por lo que el Estado es un mero árbitro en cuestiones económicas al cual
es fácil desconocer, es el predominio de lo privado sobre lo público, de lo
interior sobre el exterior. Es el fin de la nación y de la comunidad como
tales.
El presidente
del Reich es además de un líder que encabeza el estado la figura más leal hasta
el momento en parte por ser un hombre como Ebert un socialista reformista, o un
hombre netamente conservador como Hindenburg. En estos casos se podría hasta
imaginar una correcta relación entre el poder del trabajo, en el caso de Ebert
o el poder del capital en el caso de Hindenburg. Pero se puede considerar que
esto no altera la unidad de la nación y que los poderes como tales, tiene que
someterse al orden. Porque el dictador como tal no altera la legalidad sino que
decide por un lapso, la misma noción del poder neutral se encuentra por debajo,
el Estado es ordenado sin dependen de una ley impersonal sino que una persona
tiene la capacidad y la facultad para poder un orden. Esto quita el hecho de
que la discusión pueda llevarse al fundamento mismo del Estado.
El papel de la economía y la crisis político-económica:
Schmitt tiene
una visión de la sociedad distinta de la de Kelsen. No le interesa en general
el papel de la economía, cree un resultado final del orden político que luego
lleva al orden económico, esto es para él antiliberalismo. En el caso del poder
neutral cree que el representante del Estado hace más por su continuidad que la
propiedad, la cultura y la legalidad. Se
muestra lo realmente importante, el Estado en su devenir histórico está sujeto
a acciones que no pueden ser presupuestas por el orden jurídico.
Una ley
constitucional no puede prescribir e imponer las cualidades personales que son
necesarias para cumplir a satisfacción el papel del pouvoir neutre del mismo modo que tampoco puede prescribir, que el
Canciller del Reich sea un gran jefe político y determine por sí mismo las
líneas directrices de la política. (Schmitt,1983, 220)
[…] que es un
presagio de la desintegración automática propia Estado pluralista y de la
necesidad de un eficaz remedio: “Cuánto más organismos colectivos arbitréis para
que colaboren, cuanto más numerosas sean las votaciones colectivas ya se por
referéndum, en el Consejo del Reich, los consejos obreros, etc. tanto mayor
será la necesidad de tener un punto fijo, al que concurran todos los hilos
ideológicamente por lo menos.” (Schmitt,1983 ,221)
El liberalismo
de Kelsen hace que la legalidad poco tiene que ver con el desarrollo de la
economía y de la política- un marco a-histórico en pos de una comprensión universal,
tienen que ser esferas separadas. Considera que no es necesario ordenar la
actividad económica propositivamente tampoco las conductas los deseos del
legislador no son muchas veces leyes sino orientan porque no tienen sanción, no
tienen que haber valoraciones para el desarrollo del capitalismo. La crisis de
Weimar fue resulta efectivamente por Hindenburg, este simplemente dejo que dos
tendencias opuestas confluyeran; así ordenó efectivamente, la tendencia
reformista de derecha; en lo económico y autoritaria, la conservadora, la de
Schleicher, el cual consideró que su papel era efectivamente el de un árbitro y
las tendencias fanáticas de Hitler. La Alemania conservadora, no toleró el
papel verdadero de una modernización desde arriba, una “revolución pasiva”,
cosa fue un éxito en el se II Reich con Bismarck:
“Schleicher en
el comunicado que envío a Paris el 19 de Enero: los políticos de derechas que
habían albergado esperanzas en que el general impusiera un gobierno militar
comprobaron decepcionados que el comportamiento de este era más débil y mucho
más de civil sin uniforme. En lugar de tomar medidas contra la izquierda, había
hecho concesiones a las organizaciones sindicales y no dudaba en negociar con
sus dirigentes en lugar de restringir las pretensiones del Reichstag, había
coqueteado con los partidos en un intento de lograr el favor de la mayoría
parlamentaria, y en lugar de incluir a los nazis en el gobierno había
“declarado la guerra” a Hitler al aliarse con el renegado Gregor Strasser.”
(Ashby Turner, 2000, 239)
Importancia
capital, el poder neutral, no se dio en la previsión de Schmitt en la facultad
del gobierno de gabinete, ni en la delegación del artículo 48, si se dio en la
práctica en políticos que buscaron alternativas para salir de Weimar por la
derecha, en cualquiera de sus formas. No obstante la crisis del 30´ tenía un
factor digno de ser revisitado, Hitler uso esto para crecer electoralmente y en
este sentido Hindenburg no se vio conmovido ante la crisis como tal. Las
conductas prohibidas tienen que ser los delitos, el riesgo del propio sistema
político y jurídico como tal. Gran parte de la actividad económica tiene vida
propia, el derecho nada le interesa legislar en este sentido siempre y cuando
no surjan conflictos en los cuales, el derecho se desarrolle en una forma
particular, esto es el liberalismo dominante en la burguesía alemana. El Estado
ordena, configura los mercados, y estos se dan en estos marcos formales. En la
práctica el poder neutral jamás opero en su esencia en Weimar, si actuó ciertas
reformas hacia el final de la crisis, es decir entre el espacio de 1930 y 1933.
En este sentido es elocuente que el cambio en política económica llevó la llave
del triunfo, políticas de difícil consenso, aplicadas llevan al cambio en la sociedad
alemana, la crisis es económica. El poder neutral inspirado en Schmitt no de
forma plebiscitaria, no es útil para llevar adelante este cambio:
Como última
tarea en el cargo, después de sólo cincuenta y siete días de mandato, el
gabinete de Schleicher procedió entonces
a dar el último visto bueno a las medidas financieras necesarias para poner en
marcha el programa de creación de empleo que, como había prometido en canciller
cuando juró en el cargo, sería su proyecto prioritario.
De hecho, ese
mismo día se convirtió en ley mediante un decreto extraordinario firmado por el
presidente. El programa ponía quinientos millones a disposición de una serie de
proyectos de obras públicas diseñadas para proporcionar trabajo a los
desempleados y estimular la actividad económica en general. En el transcurso de
los seis meses siguientes, casi dos millones de alemanes encontraron trabajo.
Sin embargo Schleicher no se le reconoció ningún mérito al respecto: el
beneficiario político de este logro fue Adolf Hitler. (Ashby Turner, 2000
,248-249)
Schmitt, tiene
resistencias a pensar que la crisis sea necesariamente un cambio en el proceso
económico, y tampoco cree que el ordenamiento se de por necesidad. Más bien el
ordenamiento es una necesidad muy anterior, atada a la historia, histórico el
hecho de su desarrollo, y vale la pena entender como se dio en cada momento. Mientras
que el liberalismo parte de una especulación abstracta; la teología política
ante todo analiza, el desarrollo de estos conceptos por sí mismos a lo largo de
la historia. La crisis de Weimar es una crisis de principios políticos, de
filosofía política; de creencias, hasta por qué no decirlo de postulados. La
preocupación de Schmitt es el liberalismo político en su defensa de la
humanidad más que el papel del liberalismo político de oferta y demanda. Kelsen
considera que la vuelta al poder neutral es una necesaria regresión a tiempos
históricos donde el derecho como tal tenía que ser justificado desde el derecho
natural como metafísica, lo cual era cierto también en la economía. Se
desprende que la idea misma de reglar, economía, derecho y política por
principios y no definir su conceptualización por definiciones como Persona, o
Valor, tiene un impacto. Los positivistas, sean kelsensianos (positivistas) o
Neoclásicos, es decir derecho y economía, tratan de formalizar para poder hacer
instrumentos fiables sus especulaciones político económicas. Esto quiere decir
que la burguesía alemana está dividida en dos, un sector liberal y un sector
conservador. Schmitt intenta en el desarrollo del poder neutral crear una
“revolución desde arriba” la modernización de Weimar por un principio político,
la contradicción no es vista por Schmitt la innovación en la diferencia entre
la antigua monarquía y el presidente plebiscitario en parte porque Schmitt
asume que el principio de soberanía popular es el que se debe considerar
irreversible no así, el sindicalismo o los partidos que se dieron por la
historia alemana en particular, lo plebiscitario el pueblo antes que la clase
es por mucho preferible. Todo poder indirecto podría ser eliminado; sujetado al
Estado, dando al capitalismo una continuidad. Es evidente que la dictadura
soberana leninista impone, la colectivización, la socialización de los medios
de producción y la dictadura soberana. Un sistema completamente alternativo, el
fin de la política, y el fin de le existencia del pueblo alemán como tal. Podemos
considerar la originalidad de la concepción de Schmitt en la derecha alemana
frente a otras alternativas puramente autoritarias. Schmitt plantea a las
corporaciones dentro del Estado, que el paternalismo y el dirigismo económico
se impongan- el Estado de Excepción. Esta valoración está dada por la misma
idea de la producción la cual tiene una determinación fáctica en lo económico
no se trata simplemente de la producción sino del reparto del beneficio
económico final. La gran diferencia es que Schmitt considera que el poder
neutral y el Estado tienen que a la fuerza estar por encima, un Estado por
encima de las clases sociales, las confesiones, etc. La vuelta a Hobbes, aunque
en una forma imposible. El combate de Schmitt contra lo privado encuentra su
derrota en el capitalismo, su impracticable poder neutral demuestra la
diferencia entre intuición y la realidad, Hindenburg fue un buen representante
de los Junkers, incapaz de asumir el papel de la crisis alemana en torno a una
crisis internacional mayor. Justamente Max Weber lamenta que Parlamento y
Gobierno que las personas más excelentes para gobernar Alemania terminen
trabajando para monopolios capitalistas donde su talento para liderar es más
valorado que en el Parlamento y el gobierno en general.
Argentina Crisis y transformación en 2001-2002-2003:
Argentina es una
experiencia digna de ser comparada con Weimar por una multiplicidad de razones:
una guerra, la guerra de las Malvinas tuvo un efecto similar al de la derrota
alemana en la primera guerra mundial, deslegitimó el papel de las fuerzas
armadas con la crisis del régimen. La consecuencia final del periodo militar
argentino fue la bancarrota económica y la inflación razones por las cuales la
democracia fue condicionada. El sindicalismo y las fuerzas armadas habían sido
los poderes indirectos que habían
madurado bajo todos los autoritarismos anteriores- se habían demostrado
desleales frente a presidentes como Frondizi e Illia. La hiperinflación había
sido el antecedente de una de las reformas más importantes de la historia
argentina que fue la de los años 90´- la privatización. La ley de
Convertibilidad, tenía en sí misma un status casi constitucional, por las
consecuencias para el ordenamiento jurídico y político en nuestro país, más
cuando consideramos que los ahorros son una forma de propiedad y que está se
encadena a procesos que tienen que ver con el orden burgués. La constitución
protegía la propiedad- ideal liberal además protegía la paridad cambiaria en
cualquier momento y lugar, la defensa de la propiedad hacía que los
particulares tuvieran la posibilidad de tener dólares por sus pesos, por hacer
cualquier actividad económica y ahorrar en esa moneda si así lo deseaban. Considerando
que la democracia se desarrollaba a la par de esta perspectiva, la democracia
liberal en Argentina daba pie al mercado, aseguraba la libre participación
política, y no consideraba que el Estado estuviera por encima de la propiedad
privada o los derechos personalísimos que fueron puestos a la par. La
constitución liberal de 1853, se le unían en calidad constitucional los
tratados sobre derechos humanos.
Alfonsín, Menem
y De La Rúa ,
llegan al poder en elecciones libres y democráticas. Estas son la esencia de
sus decisiones políticas y económicas los actos del soberano son asumidos por
todos como su responsabilidad en el sentido hobbesiano- lo que hace el
presidente hace la sociedad, se considera que el estado es imparcial y que no
esta dominado por ninguna clase, grupo o corporación en particular. El Estado
es la representación de todos los intereses bajo la constitución, lo cual es
una definición del Estado de Derecho Liberal. El presidente tiene un gran poder
en cuanto al ordenamiento de la vida económica, política, e incluso
constitucional, la reforma de 1994 fue increíblemente ordenada con un acuerdo
entre PJ-UCR. Se considera base: la
Ley de Convertibilidad y la Constitución de 1853,
es decir la independencia del BCRA (un poder indirecto para Schmitt) y las
facultades delegadas en materia económica pero que eran factibles de sustraer
por parte del congreso bastaban para poder garantizar la democracia, nadie
ponía seriamente en tela de juicio su funcionamiento en cuanto a la legitimidad
de origen. Había críticos pero estos criticaban las formas, y pocos ponían en
tela de juicio la “constitucionalidad” de la Convertibilidad , o
si había algún límite claro no electoral al presidente de la nación. Justamente
por esto, Argentina estaba presa de una contradicción. Su democracia no tenía
una alta intensidad pero se consideraba que se había superado en gran parte de
la persecución política y que la libertad de expresión y política eran lo
suficientemente amplias. En ningún momento a excepción de la Crisis de Semana
Santa el país corría el riesgo en caer en la disolución y la anarquía. De la Rúa
sería la excepción, no justamente por tener una crisis que no fuera posible de
resolver, o mejor dicho por las expectativas que deposita en el presidente. La
cabeza del Estado tenía que salir de una recesión económica, además tenía que
lograr mantener su coalición y dependía de la buena voluntad de los sindicatos,
cámaras empresariales, movimientos sociales, y hasta de la oposición en el
congreso y del gobernador de la provincia de Buenos Aires Carlos Ruckauf.
Duhalde es visto en esta perspectiva:
“Entendemos por
salvataje, siguiendo al autor español Juan Linz, las operaciones de auxilio del
sistema democrático presidencialista o parlamentario destinadas a evitar su
erosión o derrumbe. […] El liderazgo presidencial de Eduardo Duhalde forma
parte de un momento histórico y paradójico de la Argentina, porque teniendo en
cuenta la experiencia ejecutiva y habiendo demostrado tener la fortaleza
necesaria en las circunstancias de excepción que le tocaron vivir, sólo pudo
ser el gobernante de la transición, un “piloto de tormentas” en la emergencia
(Quiroga, 2005, 2010); por ello es que en este caso particular, se podría
repetir aquella frase que dice “amarga
es la gloria”. (Baldioli, Leiras,
2012 ,240)
En este sentido,
el costo de la crisis económica iba en contra de la base de sustentación del
sistema político, la tensión social se agudizaba. El presidente era cabeza del
gobierno y protector de la continuidad del Estado. La salida de la
convertibilidad se había convertido en un tema tabú, nadie creería que se
podría gobernar sin ella pero las alternativas eran pocas. Hasta diciembre de
2001, la impericia del presidente condenó a su partido la UCR , a su persona, y al país
al borde una anarquía. Esto en sí mismo no era lo peor, sino la ausencia de
políticos que quisieran abordar la crisis seriamente, o que pudieran lograr por
medios legales y extra-legales el orden, la represión por parte de las clases
dominantes estaba garantizada y contó con 40 muertes como demostración del
poder represivo del Estado pero la ausencia de control político se hacía
evidente. Si el peronismo era la garantía del gobierno, ¿qué líder del partido
podría llevarlo adelante? Rodríguez Saa fracasó, era el turno de Duhalde y de
su fracción de la “burguesía nacional” pesificadora. Es evidente que este
problema tiene todas las características propias del conflicto político, una
decisión soberana no legal tiene consecuencias irreversibles en los efectos
políticos y económicos. Recordemos que Argentina la constitucionalidad en
última instancia depende de la Corte Suprema
de la Nación.
La “nueva argentina” era por su naturaleza la misma que la anterior pero el
peronismo tenía que dar el paso necesario para hacer factible la continuidad de
la vida económica. El proceso conocido como “pesificación asimétrica”, implica
la conversión de ahorros y deudas a pesos, yendo por encima de la propiedad y
de otras las obligaciones que se derivan de ella entre particulares. Esto al
determinar, la tasa de ganancia, el nivel de salarios y consumos, determino la
vida pública de la nación. Duhalde, sin alterar la constitución violó el
artículo 14 de la constitución. Siendo la propiedad la base del Estado Liberal,
el Estado hizo transferencias arbitrarias. A esto hay que sumarle otros
episodios de represión como el que derivó en la Masacre del Puente
Pueyrredón, y el combate claro contra el movimiento político de los piqueteros
los cuales eran un poder indirecto que estaba interesado en recibir del Estado
beneficios que no estaban en relación a su representación parlamentaria. Se
puede deducir entonces:
“Entre del
“gobierno de transición” del Dr Duhalde se destacaron la devaluación de la
moneda, que dio fin a la ley de Convertibilidad, la pesificación forzada de los
depósitos bancarios en moneda extranjera, y una gran distribución de planes
sociales para atenuar los efectos de la economía en recesión que llevaba varios
años y había incrementado la pobreza y la indigencia hasta límites nunca vistos
en la argentina. Su plan económico denominada productivista, profundizado
posteriormente a partir del año, permitió la recuperación argentina a partir
del tercer trimestre del 2002 tras cuatro años de recesión. (Baldioli Leiras, 2012,231)
“De esta manera
se estableció la llamada “pesificación asimétrica” por la cual las deudas con
el sistema financiero fueron pesificacadas a razón un peso por dólar, pero los
depósitos fueron reconocidos por las entidades financieras a razón de $ 1,40
= U$S 1,00. La diferencia fue reconocida
por el gobierno nacional con un bono que se entregó a los bancos para compensar
esa asimetría […] generando una importancia licuación de pasivos de empresas,
financiadas por el gobierno nacional. […]
Para evitar
mayor desempleo y con el propósito de morigerar los despidos de personal, se
implanto la denominada norma del “2 x1” a través de la cual si alguien despedía
a un trabajador debía pagar el doble por cada año de trabajo el doble de
indemnización con lo cual se hacía muy oneroso despedir personal. (Baldioli
Leiras,2012, p.232)
Duhalde incluso
modificó más leyes electorales condicionando el futuro del país, modificando el
régimen electoral a raíz de la propia crisis de su gobierno permitiendo que el
peronismo pudiera tener más de una lista. En 2003 la participación fue más alta
que en 2001, por lo que se tomó que esto era un indicador de respeto por parte
de la ciudadanía que una vez que eligiera presidente convalidaría, la decisión
de Duhalde a nivel político, económico y social. La impunidad de Eduardo
Duhalde, y lo arbitrario en su intervención pese a la delegación del congreso
son un tema llamativo. Una vez que esto ocurrió, la ley y el orden por parte
del congreso y el papel de Néstor Kirchner en reconstruir el poder presidencial
pueden quedar en segundo plano.
Conclusiones:
Tratamos de demostrar que el papel
necesario en el orden estatal de un poder neutral representación de la esfera
del Estado ordenando a los poderes indirectos en especial en relación con la
economía. Tratar de analizar la crisis política desde el ángulo económico como
una consecuencia insalvable de la vida social, arroja una luz sobre el contra
punto necesario de la especulación de teoría política y la actividad de la
sociedad real y concreta. Tanto Argentina como Alemania de Weimar pusieron
énfasis en salvar las crisis institucionales pretendiendo que existían
instrumentos meramente políticos para poder resolver las crisis económicas.
Esto es falso. Sí podemos decir que existe una teoría que trata de legitimar un
orden político pese a la crisis política que se desencadena cuando la sociedad
pierde una base de sustentación político económica.
Tomar la cuestión de la economía
suma una luz importante, es necesario que la política económica no sea vista
simplemente como un aspecto institucional posible de racionalizar por el
positivismo y tampoco caer en su opuesto una fuga meramente teórica sobre el
papel político de un poder neutral que fuese capaz de ordenar el Estado y
terminar por los conflictos por las capacidades que podría tener a priori.
Duhalde ha sido el actor político despreciado al ser el factor del orden
político actual no por su permanencia en él sino por sus consecuencias
irreversibles está es su diferencia con De La Rúa. La mala memoria es un síntoma de una mala
interpretación de las elecciones del soberano en Estado de excepción, sus
huellas económicas y políticas, sus consecuencias no legales son indicio de lo
contrario. Duhalde fue el “poder neutral” en la crisis de 2001, su papel fue
salvar a la burguesía argentina.
Bibliografía:
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España, Edhasa. 2000
Baldioli, Amadeo, Leiras, Santiago, 2012, Capitulo V ¿El
final de un ciclo? La presidencia de Eduardo Duhalde (2002-2003) Buenos Aires,
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Internet:
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Genoud, Diego. Carl Schmitt, El pensador Nazi que inspira a
los Kirchner: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=92329
Ludueña Romandini, Fabián. Los fundamentos
onto-teológico-políticos de la mercancía y el dinero. Una incursión a los
orígenes de la religión capitalista: http://conti.derhuman.jus.gov.ar/2010/10/mesa-38/luduena_romandini_mesa_38.pdf
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