Abstract:
La polémica entre Kelsen y Schmitt en el mundo del trabajo:
No vale la pena
decir que la polémica se trata de una simple comparación en torno al
constitucionalismo- esta se dio en torno a la crisis histórica del régimen de
Weimar. Es claro que ambos han tenido un contrapunto muy productivo en cuanto
al papel del constitucionalismo porque eran juristas pero inevitablemente
tocaron cuestiones económicas insalvables en la sociedad capitalista. Es decir,
ambos han trabajado la cuestión del régimen político, el orden constitucional y
la definición de la ley en sí misma. Por lo que en parte ellos han pensado el
orden político, legal y económico como sistemas claramente distintos, uno liberal
y el otro conservador. Schmitt, ha desarrollado sus ideas en torno a la
autoridad y la estatalizad en dos textos que pueden ser útiles en este caso; el
Catolicismo como Forma Política y el Defensor de la Constitución. Utilizaremos
nociones claves de su pensamiento para poder abordar la particularidad en la
interpretación de la economía en Schmitt y su abordaje en obras distintas pero
destacando un marco común, su creencia segura de que se trata de un campo
subsumido por la política.
Schmitt hace un
juicio de valor importante en la consideración final del proyecto marxista y
esta debe contraponerse a su figura del Estado. De esta consideración también
se desprende que su pensamiento ha decidido romper con el liberalismo en el
ámbito económico y en el ámbito político. Esta es una crítica a la racionalidad
que antecede por mucho a Kelsen. Debemos considerar que a Kelsen por otra parte
jamás le pareció importante esta implicación, sus críticas al marxismo de basan
en otros motivos. Este será un contrapunto que detallaremos a continuación.
Consideramos
entonces que se trata de un abordaje no típico porque parte de una situación
insólita, en ciertos momentos de sus obras, en parte mínimo consideran el papel
de la economía, del trabajo y el capital. Esto forma parte de la propiedad, la
representación legal del orden económico. Esto no es lo mismo que el orden
político pero necesariamente su coincidencia o no condiciona la existencia
misma del orden de una sociedad.
Es justamente
allí donde la crisis también puede ser asumida, más cuando se considera que los
compromisos de ambos autores tiene una relación clara, entre el catolicismo y
el orden conservador el cual es económicamente corporativo y el orden liberal
el cual tiende al librecambio y tiene una influencia menor en la esfera de la
economía que la que tiene en el derecho y esto puede ser demostrado por la
importancia de Weber y Kelsen en el aspecto de la redacción de la constitución
alemana de Weimar, también lo es en la misma polémica cuando consideramos que
los años más críticos del desenlace al nacionalsocialismo son resultado a la
par de la crisis de 1930, el apogeo del nazismo fue el apogeo de la crisis.
Justamente en
este sentido algunos autores harían críticas en torno al derecho. Lo que podemos
decir es que la discusión en torno a la noción de poder neutral por Schmitt
consta de una preocupación del orden político, que su según su concepción es
más importante que el poder económico. En este sentido Schmitt debate
tácitamente con los liberales y los marxistas dentro de lo que considera un
racionalismo económico, esta apreciación esta en “Catolicismo como forma
política”. No obstante no es la obra en la cual desarrolla la noción de poder
neutral considerando esto se puede saber que se trata de una valoración de
distintos aspectos. No se trata de una simple crítica al marxismo o al papel de
la burguesía como la clase discutidora, se trata también sin duda a relegar y
no tomar en consideración el papel de la economía, y la propia existencia de la SPD como la presencia del
trabajo. El capital tuvo en contra partida una gran heterogeneidad, que terminó
conformando la coalición de derecha del final de la republica de Weimar.
Antes de que la
crisis se desatara por completo, Schmitt abogó por lo medios autoritarios para
ordenar a la sociedad en el plano de lo parlamentario, lo legal, e incluso lo
económico. Kelsen por su parte mantenía la fe en la posibilidad de la reforma
parte del poder político y la preeminencia del legislador. En este sentido se podría
considerar que Kelsen aunque no lo declaraba explícitamente se encontraba por
fuera de la idea de revolución. Esto es importante porque la SPD es en esencia un partido
reformista y como tal quiere romper el orden estatal, no quiere buscar su
suspensión para fundar un régimen político.
Cabe decir que
Schmitt no toma la política en términos de clase, en el caso alemán es la SPD (la socialdemocracia) el
actor que representa las particularidades que el asume que deberían ser la
clase obrera, sus intereses y sus determinaciones y como un papel menor los
comunistas. En este sentido, la derecha o lo que es lo mismo la burguesía es un
conglomerado de partidos que van desde el Zentrum hasta los Nazis, pasando por
otras formaciones políticas. Solamente allí, con la SPD respetando la constitución
es decir, el factor trabajo bajo la legalidad burguesa puede interpretarse el
éxito del primer presidente Ebert, y la traición del presidente conservador
Hindenburg. Schmitt intenta que el Estado supere en una forma concreta a las
clases, y para esto, supone que el poder neutral estará más allá de la
contingencia.
Por otra parte
Kelsen evade el problema de las clases porque niega la contingencia y deja que
la ciencia del derecho niegue el valor del poder neutral como un absurdo a la
par que hace que la
Constitución nada tenga que ver con la posibilidad de los
actores políticas puedan romper la ley sin ser castigados y entonces suprimirla
dejando sin efecto el Estado liberal de derecho. Se potencia la contradicción.
La línea que va desde la democracia liberal al autoritarismo, consecuencia
necesaria de la crisis de las burguesías a nivel político es la respuesta, no
son las burguesías liberales las que forman el poder, sino la burocracia
estatal, el ejército y la clase obrera organizada. Genera esto la paradoja
esencial, paradoja que con Hindenburg la historia demostró lo frágil de sus
intenciones.
El poder neutral como una voluntad de reponer el papel del Estado en
el centro de la política:
El poder neutral
es siempre la muestra de la crisis del liberalismo y de la política de los
partidos burgueses, en este sentido Constant es la primera muestra de ello.
Considerar que hay un poder que tiene que ordenar el funcionamiento de los
otros pone en duda la posibilidad misma de la legalidad y de la división de
poderes. Mientras que en Gran Bretaña el triunfo del liberalismo hace este problema algo menor, en el
continente por la presencia de la Revolución Francesa
y por el desarrollo del Imperio Napoleónico, esto se había vuelto algo capital.
El orden político o era esencialmente una dictadura, ya que Napoleón era
emperador en calidad de dictador o se trata de una República donde había una
asamblea.
Podemos decir
que Constant considera que la monarquía e incluso el emperador, pueden suplir
cierto caos que deja la transformación en la sociedad de Europa continental. Esto
quiere decir que reconstruir la autoridad estatal dentro del marco de un Estado
derecho es una preocupación importante primero porque protege a la ley y segundo
porque es la forma en que efectivamente se puede dar la soberanía del pueblo.
Es decir su forma moderna en esencia, sin concesiones a principios puramente
representativos como los que había desarrollado la monarquía absoluta. Tiene
sentido considerar que se trata de una reformulación del Estado. Pinto ha
trabajo este idea justamente en el caso prusiano con el papel de Federico el
Grande de Prusia. Podemos considerar tesis que pueden ser contradictorias, la
primera es que los Estados se desarrollan de formas distintas y que por lo
tanto cada uno tiene una solución en particular, la segunda, es que las clases
dominantes tratan de obtener los beneficios que consideran el éxito de sus
pares. Justamente por esto hay una crisis, esta crisis está dada por el papel
conflictivo entre la sociedad y el Estado.
En Francia el
éxito de la sociedad fue absoluto, su reemplazó por sobre el Estado fue total,
y eso genero a la revolución que termino desplazando a la nobleza. La burguesía
triunfa de la manera más rotunda en Francia y trata de imponer el liberalismo
político y económico. Por otra parte, en Alemania, la burguesía es ahogada por
la propia monarquía prusiana, es la historia del Estado prusiano la de un
capitalismo asistido y de corte militar, la educación de las élites de sus
estados, la correcta administración y la destreza en la asignación de la
burguesía como clase auxiliar dio al Estado prusiano la capacidad de
sobrevivir. Es decir el liberalismo fracasa en Alemania hasta el fin de la Primera Guerra Mundial. En este
sentido el desprecio que tiene la Iglesia
Católica se da en igual medida que el deprecio que tiene el
Estado Prusiano en general hacia los partidos. El Zentrum y la SPD , tienen que crecer y lo
hacen por fuera del ámbito estatal, su poder en la sociedad civil es cuanto a
organización imponente pero no lo es en el plano político. Esto es un hecho a
resaltar porque sino se invierten los órdenes de los factores, el liberalismo y
la burguesía son frágiles en toda la historia de Alemania hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Con todo;
liberales y conservadores, tuvieron una intuición que no se realizó por la llegada
de los nazis al poder. La experiencia del dirigismo económico nazi, y la
experiencia totalitaria se dieron a la par. Esto quiere decir que la valoración
que hicieron del presidente Weber y Carl Schmitt tal vez tenía la intuición de
que el Estado en sí mismo estaba en una crisis como una serie de corporaciones.
La crisis estaba dada por partida doble en el land de Prusia, y en el resto del
Estado alemán. Podemos considerar que lo ejecutivo, y la falta de necesidad de
cambiar el marco normativo de los derechos individuales justamente muestra que
el problema estaba dado en la administración. Es decir, reencauzar el
capitalismo corporativo en plena crisis económica de post guerra era una
preocupación que con la crisis del 30´ se agudiza.
La crisis en
Rusia había terminado con el zarismo, y había creado la figura de la dictadura
soberana. Es decir, el éxito bolchevique tenía una consecuencia, la caída de
una autocracia llevaba al bolchevismo, si el estado alemán era esencialmente no
muy distinto en el II Reich y Weimar, ¿Podemos suponer que se trata de una
simple casualidad? La razón propiamente ejecutivista no se trata simplemente de
una característica existencial del pueblo alemán sino de una demostración del
paternalismo. Este paternalismo había dejado a la sociedad sin líderes
políticos y además no había creado las relaciones de mercado maduras del
librecambio tal cual la entendían los liberales. No obstante esto, algunos
consideraban que este proceso se agudizaba y otros no. Schmitt lo lee en la
clave de su teoría y entiende que esta crisis es una crisis de representación,
lo poderes indirectos se adueñan del estado. El estado no puede satisfacer sus
demandas y considera que estos poderes no se someten al estado por propia
voluntad por lo que el Estado es un mero árbitro en cuestiones económicas al
cual es fácil desconocer, es el predominio de lo privado sobre lo público, de
lo interior sobre el exterior. Es el fin de la nación y de la comunidad como
tales.
El presidente
del Reich es además de un líder que encabeza el estado la figura más leal hasta
el momento en parte por ser un hombre como Ebert un socialista reformista, o un
hombre netamente conservador como Hindenburg. En estos casos se podría hasta
imaginar una correcta relación entre el poder del trabajo, en el caso de Ebert
o el poder del capital en el caso de Hindenburg. Pero se puede considerar que
esto no altera la unidad de la nación y que los poderes como tales, tiene que
someterse al orden. Porque el dictador como tal no altera la legalidad sino que
decide por un lapso, la misma noción del poder neutral se encuentra por debajo,
el Estado es ordenado sin dependen de una ley impersonal sino que una persona
tiene la capacidad y la facultad para poder un orden. Esto quita el hecho de
que la discusión pueda llevarse al fundamento mismo del Estado.
El papel de la economía y la crisis político-económica:
Schmitt tiene
una visión de la sociedad distinta de la de Kelsen. Podemos decir que Schmitt
no le interesa en general el papel de la economía, la cual cree un resultado
final del orden político que luego lleva al orden económico. El liberalismo de
Kelsen hace que la legalidad poco tiene que ver con el desarrollo de la
economía y de la política, tienen que ser esferas separadas. Kelsen considera
que no es necesario ordenar la actividad económica propositivamente, no tienen
que haber valoraciones a priori para el desarrollo del capitalismo. Las
conductas que son prohibidas tienen que ser los delitos, las que pongan en
riesgo el propio sistema político y jurídico como tal. Gran parte de la
actividad económica tiene vida propia, el derecho nada le interesa legislar en
este sentido siempre y cuando no surjan conflictos en los cuales, el derecho se
desarrolle en una forma particular. Es decir, el Estado ordena, configura los
mercados, y estos se dan en estos marcos formales. Esta sin duda es la muestra
más cabal de la burguesía alemana liberal.
Schmitt, tiene
resistencias a pensar que la crisis sea necesariamente un cambio en el proceso
económico, y tampoco cree que el ordenamiento se de por necesidad. Más bien el
ordenamiento es una necesidad muy anterior, no atada a la historia, si es
histórico el hecho de su desarrollo, y vale la pena entender como se dio en
cada momento histórico. Por eso, mientras que el liberalismo parte de una
especulación abstracta la teología política ante todo analiza, el desarrollo de
estos conceptos por sí mismos a lo largo de la historia.
La crisis de
Weimar es una crisis de principios políticos, de filosofía política de
creencias, hasta por qué no decirlo de postulados. La preocupación de Schmitt
es el liberalismo político en su defensa de la humanidad más que el papel del
liberalismo político de oferta y demanda. Por eso Kelsen considera que la
vuelta al poder neutral es una necesaria regresión a tiempos históricos donde
el derecho como tal tenía que ser justificado desde el derecho natural como
metafísica, lo cual era cierto también en la economía. Se desprende que la idea
misma de reglar, economía, derecho y política por principios y no definir su
conceptualización por definiciones como Personar, o Valor, tiene un impacto.
Los positivistas, sean kelsensianos (positivistas) o Neoclásicos, es decir
derecho y economía, tratan de formalizar para poder hacer instrumentos fiables
sus especulaciones político económicas. Esto quiere decir que la burguesía
alemana está dividida en dos, un sector liberal y un sector conservador.
Schmitt intenta
en el desarrollo del poder neutral crear una “revolución desde arriba” la
modernización de Weimar por un principio político, esta contradicción no es
vista por Schmitt la innovación en la diferencia entre la antigua monarquía y
el presidente plebiscitario en parte porque Schmitt asume que el principio de
soberanía popular es el que se debe considerar irreversible no así, el
sindicalismo o los partidos que se dieron por la historia alemana en
particular. Esto es importante porque todo poder indirecto podría ser
eliminado, dando al capitalismo una continuidad. Es evidente que la dictadura
soberana leninista impone, la colectivización, la socialización de los medios
de producción y la dictadura soberana. Es decir un sistema completamente alternativo,
el fin de la política, y el fin de le existencia del pueblo alemán como tal.
Ya podemos
considerar la originalidad de la concepción de Schmitt en la derecha alemana
frente a otras alternativas puramente autoritarias. Schmitt quiere a las corporaciones
dentro del Estado, y quiere que el paternalismo y el dirigismo económico se
impongan. Esta valoración está dada por la misma idea de la producción la cual
tiene una determinación en última instancia en lo económico no se trata
simplemente de la producción sino del reparto del beneficio económico final. La
gran diferencia es que Schmitt considera que el poder neutral y el Estado
tienen que a la fuerza estar por encima, un Estado por encima de las clases
sociales, las confesiones, etc. La vuelta a Hobbes, aunque en una forma
imposible.
Argentina Crisis y transformación en 2001-2002-2003:
Argentina tiene
una experiencia digna de ser comparada con Weimar por una multiplicidad de
razones, la primera es la presencia de una guerra, la guerra de las Malvinas
tuvo un efecto similar al de la derrota alemana en la primera guerra mundial,
deslegitimó el papel de las fuerzas armadas, poniendo en crisis al régimen.
Además la consecuencia final del periodo militar fue la bancarrota económica y
la inflación razones por las cuales la democracia fue condicionada. El
sindicalismo y las fuerzas armadas habían sido los poderes indirectos que habían madurado bajo todos los autoritarismos
anteriores- se habían demostrado desleales frente a presidentes como Frondizi e
Illia. La hiperinflación había sido el antecedente de una de las reformas más
importantes de la historia argentina que fue la de los años 90´. La ley de
Convertibilidad, tenía en sí misma un status casi constitucional, por las
consecuencias para el ordenamiento jurídico y político en nuestro país, más
cuando consideramos que los ahorros son una forma de propiedad y que está se
encadena a procesos que tienen que ver con el orden burgués.
Es decir la
constitución protegía la propiedad- ideal liberal por excelencia, y además
protegía la paridad cambiaria en cualquier momento y lugar, es decir, la
defensa de la propiedad hacía que los particulares tuvieran la posibilidad de
tener dólares por sus pesos, por hacer cualquier actividad económica y ahorrar
en esa moneda si así lo deseaban. Además, tenemos que considerar que la
democracia se desarrollaba a la par de esta perspectiva, la democracia liberal
en Argentina daba pie al mercado, aseguraba la libre participación política, y
no consideraba que el Estado estuviera por encima de la propiedad privada o los
derechos personalísimos que fueron puestos a la par. La constitución liberal de
1853, se le unían en calidad constitucional los tratados sobre derechos
humanos.
Alfonsín, Menem
y De La Rúa ,
llegan al poder en elecciones libres y democráticas. Estas son la esencia de
sus decisiones políticas y económicas los actos del soberano son asumidos por
todos como su responsabilidad en el sentido hobbesiano, se considera que el
estado es imparcial y que no esta dominado por ninguna clase, grupo o
corporación en particular. El Estado es la representación de todos los
intereses bajo la constitución, lo cual es una definición del Estado de Derecho
Liberal.
Mientras tanto,
el presidente tiene un gran poder en cuanto al ordenamiento de la vida
económica, política, e incluso constitucional, la reforma de 1994 fue
increíblemente ordenada con un acuerdo entre PJ-UCR. Lo que se considera es que
la Ley de
Convertibilidad y la
Constitución de 1853, es decir la independencia del BCRA y
las facultades delegadas en materia económica pero que eran factibles de
sustraer por parte del congreso bastaban para poder garantizar la democracia,
nadie ponía seriamente en tela de juicio su funcionamiento en cuanto a la
legitimidad de origen. Es cierto que había críticos pero estos criticaban las
formas, y pocos ponían en tela de juicio la “constitucionalidad” de la Convertibilidad , o
si había algún límite claro no electoral al presidente de la nación.
Justamente por
esto, Argentina estaba presa de una contradicción. Su democracia no tenía una
alta intensidad pero se consideraba que se había superado en gran parte de la
persecución política y que la libertad de expresión y política eran lo
suficientemente amplias. En ningún momento a excepción de Semana Santa el país
corría el riesgo en caer en la disolución y la anarquía. Justamente De la Rua sería la excepción, no
justamente por tener una crisis que no fuera posible de resolver, o mejor dicho
por las expectativas que deposita en el presidente. El presidente como cabeza
del Estado tenía que salir de una recesión económica, además tenía que lograr
mantener su coalición y dependía de la buena voluntad de los sindicatos,
cámaras empresariales, movimientos sociales, y hasta de la oposición en el congreso
y del gobernador de la provincia de Buenos Aires Carlos Ruckauf.
En este sentido,
el costo de la crisis económica iba en contra de la base de sustentación del
sistema político, la tensión social se agudizaba. El presidente era cabeza del
gobierno y protector de la continuidad del Estado. La salida de la
convertibilidad se había convertido en un tema tabú, nadie creería que se
podría gobernar sin ella pero las alternativas eran pocas. Hasta diciembre de
2001, la impericia del presidente condenó a su partido la UCR , a su persona, y al país
al borde una anarquía. Aunque esto en sí mismo no era lo peor, sino la ausencia
de políticos que quisieran abordar la crisis seriamente, o que pudieran lograr
por medios legales y extra-legales el orden, la represión por parte de las
clases dominantes estaba garantizada y contó con 40 muertes como demostración
del poder represivo del Estado pero la ausencia de control político se hacía
evidente. Si el peronismo era la garantía del gobierno, ¿qué líder del partido
podría llevarlo adelante? Rodríguez Saa fracasó, era el turno de Duhalde y de
su fracción de la “burguesía nacional” pesificadora. Es evidente que este
problema tiene todas las características propias del conflicto político, una
decisión soberana no legal tiene consecuencias irreversibles en los efectos
políticos. Recordemos que Argentina la constitucionalidad en última instancia
depende de la Corte Suprema
de la Nación.
La “nueva
argentina” era por su naturaleza la misma que la anterior pero el peronismo
tenía que dar el paso necesario para hacer factible la continuidad de la vida
económica. Esto se dio en un proceso conocido como “pesificación asimétrica”,
la cual implica la conversión de ahorros y deudas a pesos, yendo por encima de
la propiedad y de otras las obligaciones que se derivan de ella. Esto al
determinar, la tasa de ganancia, el nivel de salarios y consumos, determino la
vida pública de la nación. Duhalde, sin alterar la constitución violó el
artículo 14 de la constitución. Siendo la propiedad la base del Estado Liberal,
el Estado hizo transferencias arbitrarias. A esto hay que sumarle otros
episodios de represión como el que derivó en la Masacre del Puente
Pueyrredón, y el combate claro contra el movimiento político, los piqueteros
los cuales eran un poder indirecto que estaba interesado en recibir del Estado
beneficios que no estaban en relación a su representación parlamentaria.
Duhalde incluso
modificó más leyes electorales condicionando el futuro del país, modificando el
régimen electoral a raíz de la propia crisis de su gobierno permitiendo que el
peronismo pudiera tener más de una lista. Curiosamente en 2003 la participación
fue más alta que en 2001, por lo que se tomó que esto era un indicador de
respeto por parte de la ciudadanía que una vez que eligiera presidente
convalidaría, la decisión de Duhalde a nivel político, económico y social. La
impunidad de Eduardo Duhalde, y lo arbitrario en su intervención pese a la
delegación del congreso son un tema llamativo. Una vez que esto ocurrió, la ley
y el orden por parte del congreso y el papel de Néstor Kirchner en reconstruir
el poder presidencial pueden quedar en segundo plano.
Conclusiones:
Tratamos de demostrar que el papel
necesario en el orden estatal de un poder neutral representación de la esfera
del Estado ordenando a los poderes políticos. Tratar de analizar la crisis
política desde el ángulo económico como una consecuencia insalvable de la vida
social, arroja una luz sobre el contra punto necesario de la especulación de
teoría política y la actividad de la sociedad real y concreta.
Tanto Argentina como Alemania de
Weimar pusieron énfasis en salvar las crisis institucionales pretendiendo que
existían instrumentos meramente políticos para poder resolver las crisis
económicas. Esto es falso. Sí podemos decir que existe una teoría que trata de
legitimar un orden político pese a la crisis política que se desencadena cuando
la sociedad pierde una base de sustentación político económica.
Tomar la cuestión de la economía
suma una luz importante, es necesario que la política económica no sea vista
simplemente como un aspecto institucional posible de racionalizar por el
positivismo y tampoco caer en su opuesto una fuga meramente teórica sobre el
papel político de un poder neutral que fuese capaz de ordenar el Estado y
terminar por los conflictos por las capacidades que podría tener a priori.
Duhalde ha sido el actor político despreciado al ser el factor del orden
político actual no por su permanencia en él sino por sus consecuencias
irreversibles está es su diferencia con De La Rúa.
Bibliografía:
Internet:
Brown John- Capitalismo y eclipse de la política: http://www.vientosur.info/articulosabiertos/VS-100-06-brown-capitalismoyeclipse.pdf
Genoud, Diego. Carl Schmitt, El pensador Nazi que inspira a
los Kirchner: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=92329
Ludueña Romandini, Fabián. Los fundamentos
onto-teológico-políticos de la mercancía y el dinero. Una incursión a los
orígenes de la religión capitalista: http://conti.derhuman.jus.gov.ar/2010/10/mesa-38/luduena_romandini_mesa_38.pdf
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